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sábado, 7 de agosto de 2021

EL HUMANISMO IMPERIAL

Por: Julio Sergio Alcorta Fernández

Han transcurrido algo más de 6 meses, desde que tomó posesión de la presidencia del imperio estadounidense, Joe Biden, del Partido Demócrata, venciendo a Donald Trump, del Partido Republicano, en una lucha estrafalaria que acrecentó  aún más, lo que en la mayoría de los signos se ha estado  alertando sobre la hecatombe y la degradación  del imperio, fundamentalmente desde el arribo a presidente de George W. Bush, hijo.

Si no, ¿cómo se pudiera calificar que estando aún en el poder Donald Trump, el 6 de enero de 2021, haya ordenado a sus huestes neofascistas, a asaltar uno de los símbolos más excelsos de esa sociedad, que es el Capitolio Nacional?.

Pero eso no es lo más grave. Ese renegado, y sobre todo esa madriguera de malhechores y facinerosos congresistas de su Partido, se confabularon para que no hubiese habido la menor posibilidad de ser, además de acusado, juzgado y condenado, ya que seguramente ese ultraje esté considerado una traición en las leyes de ese imperio.

Y esa llamada democracia, exhortada, preponderada y perniciosamente aclamada, decidió que ese homo sapiens fuese galardonado, encontrándose actualmente disfrutando de las delicias de sus millonarias mansiones en las bellas costas de Miami Beach, regocijándose  con sus ambiciones y anhelos, como lo ha rebelado públicamente, de volver a la carga con sus turbas de maleantes en las próximas elecciones presidenciales.

En el caso de Cuba, después de practicar con saña y virulencia su cobardía contra nuestro pequeño país, durante sus cuatro años en el cargo, finalmente nos legó un criminal, perverso y aberrante listado de sanciones y prohibiciones.

Así las cosas, el 20 de enero de 2021, tomó posesión de la presidencia del imperio, Joe Biden, y dentro de su jefatura conocía diáfanamente y en detalles, todo el andamiaje que había sido desplegado contra nuestro país por su antecesor, abarcando  además, 243 medidas coercitivas, así como la grave situación que desde hace más de un año nuestro país sufre por la pandemia de la Covid19, con el fin de languidecer y liquidar definitivamente el proceso revolucionario, dañando y lesionando con extrema vileza, la economía, las finanzas, la salud, y sobre todo la subsistencia de nuestro pueblo, y, por ende, de toda nuestra familia.

Sin embargo, después de transcurrir estos primeros seis meses, el presidente Biden, con la asesoría y el apoyo interesado de su sionista Secretario de Estado, se ha dedicado a amenazarnos y chantajearnos, casi diariamente, y a desoír a la comunidad internacional, en que de nuevo, por 28 años consecutivos, ha aprobado en la ONU, nuestra “Propuesta de Ponerle Fin al Bloqueo contra Cuba”, con 184 votos a favor y solamente 2 en contra, los Estados Unidos y su incondicional sicario Israel, y 3 abstenciones: Colombia, Brasil y Ucrania.

Habría que preguntarse: ¿A qué se debe que ese peligroso y acomplejado malandrín, se encarne en una pequeña y asediada Isla del Caribe, pero inmensamente  heroica, corajuda y digna?

Bueno, los que conocen la historia de las relaciones de Cuba y ese imperio, saben muy bien que siempre ha estado en su imaginación lograr la pertenencia de la Isla.

Ya en 1898, en un discurso  en Illinois, el 15 de octubre, el presidente  de ese imperio, William Mc Kingley, proclamaba:

“Hemos logrado grandes triunfos para la HUMANIDAD. Fuimos a la guerra (contra España), no porque lo queríamos, sino porque la HUMANIDAD lo demandaba, y al ir a la guerra a favor de la HUMANIDAD, no podemos aceptar ningún acuerdo que no tome en cuenta los intereses de la HUMANIDAD”.

Y en otra ocasión, McKingley, en un discurso pronunciado el 12 de octubre de 1899 en S. Dakota, expresó:

“Por la Providencia de Dios, que trabaja en formas misteriosas, este territorio (Cuba), fue colocado en nuestro regazo y el pueblo americano nunca elude el deber”.

No hay dudas, las “virtudes” actuales de ese imperio y sus principales funcionarios, siempre han estado muy vinculadas a sus progenitores. Ha habido y hay una armonía neuronal completamente amalgamada.

Y volviendo a la pregunta anterior,  y colocándonos con imparcialidad en el tema, lo que está tratando de conseguir el ciudadano Biden, es poseer una “moneda de cambio” aunque tenga que envilecerse y prostituirse en sus relaciones políticas con el Partido Republicano,  complaciendo a sus actuales contrincantes, pero asegurando el éxito suyo y de su Partido, en las elecciones de medio término del año 2022, manteniendo  vigente el grupo de medidas coercitivas y criminales aprobadas por Donald Trump, que aún siguen vigentes, pues no le interesa para nada ni la democracia, ni la libertad, ni la salud de nuestro pueblo y nuestra familia, que es sagrada, y no ha tenido la autoridad ni la valentía moral ni el deseo de eliminarla.

Definitivamente, los cubanos debemos estar muy claros que no se puede esperar absolutamente nada de esa constelación, de ese enjambre purulento de miembros de dos partidos que a través de la historia han coincidido en que Cuba LES PERTENECE.

La Habana, Cuba. 5 de agosto de 2021.  “Año 63 de la Revolución”.

JSAF

1 comentario:

  1. Si realmente persigue el voto en las primarias del 2022, se puede decir que está siendo engañado por sus asesores o su propia mediocridad.
    Quienes le adversa en el campo cubano americano y son de hecho Trumpistas, no votarán jamás por él ni candidatos demócratas. El Cínico Joe en su segunda versión de Trump o el Trump II está cautivo en su propia trampa y sólo una decisión audaz lo puede sacar de ahí. Mientras tanto la presión a Cuba complicará más la situación sanitaria y económica, pero sin claudicación.

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