Otras Paginas WEB

miércoles, 9 de junio de 2021

El pensamiento económico del Che y algunos debates actuales (IV)

 Por junio 8, 2021 José Luis Rodríguez


IV

Uno de los elementos sobre los que más se especulado por los enemigos de la Revolución es el referido a las ideas económicas del Che y sus supuestas divergencias con el Comandante en Jefe en ese campo.

Se ha pretendido argumentar en tal sentido la no aplicación del Sistema de Financiamiento Presupuestario (SFP) diseñado por el Che en la política económica desarrollada por Cuba, al tiempo que se han tratado de contraponer medidas impuestas por la coyuntura de los últimos años y que implicaban la necesidad de retrocesos parciales, como una muestra de diferencias esenciales entre el Guerrillero Heroico y el Comandante en Jefe..

Se trata así de descalificar las tesis económicas del Che y su visión sobre la construcción del socialismo. Pero esos empeños han ignorado los hechos y la historia económica de Cuba en los últimos 50 años.

En efecto, durante los primeros años de la Revolución transcurrió una etapa de búsquedas para conformar el modelo que debía caracterizar la economía de la transición al socialismo en nuestro país, lo que se materializó en dos experiencias. Por un lado, se aplicaron los principios del cálculo económico en varios organismos cubanos, entre ellos, el INRA, el MINCEX y el Banco Nacional de Cuba. Por otro lado, el Che fundamentó la pertinencia de crear un sistema que se correspondiera con la realidad cubana partiendo de las mejores técnicas desarrolladas por los países más desarrollados, pero que tuviera como objetivo central la integración de los factores económicos, políticos y sociales para la construcción del socialismo en Cuba. Con ese fin creó el SFP, el que se aplicaría en el Ministerio de Industrias y en el Ministerio de Hacienda de nuestro país en la primera mitad de los años 60.

Como se ha expuesto en este trabajo, el SFP fue un sistema que se asomaba a lo que debía ser la sociedad del futuro, pero, al mismo tiempo, en su diseño y aplicación gradual se realizaba un análisis crítico de las experiencias desarrolladas en otros países socialistas. Y este sería un elemento clave, pues se afirmaba lo que debía hacerse, pero también se identificaban los caminos trillados que no se debían recorrer.

Esa visión era plenamente compartida por Fidel, lo que se expresó claramente en el discurso del 1º de mayo de 1966 al plantearse: “Nosotros vamos desarrollando nuestras ideas. Entendemos que las ideas marxistas-leninistas requieren un incesante desarrollo; entendemos que un cierto estancamiento se ha producido en ese campo y vemos incluso que a veces se aceptan universalmente, fórmulas que en nuestra opinión se pueden apartar de la esencia del marxismo-leninismo.” [1] La opinión del Che fue críticamente más explícita en esos años al plantear sobre el alejamiento a los propósitos del marxismo-leninismo: “Nuestra tesis es que los cambios producidos a raíz de la Nueva Política Económica (NEP) han calado tan hondo en la vida de la URSS que han marcado con su signo toda esta etapa. Y sus resultados son desalentadores; la superestructura capitalista fue influenciando cada vez en forma más marcada las relaciones de producción y los conflictos provocados por la hibridación que significó la NEP se están resolviendo hoy a favor de la superestructura; se está regresando al capitalismo.”[2]

Lamentablemente, la historia posterior le daría la razón.

Sobre esto se ha señalado; “…lo que interesa hoy del SFP, no es tanto el instrumental de aplicación, sino su mérito de creatividad ante la diáfana comprensión de que las cosas no marchaban como debían en el que se suponía que era el corazón del socialismo mundial.”[3]

Otros muchos planteamientos críticos sobre el llamado socialismo real serían expresados por el Comandante Fidel Castro, pero se destacan varios por su identidad expresa con las ideas del Che sobre la economía y la política en construcción del socialismo. [4]

Entre ellos vale la pena mencionar lo que se recogió en el Informe Central del I Congreso del PCC en 1975, sobre el sistema de dirección de la economía en relación a la primacía de la política en el socialismo: “Ningún sistema en el socialismo puede sustituir a la política, la ideología, la conciencia de la gente, porque los factores que determinan la eficiencia en la economía capitalista son otros que no pueden existir de ninguna manera en el socialismo y sigue siendo un factor fundamental y decisivo el aspecto político, el aspecto ideológico y el aspecto moral.”[5]

Posteriormente, en el discurso del 4 de abril de 1982, Fidel hablaría sobre las contradicciones que se generan en la economía y la necesidad de no comprometer nuestros objetivos políticos: “… nosotros hemos tenido que adoptar determinadas medidas, porque nos la impone la necesidad y nos la impone la realidad. (…) Esa es una realidad y la Revolución en la rectificación de sus errores de idealismo, abordó valientemente y adoptó las medidas pertinentes; pero se producen contradicciones. Y tenemos que evitar que las fórmulas socialistas comprometan la conciencia comunista, nuestros más hermosos objetivos, nuestras aspiraciones, nuestros sueños comunistas; tenemos que evitar que el descuido ideológico y la no comprensión de estas verdades hipotequen la meta de formar un hombre comunista.”[6]

Un momento especialmente significativo para reafirmar la vigencia de las ideas económicas del Che por parte del Comandante en Jefe, fue el discurso del 8 de octubre de 1987, cuando resumió “…en esencia, ¡en esencia!, el Che era radicalmente opuesto a utilizar y desarrollar las leyes y las categorías económicas del capitalismo en la construcción del socialismo; y planteaba algo en que hemos insistido muchas veces, que la construcción del socialismo y del comunismo no es solo una cuestión de producir riquezas y distribuir riquezas, sino es también una cuestión de educación y de conciencia”[7]

Durante los duros años del Período especial el Comandante en Jefe subrayaría en varias ocasiones la temporalidad de muchas medidas que se adoptaron para asegurar la sobrevivencia del país, pero preservando siempre los avances políticos y sociales alcanzados hasta entonces. De este modo, en el discurso del 6 de agosto de 1995 Fidel expresaría: “Hemos dicho que estamos introduciendo elementos de capitalismo en nuestro sistema, en nuestra economía, eso es real; hemos hablado, incluso, de consecuencias que observamos del empleo de esos mecanismos.  Sí, lo estamos haciendo (…)  Ninguna de estas cosas que nos desagradaban dejaban de desagradar al pueblo, muy sensible, ultrasensible a cualquier desigualdad, a cualquier privilegio, porque en esas ideas lo educó la Revolución; pero también lo educó en la idea de que hay que salvar la patria, hay que salvar la Revolución, hay que salvar las conquistas del socialismo, hay que conservar la independencia y hay que mantener nuestro derecho al futuro.”[8]

Al respecto se ha señalado justamente que “Che nos recuerda que en determinados momentos de la historia la relación de fuerzas no nos es favorable. En esos casos no nos queda más remedio que retroceder, momentáneamente, para tomar fuerzas y volver a empujar. Esos retrocesos no son estratégicos sino tácticos, no constituyen un camino a largo plazo sino un conjunto de medidas que se toman para responder a una coyuntura determinada, teniendo en el centro del análisis la relación de fuerzas.”[9]

Un elemento que muestra la sistematicidad del enfoque de Fidel –en el contexto de la Batalla de Ideas- sobre cómo dirigir un proceso de desarrollo en Cuba y que se aproxima en muchos aspectos a las ideas del Che, se encuentra en su discurso del 5 de diciembre del 2004 en el que el Comandante en Jefe resumiría: “Se han puesto en práctica revolucionarios conceptos que barren con el formalismo y el conformismo y aceleran los procesos de transformaciones necesarias para el futuro del país.

Entre ellos están algunos tomados de los propios apuntes de los cuadros de la Juventud y de otros participantes en nuestras reuniones:

    • Ningún joven debe quedar abandonado y ningún ciudadano depender de su suerte.
    • No hay problema sin solución, de lo que se trata es de encontrar alternativas.
    • La labor de coordinación que se ejecuta debe contar con el estudio constante para la toma de decisiones, información actualizada que tome en cuenta con toda precisión los detalles; meditar y pensar bien cada acción, actuar con rapidez y no perder nunca un minuto.
    • Encontrar nuevos métodos y mecanismos de coordinación para que todos los organismos y entidades participen bajo el concepto de que la prioridad está en los intereses del país por encima de contradicciones burocráticas, ansias protagónicas y celos institucionales.
    • Lograr una alta implicación y compromiso de los cuadros y trabajadores que participan en cada uno de los programas.
    • Aplicar la crítica y la reflexión oportunas.
    • Cada idea nos conduce siempre a otra nueva y ésta a otras y otras. Una idea nueva, por buena que parezca, debe ser sometida a pruebas y experimentos serios en condiciones reales.
    • La discreción y compartimentación son principios básicos en la labor de conducción y coordinación de los programas. Sólo se divulgarán éstos cuando ya sean realidades; evitaremos así promesas que puedan no cumplirse o promesas cumplidas que luego se descuidan, olvidan y abandonan.
    • Las empresas que participan no deben tener ninguna ganancia ni tampoco pérdidas. Las obras se deberán ejecutar de manera rápida, al costo, con calidad y uso óptimo de los recursos.
    • Se garantizará el mantenimiento de los equipos y de las instalaciones puestos a disposición de los programas. Todo debe  estar siempre como el primer día.”[10]

Por último, una muestra más del espíritu crítico y autocrítico de Fidel –que rememora las posiciones y la ética del Che-, en relación a la construcción del socialismo, se encuentra en el discurso del 17 de noviembre del 2005, que fue ante todo, un llamamiento excepcional a la reflexión sobre las complejidades de la construcción del socialismo, la necesidad inacabable de estudiar y reflexionar constantemente y un alerta sobre el precio que tendría cometer errores estratégicos por la Revolución.

En sus palabras el Comandante en Jefe declararía: “Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo (…) Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra.”[11]

V

El pensamiento económico del Che –más allá de los aspectos coyunturales presentes en los años 60- reviste actualmente una gran actualidad, ya que se trata de una exposición de principios que se insertan en los conceptos fundamentales en que debe basarse la construcción del socialismo en la sociedad cubana.

Su identidad con las ideas esenciales de Fidel ratifica la unidad del pensamiento revolucionario cubano y el valor de sus enseñanzas.

Las tesis del Che apuntaron al futuro y al desarrollo de una sociedad más justa y –a su vez- próspera y sostenible. Ese futuro es el presente de hoy día. El análisis profundo de sus ideas nos permite orientarnos en el examen de nuestra realidad actual y se inscriben nuevamente en la visión del porvenir por el que debemos continuar la lucha que él emprendió junto a Fidel.

Junio 6 de 2021.

Notas bibliográficas

[1] “Discurso pronunciado en la conmemoración del primero de mayo, mayo 1º de 1966” en www.discursos.cu

[2] Ernesto Che Guevara “Apuntes críticos a la Economía Política” Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2006 p.27,

[3]  Aurelio Alonso “Del debate de ayer al debate de mañana” prólogo al libro de Carlos Tablada El pensamiento económico del Che, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana 2017, p. 13.

[4] Una magnífica exposición abarcadora y sistemática de las ideas económicas del Che se encuentra en el libro de Carlos Tablada “El pensamiento económico del Che”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2017.

[5] Citado por Carlos Tablada, Op. Cit. páginas 228-229.

[6]  “Discurso pronunciado en la clausura del IV Congreso de la UJC el 4 de abril de 1982”  en www.discursos.cu

[7]  “Discurso pronunciado en el acto por el XX aniversario de la caída en combate del Che el 8 de octubre de 1987” en www.discursos.cu

[8] ”Discurso pronunciado en la Clausura del Festival Juvenil Internacional Cuba Vive el 6 de agosto de 1995” en www.discursos.cu

[9] Nestor Kohan “El pensamiento económico de Ernesto Che Guevara. Ernesto Guevara: Una reflexión de largo aliento. Prefacio” Buenos Aires, octubre de 2004  en www.ruthcasaeditorial.org

[10] “Discurso de clausura del VIII Congreso de la UJC pronunciado el 5 de diciembre del 2004” en www.discursos.cu

[11] “Discurso pronunciado en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005.” En www.discursos.cu 

1 comentario:

  1. Este tipo de trabajo a veces prefiero no leerlos. Qué demuestran, que siempre se estuvo claro de lo que había que hacer, que lo que se hizo fue lo correcto. Si fuera así no tuviéramos la situación que tenemos. Creo que ellos trataron de hacer y rectificar lo que hicieron en varias ocasiones aunque la industrialización y el desarrollo no se logró.
    Hoy hay que buscar nuevos métodos, nuevos conceptos o hacer lo que ellos dijeron y no aplicaron correctamente.
    Rogelio Castro Muñiz

    ResponderEliminar