Otras Paginas WEB

martes, 19 de enero de 2021

La Economía Cubana en 2020 y perspectivas del 2021. Una evaluación preliminar (II)


Por José Luis Rodríguez Cubaperiodista

                                                                              II


La economía cubana –que había decrecido ligeramente en el 2019- había previsto un modesto crecimiento del 1% en el 2020. Sin embargo, sufrió el mayor descenso en el PIB desde los primeros años del Período especial al caer este indicador un 11%, un impacto resultó superior a los que habían estimado, tanto la CEPAL (-8,5%)[1] como The Economist Intelligence Unit (-8,3%)[2].

Al igual que la mayoría de los países, si bien el factor fundamental en el grado de retroceso de la economía cubana vino dado por las consecuencias de la pandemia de la COVID 19, a ello se sumó en buena medida el efecto del acrecentado bloqueo económico de EE.UU.[3] que se elevó en el año transcurrido hasta marzo del 2020 a 5 570 millones de dólares, con un incremento del 25,4%  (1 227 millones) en solo 12 meses y un efecto acumulado de 144 413 millones de dólares en casi 60 años.[4]

En medio de estas presiones, la COVID 19 fue enfrentada el pasado año con resultados muy superiores a lo alcanzado por países que contaron con más recursos y posibilidades, aunque en esta campaña el esfuerzo fue significativo, ya que el país empleó recursos por unos 1 300 millones de pesos y 100 millones de dólares. Ello fue posible por la gratuidad de los servicios de salud, la movilización de todas las fuerzas médicas y paramédicas necesarias para atender los enfermos, la disponibilidad de los medicamentos y las instalaciones hospitalarias suficientes para ello, así como por la prioridad absoluta brindada por el gobierno a la lucha contra la pandemia y al aporte de la ciencia cubana en ese combate, a lo que se añadió el apoyo mayoritario de la población a las medidas adoptadas.

Es de destacar que para el tratamiento a los enfermos el país aplicaron unos 18 medicamentos –un 83% producidos en Cuba- para lo cual se contó –como un factor decisivo- con el desarrollo alcanzado por los científicos y la industria médico-farmacéutica en la búsqueda de las alternativas más avanzadas en los medicamentos a emplear. Adicionalmente, Cuba cuenta en estos momentos con cuatro candidatos vacunales, único país de América Latina con esos resultados.

Pese a los esfuerzos realizados por mantener la producción y los servicios, los efectos de la pandemia obligaron a un cierre casi total de actividades entre abril y junio. De este modo, el primer trimestre del año el PIB disminuyó un -5,5%, pero en el segundo trimestre la caída fue de -24,8% antes de que comenzara una lenta recuperación en julio, lo que explica que –en el año- la contracción no superara el 11%.[5]

Las consecuencias de lo anterior se reflejaron –en primer lugar- en la disponibilidad de divisas para la adquisición de los alimentos, los combustibles, los medicamentos y otros insumos indispensables para preservar la vida de la población.

De este modo, se destaca ante todo, la situación del turismo. Ya en la segunda quincena de marzo el país se vio forzado a cerrar el turismo producto del COVID-19, y en el primer cuatrimestre del 2020 se registró un descenso del 49% en los visitantes internacionales sobre el mismo período del año precedente. El pronóstico oficial para el presente año es de solo 1 millón 100 mil turistas, lo que representaría un descenso del 74,3% sobre el 2019, con una reducción significativa de los ingresos turísticos, que se estiman entre 950 y 1 000 millones de dólares solamente, lo que representaría alrededor de un 64% menos que en el 2019.[6]

Igualmente, los ingresos por exportación de fuerza de trabajo calificada -en el caso de los servicios de salud- disminuyeron ya alrededor del 16% en el 2019. A esto se añaden en 2020 dificultades con la entrada de los ingresos líquidos de la colaboración cubana en Venezuela y otros países producto de la crisis económica internacional.

En lo referido a la exportación de bienes, la producción de níquel alcanzó en 2020 las 50 300 TM, cifra aproximadamente similar a la del 2019. Por su parte, el precio del níquel alcanzó al cierre de diciembre del 2019, 13 829 dólares por TM, pero cayó hasta 11 055 en marzo del 2020, aunque se recuperó nuevamente hasta llegar a 16 640 dólares el 31 de diciembre de este año, para un incremento del 20,3%, aunque el promedio anual cerró en alrededor de 13 664 dólares, un 1,2% menos que el año anterior.

En relación con la producción de azúcar, se estima que la zafra del 2019 fue de 1 millón 327 mil TM, mientras que la del presente año se redujo a aproximadamente 614 mil TM, para una caída del 53,7%. En estos resultados presentaron afectaciones un número importante de factores, ya que se reiteraron problemas con las reparaciones en la industria y la falta de piezas de repuesto en la cosecha, así como bajos rendimientos agrícolas de la caña, falta de combustible y fuerza de trabajo, así como serias afectaciones climáticas. Las perspectivas de los precios para el 2020 no mejoraron, y el mismo se mantuvo finalmente 12.88 centavos por libra como promedio anual, solo un 4,3% superior al año anterior. No obstante, en el primer semestre se cumplieron los ingresos por exportación de azúcar gracias a una política adecuada de fijación de precios en el mercado internacional.

En relación con las importaciones, se registró un incremento en el precio[7] por tonelada de una serie de alimentos al cierre de noviembre del 2020, compararlos con el año anterior, entre los que destacan el arroz (33,5%), el trigo (17,5%) y el aceite de soya (27,3%). Por otro lado, se redujo el precio del pollo (-15%). En promedio los precios de los alimentos descendieron solo un 0,9% en el año. No obstante, al cierre del 2020 estos precios subieron un 6,5% en relación del precio medio del 2019, con descensos en solo algunos productos.

En el análisis del saldo de la balanza comercial total en 2019 se observa que alcanzó 1 661 millones de dólares, pero se calcula que será –según el EIU- de 561 millones en el 2020, para una reducción del 66,2%.

El ajuste forzoso de las importaciones provocó impactos muy negativos en la actividad productiva y de servicios. En fecha más reciente se calculó que las importaciones cayeron un 40% en total en relación a lo planificado durante 2020.[8]

Por otro lado, se han visto afectados los flujos financieros externos por la vía de las remesas y la inversión extranjera directa. En el primer caso, cabe esperar una reducción, aunque –al igual que en la región latinoamericana- no parece que haya una caída abrupta de las mismas, al estimarse su reducción en torno al 36,8% en este año lo cual ubicaría los envíos en efectivo en 2 348 millones de dólares.[9] En el caso de la IED, durante el año se reportaron 29 nuevos negocios y un compromiso de inversión de unos 2 455 millones de dólares.[10] No obstante, un estimado del EIU ubica los ingresos efectivos al país en 644 millones.

Finalmente, antes de examinar los factores que afectaron la producción de bienes y servicios, cabe destacar que Cuba continuó haciendo un notable esfuerzo para cumplir con los compromisos pactados con el servicio de la deuda renegociada, erogándose 70 millones de dólares  para liquidar adeudos con el Club de París en el pasado año[11]. En el 2020 –según información no oficial- ante la crítica coyuntura de este año, se solicitó renegociar los adeudos pendientes de pago de 2019 al 2021 y reiniciar los mismos en 2022. La respuesta de los acreedores fue posponer solo los pagos hasta 2020 y cargar intereses moratorios por los atrasos a partir del 2021.[12] Por otro lado, se informaba la existencia de una reclamación de pagos pendientes por parte de los bancos internacionales de 1 990 millones de dólares en junio de este año.[13]

En síntesis, Cuba ingresó solo el 55% de las divisas previstas en el 2020.

Veremos ahora cómo el país logró sobrevivir en el 2020, e incluso, desarrollar un conjunto de proyectos.

(Continuará).

[1]  Ver el “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020” Diciembre del 2020 en www.cepal.org.

[2]  Ver EIU “Country Risk Service. Cuba. October 2020”  en www.eiu.com

[3]  La administración de Donald Trump ha impuesto más de 130 medidas contra Cuba hasta el 2020 y en enero del 2021 continúa haciéndolo en enero del 2021 al incluir –arbitrariamente- a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo nuevamente.

[4]  Ver “Informe de Cuba sobre la resolucion 74/7 de la Asamblea General de Naciones Unidas “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” Julio de 2020 en www.cubavsbloqueo.cu

[5] Ver “Intervención del Ministro de Economía y Planificación en la Asamblea Nacional del Poder Popular el 17 de diciembre del 2020” en CUBAVISION TV, diciembre 18 del 2020.

[6] Ver CUBADEBATE “Economía cubana cae 11% este año y debe crecer 7% en 2021” Diciembre 17 2020 en www.cubadebate.cu

[8] Ver CUBADEBATE Op. Cit.

[9]  Estimado del autor. Ver EFE  “El envío de remesas a Cuba cayó al 54.14% por la COVID 19”  Noviembre 24 2020 en www.efe.com

[10]  Ver Granma “El ordenamiento monetario deberá favorecer la inversión extranjera en Cuba” Diciembre 22 2020 en www.granma.cu

[11]  No obstante, el vencimiento fue de 85 millones de dólares en el 2019.

[12] Ver AFP “Cuba pide suspender hasta 2022 pago de su deuda al Club de París”  Mayo 20, 2020  en www.afp.com

[13] Ver Bank for International Settlements (2020) “Cross borders positions on residents of Cuba (June 2020) en www.bis.org

Asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM). Fue Ministro de Economía de Cuba.

Mercado informal en Divisas

Por Joaquín Benavides *

 ¿Sería correcto en las condiciones actuales estigmatizarlo y perseguirlo?

En 1993 en condiciones muy difíciles también, Fidel despenalizo la tenencia de divisas.

En aquel entonces el Banco comenzó a lidiar con el problema y a organizar el mercado. Creo las CADECAS y comenzó a competir.

Prohibir y perseguir el mercado informal significa que pase a la clandestinidad. Y en vez de mercado informal se convierte en mercado clandestino. Esa sería la peor variante.

La Tarea Ordenamiento obliga también a la dirección de la economía a cambiar radicalmente los métodos. El cambio no es solo para las empresas y la población. Es un cambio fundamental que tiene que asumir y profundizar en ella también la dirección.

Hay fórmulas para enfrentar y organizar la solución. No es con prohibiciones y persecución policial como se debe abordar. Es con inteligencia. En el País hay suficientes cuadros y especialistas, dentro del banco y fuera que pueden contribuir a encontrar la mejor forma de organizar este mercado. Aquí también hay ciencia. Y también experiencia. No será muy difícil encontrarlos e incorporarlos.

Un abrazo,

Joaquín Benavides


*Joaquín Benavides Rodríguez. Ocupó el cargo de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte

 

Nobeles de Economía. Wassily Leontief Premio Nobel de Economía 1973

Por José Carlos Gómez Borrero


Photo credit–Foto: Foto: Keystone. Public Domain. 


Las relaciones de todos los sectores con todos los sectores 

Por si cabía alguna duda, la W intermedia de su nombre es la abreviatura de Wasielevich, con lo que su origen eslavo parece indiscutible. Sin embargo, este economista ambulante nace en Munich, estudia en San Petersburgo, hace su doctorado en Berlín y termina nacionalizándose norteamericano y dando clases en Harvard y en Nueva York. 

Al haber nacido en 1906, cuando inició sus estudios académicos los hizo en la Universidad de Petrogrado y cuando se licenció esa misma universidad se había convertido en la de Leningrado. Con ello queremos decir que su formación se realizó en plena revolución rusa, durante el gobierno comunista bolchevique y donde la planificación estatal era el principal instrumento de la política económica. Indudablemente estas circunstancias influyeron en su aportación básica a la teoría económica, donde el nombre de Leontief va indisolublemente asociado al de las tablas input-output, que interrelacionan los distintos sectores productivos de una determinada zona geográfica o política. 

La tabla input-output 

La idea de que los diferentes sectores de la economía dependen unos de otros no es nueva ni difícil de aceptar, y desde el “Tableau Economique” de Françoise Quesnay, hasta el propio Carlos Marx, pasando por Leon Walras, ya lo habían señalado anteriormente. Lo que distingue al trabajo de Leontief del de sus colegas, es el hecho de pretender sustituir adjetivos ambiguos como poco, mucho, o regular, por coeficientes numéricos que determinasen mediante ecuaciones matemáticas la estructura de los diferentes procesos de producción. 

La tabla input-output, que a veces se traduce por la de insumo- producto, establece mediante una tabla de doble entrada, en cada fila lo que cada sector produce para él mismo, para los otros sectores y para el consumo final. La suma de todas estas cantidades representa la producción o el output generado por ese sector. Verticalmente cada sector recibe suministros de sí mismo y de los demás sectores para realizar sus funciones, y la suma de ellos constituye el input o las entradas totales empleadas por el sector. 

El sector agropecuario, por ejemplo, en su primera casilla reflejaría lo que produce para sí mismo: semillas, forraje para el ganado, abonos orgánicos, etc. En la segunda casilla de su fila aparecería lo que entrega a la industria y que suponen insumos para ella: cereales para las fábricas de harinas, uvas para las bodegas, o animales para las empresas fabricantes de productos cárnicos. La cantidad que aparecería en la primera fila y la tercera columna, correspondiente a los servicios, reflejaría los caballos destinados al hipódromo, al circo, y con un poco de imaginación y trasladándonos en el tiempo, lo que supuso para los servicios postales la contribución del Poney Express. Finalmente, una cuarta columna supondría lo aportado por ese sector para el consumo final. Lo mismo haríamos con el resto de los sectores, configurándose una matriz de pagos de cada sector a los restantes y al consumo final. 

Este elegante diseño ya se había expuesto como dijimos anteriormente, pero lo que no se había atrevido nadie era a cuantificar cada casilla y a determinar los coeficientes que relacionaban cada una de ellas con todas las demás. Leontief intenta además algo todavía más ambicioso, divide la economía nada menos que en cuarenta sectores, con lo que se encontraba con una matriz del orden de 2.000 elementos a determinar y con otros 2.000 coeficientes que los relacionasen entre ellos. 

La dificultad matemática para invertir semejante matriz y resolver el sistema, sin la ayuda de las potentes computadoras actuales, le obligó a desistir de su proyecto original, limitando el número de sectores a una decena, a pesar de lo cual su modelo proporcionaba un instrumento de extraordinaria utilidad para planificar los crecimientos propuestos de los diferentes sectores. Si lo que se pretendía era aumentar la producción de automóviles, por ejemplo, la tabla indicaba lo que tenían que hacer los demás sectores si no querían estrangular y hacer inviable el objetivo propuesto. 

Ya en los Estados Unidos, Leontief aplicó su modelo, con todas sus limitaciones formales, a dos situaciones concretas de gran trascendencia. En primer lugar, para diseñar la reconversión de la producción americana, desde una economía de guerra a una economía de paz –Plan Marshall incluido, y en 1950 para todo lo contrario, para reorganizar la industria americana para hacer frente al desafío que suponía la guerra de Corea. 

Los esfuerzos de la confección de una tabla input-output chocan con la frustración que supone su escasa vigencia temporal, pues estas relaciones corresponden a un momento dado, donde las funciones de producción no varían y no existe una apreciable innovación tecnológica. Cualquier cambio significativo de este tipo obligaría a reformular la matriz de producción y a recalcular los correspondientes coeficientes que la correlacionan. Al menos ahora se dispone de potentes ordenadores. De cualquier forma, el modelo de Leontief ha ayudado a comprender mejor como funciona una economía, cada vez más heterogénea y donde la producción final es más dependiente de los escalones intermedios, entre los que se encuentran nuevos sectores con los que hasta hace poco tiempo no se soñaba siquiera que pudiesen existir. 

La paradoja de Leontief 

Como consecuencia de sus numerosos estudios y de la aplicación de su modelo en diferentes escenarios, Leontief descubrió lo que supone una aparente contradicción con lo que es admitido generalmente como cierto, dando lugar a su famosa paradoja. 

Cualquiera afirmaría sin temor a equivocarse que los países menos desarrollados exportarían productos intensivos en la aplicación de trabajo, mientras los más avanzados exportarían bienes con una mayor aportación de capital. Esta proposición que parece incuestionable, cuando la tabla input-output aumenta el número de sectores de su matriz, se encuentra con que los países industrializados venden a los demás bienes con un mayor componente de trabajo incorporado, pero del trabajo cualificado de ingenieros, químicos, investigadores y demás profesionales especializados. 

Por su parte los países en vías de desarrollo, posiblemente debido a una legislación más permisiva y con mayores alicientes para atraer inversiones, producen bienes intensivos en capital, ya que las multinacionales han encontrado en la deslocalización de sus inversiones una manera de conseguir una mayor rentabilidad para los importantes capitales que exigen las nuevas tecnologías. Una paradoja que una vez explicada resulta menos inverosímil. 

Leontief falleció con 93 años, y hasta el final de sus días discutió con sus colegas académicos, reprochándoles que se mantuviesen anclados en el Olimpo de sus planteamientos teóricos, sin bajarse a pelear en el barro de lo concreto. Les acusaba de que los brillantes modelos abstractos que diseñaban no los sometían a demostrar su utilidad aplicándolos al crudo y prosaico mundo real. Algo que sí hizo él con su famosa y tantas veces invocada tabla.
-------------------------------------------------------------------------------
Ir a la búsqueda
Wassily Leontief

Información personal
Nacimiento5 de agosto de 1906 Ver y modificar los datos en Wikidata
Múnich (Imperio alemán) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento5 de febrero de 1999 Ver y modificar los datos en Wikidata (92 años)
Nueva York (Estados Unidos) Ver y modificar los datos en Wikidata
NacionalidadEstadounidense y rusa
Familia
CónyugeEstelle Marks (desde 1932) Ver y modificar los datos en Wikidata
HijosSvetlana Alpers Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en
Supervisor doctoralLadislaus Bortkiewicz y Werner Sombart Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
OcupaciónEconomistaestadístico y pedagogo Ver y modificar los datos en Wikidata
ÁreaEconomía Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupadosPresidente Ver y modificar los datos en Wikidata
Empleador
Estudiantes doctoralesPaul SamuelsonThomas SchellingRobert SolowKenneth IversonVernon SmithDale W. Jorgenson y Robert Triffin Ver y modificar los datos en Wikidata
AlumnosPaul Samuelson Ver y modificar los datos en Wikidata
Miembro de
Web
Sitio web

Wassily Leontief (Múnich5 de agosto de 1906 - Nueva York5 de febrero de 1999)1​ fue un economista estadounidense, de origen ruso.

En 1973 fue laureado con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel.

Biografía

Estudió en la Universidad de San Petersburgo y se doctoró en la Universidad Humboldt de Berlín en 1928, tras investigar un nuevo método, basado en estudios intersectoriales, para determinar un completo sistema de Economía Nacional.

En 1929 fue nombrado asesor económico del gobierno chino en Nankín y en 1931 se estableció definitivamente en Estados Unidos comenzando sus investigaciones para el National Bureau of Economic Research, en Nueva York. Este mismo año inició sus trabajos en la Universidad Harvard que, además de proporcionarle cuantiosos medios, contaba con un plantel de destacados investigadores al frente de los cuales se encontraba Schumpeter.

En 1973 fue galardonado con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel por "el desarrollo del método insumo-producto y su aplicación a los más importantes problemas económicos". Su análisis supuso la introducción del álgebra matricial al tratamiento de los problemas del equilibrio general, desarrollando un modelo estático muy operativo para estimar los niveles productivos sectoriales y las relaciones intersectoriales.

El método input-output representa una aproximación empírica de las interrelaciones existentes entre los distintos sectores en que puede dividirse una economía nacional, tratadas como piezas de un equilibrio general. Leontief se inspiró en el famoso esquema propuesto por el fisiócrata François Quesnay en su Tableau Économique, en el esquema del equilibrio general de Léon Walras, en el análisis de Karl Marx sobre la circulación entre los sectores de la producción y en el método de los Balances de la Planificación Soviética; sobre este último tema publicó en 1925 Die Bilanz der russischen Volkswirtschaft: Eine methodologische Untersuchung.

Terminó los primeros trabajos en 1931, pero continuó desarrollándolos y ampliándolos, y en 1941 publicó sus resultados en The Structure of American Economy. Más tarde, en 1953, formuló el modelo dinámico en Studies on the Structure of American Economy. llegó a incursionar en la interrelación de la estructura económica y el medio ambiente como sectores en su artículo de 1973 Environmental Repercussions and the Economic Structure: An Input-Output Approach: A Reply.

Aunque el método input-output es universal, al principio encontró fuertes oposiciones en el bloque de las doctrinas económicas socialistas, siendo incluso duramente criticado por Stalin y Nikita Jrushchov. Fue necesario que Leontief se trasladase a Moscú y expusiese su método junto con los resultados obtenidos para que fuese admitido sin reservas.

La fase siguiente de su trabajo científico parte de su investigación sobre El futuro de la economía mundial publicada en 1977. Luego, con Faye Duchin estudió el futuro de gasto militar en Military Spending: Facts and Figures, Worldwide Implications and Future Outlook (1983); con J. Koo, S. Nasar and I. Sohn, el futuro de los minerales no combustibles en The Future of Non-Fuel Minerals in the U. S. And World Economy (1983); y otra vez con Duchin, analizó las proyecciones del impacto de la automatización sobre los trabajadores, en The Future Impact of Automation on Workers (1986). Luego vuelve a trabajar sobre el modelo input-output y con Andras Brody publicó en 1993 Money-Flow Computations que perfecciona su modelo al profundizar el análisis de los flujos monetarios.

El año de su fallecimiento (1999), la revista Peace Economics, Peace Science and Public Policy publicó su trabajo Disarmament, Foreign Aid and Economic Growth (Desarme, ayuda externa y crecimiento económico), que recoge investigaciones realizadas entre 1959 y 1969. Fue republicado por Harvard en 2004.

Referencias