Otras Paginas WEB

domingo, 2 de mayo de 2021

¿ES EL CREDITO BANCARIO DE LA BANCA NACIONAL APLICADO CON VIEJOS METODOS Y EL SEGURO FINANCIADO POR EL PRESUPUESTO LO QUE REQUIERE CON URGENCIA LA AGRICULTURA CUBANA PARA DESPEGAR?

 Por Joaquín Benavides Rodríguez

 La Mesa Redonda del pasado jueves moderada por Randy Alonso, cuyo fuerte  no son las finanzas y la banca, dio pena. Para temas como este, muy especializado, debería invitar a moderadores con experiencia y que lo dominen plenamente. Hay varios en el País. El propio Mayobre, si no estuviera  tan comprometido, dado su cargo, con una política tan conservadora, podría haber sido. De banca y crédito sabe. No todos los que conocen de crédito desaparecieron con Raúl León Torras, sin dudas el más brillante de la etapa revolucionaria hasta hoy, pero no el único vivo.

El Presidente de la República no se cansa de hablar de Innovación, justamente con mucha razón; sin embargo si algo requiere innovación en la economía cubana para despegar, en primerísimo lugar en la agricultura, son los obsoletos mecanismos financieros y bancarios. La necesidad de modernizarlos es impostergable.

¿Cuándo se entenderá y cuanto demorara en entenderse que la economía agrícola estatal cubana carece de capital para financiarse a ella misma, y muchísimo menos para pretender financiar al sector no estatal agrícola, requerido posiblemente de miles de millones de pesos para inversiones productivas y de capital de trabajo?

No es posible que se pretenda realistamente crear un fondo de fomento para las empresas agrícolas estatales con recursos financieros aportados por el Presupuesto del Estado. ¿De donde saldrían esos recursos, de los gastos sociales presupuestados del Estado? ¿A quién se le pudiera haber ocurrido esa fórmula no justificada económicamente? La OSDE Caudal tendría que declarar de donde ha obtenido tantos fondos o donde los piensa conseguir.

Se continúa insistiendo en el Plan de Producción y de entrega de los productores privados y además de fichas de costo. Ese esquema es inaplicable. La dirigente del BANDEC, sin duda inteligente y con experiencia, no se animó a decirlo pero al pedir cooperación de todas las autoridades territoriales, casi lo dijo. Es un esquema iluso.

Para que cualquier entidad bancaria entregue dinero a crédito, por los procedimientos bancarios universalmente utilizados, tiene que tener frente a ella a una persona jurídica. A las personas naturales se les conceden créditos personales, y con eso no se produce. Para que ello funcione como funciona en todas partes, a los pequeños propietarios agrícolas, habría que permitirles que actuaran como pequeños y medianos empresarios privados. No necesitarían ser propietarios de la tierra, con ser usufructuarios legales podrían tener personalidad jurídica, poseer y operar cuentas bancarias, firmar contratos de crédito con el banco y dar garantías. Eso no impediría que se organizaran en Cooperativas, según sus interesas, además de firmar contratos con empresas estatales o no,  comercializadoras de sus productos. Así si funcionaria el crédito bancario a los propietarios privados de tierras y usufructuarios. También el Seguro, sobre cosechas con alguien que puede mostrar que tiene un capital en cuentas bancarias y lo da como garantía. Lo demás que se pretende hacer es continuar inventando. Esto que propongo se haga es innovar en la economía cubana. Se hace en todas partes menos aquí. Sin innovar en la economía, no será posible que avance y se desarrolle la innovación tecnológica. Sin financiamiento la innovación tecnológica no avanza. Se duerme y al final se paraliza. Hasta en Biocubafarma pudiera pasar. Espero que tengan gente que saben lo que se traen entre manos y lo eviten. Potencial para buscar y encontrar millones de dólares en financiamiento tienen.

Estudiando, aunque no se sea economista el Capital de Carlos Marx, se puede entender sin mucha dificultad que es y lo que significa la Renta diferencial del Suelo. Hablar de inversiones en la agricultura, de crédito bancario, de fichas de costo y precios iguales incluso dentro de un territorio municipal, para todos los productores no tiene sentido. Sin embargo se insiste en continuar con el mismo error.

Querer separar la comercialización de los productos agrícolas de su producción, como he oído en estos días defender a ciertos dirigentes de la agricultura, es un grave error incluso teórico, en que algunos insisten con reiteración. El productor agrícola sobre todo, produce para vender su producción. Y no concibe separar una cosa de la otra. Ese concepto tienen tendencia a separarlo los burócratas, porque no son los que invierten su capital y trabajan la tierra ni corren el riesgo de perderlo todo solo si no le llueve lo suficiente. El productor agrícola no es un especulador, sino alguien que si no recupera lo invertido y obtiene una utilidad que le permita mantener a su familia, fabricarle su vivienda decente y además invertir para incrementar su producción, mejorar sus tierras, adquirir equipamientos e incluso tecnologías, pierde interés, y tiende a producir cada vez menos. Eso es lo que ha estado pasando en la agricultura cubana, y no solo en la privada, cooperativa y usufructuaria. También en las grandes empresas estatales, donde el obrero nunca ha podido concebir que forma parte real de su empresa y beneficiarse, tanto el cómo su familia de los resultados que se alcancen.

El Comercio estatal que compra para las necesidades del Estado, me niego a llamarle Acopio, tiene una gran ventaja,  que es un gran comprador mayorista y le da una ventaja no despreciable en la negociación. Pero no debe poder imponer precios, porque no es el que corre el riesgo de producir. Tiene que ser un negociador. El productor también, pues vende al por mayor y puede cubrir el grueso de sus costos y riesgos vendiendo cantidades. Y eso debe estimularlo a incrementar sus inversiones para vender más en la próxima etapa. Y por supuesto el Ministerio de Finanzas y Precios no debería tener nada que ver en esa negociación.

Quizás fue un error en su momento, hace muchos años, cuando se decidió poner la función de precios en las mismas manos de quien elabora los presupuestos en un país donde los gastos sociales son tan grandes. La tentación de cubrir déficits presupuestarios de pagos de subsidios sociales, a costa de utilidades e incluso de costos de los productos que se entregan a acopio pudiera  ser una tendencia, no de la Dirección de ese organismo, que no caería en eso,  sino de funcionarios burócratas que tienen como función y tarea cuadrar las cuentas. Cuando menos fue una solución facilista. Estoy convencido que lo mejor es que ese Ministerio debería ser el del Presupuesto y no tener nada que ver con los precios, al menos de los productos agrícolas. Su función principal debería ser organizar bien el cobro de los impuestos y confeccionar y someter a aprobación por quien corresponda los Presupuestos de la Nación.

No es pagando menos al productor de leche, por ejemplo, cómo se logra no importar leche en polvo para que la industria produzca la leche de los niños. Es reformando todos los principios hasta ahora utilizados en la gestión de nuestra agricultura. Convirtiendo a nuestros productores agrícolas no estatales en pequeños y medianos productores privados, incluidos los usufructuarios de tierras, incorporando a otros también pequeños y medianos empresarios privados a que inviertan en mecanización e industrialización de nuestras tierras, aun sin utilización. En resumen, es produciendo más leche y de todo. Si se produce suficiente leche, pagándole al productor lo que hay que pagarle, y no por cumplimiento de planes, como se pretende inventar ahora, sino por entregas de leche de buena calidad, según las condiciones productivas de cada zona,  habría suficiente leche para no tener que comprar en divisas leche en polvo para ser procesada por la industria.  Hay que cambiarlo todo. Eso también es innovar.

Que el Banco Central,  y su sistema bancario, como se hizo también en los años 90, para el desarrollo del turismo, del transporte y de ramas importantes de la industria,  gestione e introduzcan en el País fuentes de financiamiento y crédito para la agricultura cuyos créditos se paguen con las exportaciones, que a su vez se ofrezcan como garantías a los financistas. Eso en nuestro caso, sería también innovación. Autorizar la creación de entidades financieras no bancarias, de las cuales tambien hubo buenas experiencias de gestión de créditos y financiamientos, debería ser estudiado y analizado por las autoridades bancarias. La Ley bancaria lo permite.  También eso hay quien sabe hacerlo. No es cerrándonos, sino abriendo. Y si los americanos con Biden a la cabeza quieren seguir bloqueando y agrediendo a nuestro Pueblo, allá ellos con su bloqueo, a los que seguiremos denunciando en todos los foros mundiales.  Nosotros, todos los cubanos dignos, los de adentro y los de afuera, unidos y haciendo todo lo que hay que hacer podremos salir solos. No hay que inventar nada: lo que hemos acordado y hay que comenzar a hacer ya.

Mi Conclusión: Con la introducción urgente de las Pymes en la producción agropecuaria cubana, también de las nuevas reglas para el Trabajo por Cuenta Propia, detenidas sin justificación desde hace más de tres meses, con las cooperativas no agropecuarias, anunciadas también desde hace meses y ratificadas en el VIII Congreso y con  la creación de condiciones de crédito, innovadoras, como ocurre en cualquier país del mundo,  será posible resolver en un plazo razonablemente corto el problema de la alimentación de nuestra población y que además comience a vivir con menos carencias. Y eso además de Innovador es Estratégico. Se puede hacer, pero hay que decidirse ya,  sin más excusas ni explicaciones que nadie entiende.

02/05/2021

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario