Las Mpymes, el empleo y la ingenuidad.

Dr. Silvio Calves Hernández

Algunos colegas y especialistas hemos estado brindando nuestras opiniones sobre las Mpymes desde antes de que se aprobara la base jurídica para su Constitución.

No obstante la satisfacción que a muchas personas nos produjo la tan esperada aprobación de estos actores económicos; el posterior estudio y reflexión sobre las normas jurídicas publicadas, crearon dudas, preocupaciones, decepciones y hasta sospechas que también han sido recogidas en trabajos de diferentes colegas y especialistas de temas económicos.

Factores tales como:

• El enjundioso y abigarrado entramado jurídico.
• La fiscalidad que se aplicará.
• El desestímulo al crecimiento y desarrollo empresarial; las regulaciones para importar y exportar solo con intermediarios estatales que no compiten entre sí por el mercado que representan las Mpymes.
• La discriminación de no utilizar como socio a parientes o amigos cubanos residentes en el exterior y solo poder vincularse mediante la ley de inversión extranjera y su engorrosisimo entramado de permisos y autorizaciones. Lo que parece una contradicción o una incoherencia entre el discurso de reforzar el vínculo con la comunidad de cubanos en el exterior y la limitación de que ellos puedan participar como socios en la Mpymes.

Mientras estos debates transcurren sin que aún se haya publicado nada sobre la creación y estructuración real y práctica de las Mpymes , hay una actividad económica que ha tomado fuerza y devenido fuente de empleo para un importante grupo de ciudadanos y esta actividad económica son los revendedores. Es un tipo informal de emprendimiento.

Cualquiera que estudie o se interese por la trama social de la Ciudad de La Habana se dará cuenta de la cantidad de jóvenes y personas en edad laboral que están en las colas de los establecimientos, tanto en los que venden en MLC como en Cup.

Esas personas no están a esa hora en su trabajo o recibiendo clases por televisión están adquiriendo productos que muchos después revenden con grandes márgenes de ganancias y que gracias a las redes sociales pueden promoverlos sin dificultad ni costos adicionales.

Hacen encadenamiento con otros revendedores y hasta con personas residentes en el exterior que desean apoyar y adquirir productos para algún pariente o amigo en Cuba.

Resulta paradójico y una evidente incapacidad de organización y gestión del comercio interior y de las tiendas en divisas y en CUP, las que poseen seguramente más recursos económicos y materiales que estos operadores del mercado de reventa los que trabajan con mayor eficiencia.

También la presencia de muchas organizaciones radicadas en el exterior y cuyos sitios de Internet sirven para adquirir y entregar productos y bienes para las familias cubanas con un servicio logístico eficiente .

Estas actividades se promueven gratis sin costo, no hay régimen fiscal, se vinculan con el exterior sin tantos permisos, logran beneficios económicos y no necesitan un trabajo oficial o pueden tenerlo. Brindan empleos y tercerizan servicios logísticos.

Todo este escenario de reventas existe porque realmente hay un mercado para ellos, de otro modo no existiría.

Muchas personas utilizan estas vías ante urgencia o para evitarse extenuantes colas.

Creo que ante esta realidad los legisladores y funcionarios creadores de la Mpymes deben preguntarse si no estarán pretendiendo con tantas limitaciones crear un ser que no podrá crecer ni desarrollarse, lo que podría parecer una incompetencia profesional o una muy mala intención hacia el desarrollo del país, por haber levantado tantas restricciones a las Mpymes o tal vez algo peor o más siniestro haberlas creado teniendo el fracaso de nuestra economía como meta.

Será de bastante ingenuidad no pensar que aquellos que con argumentos pseudo ideológicos se oponen a los cambios, es porque tienen oscuros intereses económicos escondidos, por si fracasa el socialismo .