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lunes, 20 de diciembre de 2021

LA DEMOCRACIA EN EL IMPERIO (1ª.parte)

 Por: Julio Sergio Alcorta Fernández.

Recientemente conocimos de la increíble noticia del bienaventurado y cándido emperador yankee, de la próxima Cumbre “POR LA DEMOCRACIA”.

En primer lugar, personalmente no poseo suficiente aguante psíquico-mental para digerir cómo es posible que el imperio más transgresor de los procesos democráticos en el mundo, se le ocurra esta tremenda desfachatez, además de decidir anti-democráticamente, no invitar a países que no le son afines.

Habría que habilitar una biblioteca para acumular la historia de los hechos más inverosímiles que este espantajo imperial ha producido y puesto en práctica, y que han mistificado y burlado lo que significa LA DEMOCRACIA.

Veamos pues, lo más brevemente posible, como el 17 de septiembre de 1787, se sancionó la CONSTITUCIÓN, que desde entonces encarrila a ese país, derivada del liberalismo europeo de los siglos XVII y XVIII. La Carta Magna norteamericana no fue la obra de ingeniosos filósofos políticos, sino de diestros acomodados y ciudadanos negociantes, limitando al máximo la intervención del Poder Central, estableciendo en el derecho de propiedad el fundamento de la sociedad civil, y puso término a las demandas niveladoras y confiscatorias del pueblo, implantando un procedimiento de frenos y equilibrios que haría endiablada la acumulación de las aspiraciones DEMOCRÁTICAS.

La minoría escogida pudo contener a la mayoría,  con un documento que sería la corrupción de un sueño de justicia.

Patrick Henry, uno de los más grandes caudillos coloniales, tachó agriamente a la CONSTITUCIÓN, de ANTI-DEMOCRÁTICA.  Samuel Adams, patriota estadounidense y posteriormente presidente, después de George Washington, receló del documento temiendo que condujera a una supremacía sin control popular.

El propio George Washington destacó que la Constitución se sancionaba “para evitar el peligro que era la DEMOCRACIA”.

Esta Carta Magna fue ratificada en 1789.Los indígenas estaban de facto excluidos de tener representantes en el Parlamento.

En 1868, la Enmienda 14 –que trataba de la igualdad de derechos para todos, excepto para los indios, se volvió parte de la Constitución, y en 1883 la Corte Suprema ratificó que un AMERICAN INDIAN es por nacimiento un “extranjero y un dependiente”.

En el libro “Redescubrimiento de América (1947), el famoso escritor norteamericano Waldo Frank, escribió: “…en lugar de dar vida a los profundos proyectos de los primeros Padres Fundadores de América, trocó en rígidas trabas las timideces de los miembros del Partido Conservador en Inglaterra”.

Por otro lado, cuando analizamos los acontecimientos acontecidos en el transcurso del Siglo XIX, evidentemente se puede concluir que fueron periodos de excesiva indolencia hacia los actos que vulneraron con frecuencia inaudita el buen y efectivo desenvolvimiento de los PROCESOS DEMOCRÁTICOS.

Finalmente, el siglo fue testigo de las maniobras que con astucia y desvergüenza, les facilitó la invasión militar a nuestra Patria, y de forma NO DEMOCRÁTICA, determinada por los vencedores, Cuba no participó en los acuerdos finales, mencionándose oficialmente como Guerra Hispanoamericana.

Todo este desafuero condujo imponiéndosele a Cuba la llamada Enmienda Platt como apéndice a la Constitución Cubana, constituyendo un acto despreciable y de fuerza, que acostumbraban realizar antes y después de convertirse en un IMPERIO Recalcitrante, sin pizca alguna de DEMOCRACIA.

Comenzando en Siglo XX, la actuación de este espantajo imperial se tornó perversa. Se enriquecieron durante los 4 años que duró la Primera Guerra Mundial.

En los 20 años transcurridos (1919-1939), entre el final de la Primera Guerra Mundial y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el nazi-fascista Adolfo Hitler asumió legalmente la presidencia de Alemania.

Los fabricantes de automóviles y las petroleras norte-americanas, participaron del triunfo alemán. El dictador alemán y sus ideas fascistas fueron particularmente admiradas por los propietarios y accionista de las grandes empresa.

Camiones, tanques, aviones y otros equipos fueron suministrados por las subsidiarias alemanas de FORD y GENERAL MOTORS, así como materias primas estratégicas como el caucho, combustible diesel, aceite lubricante y otros tipos suministrados por TEXACO y STANDARD OIL, vía España.

Si Sócrates hubiera resucitado, y se encontrara con esta degenerada, corrupta e infame situación, habría acusado al Imperio Yankee del delito más vergonzoso, ignominioso y abyecto, contra los principios con que se sustenta la DEMOCRACIA.

Sin embargo, en nuestra contemporaneidad el incriminado subsistió hasta ahora en que se atrevió, además,  a convocar a una “Cumbre de la DEMOCRACIA”.

¡QUE DESPARPAJO!

La Habana, 15 de diciembre de 2021.

(mi correo: jalcorta(arroba)nauta.cu

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