Analiza la dirección del país, con todos los territorios, el resultado de la inspección del Minsap sobre el enfrentamiento a la COVID-19 en más de una decena de localidades. En encuentro con las autoridades municipales y provinciales de La Habana, llama a un movimiento para pedir el extra que hace falta para cortar la transmisión de la epidemia
«¿Qué cosas distintas podemos hacer que no hemos hecho, o qué podemos hacer con una mayor intención?», se preguntó el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al reflexionar sobre el esfuerzo final que se necesita para cortar la transmisión de la COVID-19 en La Habana, el territorio con más altos índices de la infección en el país.
«Para mí está claro que el sistema de atención primaria de Salud desempeña un papel fundamental, pero la respuesta no está solo en el consultorio y en el policlínico, hay que ir a hablar con la gente», señaló el Jefe de Estado.
Tenemos que generar más conciencia, dijo, en referencia al necesario cumplimiento del nuevo código de vida que demanda esta enfermedad fuera y dentro de los hogares (medidas higiénico-sanitarias, distanciamiento físico, utilización del nasobuco, soluciones hidroalcohólicas e hipoclorito).
El barrio, los hogares, son el escenario, agregó el mandatario en la reunión de este lunes del Grupo temporal de trabajo del Gobierno para la prevención y control de la epidemia.
Fue durante la segunda parte de un encuentro que, primero, transcurrió en videoconferencia con las autoridades de las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, y luego –de forma presencial– con los responsables de los consejos de defensa municipales y provincial de la capital.
Díaz-Canel llamó a un movimiento casa a casa en La Habana, para pedir el extra que hace falta. Sé que es complejo, que requerirá esfuerzo, pero hay que ver cómo vinculamos a los factores; hay que trabajar más con las organizaciones de masas, y con los grupos de cada área de salud, orientó.
«Busquemos las fuerzas que hay en cada barrio –insistió–, y en cada barrio tenemos profesionales, tenemos estudiantes, tenemos maestros, que ahora no están en actividad, tenemos profesores; si a todos los organizamos, sobre cuánta gente influirán», reflexionó.
En todos los barrios tenemos estudiantes universitarios, y si ellos han dado una respuesta para estar en zona roja, también lo harán por sus barrios, sentenció el Jefe de Estado.
En la jornada de este lunes, el Grupo temporal del Gobierno para el enfrentamiento a la COVID-19 analizó los resultados de una serie de inspecciones que realizó el Ministerio de Salud Pública en más de una decena de municipios y localidades del país, incluidas comunidades habaneras.
La reunión fue conducida por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y contó con la participación del vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, y los vice primeros ministros Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Roberto Morales Ojeda.
Convocamos a esta reunión, dijo Marrero Cruz a las autoridades municipales y las del nivel provincial de La Habana, «atendiendo a la situación puntual que enfrentamos, al deterioro en los últimos días (en los índices de la epidemia), y al resultado de una inspección de Salud a varios territorios (del país), que denotan el incumplimiento y la violación de lo establecido en los protocolos». Y «atendiendo a la situación de La Habana, se decidió analizar, de manera particular, este territorio, y hacerlo en esta composición ampliada», explicó.
Tras la presentación del resultado de la inspección del Ministerio de Salud Pública a varios municipios y policlínicos de la capital, presidentas y presidentes de las asambleas municipales del Poder Popular informaron sobre la situación local.
Al intercambiar con las autoridades de Centro Habana, uno de los municipios más poblados de la ciudad, con complejos problemas habitacionales, y donde uno de los fundamentales ante la COVID-19 es la transmisión intradomiciliaria, Díaz-Canel señaló la necesidad de lograr que sus pobladores entiendan que depende mucho de ellos (de todos) cortar la transmisión.
«Como único se puede lograr eso es convenciendo, y para convencer, ahora, no tenemos la posibilidad de reunir a la gente en la calle, de hacer una asamblea del cdr, una reunión comunitaria», entonces hay que ir casa a casa. «Necesitamos hablar con la gente y hacerlo con sinceridad».
Tenemos que decirles que llevamos más de tres meses en una situación más compleja y la tendencia es al alza, no a la disminución, y que, incluso cuando tengamos vacunas, si no somos capaces de vivir con responsabilidad, también se nos complicarán las cosas con esta enfermedad u otra que venga, agregó.
Tenemos que explicar eso casa a casa, «y hacerlo con los líderes locales, de forma tal que haya confianza entre los vecinos, empatía, credibilidad. Hay que hablar de manera adecuada, porque habrá gente más exaltada, con más preocupación, más golpeada por la situación que estamos viviendo».
«Hay que explicar –agregó– que por mucho que tengamos un sistema de salud que se ha volcado, que ha hecho todo lo posible, que por mucha gestión de gobierno que se haga, por mucha ciencia que haya, si no hay un comportamiento distinto, no podremos cortar la transmisión».
PROVINCIA A PROVINCIA
En la primera parte de la reunión de este lunes del Grupo temporal del Gobierno para la prevención y control de la COVID-19, se convocó, mediante videoconferencia, a las principales autoridades de las 15 provincias y del municipio especial Isla de la Juventud para analizar los resultados de la inspección del Minsap a municipios y centros de atención primaria.
El Presidente de la República hizo un análisis pormenorizado del trabajo en los territorios y las acciones a seguir, según el comportamiento de la pandemia en cada uno de ellos.
Primero –explicó–, debemos reconocer que hemos hecho un tremendo esfuerzo, en condiciones muy difíciles, como las que está teniendo el país, y que hemos tenido resultados, pero en los últimos tiempos hemos tropezado con complicaciones que develan que estamos empezando a hacer las cosas con rutina, y cuando caemos en la rutina, nos empiezan a saltar los problemas.
En momentos como estos –agregó más adelante el Jefe de Estado–, «tenemos que darnos cuenta de que no hay espacio para negligencias ni para chapucerías, y mucho menos para el cansancio; los que dirigimos tenemos que impregnar a la gente de ese compromiso», y «nos urge controlar definitivamente el actual rebrote de la COVID-19».
Díaz-Canel reconoció que hay un grupo de territorios que está haciendo un esfuerzo intenso, de calidad, que les ha permitido salir de la situación compleja (Villa Clara, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Guantánamo y el municipio especial Isla de la Juventud). No obstante, alertó, tienen que trabajar con precisión, de lo contrario, empezarán a crecer los casos diarios, el número de activos y la transmisión local.
Por otro lado, dijo, Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque y Sancti Spíritus están en una meseta de entre 20 y 50 casos diarios, después de días con muchos casos, no obstante, tienen inestabilidad. No han encontrado todavía todos los resortes que los pueden llevar a una situación de menor complejidad. Tienen las potencialidades, las condiciones, pero deben trabajar de una manera distinta, con más rigor, con más exigencia.
El Presidente indicó, por último, concentrar los mayores esfuerzos en las provincias más complicadas: Granma, Santiago de Cuba, Matanzas y La Habana, donde las inspecciones recientes del Minsap han demostrado que hay un grupo de problemas, que se han violado medidas.
En una reflexión que resumió la jornada, Díaz-Canel señaló: «en ocasiones discutimos, “vamos a intensificar las medidas”, pero nos damos cuenta de que no es aparecernos con nuevas medidas, porque hemos enfrentado la enfermedad aplicando casi todas las posibles.
«Lo que necesitamos –explicó– es arreciar todas las medidas que ya tenemos, arreciar la exigencia en el cumplimiento de todo lo que hemos aprendido, y centrarnos, para así darle un golpe demoledor a la situación que tenemos con la pandemia».
Este lunes, en la primera parte de la reunión del Grupo temporal de trabajo del Gobierno, participaron los vice primeros ministros Inés María Chapman Waugh, Ricardo Cabrisas Ruiz y Alejandro Gil Fernández, además de ministras y ministros.
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