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miércoles, 7 de julio de 2021

Mucha voluntad, pobres resultados

 

SINE DIE 2021 

                     SEGUNDA SERIE   # 36                    

 

Julio 7 de 2021

Juan M Ferran Oliva


El único heredero de mi padre se abstuvo de remitir SINE DIE en los últimos días atendiendo a la tensión que originó el paso de Elsa por nuestro territorio. La traviesa tormenta coincidió con la malévola pandemia de Covit 10, que también acongoja y por desgracia continúa en su mayor intensidad.

Vientos y lluvias pasaron sin consecuencias graves y quizás el balance daños-ventajas fue positivo pues  las represas y el manto freático lo agradecerán. Lamentablemente la agricultura no responde al gigantesco crecimiento de las instalaciones hidráulicas. Probablemente el fatídico y ya lejano ciclón Flora fue el detonante de la llamada Voluntad Hidráulica.

Los 8 espejos de agua existentes en 1959 se multiplicaron 40 veces y cincuenta años más tarde llegaban  a unos 240 embalses. El volumen de agua represada aumentó 200 veces. Los núcleos urbanos mayores 1.000 habitantes que disponían de acueducto pasaron de un 38% a un 95%. Los sistemas de evacuación de aguas residuales crecieron también de manera semejante. La orografía cubana no favorece el aprovechamiento de la  energía hidráulica.  No obstante, han sido construidas unos 180 pequeñas centrales que dan  servicio a más de 33.000 habitantes en zonas rurales montañosas.

El enfoque que se ha dado a la Voluntad Hidráulica es principalmente social, con atavíos técnicos.  Sus beneficios se proyectan en la extensión del suministro de agua,  el control de inundaciones y en el almacenamiento para épocas de seguía. El valor de los activos es seguramente muy alto pues tiene que ver con sus numerosas represas e instalaciones periféricas y otros medios, incluido el trasvase interregional. Se trata de una inversión de alcance nacional que merece un estudio económico global. Tendría en cuenta el costo de oportunidad de las áreas inutilizadas, el monto de las inversiones, los gastos y costos operativos, y la amortización. En el capitulo de los resultados se contarían los efectos sociales no comerciales. la prestación de servicios onerosos y, sobre todo, el comportamiento económico derivado de la administración hidráulica, traducido en términos de rendimientos agrícolas y posibilidades industriales, logísticas y de infraestructura.

No creo que se analicen estos resultados. Valdría la pena, aunque sea para convencernos aún más de la escasa capacidad de respuesta de nuestras inversiones. Es una tarea investigativa mucho más compleja que el simple análisis de gestión o de factibilidad de una inversión aislada.  Sería consecuente con la magnitud del trabajo hidráulico nacional. Quizás se han hecho algunas pesquisas de manera parcial. Pero es dudosa la existencia de una evaluación integral,  y si se ha hecho no se ha divulgado.

Todo indica que hay consecuencias materiales impresionantes, aunque incompletas. El suministro de agua a la población tiene aún más puntos débiles de la cuenta. La prensa ofrece esporádica e incoherentemente noticias sobre la existencia y reparación de salideros, defectos de alcantarillado, fabricación de componentes, etc. No se conoce o no se informa el trigo obtenido por tan magna empresa. Solo sabemos que es enorme y buena para la propaganda política. Pero….

En ausencia de cifras, baste señalar que los rendimientos agrícolas cubanos son pobres, relativamente paupérrimos: no se corresponden con el esfuerzo llevado a cabo. La agricultura continúa siendo el Talón de Aquiles de este país de potencialidad campesina. Por suerte hemos tenido el turismo, aunque interrumpido temporalmente debido a la pandemia mundial.

Hablar de los rendimientos agrícolas ocuparía un libro. Valga, a modo de síntesis, aprovechar la información de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de hace 12 años. No habrá cambiado mucho. En términos de rendimientos, Cuba ocupaba el lugar 143 entre 184 países productores de tubérculos. En los de hortalizas alcanzaba el lugar 103. Como se dice en la calle la lista no cuadra con el billete[1]. En otras latitudes muchos de los resultados mejores no están respaldados por una obra faraónica como la cubana. Los rendimientos cañeros son otro botón de muestra. La actividad azucarera fue la locomotora de la economía cubana. Ahora es solo un vagón, pero sigue en el tren. El rendimiento agrícola entre  los años 2000 y 2010 fue 32.4 TM/ha y se mantienen en ese entorno. La mayoría de los países cañeros logran alrededor de 100 TM/ha.

Los efectos sociales suelen expresarse en palabras superlativas y comparativas, y argumentos intelectuales. Pero la economía exige  la cuantificación y comparación de entradas y salidas: cuanto se gasta, cuanto se recupera y en que tiempo.

La enorme obra merece el gran estudio que revele efectos y sirva de guía para la acción. No basta con realizar tareas faraónicas, es indispensable conocer sus consecuencias en términos materiales. Pero más que estudios se requieren resultados.

Fin



[1] Las hortalizas incluyen espárragos, pimientos, brócoli, coliflores, pepinos, berenjenas, pepinillos, judías, tomates, sandías y melones. Los tubérculos contienen yuca, papa, boniato, malanga y otras. No se consideran los cultivos para alimento del ganado.

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