Unilateral y arbitraria son calificativos que, aunque se repiten bastante, caracterizan con exactitud la medida coercitiva vigente desde el 23 de octubre de 2020, que ha afectado a buena parte de los cubanos en la Isla, víctimas de una guerra no convencional perpetrada bajo la sombra hostil del bloqueo
Desde hace un año la granmense Margarita Vargas Ballester sufre con impotencia los fallidos intentos de su hija –radicada en Estados Unidos– para enviarle remesas de dinero mediante rutas encarecidas y poco seguras, tras la decisión del Gobierno norteamericano de cancelar en su territorio ese servicio, por vías institucionales, hacia la Mayor de la Antillas.
«Para quienes tenemos familiares en ee. uu. se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza recibir su ayuda económica. Este es un tema angustiante, tanto para ellos, que desean enviar el dinero y no tienen la forma legal de hacerlo, como para los que aquí hemos dejado de percibir esos ingresos a través de una vía rápida, segura y sin gravámenes», argumentó la sexagenaria madre, quien dijo, además, que la medida impuesta por la Casa Blanca «es una violación del derecho de los cubanos a contar con ese apoyo, sin que medien mezquinos intereses políticos».
Unilateral y arbitraria son calificativos que, aunque se repiten bastante, caracterizan con exactitud la medida coercitiva vigente, desde el 23 de octubre de 2020 –hace exactamente un año– (con entrada en vigor 30 días después del anuncio), que ha afectado a buena parte de los cubanos en la Isla, víctimas de una guerra no convencional perpetrada bajo la sombra hostil del bloqueo.
IMPACTO DE LA INJUSTA DECISIÓN
Si haber puesto en marcha la cancelación del envío de remesas ya era, por sí solo, un acto genocida, haberlo hecho en el contexto desfavorable ocasionado por la pandemia de la covid-19 ha sido, cuando menos, inhumano.
Así lo calificó en Twitter el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, tras anunciarse en 2020 el cierre de las operaciones entre la compañía estadounidense Western Union y Fincimex, esta última incluida previamente en la lista de Entidades Cubanas Restringidas del Departamento de Estado.
«Perversas intenciones del gobierno imperial que lo desacreditan y ridiculizan por su enfermizo odio contra una pequeña nación cuyo heroico pueblo no se rinde», publicó entonces.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, igualmente, lo denunció: «Así actúa ee. uu. para satisfacer los intereses de un sector minoritario que lucra con el sufrimiento de los cubanos. Lo hace también para justificar la aplicación insensible del bloqueo y las 243 medidas inhumanas de máxima presión de Trump en tiempos de pandemia».
El Gobierno estadounidense se inventó, para cancelar el envío de remesas, el pretexto de que estas eran utilizadas para beneficiar ilegítimamente al sector militar en el país. Sin embargo, un año después de su implementación, aún no han podido mostrar un solo argumento que avale esa falacia.
Mientras tanto, en Cuba y en ee. uu. muchas son las familias que siguen cargando con el costo humano causado por esa medida, adoptada por el exmandatario Donald Trump y mantenida por el actual presidente Joe Biden.
Al respecto, Yamil Hernández González, gerente general de Fincimex, explicó que constantemente las personas se acercan a la entidad en busca de información sobre cómo recibir remesas desde el principal mercado de estas.
«Se reciben, incluso, llamadas de los remitentes en ee. uu. En medio de la crisis epidemiológica, que también tiene reflejos en la economía, miles de cubanos se han visto imposibilitados de contar con los servicios que, desde hace más de 20 años, recibían mediante Fincimex.
«Es triste recibir ancianos, embarazadas y otras personas necesitadas en busca de información de cómo reconectarse con el servicio por vías oficiales», añadió.
Asimismo, dijo, se denuncia el encarecimiento y el peligro de las vías informales que han proliferado. «Fincimex alerta a todos sus clientes sobre los riesgos de estas vías, y usa, para ello, un levantamiento realizado por la entidad, de los principales mecanismos empleados por la informalidad», subrayó.
FINCIMEX VS. ACCIÓN ARBITRARIA
A pesar de las trabas impuestas a Fincimex por la política cruel del Gobierno estadounidense, dicha entidad ha continuado gestionando remesas a Cuba desde otros mercados.
Según Hernández González, también ha continuado cumpliendo sus obligaciones con más de diez compañías que trabajan las remesas a la Isla. Ha perfeccionado y ampliado su integración con la banca comercial cubana –recientemente se integró Bandec a la opción de remesas directas a cuentas bancarias.
De igual modo, su página transaccional aisremesascuba.com se ha mantenido activa para el mundo entero, tramitando miles de transacciones mensuales.
El directivo precisó que, aun cuando Fincimex fue incluida en la Lista de Entidades Restringidas de ee. uu., el colectivo de trabajadores desde el primer momento lo asumió como un reto.
«El hecho de que el imperio te agreda directamente, es señal de que nuestro quehacer le duele. Los trabajadores de Fincimex están acostumbrados a laborar bajo impactos directos del bloqueo. Incluso antes de estar en la desprestigiada lista, los flujos de remesas han sido perseguidos. Cada diseño de negocio debemos diseñarlo con plan a, b y c. Durante 20 años cada centavo ingresado al país, cada transacción exitosa ha sido un golpe en el mentón de quienes nos quieren ver, como país, arrodillados», afirmó Hernández González.
Reiteró que los argumentos que sirvieron de base a la inclusión en la lista han sido desmentidos por la entidad y por el Gobierno cubano en disímiles ocasiones.
«Nadie mejor que nuestro colectivo para conocer la seriedad con la que se asume el encargo empresarial. En ocasiones las cosas no salen como queremos y muchos dejamos de dormir hasta encontrar la solución.
«A veces determinadas transferencias no llegan en los tiempos previstos, precisamente por las dificultades generadas por las medidas coercitivas del Gobierno de ee. uu., y los clientes perjudicados no siempre tienen claridad sobre las causas del retraso. En esos casos, es responsabilidad de Fincimex explicar, esclarecer y no cejar en la búsqueda de alternativas.
«La inclusión en la lista de entidades restringidas no solo interrumpe las relaciones con entidades estadounidenses, sino que complejiza la gestión de flujos en sentido general, mediante el sistema bancario internacional. Para lidiar con esta problemática, cara a cara, se requiere de un colectivo centrado, comprometido, innovador y responsable», acotó.
En relación con la dinámica empresarial mantenida por Fincimex ante cualquier cambio relacionado con la medida coercitiva, Yamil Hernández comentó que no se ha dejado de trabajar hacia lo interno en la adecuación de las plataformas. «En ese sentido, se concluyó el desarrollo necesario para integrarnos con Western Union en la presentación de una nueva modalidad», apuntó.
Aclaró que, si se levantaran las sanciones, Western Union podría vender remesas directas a cuentas bancarias en los bancos Metropolitano, bpa y Bandec. «Las remesas se acreditarían, al momento, en cuentas en moneda libremente convertible».
Agregó que se mantendría una red de pagos en efectivo en cup que se adecuaría, en dimensiones, a la demanda del servicio. «Esta modalidad se aplica desde octubre de 2019 para las remesas gestionadas por más de diez compañías».
PERSPECTIVAS
Aunque no existen, hasta la fecha, decisiones precisas de ee. uu. sobre la ruta de las remesas, el director general de Fincimex señaló que «nos mantenemos muy informados sobre lo que se va publicando al respecto. Se conoce que, desde hace 45 días, el Presidente de ee. uu. recibió recomendaciones del grupo de trabajo que él mismo creara para evaluar las opciones de reapertura. ¿Qué están esperando? Eso lo saben ellos, que son los enredados en su propia telaraña de mentiras».
Reiteró que cualquier análisis serio de la problemática aceptaría que el canal de remesas mediante la gestión de Fincimex es seguro, rápido y económico para las familias cubanas, ahora con la posibilidad de recibir remesas en cuentas bancarias en usd, por lo que no tendrían tasas de cambio aplicadas.
«Todo lo enviado, después de pagar a Western Union el servicio, sería recibido en Cuba. Cualquier otro criterio sería un cuento de camino. Para el reestablecimiento de las remesas por vías oficiales se requieren vínculos comerciales entre instituciones financieras de ambos países», concluyó.
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