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domingo, 25 de abril de 2021

Las grandes farmacéuticas han pagado 21.610 millones a sus accionistas, dinero suficiente para vacunar a toda África

 La Alianza People’s Vaccine calcula que Pfizer, Janssen y AstraZeneca han repartido entre sus socios capitalistas dividendos por valor del equivalente al coste de vacunar a 1.300 millones de personas. Se están organizando protestas a las puertas de las reuniones de las juntas de accionistas por la privatización de las vacunas.

La Alianza People’s Vaccine, una coalición de organizaciones que incluye a Oxfam, Salud por Derecho, Yunus Center, Frontline AIDS, ONUSIDA y Global Justice Now, entre otras, ha calculado que Pfizer, Janssen y AstraZeneca han pagado 21.610 millones de euros entre dividendos y recompras de acciones a sus accionistas en los últimos 12 meses. Una cifra que paga la vacunación de, al menos, 1.300 millones de personas, el equivalente a la población de África y cuyo coste de dosis por persona sería de 16,6 euros. 

Las vacunas de Moderna y Pfizer se están convirtiendo en los productos farmacéuticos más vendidos. Además, sus vacunas son las más caras, oscilan entre los 11.22 y 61.52 euros por vacunación completa. Por otro lado, ambas empresas tienen planteamiento de aumentar los precios.

 Protestas en contra de la privatización 

Las juntas de accionistas comienzan el 22 de abril. Las primeras farmacéuticas serán Pfizer y Johnson & Johnson, después, le seguirán Moderna y AstraZeneca. Las reuniones se celebrarán en Estados Unidos y Reino Unido y, a sus puertas, habrá protestas en contra de la privatización de las vacunas de la covid-19. Cada vez son más numerosas las voces que presionan a la industria farmacéutica para que otorgue licencias no exclusivas y abiertas sobre la propiedad intelectual y comparta la tecnología y el conocimiento con productores de vacunas cualificados de todo el mundo.

La economía mundial sufre un gran parón debido a la desigualdad y al lento reparto de las vacunas. Esta crisis ha hecho posible la creación de una nueva ola de multimillonarios. El fundador de BioNTech, Ugur Sahin, acumula una fortuna de 5,9 mil millones de dólares, mientras que el director ejecutivo de Moderna, Stephane Bancel, de 5,2 mil millones de dólares.

Según las informaciones publicadas, Bancel ha cobrado más de 142 millones de dólares en acciones de Moderna desde que comenzó la pandemia. Por otro lado, la Cámara de Comercio Internacional proyecta una pérdida del PIB de nueve billones de dólares, en el peor de los casos.

 Países ricos vs países pobres 

Una de cada cuatro personas se ha vacunado en los países ricos, mientras que solo una de cada 500 lo ha hecho en los países más pobres. Una situación que hace que el virus siga fuera de control y que el número de muertes siga en aumento. Según los epidemiólogos, tenemos menos de un año antes de que las mutaciones hagan que las vacunas actuales sean ineficaces.

La semana pasada, 175 personalidades, exjefes de estado y ganadores Premio Nobel, incluidos Gordon Brown, Ellen Johnson Sirleaf, Françoise Hollande y Jose Luis Rodríguez Zapatero, escribieron al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en apoyo a la suspensión temporal de los derechos de propiedad intelectual de las vacunas covid-19 para permitir un aumento rápido de la producción en todo el mundo. Estos apoyos se suman a los del millón y medio de personas en Europa, EEUU y otros países que piden una vacuna para su población.

Desde hace meses, numerosas organizaciones internacionales están apoyando la supresión de las patentes de las vacunas para solucionar la falta de vacunas, pero la iniciativa que haría esto posible en la Organización Mundial del Comercio (OMC) está bloqueada por los países ricos. 

Más de 100 países de ingresos bajos y medios, liderados por India y Sudáfrica, están pidiendo a la Organización Mundial del Comercio (OMC) una exención de los derechos de propiedad intelectual de las tecnologías para la covid-19 mientras dure la pandemia, una medida a la que se han opuesto hasta ahora Estados Unidos, la Unión Europea y otras naciones ricas. 

 La negativa de las farmacéuticas 

Las principales empresas farmacéuticas se oponen ferozmente a compartir de forma abierta la tecnología y a la suspensión temporal de la propiedad intelectual. El director ejecutivo de Pfizer respondió a la iniciativa de la OMS para poner en común la tecnología de las vacunas y permitir así que otros productores cualificados pudieran fabricar más dosis afirmando que era «una tontería» y que también «es peligroso». 

Maaza Seyoum, de la Alianza de Vacunas de los Pueblos en África, recuerda que los grandes negocios «no acabarán con esta pandemia». «Esto está más claro ahora que nunca. El presidente Biden tiene una oportunidad histórica para demostrar que antepondrá la salud y la prosperidad económica de toda la humanidad a las ganancias privadas de algunas corporaciones», defiende Seyoum.

 

Fuente: Público

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