Otras Paginas WEB

sábado, 2 de octubre de 2021

Repaso de Notas a propósito del artículo de Lage.(I)


 Por Joaquin Nuñez Aleman

Tratando de entender un tema, apoyado en las Notas de clase de la asignatura “Economía Política”.  


Quien siga hoy la prensa escrita, televisiva y las redes con interés critico por el desarrollo de los acontecimientos políticos y económicos en nuestro país no escapara del fortísimo debate , a mi entender con igual resonancia y repercusión de aquel Gran debate que se sucedió durante los años 63 y 64 del siglo pasado en el ambiente académico y revolucionario de los primeros años de nuestra Revolución en el momento de definir nuestras variantes de desarrollo y aplicación del marxismo a la economía y la sociedad.

Gran interés ha suscitado la serie de tres artículos del profesor Agustín Lage con relación a los futuros posibles para nuestro país, haciendo una división de posibilidades de los efectos que nos pudieran causar la ingenuidad (y la mala fe) el estancamiento y la cultura.

A la par del profesor Lage existen otros compañeros muy preocupados por las últimas decisiones en la vida económica y social, aplicadas en Cuba y el rumbo, hacia donde estas decisiones podrían encausar al país. Preocupados por las consecuencias que traerían el desborde de las fuerzas del mercado dentro del tejido económico y social cubano. Y razón no les falta.

En el tercer artículo, referido a la cultura, Lage nos recuerda las diferentes variantes para nuestro desarrollo sobre las disyuntivas de eficiencia con desigualdad o justicia social con carencias materiales.

¿Cómo resolver tales disyuntivas?

¿Cómo lo encontramos? No espere nadie aquí “recetas”. Dijo un poeta que “se hace camino al andar”, pero eso no significa caminar sin rumbo. Hay que “andar” y explorar, pero siempre con una brújula que no puede ser otra que la cultura y los valores construidos por los cubanos durante siglos.

El profesor expone una serie de argumentos muy válidos, pero siempre se saltan las mismas preguntas.

¿Por qué no lo hicimos así?

¿Qué sucedió?, que armados de una teoría potentísima no fuimos capaces de ordenar la teoría con la práctica.

Leyendo y releyendo las historias de todos los procesos de intentos de transición del capitalismo al socialismo en los diferentes países donde este proceso tuvo un carácter endógeno, siempre salta la vista “La Critica al programa de Gotha”.

Curioso es ver que, en la temprana fecha de 1875, sin tener delante ningún ensayo práctico de Revolución social, solamente elaborando un documento programático, ya los socialdemócratas y comunistas alemanes estaban violentando la teoría marxista del desarrollo histórico de las sociedades. Parece que es un instinto humano. Volar a la Utopía.

Ya en las cabezas de esos alemanes del siglo XIX, rondaban las utópicas ideas de saltar a un estadio superior sin haber resuelto las limitaciones históricas de su desarrollo en aquel momento.

Marx, fue tajante con sus compañeros: El derecho no puede ser nunca superior a la estructura económica ni al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado.

Desapolillando archivos, volví a leer ciertas notas de Economía Política de la transición sobre todo del Manual de la Catedra de Economía de la UH de 1992 y del Manual de la Transición del profesor Figueroa Albelo de este mismo tema, también materiales escritos por los profesores Yoandris Sierra Lara, Oscar Fernández Estrada, Luis Marcelo Yera, Fidel Vascos, Alfredo González y la troika Carranza-Monreal– Gutiérrez y otros más en diversas publicaciones. Lamentablemente no aparecerán aquí nombrados de acuerdo a su participación.

Con estos conceptos me auxiliare para explicarme algunas dudas mías y ajenas, relativo a lo que debe y no debe ser en cualquier periodo de transición al Socialismo, sea en Cuba o cualquier lugar y los peligros que representa la opción de tener que hacer camino al andar, y no tener en cuenta las premisas de los clásicos.

 

Resumen de notas.

 Repaso de Materialismo Histórico.

Toda ciencia tiene delimitada su objeto de estudio, dentro del cual su objetivo consiste en determinar los nexos más profundos entre los aspectos del fenómeno sujeto a investigación.

Es evidente que estos nexos no se ponen en evidencia de forma superficial, se requiere para conocerlos, el razonamiento teórico, sin el cual difícilmente lograríamos penetrar la esencia de las cosas, o sea descubrir sus leyes

En las Ciencias Sociales y sobre todo en la Economía Política, las diferentes concepciones teóricas están vinculadas estrechamente a intereses de clase. Esta disposición está condicionada por intereses materiales y no se realiza por simple predisposición innata.

El principio básico del materialismo histórico consiste en la tesis de que es el proceso de producción social el factor activo y más determinante en la sociedad, factor capaz de generar el conjunto de relaciones sociales llamadas superestructurales y condicionar así su carácter, naturaleza, contenido y límites históricos. En este sentido las relaciones sociales de producción se constituyen en base de la sociedad

El objeto de estudio de la Economía Política es el sistema de Relaciones Sociales de Producción (R.S.P) y las leyes que determinan su desarrollo. En la sociedad, los hombres establecen un conjunto multifacético de relaciones al desarrollar sus


actividades materiales y espirituales como base de sus vidas. Estas relaciones (sociales) son de índole económico, político, cultural, jurídico, educacionales, religiosos, etc.

Las RSP están condicionadas por las condiciones materiales de la producción, o sea por el desarrollo de las Fuerzas Productivas. Las RSP no se pueden separar de las F.P. Las relaciones económicas son determinantes sobre el conjunto de las otras relaciones sociales. El objeto de la E.P no es el estudio del proceso de producción en su unidad técnica. Como ciencia social que es la Economía Política estudiara las Leyes de las Relaciones Sociales de Producción.

Estas relaciones son independientes de su voluntad y conciencia, o lo que es lo mismo, las relaciones sociales de producción son objetivas.

 Tesis de Marx, clave para el entendimiento del objeto general de toda economía política:

Ley de la correspondencia e/ las F.P y las RSP.

“En la producción de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; estas relaciones de producción corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real, sobre la cual se eleva una superestructura jurídica y política (…)”. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.

Este concepto de formación económico-social coloca a la sociología, por primera vez, sobre bases científicas y advierte a la nueva economía política contra el enfoque economicista pues las relaciones en la base económica están mediadas por su dialéctica con la superestructura.

 Ley del Cambio Gradual de una formación socioeconómica por otra.

…ninguna sociedad desaparece antes que se desarrollen todas las fuerzas productivas que encuentren campo de acción en ella. Jamás aparecen nuevas y más perfectas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua.

Cuando nace en los hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes son irracionales e injustas, de que la razón se ha tornado en sinrazón y la bendición en plaga, esto no es más que un indicio de que en los métodos de producción y en las formas de cambio se han producido calladamente transformaciones con las que ya no concuerda el orden social, cortado por el patrón de condiciones económicas anteriores.

Con ello queda que en las nuevas relaciones de producción han de contenerse ya -más o menos desarrollados- los medios necesarios para poner término a los males descubiertos. Y esos medios no han de sacarse de la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que tiene que descubrirlos en los hechos materiales de la producción, tal y como los ofrece la realidad.



 

Las Relaciones Sociales de Producción determinan la situación de los Grupos sociales y Clases ante los Medios de producción y en el proceso de producción misma, y como consecuencia de esta posición su lugar en la distribución y el consumo. Por tanto, estas Relaciones de Producción determinan el contenido de los intereses económicos de esos Grupos sociales.

Se dice que las RSP son relaciones clasistas determinadas por la forma específica de la Propiedad de los M.P. Por eso cualquier interpretación o explicación de los fenómenos económicos está condicionada por la posición clasista de sus investigadores.

La Ideología como parte de la Superestructura, refleja en última instancia las relaciones económicas. Las RSP al constituir la Base económica de las Relaciones Sociales en general, constituyen el fundamento de la ideología de la sociedad, al influir en la formación de las convicciones ideológicas, es decir en el Sistema de ideas políticas, filosóficas, morales de dicha sociedad en cuestión. O sea, cada clase tiene su propia ideología. El ser social determina la conciencia social. 

 

Importante recordar que:

A cada modo de producción históricamente determinado le corresponden determinadas relaciones de producción y la Economía Política representa estas relaciones a través de un sistema de categorías y leyes inherentes a cada modo de producción específico. Y en la base de estas RSP se encuentran las Relaciones de Propiedad con respecto a los Medios de Producción en todas las fases del desarrollo social.

 

Relaciones de Propiedad forma históricamente condicionada de apropiación de los bienes materiales-, o sea la relación entre personas con respecto a la posesión de los MP y la apropiación real de los resultados del proceso productivo. Determinan el modo de vinculación de los productores con los MP.

Por eso en una sociedad dada, las relaciones socioeconómicas y en particular las relaciones de propiedad dominante determinan el carácter de la producción y conjuntamente con el nivel de desarrollo de las F.P, el modo de producción existente.

El tipo de propiedad sobre los MP (privada, colectiva, social) determina el carácter de las RSP y de cada una de las fases de estas relaciones (producción, distribución, cambio y consumo.)

Determinadas relaciones de Propiedad exigen formas específicas de organización social, o sea, que estas, para que puedan realizarse económicamente tienen que estar aseguradas por formas concretas de funcionamiento eficiente de gestión y apropiación de los resultados del trabajo, de ahí el papel de los mecanismos económicos de gestión en el logro de una organización de la producción social que garantice eficientemente la realización económica de cada una de las formas históricamente determinadas de propiedad. 

LA TRANSICION.

La concepción de la revolución proletaria que previeron Marx y Engels debía desatarse en los países hegemónicos, en los “pueblos dominantes”, dando inicio a la transición de este último a otro “cabalmente desarrollado como condición sine qua non de la existencia de un sistema capaz de producir los bienes necesarios para la plena satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de la sociedad”, y a la formación de un hombre liberado de la explotación, un hombre emancipado, porque “(...) sólo cuando una gran revolución social se apropie de las conquistas de la época burguesa, el mercado mundial y las modernas fuerzas productivas, sometiéndolos al control común de todos los pueblos.

La revolución en las naciones atrasadas del mundo, se concebía como un parto luego del triunfo revolucionario en los países dominantes. Aquellos accederían al socialismo paulatinamente, por gravitación económica.

En síntesis, al comunismo se arribaba a partir de un proceso revolucionario, fruto del agotamiento del desarrollo contradictorio del sistema capitalista; era un resultado directo del desarrollo y no un modelo para alcanzar el desarrollo

Marx no dejó un modelo detallado de la sociedad comunista futura, sino una teoría científica del desarrollo. La ausencia de un proyecto preciso y detallado de la economía, la sociedad y el Estado pos-capitalista es una de las pruebas más convincentes de su fidelidad al socialismo científico. 

Con relación al socialismo en las colonias, Engels postuló una tesis valedera hasta nuestros días:

“Las fases sociales y económicas que estos países tendrán que pasar antes de llegar también a la organización socialista no pueden, (...), ser sino, objeto de hipótesis”. Para ellos, y sigue siendo cierto, entre el estallido revolucionario y la construcción económica media una diferencia de conceptos.

¡Acaso Engels no nos estaba sugiriendo ya la tesis sobre el carácter particular, extraordinario, del modelo desarrollo que supondría el cambio revolucionario en la periferia subdesarrollada 

 

CONTRADICCIONES ESTRUCTURALES EN LA TRANSICIÓN AL SOCIALISMO

Cuando se habla de contradicciones se está aceptando un principio clave de la dialéctica que explica y fundamenta en última instancia el movimiento de los sistemas económicos. La unidad fenoménica (diferencia, interpenetración) se compone de contrarios que mutuamente se condicionan y mutuamente se excluyen; en la lucha (oposición, contraposición) por la unidad y la exclusión subyacen las fuerzas que desencadenan el movimiento, el cambio y el desarrollo social; especialmente el cambio de los modos de producción en la historia de la que el hombre es su hacedor consciente.

Esta dialéctica del movimiento en la historia se explica porque a cada sistema de relaciones sociales de producción le son inherentes ciertos y determinados intereses económicos. Estos intereses se ponen de manifiesto en la esfera de la política por intermedio de las clases y grupos sociales correspondientes, organizados en partidos políticos que dirimen sus disputas en los campos: económico y superestructural (poder político e ideológico).

Las contradicciones conforman siempre un sistema donde podrían distinguirse, según los diversos planos analíticos e interdependencias que se tomen de referentes, las de perfil antagónico y no antagónico según el carácter político-económico de los opuestos dentro del sistema dado y su lugar en el cambio; también cabe subrayar la contradicción fundamental y las no fundamentales, ateniéndonos al lugar y papel que ocupan en el movimiento y el desarrollo.

Contradicción antagónica fundamental de la Transición socialista: la lucha entre el socialismo y el capitalismo.

El tipo capitalista y el socialista son esencialmente antagónicos, excluyentes históricamente en el plano nacional e internacional; la lucha multilateral entre ambos decide el destino histórico de la transición al socialismo.

La oposición del capitalismo derrotado como modo fundamental de producción, pero no vencido, frente al socialismo naciente, débil todavía, constituye la contradicción antagónica de la transición al socialismo, tanto en los países desarrollados como en la periferia. La lucha entre ellos se dirime bajo múltiples formas –cruentas e incruentas– y en los planos económico, político, cultural, ideológico y otros.

La liberación nacional y la construcción socialista entran en conflicto con la filosofía colonial de las grandes potencias que dominan la economía mundo, los mercados, las tecnologías y los recursos financieros. La burguesía mundial y el proletariado en el poder son entidades antípodas, representan sistemas irreconciliables. Este conflicto se dirime internacionalmente en todos los ámbitos de la lucha de clases: económico, político, ideológico, cultural e incluso militar

El contenido esencial de la transición en los países desarrollados encierra la reestructuración revolucionaria de la base económica, lista para el cambio, y la reorganización de las relaciones políticas y sociales: transformación radical de la superestructura bajo la dictadura del proletariado que revoluciona la economía en su desarrollo, la sociedad y la conciencia social, esta última en un tiempo mucho más dilatado.

La base económica de la transición al socialismo se forma a partir de la supresión positiva de la gran propiedad capitalista desarrollada y su rasgo peculiar es su homogeneidad, cuestión que no se cumple en los países atrasados, que optan por un modelo de desarrollo no –capitalista. 

 

TRANSICIÓN EXTRAORDINARIA O PERIFÉRICA

El salto al socialismo en los países subdesarrollados, especialmente los pequeños, no es producto de un desarrollo capitalista endógeno que llegado a un punto de su desarrollo socializatorio, reclama formas sociales más progresivas de producción y de convivencia.

No, es más bien lo contrario, es fruto directo e inmediato del subdesarrollo capitalista, incapaz de promover el desarrollo de las fuerzas productivas en el plano local y mundial siguiendo los patrones clásicos del capitalismo.

Pero, la transición en la periferia no liquida, ni puede hacerlo, las relaciones de dependencia estructural externa que hereda y que se reproducen hasta cierto punto por las relaciones de interdependencia mundial a la que no pueden escapar estos países


Se trata, en suma, de una violentación del sistema capitalista subdesarrollado pues representan, entonces un modelo particular, extraordinario, diferente al que postularan Marx y Lenin para y en su época. Es extraordinario en tanto que promueve el desarrollo desde el subdesarrollo, escapando a la sumisión y lógica del capital y a su ley de acumulación, mediante la intervención pública y directa de la sociedad en todo el proceso de la reproducción económica y social en un largo, complejo y contradictorio proceso histórico de acumulación originaria socialista.

Esta es la gran misión, el sentido y el contenido de la transición socialista extraordinaria en la periferia del capitalismo mundial.

La NEP (Rusia soviética) proyectó por primera vez la necesidad objetiva de un sistema socioeconómico heterogéneo de relaciones de producción para construir el socialismo en un país atrasado. Lenin demostró teóricamente dicha necesidad a partir de la conocida ley universal de la socialización según la cual las fuerzas productivas heterogéneas por su nivel reclaman formas diferenciadas de gestión y por ende, de apropiación social.

 

Construcción socialista (etapa de transición)

Es una formación económico-social en transición al socialismo compuesto por un sistema heterogéneo de relaciones de propiedad sobre los medios de producción cada una con sistemas particulares de producción, distribución, intercambio, consumo y gestión los cuales interactúan en un tejido económico y social de interdependencias, que se integran en una totalidad única nacional. En esta totalidad domina o predomina el tipo socialista de economía, llamado a comandar el movimiento económico-social y espiritual hacia el desarrollo en íntima y multilateral interdependencia interna con la superestructura y el entorno internacional.

El movimiento del sistema en su conjunto transcurre por diversas etapas de desarrollo y su superación como período específico hay que concebirlo en los marcos de cambios revolucionarios a escala regional o planetaria.

Para el caso de una economía subdesarrollada y periférica, la tarea histórica de construir o simplemente transitar a una sociedad plenamente socialista es un hecho improbable, de ahí que la esencia del fenómeno consiste en mantenerse en una “transición permanente” hacia el socialismo aun conociendo de antemano que nunca se arribará a él en forma aislada, en tal sentido, es válido y además necesario emplear todas las potencias que brindan las relaciones de mercado, las formas económicas no estatales y la inversión extranjera de países capitalistas para mantener un desarrollo contemporaneizado de las fuerzas productivas. No debemos aspirar a una economía puramente estatal o socializada, cuando no se puede arribar a un socialismo pleno y desarrollado. 

En esta etapa urge desarrollar la economía política particular de esta formación social en transición al socialismo que asuma y refleje las peculiaridades de las relaciones socialistas de producción y su funcionamiento en sus íntimas relaciones de vinculación e interdependencia con el resto de los componentes de la estructura económica y social heterogénea.

El estudio de la reproducción en las condiciones de la transición del Capitalismo al Socialismo constituye un complejo proceso de análisis de transformación gradual de estructuras socioeconómicas, de un periodo de tránsito a una sociedad donde predominen las condiciones materiales, sociales y políticas inherentes al Socialismo.

En la etapa de Transición, la Economía Política tiene una función práctica muy compleja, porque las RSP en dicho sistema se comienzan a formar sobre relaciones de Propiedad establecidas conscientemente y el funcionamiento de dicha economía en la que se desenvuelven estas relaciones se organiza y dirigen también conscientemente, pero aun así este proceso consciente sigue sometido a la acción inexorable de las leyes sociales y económicas objetivas,-no dictadas ni manejadas por los hombres- que son aquellas , en última instancia quienes regulan el desarrollo de los procesos históricos y lo que la ciencia hace es solamente ponerlas al descubierto

Por eso la Economía Política, al estudiar las características peculiares de cada sistema de RSP que existen objetivamente- con sus contradicciones y leyes económicas- debe servir como base teórica para la acción consciente que ejercen los miembros de una sociedad para diseñar y aplicar formas y métodos de Gestión, estrategias y políticas económicas.

El Socialismo también tiene sus leyes económicas, las cuales expresan el carácter de las RSP socialistas y específicamente de las RP. Estas leyes actúan desde el periodo de tránsito, pero de forma parcial y limitada ya que las RSP socialistas no dominan aun toda la economía y la sociedad.

En una sociedad en transición las fuerzas productivas heterogéneas (privadas, cooperativas, estatales, sociales) por su nivel reclaman formas diferenciadas de apropiación social y en dichas condiciones de heterogeneidad estructural con menor nivel de socialización, dichas formas económicas demandaran mecanismos de regulación diferentes.

El nivel de desarrollo heredado del capitalismo en cada país en el momento de la transición, condiciona la estructura heterogénea de su economía y la acción de las leyes económicas propias de cada tipo socioeconómico determinados por la Contradicciones internas de cada uno.

La experiencia histórica demuestra la importancia del reconocimiento del carácter contradictorio del Periodo de Transición al Socialismo desde su propio inicio y la necesidad de la búsqueda de soluciones adecuadas en la estrategia y táctica del desarrollo económico y social de cada país.


En esta etapa la no observancia de este principio ha tenido consecuencias nocivas para el Socialismo, pues ha conducido al automatismo en la vida social, política y económica y en algunos casos se han quemado etapas, eliminando los contrarios, olvidando que el fundamento que los condiciona y genera es OBJETIVO y por tanto sus manifestaciones brotan en cualquier momento y de diversas formas.

Hasta los años 90, la economía Política (E.P) del Soc-mo no había explicado de forma coherente las contradicciones que tienen lugar en el proceso de reproducción considerando la influencia que ejercen las características de una economía en transición sobre dicho proceso. No se ha entendido que tales procesos en el contexto de la transición solo constituyen Premisas & Posibilidades del éxito del nuevo régimen social. Es necesario asegurar que tales premisas y posibilidades deben convertirse en Resultados & Realidades.

La transformación de tales premisas en resultados y de dicha posibilidad en realidad y por tanto el paso a un grado cualitativamente superior, tiene lugar cuando enfocamos la solución de las contradicciones del PTS, en la medida en que las condiciones técnicas y materiales se reproducen en la dirección y despliegue de un nuevo sistema de relaciones de producción (RP) y de las formas socioeconómicas que le son inherentes a su nivel de desarrollo.

Las experiencias de los PTS han demostrado que cuando la posibilidad no se convierte en realidad y no se obtienen resultados concretos, se reproducen determinadas condiciones que impiden salir de la transición, llegando a un círculo vicioso, en que todo el proceso llega ser reversible.

Por otra parte, no se ha desarrollado creadoramente la Teoría marxista sobre la reproducción, lo que se ha expresado en una aplicación mecánica & dogmática de la metodología marxista en este terreno. En esencia tal desarrollo podemos resumirlo en:

    1- Consideración incorrecta del punto de partida del proceso de reproducción,        donde no se tuvieron en cuenta las particularidades del nivel de desarrollo de         las F.P, en aquellos países donde triunfaron las revoluciones Sociales.

    2- Análisis abstracto-escolástico de la esencia del sistema de las RSP                     socialistas, muy alejado de la práctica. No se ha explicado la reproducción de      las relaciones de apropiación y los portadores materiales que le son inherentes.

3- Insuficiente investigación de las contradicciones que tienen lugar e/ la Reproducción simple y la ampliada, e/ la reproducción social e individual. Esto ha ocurrido por el enfoque mecanicista-automático de la dialéctica de las F.P-RSP y por el desarrollo tardío de la teoría sobre el Mecanismo Económico del funcionamiento de la economía socialista.

El Socialismo solo podrá construirse con un hombre que se sienta y sea dueño de los Medios de Producción, y tenga una alta motivación ideológica, es decir tenga responsabilidad y sentido por los resultados de esos M.P. La instauración de las formas productivas socialistas y del sistema social mismo es un proceso, no un acto.


LAS RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN DEL PERIODO DE TRANSICIÓN.

Las relaciones de propiedad.

La formación del tipo económico socialista tiene su alumbramiento en el establecimiento de la propiedad estatal sobre los M.P fundamentales y su socialización posterior.

El paso a la socialización socialista es impensable sin voluntad política y sin participación consciente de las masas (sujetos económicos) que entienden que el modelo productivo anterior se hace insoportable para la sociedad en su mayoría. Sin esto es imposible ninguna construcción socialista. La aplicación de una u otra forma de socialización de los MP varía en dependencia de las condiciones histórico-concretas y socio-políticas de cada país.

Sector socializado de la economía. Sus contradicciones.

La contraposición entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción es un conflicto sempiterno y universal. Esta articulación no cabe interpretarla mecánicamente y no puede medirse porque no es una proporción matemática. Sin embargo, en la construcción socialista desde el subdesarrollo adquiere una trascendencia particular puesto que, de su solución depende el desarrollo eficiente de la economía en su conjunto y la victoria económica e ideológica del régimen socialista.

El problema se reduce a que la socialización de los medios fundamentales de producción por la sociedad subdesarrollada, choca con el atraso (absoluto y relativo) de las fuerzas productivas.

Las formas de socialización –bien la estatal, cooperativa u otras modalidades– son, como regla, más avanzadas que su base material de sustentación; esta dicotomía se revela finalmente en la eficiencia o falta de eficiencia que se sintetizan en los conceptos de socialización formal y real (capacidad de dominar, dirigir, regular, controlar y hacer eficientes la apropiación de unas determinadas fuerzas productivas). Esta asimetría no se resuelve ni en el corto ni el mediano plazo, sino en un larguísimo período histórico de acumulación originaria socialista.  

CONTRADICCIONES   FUNDAMENTALES   DEL    SECTOR    SOCIALIZADO

(ESTATAL) EN EL PERIODO DE TRANSICIÓN AL SOCIALISMO.

1- Contradicción e/ el nivel de desarrollo de las F.P existentes y las R.S.P establecidas conscientemente.

La limitación histórica del PTS y el Soc-mo mismo radica en que, pese a eliminar la propiedad privada, la explotación del hombre por el hombre, y la espontaneidad de los procesos económicos, el nivel de desarrollo de las F.P es aún insuficiente para asegurar por igual a todos los miembros de la sociedad el pleno y libre ejercicio de sus capacidades físicas y espirituales, y por ende la orientación objetiva de la producción socialista solo se manifiesta como tendencia. Es imposible encajar varias formas económicas dispares entre en un mismo sistema de relaciones de gestión, distribución, cambio y consumo, imposibles de homogenizar.  

2-    Contradicción e/ el establecimiento real de la propiedad socializada (estatal) y su forma jurídica formal.

Se ha intentado, con poco éxito, explicar la reproducción partiendo del falso supuesto, de que el Soc-mo como fase, es el resultado automático de la transformación de las R.P por medio de la nacionalización estatal, creando una base técnico-material, la cooperativización, la Dirección Centralizada y otras medidas, en fin, la estatización de facto. Por otro lado, las RSP en muchos casos solo se transformaron formalmente, existiendo en la práctica un divorcio entre las formas institucionales de estas relaciones y la gestión y apropiación de los M.P y sus resultados. 

3- Contradicción e/ el carácter de la regulación socialista de la economía (planificación) y la utilización de las R.M.M. (mercado). Reconocimiento de la Ley del Valor.

Partiendo de que el nivel de socialización real de la producción y del trabajo inherente a la etapa de transición es aún insuficiente para superar las causas que dan lugar a la existencia de relaciones económicas indirectas, es que justifican su existencia, las relaciones monetario-mercantiles y a la acción de la Ley del Valor

La eliminación de la propiedad privada sobre los medios de producción fundamentales elimina la base de la producción mercantil capitalista y permite el inicio del proceso de creación de las condiciones necesarias para la erradicación, incluso, de la base socioeconómica de la producción mercantil.

Sin embargo, la eliminación total de las relaciones mercantiles exige de un alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas capaz de dar respuesta a las necesidades crecientes de la sociedad, una planificación que se distinga por su alto grado de eficiencia, y el surgimiento de “un hombre nuevo” a nivel social. En el mejor de los escenarios de la transición al socialismo, subsistirán todavía elementos de aislamiento entre las empresas, se mantendrá el interés material de las colectividades y de cada trabajador, el trabajo no se habrá convertido aún en la primera necesidad del hombre y tampoco estará conformado totalmente el sistema de distribución directa de los bienes materiales.

Tales situaciones propician que la construcción del socialismo se desarrolle en un ambiente donde las relaciones mercantiles no han perdido su vigencia y se manifiestan con mayor o menor intensidad.


La necesidad de la confirmación complementaria por el mercado del carácter socialmente útil del trabajo está relacionada con la insuficiente madurez del carácter directamente social del trabajo y de la producción, debido a que el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, el grado de socialización de la producción y, por consiguiente, la madurez de las relaciones de producción es todavía insuficientes para superar las formas mercantiles de vínculos económicos.

“El socialismo clásico ha sido concebido en la tradición marxista como la primera etapa del comunismo. Esta cuestión ha tenido relevancia práctica para la construcción socialista en la medida en que se ha asumido –muchas veces de manera injustificada- que desde la «etapa socialista» debían estar presentes ciertas características y «tendencias» del futuro comunista, es decir atributos de un ideal. Por esa razón, fenómenos del socialismo - como el mercado son frecuentemente juzgados de manera negativa por considerárseles elementos «extraños», «concesiones», o «desviaciones» del ideal comunista, sin que medie un análisis suficientemente” serio sobre su consideración como procesos relevantes de la práctica concreta del socialismo”. 

4-   Contradicción e/ la forma de Distribución y las necesidades sociales.

Se sabe que la Distribución es el momento terminal de la producción que determina la proporción en que los individuos se apropian de lo producido. Se sabe que solo puede distribuirse lo que se ha producido y de la forma que sea el tipo de propiedad de los MP, así será la manera y las cantidades en que se distribuya el resultado de la producción, pero el socialismo, en esta primera fase, no proporciona ni puede proporcionar igualitariamente los bienes a todos los miembros de la sociedad, «[…] las personas se diferencian por su talento y otras cualidades, no siendo igual, por tanto, el aporte laboral»

Marx veía en el insuficiente desarrollo de las fuerzas productivas la causa de que los hombres, (teniendo cualidades físicas e intelectuales diferentes y, por tanto, distintas formas y posibilidades de aportar al bien público), recibieran en esa futura sociedad solo lo que cada uno pudiera aportar -equitativamente- a ella y no lo que realmente necesitaban. Este análisis lo lleva a aclarar que «estos defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, tal como brota de la sociedad capitalista después de un largo y doloroso alumbramiento. El derecho no puede ser nunca superior a la estructura económica ni al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado.

En cualquier sociedad, la naturaleza socioeconómica del proceso de producción está condicionada por la forma de propiedad sobre los M.P. En la economía socialista los

M.P son jurídicamente propiedad conjunta de todos los trabajadores asociados y por tanto el productor directo y el propietario de los M.P son la misma persona, como consecuencia de ello la vinculación de los trabajadores con los M.P tiene un carácter directo y universal

¿Qué es la Propiedad social? 

Es una categoría económica que expresa las relaciones que surgen e/ los propietarios- productores con respecto a la utilización y gestión de los M.P en el propio proceso de producción y su participación en la apropiación de los resultados del trabajo común de estos M.P.

Desgraciadamente en la etapa del Transito semejante nivel de socialización de la producción no ha sido alcanzado, debido a que el bajo nivel de desarrollo de las F.P (diferentes tipos socioeconómicos con diferentes niveles tecnológicos y productivos) implican unas RSP aún en proceso de maduración. Por lo que esta categoría en la Transición está repleta también de contradicciones.

Contradicciones de la Propiedad Socialista

1- El trabajador es propietario solo como miembro de la sociedad (abstracto), pero no como individuo aislado (concreto).

    2- Contradicción e/ la igualdad de los productores –propietarios en cuanto a           la  posesión jurídica de los M.P a nivel de sociedad y su desigualdad en cuanto      a la utilización y disfrute concretos de estos en el proceso productivo y el               reparto de sus resultados.

Estas contradicciones no podrán ser suprimidas en un largo periodo histórico. Los trabajadores asociados no pueden ejercer su condición de copropietarios directos e inmediatos, sino con la mediación de los órganos de dirección de la Sociedad (Estado, Comunas, Consejo fabril, sindicatos, etc.)

De esta contradicción inicial se derivan otras consecuentemente.

3- Contradicción e/ el carácter único del sujeto económico y la multiplicidad de sus eslabones estructurales, o sea e/ la necesidad de una dirección de la economía desde un centro único y la necesidad de la participación de los trabajadores en la gestión económica.

La reducción de la Propiedad Socialista a la dirección desde un Centro económico y político único, trae consigo la Burocratización estatal (gestionadores concretos), el distanciamiento e/ la Dirección y las bases trabajadoras (propietarios jurídicos).

Por el contrario, la negación absoluta del papel rector del Centro único de Dirección y la conversión de los colectivos laborales en sujetos propietarios independientes, conduce a la negación de la propiedad socialista y a su transformación en propiedad privada colectiva.

Todo intento por tratar de resolver estas tres contradicciones mediante la absolutización de un polo (elemento contrario) en detrimento de otro, conduce inevitablemente a la deformación de la propiedad socialista y en última instancia y como peor caso a su negación.

    4- Contradicción e/ la necesidad del desarrollo integral del ser humano y las      posibilidades efectivas para su realización que ofrece el nivel de desarrollo             alcanzado por las F.P. 

Esta contradicción es evidente en el periodo de tránsito y probablemente estará en toda la fase socialista desarrollada.

Este conjunto de contradicciones concernientes a la propiedad socialista determina la dinámica del sistema social en su conjunto.

En cualquier sociedad la situación de los sujetos en el sistema de RSP, o sea su posición con respecto a los M.P, su participación en la distribución y la satisfacción de sus necesidades se reflejan en sus conciencias bajo la forma de deseos y aspiraciones, que actúan como incentivos de su actividad, como INTERESES.

Los intereses económicos constituyen la necesaria mediación consciente en el funcionamiento de la economía, la fuerza motriz fundamental de la acción reciproca e/ el hombre y las condiciones materiales de su existencia. Por eso los intereses económicos son la necesidad hecha conciencia.

Estos tienen carácter objetivo y no pueden ser suprimidos o modificados a voluntad. Su naturaleza solo puede cambiar a condición de que cambien las R.P en que estos se manifiesten. La interacción de estos intereses económicos con las RSP da lugar a numerosas contradicciones, que, aunque no antagónicas, de no ser tenidas en cuenta, pueden tornarse agudas y provocar deformaciones en el funcionamiento de la economía socialista y en el sistema como tal.

El interés social no puede tener una existencia independiente de los individuos concretos, pues el primero no es más que los intereses de los trabajadores como miembros de la sociedad, a diferencia de sus intereses como miembros de determinados colectivos laborales y como individuos. Son tres niveles o momentos de un mismo sujeto. El dominio de la propiedad socialista condiciona la necesidad de que los intereses personales y colectivos de los trabajadores se supediten al interés social, pero esta supeditación no significa su no realización, significa entonces que la realización del interés social pasa entonces por la satisfacción racional del interés personal & colectivo de sus miembros. 

     Si bien la función fundamental del Estado socialista consiste en representar los intereses de la Sociedad, la coincidencia de las acciones del Estado con el interés social no es algo automático. Los errores en la política económica y social y las deformaciones burocráticas del aparato estatal (estructuras de Poder establecidas institucionalmente)pueden dar lugar a divergencias e/ el interés social y de los grupos que detentan los cargos administrativos y políticos en el aparato gubernamental, provocando así la exacerbación de las contradicciones de las RSP socialistas.

Es necesario profundizar que la objetividad de las leyes económicas no puede entenderse en el sentido de la exclusión de la subjetividad humana. La nueva Sociedad en formación no transita espontáneamente. Es la acción consciente de los hombres, su trabajo creador, el que produce las transformaciones en lucha contra su pasado. En estas transformaciones intervienen componentes económicos, políticos, ideológicos y culturales.

Hay que decir que el socialismo no es sólo un problema de distribución. La sociedad socialista aspira a ser algo cualitativamente distinto, donde prime una conciencia social más solidaria. Por ello, sin la transformación de la conciencia no se logra la construcción de la nueva sociedad. Por otra parte, el socialismo no se da de forma espontánea, sino que requiere en su construcción de la acción consciente de los hombres. La equidad expresa lo fundamental de las nuevas relaciones sociales y económicas; en ella se concilian los diferentes intereses de la sociedad y se plasman individual y colectivamente los principios de justicia social que se propugnan.

Si se agregan a las mismas la dimensión política del proyecto social, incluyendo una dinámica de avance que fortalezca el poder político de las clases más vinculadas a los objetivos de la nueva sociedad, en principio, podría considerarse que con ello se abarcaría lo esencial de una opción socialista válida.

La Realización (concreción práctica) de la Propiedad Socialista.

Toda propiedad para ser verdaderamente tal, debe realizarse económicamente, es decir debe proporcionar a los propietarios de los MP un determinado resultado.

La forma concreta que adopte este resultado depende del carácter específico de la forma de propiedad. Una propiedad que no se realiza, no es en rigor una relación económica, es una abstracción, una forma jurídica vacía, carente de contenido económico.

Ahora bien, ¿cuáles son las formas de propiedad posibles?

Aunque no exenta de discusión, está bastante difundida la idea de que se puede desdoblar el ejercicio de la propiedad sobre los medios de producción en un par de planos fundamentales:

a)  la apropiación sobre los excedentes productivos y

b)  el control efectivo sobre las decisiones dentro de la empresa.

Por mucho tiempo prevaleció la idea simplista de que la mera existencia de la propiedad estatal sobre los MP es capaz de asegurar automáticamente la realización práctica de las ventajas del socialismo. Las limitaciones en la realización de la propiedad socialista, condicionadas por la no existencia de formas adecuadas para la solución de sus contradicciones internas y de las contradicciones de los intereses en que estas se manifiestan traen consigo graves perturbaciones en la economía y demás esferas de la vida social.

En la medida en que, como consecuencias de estas limitaciones, los trabajadores no asuman una actitud de propietarios hacia la propiedad socialista, esta se transforma en propiedad de nadie, la cual da lugar a la proliferación de los enfrentamientos e/ los intereses particulares y el interés general de la sociedad. Las formas de realización de la Propiedad socialista se tienen que concretar en los tres niveles sociales de la economía (nivel social, colectivo e individual) y estas formas varían en dependencia del nivel de gestión de que se trate.

La realización de la Propiedad socialista es una cuestión no resuelta aun en la práctica.

Ha quedado pendiente, sin embargo, las formas que revestiría y el mecanismo económico de realización de la propiedad estatal en esa larga transición hasta su extinción. Originalmente se entendió que esta forma de propiedad obligaba al Estado a ejercer la doble función de propietario y productor directo a través de colectivos laborales con un esquema centralizado y vertical de dirección bajo la égida de un plan totalizador. La socialización productor-sociedad-consumidor sería directa y sin mediaciones. En consecuencia, se naturalizaban las relaciones económicas y el excedente económico pasaba a los fondos públicos para ser distribuido a los fines de la acumulación y el consumo ateniéndose a determinadas reglas.

La práctica histórica confirmaría que esta concepción de la propiedad socialista contenía un conflicto entre las fuerzas productivas y la forma social de apropiación que, a su vez, se proyectaba inevitablemente en una marcada socialización formal frente a la real y efectiva apropiación de los medios de producción socializados, y por lo mismo encerraba el peligro de la mediación (intromisión) burocrática como “solución” a aquellas contradicciones con sus componentes enajenantes en la dirección, la estratificación social y, por último, en un retraso no justificado de la expansión económica y consiguiente solución a las aspiraciones de bienestar material, espiritual, humanista y democrático propios al socialismo.

La transición está pautada por la relación de tres elementos (mercado, plan, democracia popular), su destino depende no solamente del contexto económico, sino de la naturaleza del poder político del Estado. No alcanza para definir a una economía como “de transición socialista” que la propiedad sea supuestamente “de la clase obrera”, y esté de hecho en manos de individuos o grupos de ellos que administran los recursos a título del Estado (burocracia), como se ha dado en el Socialismo real en el mundo.

La propiedad y la posesión de los medios de producción, el poder político y la capacidad efectiva de planificación, deben estar en manos de los trabajadores (obreros, directivos, intelectuales, agricultores, administrativos etc.) para que la transición marche en sentido socialista. Se ha demostrado que la propiedad capitalista sea expropiada es una condición absolutamente necesaria, pero no suficiente para abrir paso a una sociedad y una economía en efectiva transición al socialismo. Hace falta además que el poder político pase efectivamente a manos de los trabajadores, que se implementen verdaderas estructuras de gestión y control, elección y renovación de decisores en los colectivos (de fábrica, empresa, municipio, nación), no de una burocracia. 

 

Estado y democracia socialista.

El Estado es la forma fundamental de la superestructura; por su intermedio se establecen múltiples relaciones y mediaciones entre las clases sociales, los individuos y la sociedad, según el grado de realización de la propiedad social, la democracia y la desalienación del individuo. El Estado de la dictadura del proletariado no puede ser otro que una forma desarrollada de la democracia, representada por la clase mayoritaria de la sociedad – los trabajadores, sea cual sea su naturaleza.

Las estructuras estatales y de gobierno deben ser tales que permitan desenvolver la capacidad de las masas para alcanzar su propia liberación y autogobierno. La burocracia y la estamentalización de una capa de la sociedad en los poros del Estado deben ser excluidos, ya que los servidores públicos deben ser elegibles y revocables lo que garantiza la movilidad y el dinamismo de los representantes del pueblo.

Los cargos públicos deben ser incapaces de garantizar la posibilidad de privilegios facticos y económicos especiales por su sola condición de administradores de los medios sociales. La participación de las masas en los procesos económicos y sociales por intermedio de los Consejos populares, los sindicatos y otras organizaciones sociales, bajo la dirección del partido revolucionario que se trate, constituye una condición sine quo non, sin la cual será impensable la construcción socialista. La organización democrática de dichas estructuras y su papel como fórmula específica del Estado, deberá garantizar en principio la máxima integración de los ciudadanos, obreros, campesinos, intelectuales y otras capas en el gobierno y administración de la riqueza social.

Esta situación del diseño estatal participativo, es aún un tema no resuelto en la transición  socialista.

Continuará

La Habana, 29 de septiembre de 2021.

No hay comentarios:

Publicar un comentario