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viernes, 28 de mayo de 2021

Estado, transición, alienación, extinción ( Parte II y Final)


Por Rafael Alhama Belamaric y Jesús García Brigos  

¿Cómo sería ese proceso de extinción del Estado y de derecho a favor de los servícios sociales? Dimitrijevic, M. (1965) señala en “Odumiranje države i prava u oblasti društvenih službi“, (Extinción del estado i derecho en el campo de los servícios sociales) lo que de forma resumida expongo:

“La extinción del estado socialista como tal a favor de servicios sociales se efectúa escalonadamente, con la trasmisión de las facultades de los órganos estatales hacia aquellos. Este proceso se realiza no sin conflictos, y depende de muchas condiciones y circunstancias. Depende en primer lugar del número y de las facultades hacia diferentes formas organizativas de base. Si esas son mayores, las organizaciones de base serán más autónomas, menos dependientes de los órganos estatales. No se trata de pasar todas las facultades ni atribuciones, no aquellas referidas a las fuerzas de orden, o de gobierno. Si fuera sí, estas organizaciones de base se parecerían cada vez más a los órganos estatales. Si estuvieran presentes en alguna etapa, elementos de gobierno, esto sería sólo una etapa hacia la socialización del gobierno.

Entre las numerosas atribuciones y facultades que se transmiten, se encuentran diferentes derechos de gestión, de gestión financiera y material, distribución del resultado del trabajo, o  realización de diferentes trabajos técnicos especializados. Entre otros:

Los servicios técnicos especializados necesarios para  realizar los servicios sociales, deben disponer de total autonomía, y los órganos estatales no se deben interponer en su trabajo, sólo dar sugerencias y recomendaciones.

La autogestión es forma básica de estas organizaciones, y la gestión puede ser directa o indirecta. La directa con la participación de los representantes de los servicios sociales, y como hay servicios que son de interés social general, también participan representantes de los órganos estatales. Pero la gestión más importante es la indirecta, es decir, en la que participan directamente los trabajadores, en el caso de organizaciones de trabajo, o de los ciudadanos, si se trata de otro tipo de organización.

Facultades para la organización, en cuyo caso el derecho del trabajo y la legislación son fundamentales; los bienes para la realización de las actividades, que el Estado cede en propiedad; facultades financieras; controles internos; relaciones laborales.

Pero es importante no sólo dotar de facultades a las organizaciones autónomas y autogestionadas, que siguen manteniendo funciones de regulación y control de determinadas relaciones y procesos, sino el desarrollo de los órganos estatales y de sus relaciones con las organizaciones que realizan servicios sociales.“ (el subrayado es nuestro)

 Y aquí estaban los mayores problemas a lo largo de décadas. El Estado, literalmente, enterró  a las organizaciones con normas y legislaciones, que aunque se dijo que iban a ser lo más generales posibles, no podían alejarse del detalle y las especificidades. No se puede minorar la importancia de las responsabilidades, y la falta de recursos de todo tipo por igual para todos. En definitiva, falta suficiente de cambio institucional, lo que conlleva a la fragilidad institucional, la que debe apoyar. 

Por su carácter interdisciplinario, el Estado de derecho y gobierno de derecho, se convirtió en campo de no pocos, no sólo de jurístas sino de pensadores de otras disciplinas sociales.

Mientras, la teoría soviética, que inaugura el programa del partido comunista en el XXII Congreso, indica que es necesario prestarle la mayor atención a solucionar las contradicciones a partir del desarrollo alcanzado de la sociedad soviética. Los teóricos soviéticos abrazaron este programa como suyo, y se dieron a la tarea de desarrollarlo.

Lo interesante es que dividen la etapa de transición en dos fases separadas, diferenciándolas por las relaciones sociales y sobre todo de relaciones estatales. Cada fase con su visión del estado (Lepeskin, 1962). La primera era caracterizada como estado de “dictadura del proletariado”, y la segunda, como el “estado del pueblo”. Es decir, el período de dictadura del proletariado “pura”, - lo que abarcaba retrospectivamente desde la década del treinta hasta la década del cincuenta-, momento cuando se convertía en Estado del pueblo, y que para algunos teóricos había durado demasiado. Es decir, ese Estado que no es Estado; ese gobernar clasista que no es gobernar clasista; ese gobierno de clase que no es gobierno de clase de la primera etapa se convertía en “Estado del pueblo”, que era el preámbulo anunciado a finales de los años 30, y ahora con mayor fuerza, de la llegada de la sociedad al comunismo para los años 80.

Así se separa la fase donde supuestamente se establecían las bases y elementos esenciales para la construcción socialista, como son la socialización de la producción, colectivización del campo, eliminación de la clase capitalista y del propietario, con lo que se creaban las bases para que los cambios en la economía provocaran cambios en la estructura clasista de la sociedad. En los años treinta, más del 90% de la población, lo componían obreros, campesinos de los koljoses, y empleados estatales (Teoría del estado y derecho, Academia de Ciencias, Moscú 1962)

Así, sin entrar en los análisis de los resultados provocados, mecánicamente se llegaba a la solución del problema. La fuerza de la dictadura del proletariado, le cede paso a la amplia base social de la dictadura, lo que se posibilita después del XX congreso, en que se abrazan de nuevo las normas leninistas partidistas y del estado.

En resumen, se señalaba, y subrayaba, que la creación de propiedad socialista en la ciudad y el campo, desaparición de la clase explotadora, transformación del campesinado en clase socialista, creación de la inteligencia socialista, transformación de la propia clase obrera, condujo a la constitución de la unidad moral y política de la sociedad soviética. (Teoría del estado y derecho, Academia de Ciencias, Moscú 1962) En esas condiciones la dictadura del proletariado está de más, porque no tiene a quien aplastar, se transforma en estado del pueblo, expresión e interés de todo el pueblo (Teoría del estado y derecho, Academia de Ciencias, Moscú 1962) Y claro, siempre se subrayaba que la definición marxista del estado es irremplazable. Porque por primera vez en la historia se constituye como fenómeno por “encima de las clases, constituyendo el Estado de una sola clase”. (Teoría del estado y derecho, Academia de Ciencias, Moscú 1962)

Es sorprendente y fascinante la falta de profundidad y de desarrollo teórico, precisamente a partir de las experiencias histórico- concretas, y la falta de análisis crítico de experiencias de décadas anteriores.

De hecho, la autogestión obrera, la autogestión económica, la autogestión empresarial, ni eran, ni podían ser, ni podían sostenerse, como se señala muchas veces, si el concepto de autogestión a nivel de sociedad no funcionaba, y no se construía sobre nuevas bases. De eso, ni se habla, y cuando se menciona, no pasa de fórmulas de lo que se siguió o se dejó de seguir, de tal manera que se evalúa y sanciona casi siempre sobre bases del modelo del Estado y del desarrollo concebido en la Unión Soviética, que tenía aún toda la fuerza en la década del 60.

Otro autor destacado de filosofía de la praxis, Predrag Vranicki, al analizar el fenómeno de enajenación, se acerca en el análisis a sus manifestaciones en el socialismo, por lo mismos años de agudización de las contradicciones y de la conocida obra de Meszaros, I. “La teoría de la enajenación en Marx“ (1969). Una oración bastaría citar. Las  alternativas estrategicas socioeconomicas nuevas implica la reconstruccion radical de las relaciones sociales de producción, un “ethos de trabajo“ radicalemente nuevo. motivado por la autoconfirmación en el trabajo como actividad vital positiva del individuo social“ (el subrayado doble es nuestro). Si no hay identificación, autoconfirmación, realización del hombre en el trabajo, sin dudas, hay alienación.

Desde los “Manuscritos económico-filosóficos de 1844“ de Marx, con primera edición en ruso en 1927, el concepto clave es enajenación. y la “superación de la autoenajenación del trabajo“. Y entre los aspectos fundamentales de la enajenación, hay dos particularmente significativos para los planteamientos que a continuación siguen, el de enajenación en el socialismo. Dice Marx, la enajenación “de sí mismo (de su propia actividad)“ su propia actividad productiva“, que “expresa la relación del trabajo con el acto de la producción dentro del propio proceso de trabajo, la relación del trabajador con su propia actividad como actividad extraña que no le proporciona satisfacción en sí y para sí, sino solo mediante el acto de venderla a algún otro“; y “de cada uno de los otros“, o “de los otros hombres“.

Por tanto, puede ser resultado de un determinado tipo de desarrollo histórico de una sociedad, aunque esta sea relativamente nueva, pero con antagonismos estructurales, y también de un nuevo tipo de Estado como parte de esa sociedad en desarrollo, esencialmente contradictorio, y no último, que deberá ser superado en las relaciones políticas de base que permiten organizar la sociedad sobre la base de una reestructuración radical de las relaciones sociales de producción, que no ocurre de la noche a la mañana.

Traigo a cita algunos pasajes del documento “Proceso de autogestión obrera. Rasgos esenciales del proceso yugoslavo de transformación socialista (Rafael Alhama Belamaric, 2017):

“Vranicki parte del concepto de Marx del hombre como ser de la praxis, que realiza su progreso histórico porque se fue alienando,  considera que la enajenación se presenta no sólo como fenómeno necesario sino que “existe como parte de la estructura de la existencia humana de determinadas etapas de desarrollo histórico del hombre”.25 Es decir, insiste en su condición histórica, y que “cada forma de alienación tiene un determino contenido y función”. Es así, que “determinadas formas posibilitaron el desarrollo del hombre como ser polivalente”  26 al eliminar distintas limitaciones que impedían este, pero otras formas, por el contrario, profundizaban la deshumanización del hombre. Vranicki analiza el lado negativo de la enajenación, como fenómeno que actúa “mientras (…) la propia obra del hombre existe como algo ajeno (…) y como tal se le enfrenta como poder sobre él”. 27  (Vranicki, Covjek i historija, (Hombre e historia) V. Maslesa, Sarajevo. 1966), (el subrayado es del autor).

Subraya: “Por lo tanto, considera como una tarea básica del socialismo, la superación y eliminación de la enajenación. Y se pregunta, si en el socialismo, con la enajenación como “problema central”, “existen formas progresivas de alienación”, y si es así, “¿son formas que se deben eliminar, o sólo superar las deformaciones de esta, mientras las formas progresivas en el socialismo persistirían?”.28 (ídem) (el subrayado es del autor)

“Esta problemática  alrededor de enajenación “positiva” y negativa tuvo bastante espacio, tratando de argumentar más que una idea o concepto de Marx, que no existe, acerca de la enajenación positiva, cuando de lo que se trata es de la distinción de Marx entre objetivación (o actividad del hombre en el mundo como actividad propia), y la enajenación, (que ese propio mundo como producto de la propia actividad del hombre y como proceso histórico se aísla y se le enfrenta como algo ajeno), para justificar una situación de la realidad que seguía teniendo el sello de la enajenación, a pesar del cambio del modo de producción y las nuevas relaciones sociales existentes“.

“Este de ningún modo es un tema menor, y tiene mucha importancia hoy día, cuando de todas partes, en un mundo globalizado, llegan propuestas y formulas positivistas sobre el desarrollo humano, visto en términos prácticos de conocimientos, capacidades, habilidades y destrezas, fragmentando al sujeto una vez más, y sometiéndolo a nuevos y más sofisticados métodos y vías de enajenación“. (ídem)

“Así, otro autor, Dimitrije Sergejev, sociólogo, que se ocupó de la enajenación, afirma que Marx mostró que la enajenación muestra al mismo tiempo un lado positivo y uno negativo, y escribe, ya a mediados de la década del 80: “todo proceso de desarrollo humano es mediado por la alineación”, que “la realidad humana entera (…) lleva el sello de la enajenación”, que “el Estado, derecho, moral, religión, arte, filosofía, conocimiento (…) son enajenación de la actividad humana”, y que en la forma de enajenación se puede crear un contenido verdaderamente humano”. 29 Sobran en este caso los comentarios, más que se trata de justificar con citas de Marx“. 29 D.Sergejev, Otudeni covjek, Teorija alijenacije u tradiciji i suvremenoj misli, Zagreb, 1986, str.49-52  (traducido por el autor, D. Sergejev, El hombre enajenado, La teoría de la alienación en el pensamiento tradicional y actual, Zagreb, 1986, pp. 40-52 en Mislav Kukoc, Kritika eshatologijskog uma. Problem otudenja i hrvatske filozofije prakse”, Zagreb, 1998  (traducción del autor, Crítica de la mentalidad escatológica. El problema de la enajenación y la filosofía croata de la praxis , Zagreb, 1998, pp. 138-139

“Todo parte de una mala interpretación, consciente o inconsciente, de la concepción de Marx acerca de la distinción entre enajenación y la objetivación; esta última como la actividad mediante la cual el hombre produce objetos, como la exteriorización de sí mismo, es decir, los humaniza, humaniza la naturaleza y así va creando su mundo material. Y la enajenación, que en ese propio mundo como producto de la actividad humana objetivada a lo largo del proceso histórico, se separa de él y se le enfrenta como algo ajeno.

“Y a esto, estos autores quieren dar una explicación como “enajenación positiva”. Evidentemente, la cuestión radica, en la concepción del trabajo, y la explicación del trabajo como forma negativa de autoactividad, condicionado históricamente como enajenación, independientemente de la objetivación. Esta separación entre enajenación, objetivación y exteriorización, a diferencia de Hegel, y en correspondencia con Marx, se encuentra en Bloch, E. y Lukacs,G. desde las décadas anteriores, autores en permanente diálogo y colaboración con los filósofos de la praxis, la revista Práxis, y la Escuela de verano de Korcula, además de Fromm, Goldmann, Habermas, Lefebvre, Marcuse, entre otros“.

“Pero el tema de enajenación en el socialismo, lleva a otros temas teóricos del socialismo, empezando por el de ¿qué es el socialismo?, pero tratando, evidentemente de salirse de la terminología canonizada por Stalin“.

“Así P. Vranicki escribe: “Todo lo que puede parecer extraño, el hecho de que el socialismo hasta hoy día entre los marxistas, para no hablar de otros, ha quedado como una pregunta de discusión con intentos de todo tipo de respuestas contrapuestas. Las divergencias son muy significativas, a veces hasta de principios”. 30 P. Vranicki, Historija marksizma, Naprijed, Zagreb, 1961, str.119.122 (traducido por el autor: P. Vranicki, Historia del marxismo, Naprijed, Zagreb, 1961,

“Presenta cuatro diferentes comprensiones marxistas del socialismo: como período de transición al comunismo; como formación socio-económica; como primera fase del comunismo; como dictadura del proletariado. Presentará la suya propia, ecléctica, que tendrá de las otras, excepto la segunda propuesta, que la niega de plano con la misma fuerza que defiende las demás“.

“Sin entrar en detalles, que no es el objetivo, hay que subrayar algunas cuestiones. El autor considera que el socialismo primario, debe, entre otros, contener “formas, raíces, momentos, de la nueva sociedad comunista”, 31 que se deben crear como conditio sine qua non en el socialismo para que éste en definitiva sea socialismo. Y como para él, las formas elementales de enajenación están en lo económico, lo político y lo ideológico, el sentido del cambio revolucionario del capitalismo en comunismo, solo puede ser alcanzado si el socialismo alcanza su credibilidad y legitimidad, a través de la abolición de la alienación en todas sus formas, empezando por los mencionados. Y esto, se puede alcanzar primero, mediante la sociabilización de los medios de producción, con lo cual se elimina la enajenación económica“. (ídem) (el subrayado es del autor)

“Pero en esta sociedad en transformaciones, va a distinguir entre sociedad civil, donde el hombre está enajenado en todos los sentidos, y las “fuerzas revolucionarias”, que supuestamente están por encima de esta situación, y tienen la misión de liberar al hombre de la enajenación. Por esto, hay que cuestionar quienes serían y cómo se llevaría a cabo  la “desajenación económica, política e ideológica, si se separa al “trabajador” de la sociedad civil de la actividad política, concepción que llega hasta nuestros días“.

Y con la propiedad social sobre los medios, se amplía la gestión social de la distribución, lo que significa “la extinción del estado”, y con ello la enajenación política. Diría yo, en parte, aunque una parte importante. De esta manera, empezado el amplio desarrollo de la autogestión social no solo en la esfera económica como la elemental, sino en todos los demás sectores de la vida de la sociedad, implica la extinción de la enajenación ideológica. En resumen, dice Vranicki, “el socialismo deber ser el proceso de extinción de la enajenación”. 32 (ídem) (el subrayado es nuestro)

“Este va a ser el motivo de sus posteriores trabajos, y no es difícil comprender el porqué. Son ideas que van a acompañar el proceso de transformaciones en las décadas del 60 y 70, desde la concepción de Vranciki de que el socialismo no es un salto místico de una sociedad alienada a una desalienada. Y la burocratización de la sociedad  socialista, en este caso, la yugoslava, era un ejemplo de la enajenación política, que no dejaba avanzar, o sometía a la sociedad a su propio ritmo e intereses creados. “El burocratismo es un fenómeno permanente que acompaña al socialismo”, y existe “la tendencia de ir creando nuevas formas de alienación”.

“Otra cuestión, que trajo no pocas discusiones y debates, es la postura de Vranicki acerca de la alienación política, que tenía un alto contenido moral e ideológico, considerando que las fuerzas socialistas podían utilizar el  poder para suprimir a este propio poder. Mientras, las fuerzas principales las veía sobre todo en el trabajador, pero proponiendo una relación de exclusión entre fuerzas políticas y la sociedad civil.“

Pero hay que destacar que el autor expone y analiza una serie de dogmas establecidos desde la sociología y la economía que las dominaban: desde la economía vulgar, el subjetivismo en la práctica política, pasando por la tesis del “socialismo construido” caracterizado por la dominación del Estado y del poder estatal, y la burocratización del partido y el culto a la personalidad que hacían imposible la extinción del estado y la autogestión.

“Pero en cuanto a la concepción del socialismo, Gajo Petrovic polemiza con Vranicki, y es quizás la polémica más importante entre los filósofos de la praxis de los años 60. Primero con el texto de 1964 “Filosofía y política en el socialismo”, luego en “Filosofía y socialismo” de 1965, i más tarde “Filosofía y revolución” de 1973“.

“No está de acuerdo con el socialismo “como primera fase del comunismo” que considera una canonización de Stalin, que vendría después de una fase de transición de “dictadura del proletariado”, adoptado también por Stalin y llevado a sus últimas consecuencias lo primero sin lo segundo. Esta, dice Petrovic, es una construcción teórica muy peligrosa, que ha sido empleada con objetivos antisocialístas. Petrovic va a considerar socialismo como una fase tardía, más compleja con relación al comunismo.“

“Considera que es una interpretación errónea de las teorías de Marx y lo que este dice en la “Crítica al programa de Gotha”, diciendo que Marx nunca nombró socialismo como primera fase del comunismo.33 Para este autor, el período de transición es el período a su vez de socialismo, comunismo y dictadura del proletariado, y éste es en tanto es en aquella medida en que va creando una sociedad socialista (humanizada)”. 34

33,34 G. Petrovic, Filosofija i marksizam, Naprijed, Zagreb, 1976, str. 141-142 (traducido por le autor: G. Petrovic, Filosofía y marxismo, Naprijed, Zagreb, 1976,

“Esto no lo lleva mucho más allá, ni siquiera argumenta con escritos del joven Marx, pero la necesidad de la dictadura del proletariado en una fase inicial, a la vez que es el inicio del proceso de construcción del socialismo-comunismo, queda falto de análisis en cuanto a cómo es posible compaginar esto con una sociedad humanizada“.

“Hay que recordar que para Marx la emancipación del proletariado es posible solo si se emancipan todas las demás esferas de la sociedad. En lugar de “Socialismo de Estado” de Vranicki, Petrovic emplea el término “Socialismo burocrático” en un texto tardío “Pensamiento de la Revolución” de 1980“.

 “Lo considera contradictio in adjecto, desde el punto de vista teórico y práctico imposible, porque el socialismo como sociedad liberada de personalidades libres esta desconectado con el burocratismo como principio de la dictadura del aparato administrativo que gobierna. No es necesario más explicaciones, dado el año de publicación del texto, y lo que ocurría precisamente al término de la década de los años 70 en Yugoslavia“. 

Toda experiencia, más una como esta que duró cuarenta años, tiene lecciones para aprehender y aprender. Lo que no cabe dudas es que las formas autogestionadas, bajo diferentes denominaciones y formas organizativas y de gestión, deberían adaptarse de acuerdo a las especificidades, desde la empresa hasta la comunidad y el municipio, y ser tenidas en cuenta como parte de las acciones de gobernar.

De la misma manera, habría que hacerse la pregunta si no es el “gobierno de los comunes de la Nobel E. Ostrom, otro de los caminos a seguir, o algunos elementos a tener en cuenta.  En todo caso, las “instituciones autoorganizadas y autogestionadas de acción colectiva”, se impondrán en el futuro cercano. Su problema de cómo incrementar las capacidades de los participantes para cambiar las reglas coercitivas del juego a fin de alcanzar determinados resultados óptimos o beneficios para los grupos poblacionales inmersos en la toma activa de decisiones, acciones cooperativas para situaciones de degradación del ambiente y explotación de recursos naturales de uso común, donde más desarrolló sus trabajos durante décadas, son enteramente válidos.

Sugiere que hay que llegar a soluciones alternativas a las planteadas por los teóricos del Estado o de la privatización, pues estas soluciones no son las únicas vías para resolver los problemas a los que se enfrentan quienes se apropian de recursos de uso común. La autora propone un camino donde es posible establecer contratos vinculantes entre todos los jugadores y que los obliga a "cumplir de manera infalible" con los acuerdos iniciales y con estrategias de cooperación formadas por ellos mismos. Es necesario, entonces, contar con una estructura institucional que permita la repartición equitativa de los niveles de rendimiento y los costos de la explotación de los recursos de uso común. Esto lleva a ejecución autofinanciada del contrato que permite a los contratantes tener un mayor control sobre las decisiones de uso y apropiación del recurso. Son situaciones en que los participantes, interdependientes, se organizan y gobiernan a sí mismos, sin las estructuras burocráticas superpuestas.

 

Bibliografía

Alhama, R.B.(2017): “Proceso de autogestión obrera. Rasgos esenciales del proceso yugoslavo de transformación socialista”, www.nodo50.org>Cuba Siglo XXI) https://www.nodo50.org/cubasigloXXI/proceso-de-autogestion-obrera-rasgos-esenciales/

SOCIEDADPOLÍTICAESTADOGOBIERNO. POR RAFAEL ALHAMA BELAMARIC. 

https://cubayeconomia.blogspot.com/2021/04/sociedad-politica-estado-gobierno.html

https://cubabuestra5eu.wordpress.com › 2021/04/10 › h...Habana Insider

Engels F. (1963): “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”. En Marx C, Engels F. Obras Escogidas en tres tomos. T III. La Habana: Editora. Política;

Marx, C. y Engels, F. (1966): “La ideología alemana”, Editora Política, La Habana.

Meszaros, I. (2005 : “La teoría de la enajenación en Marx“, Ciencias Sociales, La Habana

Vranicki, P. (1961): “Historija marksizma”, Naprijed, Zagreb, (traducción por el autor: P. Vranicki, “Historia del marxismo”, Naprijed, Zagreb,

 Estado, transición, alienación, extinción ( Parte I) 

 https://cubayeconomia.blogspot.com/2021/05/estado-transicion-alienacion-extincion.html

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