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sábado, 23 de enero de 2021

Exponen acciones del Plan Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional de Cuba para el 2021(+PDF)

Por:  Grupo Web del Minag




Este miércoles tuvo lugar, en el Ministerio de la Agricultura de Cuba, el VI Encuentro de la Comisión Intersectorial Nacional que participa en las acciones del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional en Cuba, los cuales representan a 22 Organismos de la Administración Central del Estado, Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial, entidades, organizaciones de la sociedad civil de Cuba y el acompañamiento de la FAO

La reunión estuvo presidida por Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura, Ernesto Cedeño Rodríguez, viceministro del Ministerio de Industrias y Elizabeth Peña Turruellas, jefa de la Oficina de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional en Cuba, quien informó que durante el año 2021 se continuará trabajando en la estrategia de implantación, seguimiento y validación del Plan.
Por su parte, el titular de la Agricultura llamó a pasar inmediatamente a una segunda etapa de implementación del Plan, dada la alta prioridad que tiene para el país y para el Gobierno la seguridad alimentaria de la población en las situaciones tan difíciles que imponen el Bloqueo de Estados Unidos, la pandemia de la Covid y las tendencias de la economía mundial.

El Ministro enumeró las medidas que se han venido tomando en Cuba en los últimos años y que están vinculadas directamente con este Plan sombrilla, pues lo complementan o aseguran en todos los órdenes.

En este aspecto, mencionó la aprobación de la Política de Desarrollo Territorial; la Política de Comercialización de la Producción Agropecuaria, de la cual debe salir el Decreto próximamente; las 43 medidas para el desarrollo y fortalecimiento de la Empresa Estatal Socialista, que además contribuyen a eliminar trabas; la aprobación de la Estrategia Económico- Social que ha impuesto un ritmo acelerado para avanzar en estas tareas y por último, la implementación de la Tarea de Ordenamiento.

Por otro lado, Rodríguez Rollero comunicó que ya existe un monto considerable de dinero para financiar el Plan, fundamentalmente facilitado por entidades extranjeras que han mostrado interés en colaborar con la puesta en funcionamiento del mismo, y mencionó entre ellas a la Agencia para el Desarrollo de Italia, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Banco Interamericano y otras. Y anunció que hay muchas ofertas de colaboración internacional, pero hay que presentar proyectos viables y sostenibles.

Explicó el Ministro que se ha venido montando un sistema de trabajo con el Gobierno central que chequea, muy frecuentemente, cómo se van cumpliendo los indicadores del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, donde varios organismos tienen que rendir cuentas.
Igualmente, informó que hay un sistema de reuniones sobre la producción de alimentos con más ciencia, encabezadas directamente por el presidente Miguel Díaz- Canel, donde rinden cuenta los gobernadores y participan expertos y productores, de cómo se van concretando las tareas y la unión con la universidad.
Pero, a pesar de todo lo que se está haciendo —manifestó el funcionario— la población plantea, por todas las vías creadas para la comunicación con esta, que el principal problema que tiene el país es la alimentación. Es por ello, que urge pasar a una segunda etapa de trabajo en este Plan, lo cual constituye un reto en las condiciones actuales de Cuba y el mundo, pero es necesario, subrayó, hacer todo por transformar esta situación.

Afirmó también, que se aprecia en lo local que hay más conciencia, más acción, se ven proyectos interesantes, como, por ejemplo, aperturas de mini y micro industrias, proyectos financiados de mejora de mercados, se ve un empuje de los CDR y la FMC, como organizaciones sociales en las tareas de desarrollo local, en la producción de patios y parcelas, pero para ello es necesario que estemos preparados para garantizar insumos a las familias productoras.
Asimismo, recordó al plenario que se encuentra en proceso de aprobación la Ley de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, ya en el Cronograma Legislativo del país.

La reunión estuvo dirigida a realizar un resumen de las actividades realizadas durante el 2020 y al planteamiento del Cronograma de actividades para el 2021, entre las que se encuentran que cada organismo realice un levantamiento de las investigaciones que tributan a los temas estratégicos y elabore una estrategia de introducción en los Sistemas Alimentarios Locales soberanos y sostenibles; informar sobre las acciones concretas de apoyo a las Comisiones Intersectoriales municipales y chequear cómo se apoya el trabajo en la confección del diagnóstico por las Comisiones Intersectoriales, además del Plan de acción correspondiente a cada sector.

La Comisión Intersectorial Municipal está conformada por representantes de los OACE, base productiva agropecuaria, entidades de investigación, inspección, servicios de salud, educación, universidades, comunicación, cultura, deporte, sociedad civil, de la colaboración internacional, estadísticas, normalización, ordenamiento territorial, laboratorios, sistema de bioproductos, sistema de comercialización y las unidades transformadoras de alimentos.
La soberanía y educación nutricional se trata de un Plan de Estado y Gobierno, cuya coordinación para la construcción, implantación y seguimiento ha sido asignada al Ministerio de la Agricultura.



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Publicado: 
21/01/2021 - 12:30
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Aprovechar el aprendizaje de estos meses de enfrentamiento a la COVID-19

 Por: Yaima Puig Meneses
23 enero 2021 

Grupo temporal de trabajo para el enfrentamiento y control del nuevo coronavirus. Foto: Estudios Revolución.

El grupo temporal de trabajo para el enfrentamiento y control del nuevo coronavirus que encabeza el Presidente de la República, analizó detalladamente este sábado la situación epidemiológica que presentan La Habana, Artemisa, Matanzas, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba y Guantánamo, provincias donde se diagnosticaron las mayores cifras de contagio durante la última jornada.

El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, insistió este sábado, en la reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, en la importancia de aprovechar el aprendizaje adquirido en estos meses de enfrentamiento a la COVID-19 en aspectos como el aislamiento oportuno de quienes resulten positivos y sus contactos, también de las personas con sospechas de portar la enfermedad.

Siempre dijimos que la nueva normalidad exigía más responsabilidad institucional, social, familiar e individual, subrayó el Jefe de Estado, quien también comentó sobre el hecho de que, durante esta nueva etapa, en varios lugares se desmontaron acciones que constituyen garantía para el éxito frente a la epidemia.

El trabajo en todos los ámbitos tiene que ser rápido para cortar la transmisión –reflexionó– lo cual implica a su vez un análisis caso a caso, para continuar sacando lecciones que nos lleven al perfeccionamiento de la situación y así sobrepasarla cuanto antes.

En sus valoraciones, motivadas por el actual retroceso en el control de la enfermedad que se evidencia en La Habana, el mandatario consideró oportuno analizar minuciosamente los factores que conllevaron a ello en la capital, donde en los últimos 15 días se han diagnosticado 2 171 pacientes autóctonos.

Teniendo en cuenta el incremento sostenido de casos positivos, el gobernador Reinaldo García Zapata explicó que ha sido necesario ampliar las capacidades hospitalarias. Con disponibilidad de unas 5 200 camas, en estos momentos están acondicionados 27 centros para la hospitalización, ya sea de pacientes positivos o sospechosos.

Según detalló García Zapata, este sábado se daba seguimiento a dos eventos de transmisión local y a 942 controles de focos. Al referirse a estos últimos, comentó que se mantiene una atención especial sobre los 44 que tienen más de cinco casos confirmados y pudieran representar un mayor riesgo epidemiológico.

Ante la tendencia al ascenso de las personas diagnosticadas con la enfermedad, dijo que se ha puesto especial énfasis en el reforzamiento de las medidas restrictivas en las áreas de mayor complejidad; al tiempo que se trabaja con prioridad para determinar la fuente de infección de quienes resultan positivos; la realización de pesquisas, fundamentalmente a los vulnerables; y la información oportuna de los resultados de los PCR.

Artemisa, Matanzas, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba y Guantánamo, provincias que junto a La Habana reportaron en la jornada los mayores niveles de confirmados y muestran una tendencia al ascenso en la tasa de incidencia por cada 100 000 habitantes durante las pasadas dos semanas, centraron también los análisis de la reunión del grupo temporal de trabajo del gobierno.

El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, insistió este sábado en la importancia de aprovechar el aprendizaje adquirido en estos meses de enfrentamiento a la COVID-19. Foto: Estudios Revolución.

El encuentro, como es habitual, estuvo dirigido por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, y donde también participaron el Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura; el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández; y el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa.

De manera particular sobre Matanzas, que con 711 personas diagnosticadas en los últimos 15 días mantenía este sábado 313 activos, siete de los cuales se reportaban en estado grave, el gobernador Mario Sabines Lorenzo explicó que es en los municipios de Matanzas y Cárdenas donde están las mayores complejidades de la provincia y por tanto se ha reforzado el trabajo en la atención primaria y en los centros de aislamiento para garantizar que los protocolos que están establecidos se cumplan.

Refirió, además, que se han ampliado las capacidades de aislamiento de contactos para no dejar en las viviendas aquellos que presentan un mayor riesgo epidemiológico.

En el caso de Artemisa y Ciego de Ávila, que con 224 y 236 pacientes autóctonos diagnosticados durante los pasados 15 días, respectivamente, también muestran una elevada dispersión de la enfermedad, se insistió en la pertinencia de incrementar las acciones de control epidemiológico en la base, lo cual constituye una garantía para cerrar con mayor celeridad los focos activos.

Respecto a Santiago de Cuba y Guantánamo, cuyos escenarios se han complejizado en las últimas jornadas, fundamentalmente en las cabeceras provinciales, los respectivos gobernadores comentaron sobre el trabajo que se ha realizado para revertir ese escenario, de conjunto con sendos equipos de especialistas del Ministerio de Salud Pública que allí se encuentran y a los cuales se sumó en días recientes el titular del sector José Angel Portal Miranda.

De manera particular sobre Santiago de Cuba, donde en las últimas dos semanas se han confirmado 848 pacientes, la gobernadora Beatriz Johnson Urrutia se refirió al procesamiento de las muestras de PCR pendientes y a las acciones que se han realizado para la recuperación de las capacidades del laboratorio de biología molecular de la provincia.

En tanto, aseguró, se continúa profundizando en la inspección sanitaria estatal para elevar la percepción de riesgo y el rigor, que también nos ha faltado en este nuevo momento del enfrentamiento a la epidemia.

Desde Guantánamo, el gobernador Emilio Matos Mosqueda acotó que se disponen acciones que permitan abrir nuevos centros para el ingreso de casos confirmados, sospechosos y contactos que requieren atención diferenciada, al tiempo que se supervisa y exige por el buen funcionamiento de los que prestan servicios.

Asimismo, precisó que en la provincia se continúa trabajando para resolver las dificultades en la atención primaria de salud, lo cual constituye una prioridad en el accionar para cortar caminos a la transmisión del virus. En este sentido, dijo, las acciones se encaminan esencialmente a cumplir con rigor el  traslado de los casos confirmados y sospechosos; profundizar en la investigación epidemiológica; y elevar de manera constante la calidad de la pesquisa en las comunidades.

Justamente esta oriental provincia, puntualizó durante la reunión la viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García, tiene en estos momentos la mayor tasa de incidencia del país por cada 100 000 habitantes en los últimos 15 días: 183.88. La tendencia en la confirmación diaria de casos sigue siendo ascendente, aseguró.

Al comentar las cifras reportadas en la nación este sábado, la viceministra enfatizó en que, de los 532 casos autóctonos, 48 estaban vinculados a viajeros internacionales, con lo cual sumaban 6 702 personas en esta misma situación, el 51,1% del total de casos diagnosticados desde el pasado 15 de noviembre.

Apuntó, además, que el 39,7% de los controles de focos activos está directamente relacionado con viajeros. Provincias como Artemisa, Mayabeque, Sancti Spíritus, Las Tunas, Holguín y Granma, tienen entre un 80% y un 100% de sus focos asociados a este particular, abundó.

Si bien en los últimos días, producto a las medidas que ha ido adoptando el país, se ha reducido considerablemente la entrada de viajeros al territorio nacional, continúa latente el riesgo epidemiológico que entraña el incumplimiento de los protocolos sanitarios establecidos para estos casos.

Elevar la responsabilidad y la percepción de riesgo en los ámbitos institucional, familiar y personal, sigue siendo el reto al que estamos convocados todos.

Grupo temporal de trabajo para el enfrentamiento y control del nuevo coronavirus. Foto: Estudios Revolución.

A pesar de los pesares, hay tabaco con muy buen desarrollo en Pinar del Río

 

 

Pinar del Río, provincia mayor productora de tabaco en Cuba, está a las puertas de una prometedora campaña, según evidencian la lozanía de las plantaciones y el buen secado de la materia prima a resguardo en las casas de cura.

Pinar del Río, 23 ene (ACN) En Pinar del Río hay tabaco con muy buen desarrollo en la actual campaña, a pesar de su arrancada tardía debido a las insistentes lluvias reportadas en buena parte del calendario anterior, y ya suman 97 mil cujes recolectados en la provincia mayor productora de la hoja en Cuba.

Según afirmó a la ACN Virginio Morales Novo, especialista agrícola del grupo TABACUBA, en el territorio, al cierre de la anterior decena se continúa fertilizando, cultivando y sembrando, dada la existencia de 241 mil canteros de semilleros que garantizan buen balance de posturas.

Especificó que progresa la tarea en el tabaco Virginia como parte del proyecto destinado a abastecer la fábrica de cigarrillos de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), en cuya labranza están inmersos los municipios de San Luis y Consolación del Sur, ambos pertenecientes al llamado macizo tabacalero.

Especial atención recibe el tabaco tapado, aportador de las llamadas capas exportables, hojas de elevada calidad que revisten a los afamados habanos, y de esa variedad hay plantadas 699 hectáreas (ha).

Hasta el 20 de enero quedaron sembradas 11 mil 655 ha del total de las variedades de tabaco, incluido el burley, mientras avanza el beneficio del cosechado en la contienda anterior y el despalillo, en tanto es significativa la incorporación de la mujer a esas faenas, entre las mayores cifras logradas en Vueltabajo, explicó Morales Novo.

Las adversidades del clima en los inicios de la campaña obligaron a un reajuste del plan técnico económico previsto, que ahora asciende a 15 mil 800 hectáreas, aunque es propósito de los pinareños sobrecumplir la cifra, para lo cual hacen un esfuerzo extraordinario, a favor de la economía del país.

Ahora, acompañadas por el buen tiempo, las vegas pinareñas ofrecen un buen panorama a la mirada del caminante, repletas del verdor que singulariza tradicionalmente por esta época el paisaje pinareño.

Pinar del Río aporta a la industria del torcido la totalidad de los capotes, tripas, además de volúmenes de capas.

BIDEN Y CUBA. TRUMP EN EL RETROVISOR

Por Jorge Gómez Barata

Cuba necesita avanzar en la normalización de sus relaciones bilaterales con Estados Unidos, área en la cual las administraciones de Barack Obama y Raúl Castro registraron importantes progresos. Tan eficaz fue aquel proceso que ni siquiera la agresividad del intratable Donald Trump pudo revertirlo.

De hecho, las relaciones diplomáticas y decenas de acuerdos bilaterales de mutuo beneficio en asuntos sensibles, siguen vigentes. La declaración del entonces candidato y ahora presidente Joe Biden (02/05/2020) acerca de que “Retomaría las políticas de Obama respecto a Cuba”, fue un pronunciamiento que no debe pasar inadvertido, como tampoco deberían obviarse gestos protocolares usuales entre países con relaciones diplomáticas y entre los cuales el ambiente de hostilidad comienza a ceder.

En el tramo del diferendo bilateral comenzado en 1959, la superpotencia no dejó a Cuba otra opción que la de resistir, cosa que, en la medida de lo posible, Fidel Castro trató de combinar con esfuerzos para, en medio de tensiones tremendas, abrir canales de negociación. Un botón de muestra de su pragmatismo fue la toma y daca con el presidente John F. Kennedy.

Aunque asumió el enfoque de Eisenhower y Dulles de liquidar a la Revolución Cubana por la fuerza y se embarcó en la aventura de bahía de Cochinos donde cosechó su primer fracaso en política exterior, casi dos años después, durante la Crisis de los Misiles (1962), en el plano militar, Kennedy no asumió una actitud revanchista frente a la Isla, incluso trabajó para contener a los halcones que proponían arrasar el país mediante bombardeos masivos, incluyendo la invasión.

Aun bajo la continuidad de la política agresiva el, establecimiento del bloqueo, el Plan Mangosta y otras modalidades de agresión que nunca cesaron, Fidel permaneció alerta y abierto a cualquier posibilidad de mejorar las relaciones, cosa evidenciada en el de hecho de que, en 1963 recibió al periodista francés Jean Daniel (†) enviado de Kennedy. El 22 de noviembre estando reunidos Fidel y Daniel se enteraron juntos del asesinato del joven presidente.

Queda todavía el precedente de la rápida y eficaz negociación para la radicación de secciones de intereses de Estados Unidos y Cuba en Washington y La Habana, sugerencia de la administración de James Carter, que Fidel acogió sin vacilar. Con esos legados, cuando apareció la oportunidad, el entonces presidente Raúl Castro instaló la negociación como opción.

Obviamente un país que recuerde con beneplácito el momento en que un presidente estadounidense reconoció la legitimidad y trató con respeto a las autoridades cubanas, negoció con ellas en pie de igualdad, fue a La Habana con su familia y llamó a pasar la página de la confrontación y avanzar para dejar de ser adversarios y convertirse en vecinos, envía un mensaje constructivo.

Un curso de avenencia que puede sustituir al de la confrontación y debe ser alentado, es más integral cuando, en uso de su soberanía Cuba promueve el perfeccionamiento de sus instituciones y la democratización de la sociedad, fomenta una economía dinámica y abierta, tanto a la inversión extranjera como a los emprendedores nacionales con lo cual tributa a la cohesión social a partir de metas compartidas y ofrece atractivos para nuevos comienzos.

Moderar la retórica y la vocación de lo funesto avanzando desde el punto al que se había llegado en la normalización de las relaciones con Estados Unidos, es un cometido necesario y posible que honra a quien lo transita como hizo en presidente Raúl Castro, felizmente activo.

Con un atinado desempeño en el manejo de la pandemia y dispuesto a poner en marcha importantes acuerdos para el perfeccionamiento de la economía nacional, el presidente Diaz-Canel está en condiciones de trabajar para empujar los límites alcanzados por Barack Obama y Raúl Castro. No digo que será fácil, solo apunto que es necesario y posible. Allá nos vemos.

Estimular la economía hasta donde sea necesario: lecciones para no olvidar

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  1. Gran Depresión: la lección de 1937

            En los años treinta estalló una letal crisis para el sistema económico, tras el crack de Wall Street de 1929. Se asistía a un posible hundimiento del capitalismo, con el epicentro en Estados Unidos, alimentado por la rígida ceguera que surgía de los economistas del patrón-oro, con recetarios fallidos –no intervención de los gobiernos, equilibrio presupuestario, subidas de tipos de interés, bajadas salariales–. Todo mientras otros economistas, en esos mismos años, como John Maynard Keynes (Reino Unido), Gunnar Myrdal (Suecia) o Michal Kalecki (Polonia), escribían febrilmente para dar explicaciones y vías de salida en otras direcciones. Frente a los postulados neo-clásicos, que seguían sosteniendo que, a pesar del desempleo masivo, un mercado libre tiende siempre al equilibrio y que, por tanto, no debe existir interferencia alguna, los nombres citados llegaban, de manera independiente, a conclusiones comunes: el capitalismo era inestable. Y esa inestabilidad era recurrente. Una oposición en toda regla.

Los datos eran demoledores, no sólo en el campo de la economía, sino en su traslación a la esfera social, con incrementos desconocidos en la tasa de paro y en los índices de pobreza, miseria y exclusión social (véase: Angus Maddison, con las series disponibles en http://www.ggdc.net/maddison/). A partir del New Deal en Estados Unidos, con el presidente Franklin Delano Roosevelt –que ganó las elecciones– se arbitraron medidas de gran calado que afectaron distintas parcelas de la política económica. Un giro copernicano que rompía con la ortodoxia del patrón-oro, la imperante hasta ese momento:

  • La política financiera tenía como objetivo frenar la especulación, revitalizar el mercado del crédito y parar la quiebra del sector financiero (ley Glass-Steagal, no la olvidemos): los bancos se dividieron en bancos comerciales y bancos de inversión, de forma que los primeros no estaban facultados para operar a largo plazo ni invertir en el mercado de valores).
  • La política monetaria se focalizó en aumentar la velocidad de circulación del dinero y el abaratamiento de las exportaciones estadounidenses, tras la paralización del patrón-oro y la puesta en marcha de una devaluación competitiva, rebajando la paridad del dólar en relación al oro en la mitad de su valor precedente.
  • La política presupuestaria infirió un aumento notable del gasto público: entre 1932 y 1938 se multiplicó por 2,8, mientras los ingresos sólo lo hicieron un 1,4. Sin embargo, el déficit creció poco, porque el PIB, con esos estímulos, avanzó de manera robusta.
  • Los programas de ocupación se canalizaron hacia obras públicas, como mejoras en la iluminación, alcantarillado, construcción de carreteras (un millón de kilómetros), aeropuertos (285), puentes (77.000) y más de cien mil edificios públicos entre hospitales, escuelas, bibliotecas y otros inmuebles de servicios.

Todos los indicadores económicos cambiaron de signo y pasaron a evolucionar positivamente (consúltese de nuevo: Angus Maddison, series disponibles en http://www.ggdc.net/maddison/). Ahora bien, todo ese programa ingente, ese gran esfuerzo público que supuso la vuelta al crecimiento económico, tropezó con lo que se ha denominado “miedo a los mercados”. El punto de inflexión: 1937, tras casi cuatro años de desarrollo del New Deal, inspirado en teorías contrarias a la economía ortodoxa. En ese año, Roosevelt interrumpió los incentivos que se habían revelado esenciales para reverdecer el pulso económico.  Y el presidente empezó a reducir el gasto federal, para no quebrar –se dijo en esos momentos– la confianza de los inversores. Ese era el meollo del calificado como temor a los mercados: que podía descarrilar toda la economía. Craso error. La paralización de las inversiones públicas tuvo un claro corolario: la economía entró de nuevo en recesión. En otras palabras: el plan de estímulo no había sido suficiente para relanzar la economía hacia un crecimiento auto sostenido.

Se tuvo que esperar a 1945, tras el final de la Segunda Guerra Mundial –con el acicate que ello supuso para la economía norteamericana– y con la aplicación de las normas emanadas de Bretton Woods y el telón de fondo de la Teoría General de John Maynard Keynes –cuya sombra también fue alargada en la aplicación del New Deal– para que la economía entrara en una senda vigorosa de crecimiento del PIB sobre la expansión del gasto público y de la productividad (datos concretos en: Angus Maddison, The World Economy: a millenial perspective, OCDE, París, 2010; ver también: http://stats.oecd.org/index.aspx).

Fueron los Treinta Gloriosos Años, una etapa que se tritura a partir de 1980 con el advenimiento de la era neoliberal.       

  1. Gran Recesión: el error se repite en 2010

La crisis financiera iniciada en 2007-2008 es un resultado de las políticas desreguladoras del sistema financiero tradicional aplicadas con la ola neoliberal. Durante los años eufóricos del boom, la nueva ingeniería financiera de Wall Street había sido celebrada como una gran innovación, y no se hizo caso de las voces que, como la del multimillonario Warren Buffet, advertían que era la semilla de un desastre: el magnate consideró los nuevos derivados “verdaderas armas financieras de destrucción masiva” (sic). Los prolegómenos a todo eso tienen incluso vertientes académicas: en 1997 se concedió el Premio Nobel de Economía a Myron Scholes y Robert C. Merton por sus trabajos para determinar el valor de los derivados. Esto arrancaba, a su vez, de las aportaciones de otro Premio Nobel de Economía en 1990, Harry Markowitz, que había contribuido a forjar una teoría económica –que sorprendió a muchos economistas académicos por su carácter netamente puntual–, aclamada sobre informaciones asimétricas y especulaciones estadísticas. Todo esto fundamentaba el pensamiento económico que validaba los CDO (Collateralized Debt Obligations) y CDS (Credit Default Swap), presentes como células cancerígenas en la economía financiera, con el aplauso entusiasta de las agencias de rating y de la compañías aseguradoras. No es baladí recordar que Merton y Scholes, que habían fundado tres años antes de la concesión del Nobel un fondo de inversión libre de carácter especulativo, Long Term Capital Management (LTCM), que aplicaba elevados apalancamientos, vieron como su empresa, fundamentada en sus modelos de riesgo –los del Nobel…–, se hundió a raíz de la crisis rusa en 1998. Perdieron casi cinco mil millones de dólares en pocos meses, y la Reserva Federal tuvo que aparecer para rescatar la firma. Liberales intervenidos: otra paradoja. ¿Y el Nobel que les concedieron? Ahí sigue.

A partir de la segunda mitad de los años 1980 y el comienzo del siglo XXI, se asiste a un notable incremento en la cuota de los beneficios del sector financiero sobre el total de la ganancia empresarial: entre el 33% y el 45%, por encima de una media que, desde 1950, rara vez sobrepasaba el 20% (datos al respecto en: https://fred.stlouisfed.org/tags/series?t=corporate+profits). Dicho de otro modo: en la composición del beneficio total de las empresas, la parte del león no la llevaba la economía netamente productiva, sino aquella que se vinculaba, de forma directa o indirecta, con los nuevos escenarios que se abrían por parte de la economía financiera.

            La salida de la crisis recuperó algunos de los preceptos neo-keynesianos; al menos en una primera fase que arranca desde principios de 2008 y llega hasta, aproximadamente, el mes de mayo de 2010, que es cuando se abre una segunda etapa en la política económica. En la primera, las ayudas públicas, subvenciones e incrementos en las partidas de los estabilizadores automáticos allanaron la caída del PIB: éste, en la zona Euro, pasó de una caída del –4,5% en 2009 a una recuperación del +2,1% en 2010. En la segunda, de nuevo el “miedo a los mercados” re-instituyó el rosario de recetas ortodoxas: equilibrio presupuestario, recortes sociales y salariales e inquietud ante el incremento de los déficits y deudas públicas. El desplome no se hizo esperar: la economía de la zona Euro pasó al +1,6% en 2011, pero se desmoronó hasta el –0,9% en 2012 y –0,2% en 2013 (todos los datos provienen del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Eurostat; véase también El País. Negocios, del 9 de setiembre de 2018). A ese retorno al catecismo del patrón-oro, pero sin el oro, contribuyeron cuatro factores clave:

  • Los intereses de la industria financiera y las inercias existentes de las viejas ideas.
  • La crisis aún no trajo un nuevo interés por una implicación colectiva en los asuntos públicos, de forma que los factores de carácter individual dominaron sobre los comunes.
  • La desconfianza de los sectores más conservadores en cuanto a la política y al Estado Democrático, de forma que todo se acaba derivando hacia orientaciones de carácter tecnocrático.
  • La falta de innovaciones políticas con respecto a la distribución de la renta, lo que significa la ausencia de acciones en fiscalidad progresiva.

En definitiva, la escasez de la política fiscal y la pronta retirada de los estímulos infirió un daño profundo a determinadas economías europeas, las del sur del continente con Grecia como especial laboratorio.

  1. Gran Reclusión: ¿se ha aprendido?

            “En circunstancias como las actuales, lo más inteligente es actuar a lo grande”. Esta frase es de Janet Yellen, flamante Secretaria del Tesoro de Estados Unidos con el presidente Joe Biden. Yellen, economista sobria y rigurosa, ha señalado que no es ahora el momento para preocuparse sobre el déficit fiscal –un anatema, por tanto, de cara a sus colegas más ortodoxos–: lo que se necesita, remacha Yellen, es invertir en infraestructuras, I+D, formación, capacitación laboral y, además, una política fiscal, y cito textualmente, “con impuestos justos y progresivos”. Estas palabras reconfortan. Debe señalarse que, de entrada, se ha aprendido de la Gran Recesión, habida cuenta que los estímulos puestos en funcionamiento, casi de forma inmediata, han sido importantes. Esto es lo que podemos apreciar, de forma sintética, en este cuadro comparativo:

Parece claro que la importancia de la intervención del sector público ha sido capital. Los estímulos fiscales han resultado claves para evitar un colapso mayor. Esto lo están pregonando las instituciones económicas más influyentes, como el FMI, el BM, la OCDE y las genuinas palestras del liberalismo económico, como el Financial Times. Los cambios en la actuación en la política económica que se aprecian en la parte de la Gran Reclusión, en el cuadro precedente, se relacionan con la labor de los gobiernos, de las instituciones económicas y de los agentes económicos y sociales. Esto sigue: el trabajo va a ser ingente. El coronavirus puede camuflar los desafíos que ya existían antes de la explosión pandémica. Pero están ahí, como antes. Y para atajarlos será imprescindible huir de recetarios que se han demostrado históricamente fallidos –como la austeridad expansiva– y centrarse en las herramientas que, en el pasado, tal y como demuestran los datos, se revelaron como más efectivas: mayor inversión pública, re-estructuración de las deudas, fiscalidad progresiva y cooperación público-privada.

Ahora bien, el debate que se ha abierto de nuevo es la duración en la aplicabilidad de los estímulos. En tal aspecto, el tema de los multiplicadores fiscales vuelve a estar sobre la mesa. En España, los calculados hasta el momento por distintas instituciones económicas –incluyendo el mismo gobierno– indican multiplicadores que no llegan a la unidad o la superan por muy poco, como producto de las inversiones derivadas de los fondos europeos y de la estrategia de inversión pública. Son previsiones demasiado moderadas, a nuestro entender, teniendo en cuenta que la literatura económica sobre la cuestión –sustentada sobre estudios de caso específicos– afianza multiplicadores fiscales que superan con creces la unidad, llegando a cotas cercanas a 2 (sobre esto, véase la entrada en EFC: https://economistasfrentealacrisis.com/por-una-nueva-agenda-economica-la-inversion-descarbonizada-tras-la-covid-19/). Alcanzar ese guarismo es lo que puede permitir reducir el déficit público (muy importante en estos momentos, del orden del –6,7% sobre PIB para España en previsión para 2021, según el FMI) y la deuda pública (que se situará, según el FMI, en 114,6% sobre PIB para España). Es decir, mantener esos estímulos es importante para evitar quiebras empresariales e incremento del paro: las medidas fiscales alcanzan el 4,2% del PIB de la zona Euro (dato procedente de los Presupuestos enviados a la Comisión Europea en octubre 2020; véase www.caixabankresearch.comInforme Mensual diciembre de 2020), con un déficit esperado del orden del 9% en 2020. El destino de este esfuerzo es preclaro: sanidad, estabilizadores automáticos, ayudas a empresas, nuevas inversiones y reducciones fiscales. La política económica desarrollada desde marzo de 2020 se sintetiza telegráficamente a continuación:

Esto avala investigaciones recientes. En un reciente trabajo (2020) firmado por el Premio Nobel de Economía 2019 Ryan Banerjee et alter (véase: https://econpapers.repec.org/paper/bisbisblt/30.htm; igualmente, Lidia Braun: “La macroeconomía del coronavirus”, Agenda Pública, 17 de marzo de 2020), se defiende que la fuerte retracción del PIB, observada en todas las estadísticas disponibles y para la mayor parte de los países del mundo, supondría cierres masivos de empresas si no se hubieran arbitrado estímulos económicos. Para este economista, en la zona Euro los porcentajes de destrucción oscilarían del 10% al 30%. Los estímulos han evitado quiebras y mucho más dolor, en el caso de que esas medidas no se hubieran aplicado con celeridad. O ahora se retiren antes de tiempo. La conjunción de política fiscal y política monetaria ha sido trascendental para paliar los efectos corrosivos de la crisis abierta con el coronavirus.

¿Cuándo retirar esos respiradores que mantienen con constantes vitales al paciente? Esta es una gran pregunta. Pero para responderla, no se puede invocar, una vez más, como ya se está haciendo, el cacareado “miedo a los mercados”. Un miedo que dejó paso a un verdadero pavor, cuando las ayudas fueron retiradas antes de tiempo en 1937 y 2010, cediendo a fases de verdadero calvario económico, social y cultural no sólo para los sectores más vulnerables de la sociedad, sino también para sus clases medias.

Ante reclamos ciudadanos, Cuba corrige precios de servicios y productos

Existe una Comisión Nacional de Precios con la responsabilidad de monitorear, supervisar y actualizar las metodologías de formación de precios.

El incremento de los precios de productos agrícolas preocupa a la población porque ya eran altos antes del reordenamiento.

Foto: Jorge Luis Baños_IPS

La Habana, 22 ene.- A 20 días de iniciada su aplicación, el reordenamiento monetario en Cuba ha traído colas, inquietudes, rechazo y correcciones, motivados por insatisfacciones de cubanas y cubanos, sobre todo, relacionados con precios, salarios y tarifas.

Desde el anuncio de la arrancada de la llamada Tarea ordenamiento, que hizo el presidente Miguel Díaz-Canel el 10 de diciembre, se ha producido un proceso a acción-reacción, con una avalancha de criterios de la ciudadanía, que encontró oídos receptivos en las autoridades y se tradujo en nuevos análisis y reducciones en tarifas de servicios.

Hasta el momento, son varios los asuntos que acumulan la mayor cantidad de planeamientos: el alza desproporcionada de precios de electricidad, gas y agua, así como de los comedores obreros y sistema de atención a la familia –alimentación subsidiada para personas ancianas, solas y vulnerables.

Otros aspectos tienen que ver con el incremento de los precios de productos agrícolas -ya altos antes del reordenamiento y ahora multiplicados por el alza generalizada en la economía estatal y no estatal-, y de alimentos de la industria, como consecuencia del aumento de los costos mayoristas.

Economistas han alertado que se trata de un proceso complejo difícil de asimilar por la población, en un contexto de meses de sostenidas carencias, incertidumbres y desafíos personales. Por demás, está teniendo lugar en el peor de los momentos de la pandemia de covid 19 en el país.

“Por favor rectifiquen, al paso que vamos el salario solamente se va a utilizar para pagar el agua, la luz, el gas, los medicamentos en la farmacia y la canasta básica”, dijo en foro en línea una internauta que firma como Cuca.

Por su parte, el jubilado Juan José Francisco, escribió puntualmente sobre la tarifa del gas: “me facturarían 85 cup y siempre he pagado 3.70 cup promedio mensual, o sea, me aumentan la jubilación en 5 veces y el gas, en 23 veces”, por lo que considera  que “se les fue la mano”.

Para las autoridades cubanas los precios son un elemento clave para el éxito del ordenamiento, con el objetivo de que la inflación no rebase los límites diseñados y que con ello se disuelva el efecto sobre los salarios reales.

Especialistas en el tema, advierten que aunque resulta positivo que muchas personas han visto incrementados sus ingresos nominales, no puede perderse de vista que la reforma salarial no ha beneficiado de igual forma a todos los empleados en el sector estatal.

Precios múltiples

En Cuba, tienen facultades para fijar precios el Consejo de Ministros y el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) o las autoridades en que este delegue (titulares de organismos de la Administración Central del Estado, institutos, consejos provinciales, empresas y unidades económicas de base).

Según datos oficiales, mantienen sus precios medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas o de larga data, alimentos para la infancia y  algunas dietas médicas, 133 productos que se comercializan en la red de establecimientos de mercados Ideal y 92 renglones alimenticios fuera de la libreta de abastecimiento.

Otros que permanecen sin cambios son 209 renglones comercializados por las cadenas de tiendas que antes vendían en pesos convertibles y 489 materiales de la construcción, entre otros.

Algunas correcciones

La avalancha de quejas, cuestionamientos y opiniones generó análisis y modificaciones, que también generaron comentarios diversos.

El ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, dijo en el programa televisivo Palabra Precisa: “el gobierno corrige lo que haya que corregir…en los límites permisibles dentro de los marcos macroeconómicos que tiene nuestro país, pero el gobierno lo que está corrigiendo, lo hace porque su primer compromiso es con el pueblo”.

Así, tras comparecencias en diferentes espacios televisivos donde se analizaron las principales inquietudes, comenzaron a aparecer las modificaciones.

gas: la tarifa del servicio manufacturado será de 2,50 pesos cup por metro cúbico (m3) de gas consumido, según lectura del metro contador, mientras que el cilindro de gas normado y liberado es de 180 cup.

-agua: ante los reclamos sobre el cobro a residentes de apartamentos en edificios multifamiliares no metrados, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), modificó la tarifa a 7 pesos por persona al mes.

-electricidad: se redujo de 40 a 33 centavos el precio de los primeros 100 kilowatt (equivalente a 32,78 pesos); entre 101 y 150 kWh: 86,06 pesos; de 150 a 200 kWh: 157 pesos; 201 a 250: 280 pesos; de 301 a 350: 630 pesos.

-comedores del Sistema de Atención a la Familia (SAF), un servicio dirigido no a las personas con insuficiencia de ingresos, sino a quienes tienen limitaciones para elaborar sus alimentos: se elaboraron 14 menús, 12 de ellos entre los siete y 10 pesos, y dos por encima de ese precio (entre los 12 y 17 pesos).

-comedores obreros: el promedio debe ser 18 pesos, de modo que cuando se multiplique 18 por los días trabajados, sume unos 432 pesos como gasto por almuerzo al mes.

-limpieza de fosas: 280 pesos, al igual que en aquellas que por sus características demandan más limpieza, sin importar la cantidad de servicios.

Aun cuando han sido modificados estos precios, persisten opiniones de la población referidas a la necesidad de una correspondencia entre el incremento de los precios y la calidad de los productos y servicios, por ahora un asunto pendiente.

A su vez, tanto en redes sociales como en foros en Internet, existen criterios acerca de los elevados precios de sitios privados. En La Habana, por ejemplo, se dialoga con un grupo de trabajadores por cuenta propia para fijar precios máximos a productos como refrescos, cervezas y agua

Al respecto, especialistas concluyen que aunque algunos de los nuevos precios han sido corregidos a la baja permanecen por encima de los niveles iniciales. Esto indica que “aún hay mucho que perfeccionar en el proceso de formación de precios garantizando que el resultado final sea consecuencia de criterios económicos”.  (2021)