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domingo, 21 de febrero de 2021

LA EMPRESA ESTATAL POSIBLE, HAY TEMAS PENDIENTES

 Por Dr. Silvio Calves Hernández

En la agenda del perfeccionamiento de los elementos institucionales de la empresa estatal hay aspectos en los que algo se ha avanzado, sin embargo, otros están ausentes.

Con relación a la personalidad jurídica de la empresa estatal, ¿qué forma será la más conveniente? ¿Una sociedad mercantil o algo similar a lo que ha existido hasta ahora? Hay que pensar en los riesgos que tendrían las empresas que acceden al comercio internacional lo que nos conduce también a pensar en la necesidad de patrimonio propio no vinculado con el del Estado. Existen ejemplos antiguos y más recientes de daños a propiedades cubanas realizados a los activos que no se han protegido bien en el marco de legalidad que brinda la legislación internacional. Si el objetivo es desarrollar el comercio de exportación e importación de bienes y asociaciones de diverso tipo con entidades foráneas por empresas estales que han estado ausentes de ese mundo del comercio internacional es necesario desarrollar una cultura sobre los complejos manejos jurídicos que entraña esa participación sea como exportador, importador o socio.  

En cuanto a la autoridad sobre el patrimonio propio, no apreciamos cambios que permitan aprovecharse de mecanismos bancarios y financieros, y otras posibilidades que pueden existir los que también deberán permitir el reconocer la responsabilidad por sus obligaciones. No por las del Estado y si la limitación de responsabilidad a sus recursos financieros.

La ampliación de los objetos sociales no obstante haber facilitado ciertas flexibilidades permitiría a su vez, que las tecnologías que muchas poseen puedan diversificar sus productos en otras producciones no tradicionales.

La insolvencia de la empresa estatal es un aspecto que está aún sin abordar claramente. En el nuevo modelo de desarrollo la quiebra de una empresa estatal puede ocurrir y ante este hecho existen posibilidades diversas como por ejemplo, ser absorbida por otra empresa de mayor rentabilidad y capacidad financiera. También está el tema de la prelación de pagos ante esta situación y el manejo del activo de la empresa. Sobre esto debería haber una legislación clara que respaldara cualquier decisión.

Antes de visualizar el panorama en que están nuestras empresas estatales y proponer medidas para lograr que salgan de su lento progreso, corresponde a la estructura de gobierno, cambiar y tomar también decisiones más flexibles ajustadas a esta nueva realidad.

Se han dado pasos importantes y bastantes objetivos por las autoridades del Gobierno en la flexibilización de la empresa de todo el pueblo de Cuba, llamadas Estatales. No obstante, hay deudas que requieren un pensamiento que propicie soluciones adicionales.

Un daño que está ocurriendo en el panorama de nuestras empresas estales es que muchas OSDE fueron creadas por Ministerios para garantizar su trabajo como gobierno y no por cadenas de valor que trascienden los limitados márgenes del sector en que surgieron; por ejemplo, el dueño de la vaca no tiene que ver nada ni responde por la producción de queso o de yogur y tampoco con el envasado de la leche y mucho menos con el desarrollo de las investigaciones en innovaciones requeridas para la industria láctea.  El concepto de complejo como en el caso de Biocubafarma no fue aplicada en el diseño de otras OSDE, que tal parece que se erigieron en Viceministerios del organismo que las creo o que las propuso. En muchas estructuras la cadena de valor queda truncada pues la terminación del producto o el mayor valor agregado se alcanza en otra unidad que además es de otro sector y ha sido tradicionalmente ese el esquema de funcionamiento. Considero revisar esta situación y trabajar por cerrar ciclos de productos y servicios en donde sea esto más conveniente.

Otro problema que ahora surge en el ordenamiento es que las unidades que realmente producen valores deben contribuir a financiar los salarios y gastos administrativos de las estructuras superiores y esos salarios y gastos han crecido y por tanto incrementan costos de los artículos que hacen los verdaderos productores. Por ejemplo, una UEB que es la creadora de valor debe contribuir al salario y a la estructura de administración de la empresa a que se subordina y al Osde en que se ubica. Se une a lo anterior las réplicas de cargos excesivos en todos los niveles de estructura desde la Osde a la UEB.  Estos salarios más los crecidos costos de insumos y materias primas pueden sacar al productor de la concurrencia de precios en un empeño de exportación y fallaría el propósito de insertarse en el mercado internacional.

Ante esto, ¿No sería conveniente desvincular a los reales productores de las OSDE y empresas a que se subordinan? y si el asunto es de Cuadros y de su capacidad habría que moverlos a la UEB o al lugar en que se crea valor.

Está pendiente el tema de las Pymes que sería un destino posible a todo ese excedente de fuerza de trabajo tanto de OSDE, empresas, como de unidades presupuestadas.

El sistema empresarial está estructurado por niveles de control y desconfianza y no de desarrollo. Junta de Gobierno, OSDE, Empresa y Unidad Empresarial de Base (UEB) que es en definitiva la que está creando valor, cuyos productos cargan los costos de todo ese entramado administrativo, y que al final perjudica siempre al consumidor. El entramado de ese sistema con tantos niveles es indudablemente un sistema en que el de arriba controla al de abajo y no para lograr una gestión más eficiente. Hay que entender la experiencia internacional en que las estructuras más horizontales con flexibilidad, innovación y competitividad terminarán por enterrar a las instituciones piramidales.

 Si de lo que se trata es solo de control, hay que recordar el axioma sobre este que señala: “la efectividad del control es inversamente proporcional al nivel que lo ejerce” y por eso es imprescindible el Control Interno el cual no es autopsia realizada por niveles superiores. 

Otro elemento importante que en ocasiones hemos mencionado es la competitividad. En mi modesta opinión uno de los pecados capitales en el mundo de la empresa estatal es la de que “reciben” el plan del Estado y no compiten por obtenerlo. No creo que el problema sea el plan en sí sino en el "como" se hace para lograr que se cumpla. El Estado es un cliente importante de cualquier sociedad y en nuestro caso ha sido un cliente cautivo de muchas empresas de baja productividad y eficiencia de todos los sectores y de todos los territorios que ha tenido que mantenerlos con subsidios. 

Esta asignación directa del encargo estatal con recursos financieros hay que ganárselos con bajos costos y eficacia, con nuevos y mejores productos y mayor calidad. Ahora es casi un regalo estatal sin necesidad de ser competitivo. Nadie en el mundo otorga recursos sin pedir nada a cambio. 

Cuando una empresa compite por un mercado y más cuando el mercado es tan importante como el que ofrece un Estado los indicadores se calculan desde abajo a priori del compromiso. Cada empresa piensa y hace su estrategia y su plan de negocio de cómo lograr ese importante mercado. 

Podemos decir que el Estado ha sido una especie de rehén de esas empresas de baja productividad y eficiencia cuando en realidad son las empresas las que debieran competir por obtener las demandas del Estado. El cómo lograr esto en Cuba habrá que diseñarlo, pero internacionalmente existen las licitaciones como mecanismo de conocer la mejor oferta para otorgar un mercado. 

Esta necesidad ahora se acentúa al eliminarse por el Estado subsidios a la baja productividad y eficiencia de muchas empresas lo que se refleja ahora mismo en los precios y tarifas con que se someten esos productos y servicios a la población y el Gobierno tiene el deber de elevar la calidad de vida de esa población como objetivo central de la administración pública.

 La competitividad sin competencia no existe y no se puede lograr.  Existen muchos ejemplos; he aquí uno.

La mayor parte de los organismos del Estado han reducido sus plantillas de personal creando empresas de servicios a partir de las estructuras estatales que poseían; así se crearon empresas de servicios internos administrativos, de servicios informáticos, de alimentación, y de otras varias actividades. Del decir de los académicos estos servicios se “tercerizaron”. Muchas de estas empresas surgieron con un pecado capital " tener un mercado cautivo " el que corresponde a las entidades del sector de cuyo organismo fueron desprendidas y convertidas en empresas. ¿Qué ha pasado?  Que muchas de estas empresas han acabado en el cautiverio ese mercado restringido de su sector y no han obtenido nuevos clientes, no han competido con otras empresas, no han trabajado en crear nuevos productos y servicio y hacerlos a mejor costo, más rápido y con mejor calidad que otros.

¿ Qué interés puede tener la dirección de esas empresas por la innovación ni por la ciencia y la técnica si al final es el único proveedor e innovar conlleva riesgos?

Esto no solo ha perjudicado a las empresas sino a sus clientes del propio sector que por disposiciones de la sacrosanta centralización no han tenido otras opciones, tienen que gastar sus presupuestos no en quien dé el mejor servicio sino en estas empresas que surgieron de su organismo.

Este horizonte debe comenzar a despejarse. Muchas de esas empresas tienen capacidades sub utilizadas por no acceder al mercado interno posible y al externo; algunas UEB de estas empresas pueden ser Pymes en asociación con trabajadores por cuenta propia o cooperativas o con empresas foráneas. Todo está en la Constitución. El no utilizar todos estos conceptos se vuelven un freno al futuro posible de la sociedad.

Otro aspecto que no contribuye al desarrollo ni de las exportaciones ni de la reducción de importaciones es la limitación impuesta a empresas y cooperativas de solo poder trabajar en su provincia o en su sector. Esto les impide competir. Obligar a una empresa a esta restricción es jugar con la cadena y no con el mono. Es jugar sin aplicar todas las reglas de un juego.

Existe una frase muy inteligente que no recuerdo quien la dijo, pero yo la repito. "Si, es muy necesario el desarrollo local, pero con mente global”. Este tipo de pensamiento es el que ha llevado a diversas organizaciones locales de varios países a ser reconocidas internacionalmente y hay ejemplos desde equipos de deportes hasta empresas industriales, agrícolas, de turismo y de otras muchas actividades.

Un tema pendiente a desarrollar es el cambio de cultura que hay que lograr en los cuadros que las dirigen y a través de ellos a sus colaboradores. De Cuadros centrados en el cumplimiento de un plan a cuadros con mentalidad de cumplir el plan y sobre cumplir los ingresos y beneficios de su empresa haciendo un buen negocio. Y esto no es solo la preparación teórica mediante conferencias es necesario idear nuevos métodos de enseñanza y asesorías y consultorías que faciliten este aprendizaje.

Hay temas jurídicos, financieros, económicos, de calidad, ética y de normas internacionales de comercio que habrá que sembrarlos en la mente y actuación de esos cuadros

Este último aspecto requiere que dediquemos algunos párrafos a trabajarlo lo que se hará en otro documento. Estoy convencido que si se pueden tener empresas estatales eficientes y exitosas en bien de la sociedad.


BIOCEN ya produce a gran escala candidato vacunal Soberana 02

 Por: Alejandro Azcuy Domínguez, Cubadebate

Producción a gran escala un nuevo lote del candidato vacunal Soberana 02. Foto: Alejandro Azcuy/ Cubadebate.

El presidente del grupo empresarial BioCubaFarma, Eduardo Martínez, recorrió hoy la planta Biocen donde se produce a gran escala un nuevo lote del candidato vacunal Soberana 02, el más avanzado del país contra la COVID-19.

A través de su cuenta en Twitter, BioCubafarma reiteró que el prototipo cubano se produce en esa planta de parenterales para utilizarlo en la fase III de los ensayos clínicos que comenzarán en marzo próximo.

Desde el punto de vista tecnológico toda transferencia, constituye un reto. En el caso de #Soberana02, el reto está siendo mayor, por la emergencia sanitaria. Biocen, cumple con altos estándares de calidad y tiene capacidades productivas suficientes, tuiteó el grupo empresarial.

Durante el recorrido, la vicedirectora de Operaciones Industriales del Instituto Finlay de Vacunas, Roselyn Martínez, dijo que el escalado productivo representa otro gran paso en la estrategia de desarrollo de las vacunas cubanas contra la COVID-19.

Recientemente, la industria biofarmacéutica cubana produjo el primer lote de 150 000 bulbos de Soberana 02, un hito científico-tecnológico para el archipiélago caribeño, y comunicó que ya se producía el segundo grupo.

Soberana 02 comenzó la fase II de ensayos clínicos el 22 de diciembre último y se convirtió así en el primer candidato latinoamericano en llegar a esa etapa, que incluye a casi 900 voluntarios.

De acuerdo con fuentes especializadas, se trata de una vacuna conjugada, en la cual el antígeno del virus, el dominio de unión al receptor (RBD), está enlazado químicamente al toxoide tetánico.

Cuba tiene otros candiddatos vacunales: Soberana 01, Mambisa y Abdala, que avanzan en diferentes fases de ensayos clínicos con resultados positivos.

Soberana 02 comenzó la fase II de ensayos clínicos el 22 de diciembre último y se convirtió así en el primer candidato latinoamericano en llegar a esa etapa. Foto: Alejandro Azcuy/ Cubadebate.

Se produce a gran escala candidato vacunal Soberana 02. Foto: Alejandro Azcuy/ Cubadebate.

Soberana 02 es el candidato vacunal cubano más avanzado. Foto: Alejandro Azcuy/ Cubadebate.

Producción de nuevo lote de Soberana 02. Foto: Alejandro Azcuy/ Cubadebate.

Cómo establecer bien el costo social del carbono

 Por NICHOLAS STERN, JOSEPH E. STIGLITZ


LONDRES/NUEVA YORK – El presidente norteamericano, Joe Biden, merece felicitaciones por comprometer a Estados Unidos a sumarse nuevamente a los esfuerzos globales para combatir el cambio climático. Pero Estados Unidos y el mundo deben responder al desafío de manera eficiente. En este sentido, la orden ejecutiva del 20 de enero de Biden que estableció un Grupo de Trabajo Interagencial sobre el Costo Social de los Gases de Efecto Invernadero es un paso especialmente importante.

La tarea del grupo consiste en diseñar una mejor estimación del costo en dólares para la sociedad (y el planeta) de cada tonelada de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera. La cantidad, a la que se conoce como el costo social del carbono (CSC), les brinda a los responsables de las políticas y a las agencias gubernamentales una base para evaluar los beneficios de los proyectos y regulaciones públicos diseñados para reducir las emisiones de CO2 -o de cualquier otro proyecto o regulación que pudiera afectar indirectamente las emisiones.

Si el grupo de trabajo fija una cantidad baja, muchos proyectos y regulaciones destinados a reducir las emisiones no avanzarán, porque sus precios excederán los beneficios climáticos estimados. De manera que es vital dar con el número correcto –y cuando decimos correcto nos referimos a más alto de lo que ha sido en el pasado.

En términos generales, existen dos maneras de descifrar este costo. Un método, empleado por la administración del presidente Barack Obama, consiste en intentar estimar directamente el daño futuro como resultado de emitir una unidad extra de carbono.

Desafortunadamente, implementar bien esta técnica es extraordinariamente difícil. La manera en que lo hizo la administración Obama estaba plagada de errores, lo que condujo a un CSC estimado que era demasiado bajo, en 50 dólares por tonelada para 2030 (en dólares de 2007). Por lo tanto, inclusive antes de que Donald Trump se convirtiera en presidente, el mundo –y Estados Unidos en particular- estaba en vías de hacer demasiado poco sobre el cambio climático.

El problema era el uso de modelos de evaluación integrada de la administración Obama que, como su nombre lo indica, integran la economía y las ciencias ambientales para calcular el curso de la economía y el clima en el próximo siglo o más. Integrar la economía y el medio ambiente tiene un sentido obvio, pero el diablo está en los detalles. Estos modelos han demostrado ser poco confiables, al generar rangos ampliamente variados de estimaciones que son sumamente sensibles a determinadas presunciones.

Por ejemplo, un resultado prominente de una versión popular de estos modelos es que deberíamos aceptar un calentamiento global de 3,5 grados Celsius en relación a los niveles preindustriales. Esto es muy superior al límite de 1,5-2°C que adoptó la comunidad internacional en el acuerdo de París de 2015. De hecho, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático ha destacado que los riesgos asociados con un calentamiento global de 2°C eran mucho mayores que con 1,5°C, de modo que los riesgos con 3,5°C obviamente son muy superiores.

El incremento de temperatura de 3,5°C resulta de las presunciones hechas en el modelo, incluida la peligrosa incapacidad de tomar en serio los riesgos extremos que un cambio climático descontrolado plantea a nuestro medio ambiente, a nuestras vidas y a nuestra economía. Asimismo, los modelos de evaluación integrada no reconocen de manera adecuada el potencial papel de la innovación y los rendimientos crecientes a escala en materia de acción climática.

Otro problema con la metodología de Obama es que perjudicó a las generaciones futuras. Gran parte del beneficio de reducir las emisiones ahora reside en evitar el riesgo de un cambio climático peligroso dentro de algunas décadas. Eso significa que tenemos que preguntarnos cuánto nos importan nuestros hijos y nietos. Si la respuesta es “no mucho”, entonces no necesitamos hacer demasiado. Pero si ellos sí nos importan, eso tiene que reflejarse de manera apropiada en nuestros cálculos.

Formalmente, la metodología de la era Obama abordaba esta cuestión haciendo presunciones sobre descuentos, demostrando cuánto menos valdría un dólar el año próximo (y al año siguiente) comparado con hoy. La administración Obama utilizó una tasa anual de descuento del 3%, lo que implica que, para ahorrar un dólar en 50 años, estaríamos dispuestos a gastar sólo 22 centavos hoy; para ahorrar 1 dólar en 100 años, estaríamos dispuestos a gastar menos de cinco centavos.

No existe ninguna justificación ética para darle tan poco peso al bienestar de las generaciones futuras. Pero ni siquiera existe un razonamiento económico cuando tomamos en cuenta el riesgo.

Después de todo, pagamos primas de seguro hoy para evitar pérdidas mañana –en otras palabras, para mitigar el riesgo-. Por lo general pagamos, por ejemplo, 1,20 dólares para recuperar 1 dólar el año próximo en promedio, porque la compañía de seguros ofrece el dinero cuando lo necesitamos –como después de un accidente automovilístico o del incendio de una vivienda-. Dado que el gasto reduce los riesgos futuros, la tasa de descuento apropiada es baja o puede ser negativa, como en este ejemplo, cuando los efectos potenciales podrían implicar una inmensa destrucción.

Gastar dinero hoy en una acción climática es como comprar una póliza de seguro, porque reduce el riesgo de futuros desastres climáticos. De manera que el riesgo se traduce en una tasa de descuento inferior y un precio del carbono superior.

Ahora que la administración Biden se ha comprometido con el objetivo internacional de limitar el calentamiento global a 1,5-2°C, debería adoptar una segunda manera más confiable de calcular el CSC. Es simplemente el precio en el que podremos reducir lo suficiente las emisiones como para impedir que el mundo se recaliente peligrosamente.

Este es el precio que alentará las inversiones e innovaciones de bajo consumo de carbono que necesitamos, y que ayudará a que nuestras ciudades estén menos congestionadas y contaminadas. Serán necesarias muchas otras políticas complementarias, incluidas inversiones y regulaciones del gobierno. Como destacó la comisión internacional sobre los precios del carbono en su informe de 2017, cuanto más exitosas sean estas políticas a la hora de reducir las emisiones de CO2, más bajo podría ser el precio del carbono en el futuro. Pero el probable CSC estaría más cerca de 100 dólares por tonelada para 2030 que los 50 dólares estimados por la administración Obama (con una tasa de descuento del 3%). Un CSC en el extremo superior del rango de 50-100 dólares que sugerimos en 2017 es absolutamente adecuado, dado que los objetivos del acuerdo de París se han vuelto, y con razón, más ambiciosos –un límite de 1,5°C para el calentamiento y cero emisiones netas en 2050.

Éstas pueden parecer cuestiones técnicas que sería mejor dejar en manos de los expertos. Pero son demasiados los expertos que no han sabido explicar lo suficiente la magnitud de los riesgos climáticos, el bienestar de las futuras generaciones y las oportunidades para una acción climática dados los incentivos correctos.

La administración Biden debe pagar un precio lo suficiente alto sobre la contaminación con carbono para fomentar la escala y la urgencia de la acción necesaria para cumplir con los compromisos que asumió con los norteamericanos y el resto del mundo. El futuro de nuestro planeta depende de eso.


Nicholas Stern, a former chief economist of the World Bank (2000-03) and co-chair of the international High-Level Commission on Carbon Prices, is Professor of Economics and Government and Chair of the Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment at the London School of Economics.

JOSEPH E. STIGLITZ, a Nobel laureate in economics and University Professor at Columbia University, is a former chief economist of the World Bank (1997-2000) and chair of the US President’s Council of Economic Advisers, was lead author of the 1995 IPCC Climate Assessment, and co-chaired the international High-Level Commission on Carbon Prices.

Trabajadores por cuenta propia de Las Tunas fabrican cajas de seguridad

 

 

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Las Tunas, 20 feb (ACN) Un proyecto de cerrajería integral de trabajadores por cuenta propia comenzó a funcionar en Las Tunas para la fabricación de cajas de seguridad, en momentos en el que muchas entidades maniobran con altos volúmenes de circulante.

La dirección del Grupo Empresarial de Comercio, Gastronomía y los Servicios en la provincia fue la primera en levantar la mano para solicitar este recurso atendiendo a que para proteger a sus unidades, dispersas por todo el territorio, se requieren mil cajas fuertes.

Edwar García Ramírez, integrante del trío que conforma el colectivo emprendedor, explicó al semanario 26 que todo comenzó con diseños dirigidos a unidades comerciales intrincadas en zonas rurales, pero en la medida en que se conciliaba el proyecto se fueron incorporando otras ideas.

Entonces —agregó— mediante el Departamento de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Cooperación Internacional del Gobierno en la provincia, lograron encadenarse con entidades para el suministro de las materias primas requeridas.

Ello posibilitó –dijo-- que contáramos con los cilindros de gas licuado ya sin valor de uso para obtener la chapa, un material muy resistente y duradero que reúne las condiciones para la producción de los cofres de caudal, mientras la Empresa de Recuperación de Materias Primas nos facilitara el aluminio que demanda el proyecto.

La fabricación de las cajas de seguridad se deriva del proceso de estimulación a los trabajadores por cuenta propia para que, mediante el encadenamiento, elaboren proyectos dirigidos a la sustitución de importaciones y a destrabar los obstáculos que frenan las iniciativas y el desarrollo.

¿Deflación, inflación o estagflación?

 Michael Roberts 17/02/2021, Sin Permiso


Durante el año del COVID, la inflación global de precios de consumidores y productores cayó. En algunas economías basadas en la industria manufacturera, incluso hubo una caída en los niveles de precios (deflación), como por ejemplo la zona del euro, Japón y China.

Tasa de inflación de EE. UU. (% Anual)

La “demanda efectiva”, como les gusta llamarla a los keynesianos, se desplomó, con una fuerte caída de la inversión empresarial y del consumo de los hogares. Las tasas de ahorro se elevaron a niveles elevados (tanto el ahorro empresarial en relación con la inversión como el ahorro familiar).

Tasas de ahorro de los hogares (% de los ingresos) - OCDE

País

2013

2014

2015

2016

2017

2018

2019

2020

Reino Unido

3.1

3.6

4.9

2.2

0.0

6.1

6.5

19,4

Estados Unidos

6.6

7,6

7,9

7.0

7.2

7.8

7.5

16,1

Zona euro (16 países)

5.6

5.7

5.7

5.7

5.6

6.4

6,7

14.3

Muchas empresas quebraron y muchos hogares de bajos ingresos perdieron sus trabajos o sufrieron reducciones de salarios. Los hogares con ingresos más altos mantuvieron sus niveles salariales, pero no pudieron viajar ni gastar en ocio y entretenimiento.

Pero ahora, a medida que se acelera la aplicación de vacunas en las economías avanzadas y los gobiernos y los bancos centrales continúan inyectando dinero crediticio y financiamiento directo para empresas y hogares, la expectativa generalizada es que las principales economías recuperarán rápidamente la inversión, el gasto y el empleo, al menos en la segunda mitad de 2021.

Ahora la preocupación es que, en lugar de que continúe la recesión, exista el riesgo de "sobrecalentamiento" en las principales economías, provocando una inflación de precios generada por "demasiado" gasto público y el mantenimiento de una política monetaria "flexible".

El Financial Times del Reino Unido se hizo eco de las opiniones de los principales economistas keynesianos estadounidenses de que "la fuerte recuperación y una política de estímulo importante aumentan la posibilidad de 'sobrecalentamiento' en Estados Unidos" . El exsecretario del Tesoro, Larry Summers, y el ex economista jefe del FMI, Oliver Blanchard, han advertido que la aprobación por el Congreso de Estados Unidos del paquete de gastos propuesto de 1,9 billones de dólares, además del estímulo de 900.000 millones de dólares del año pasado, entrañaba riesgo de inflación.

Summers argumenta que el tamaño del paquete de gastos, alrededor del 9 por ciento del ingreso nacional prepandémico, sería mucho mayor que el déficit en la producción económica en relación con su 'potencial' estimado por la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO). Eso, combinado con una política monetaria flexible, los ahorros acumulados de los consumidores que no han podido gastar y el desempleo que ya está disminuyendo podrían contribuir a aumentar la presión inflacionaria. La "demanda reprimida" explotaría, lo que llevaría a una inflación parecida a la de la década de 1970. "Existe la posibilidad de que el estímulo macroeconómico aplicado, en una escala más cercana a los niveles de la Segunda Guerra Mundial que a los niveles normales de una recesión, desencadene presiones inflacionarias de un tipo que no hemos visto en una generación", declaró Summers.

El punto de vista de Summers debe tomarse con la proverbial pizca de sal, considerando que en abril del año pasado, argumentó que la pandemia de COVID sería simplemente un declive breve y brusco, algo así como cuando las áreas turísticas (Cape Cod en su caso) cierran durante el invierno, pero que la economía de Estados Unidos volvería a rebrotar con fuerza en verano. Dos cosas hicieron saltar ese pronóstico: primero, la ola invernal de COVID (de hecho, en el caso de EEUU, debido a la laxitud de los cierres, etc., la ola de primavera simplemente continuó); y en segundo lugar, cientos de miles de pequeñas empresas (y algunas más grandes) quebraron y, por lo tanto, las empresas no pudieron volver a la normalidad después de las "vacaciones de invierno".

El argumento de Summers también se basa en algunas categorías económicas muy dudosas. Comparó el estímulo fiscal y monetario aplicado por el Congreso y la Fed en 2021 con el "producto potencial" de la economía. Esta es una supuesta medida de la capacidad máxima de inversión y gasto que una economía puede lograr con 'pleno empleo' sin inflación.   La categoría está tan llena de agujeros, que los economistas proponen diferentes formas de medir la 'producción potencial', que de todos modos parece ser una tasa cambiante dependiendo de la productividad y el crecimiento del empleo y la probable inversión en nueva capacidad.

Larry Summers reconoce que el paquete de ayuda de Biden inyectará alrededor de $ 150 mil millones por mes, mientras que CBO asegura que la brecha mensual entre el PIB real y el potencial es ahora alrededor de $ 50 mil millones y disminuirá a $ 20 mil millones mes para fin de año (porque la CBO asume que el COVID -19 y todas sus variantes estarán bajo control).

El ex presidente de la Fed de Nueva York, Bill Dudley, respaldó a Summers al defender que hay cuatro razones más para preocuparse por la inflación estadounidense. En primer lugar, las recesiones económicas provocadas por las pandemias tienden a terminar más rápido que las provocadas por las crisis financieras. Este es el argumento “Cape Cod” de Summers repetido. Y en segundo lugar, "gracias a los paquetes de rescate y un mercado de valores sólido, las finanzas de los hogares están en mucho mejor forma ahora que después de la crisis de 2008". Podría preguntarse si el alza impetuosa del mercado de valores beneficia al 93% de los estadounidenses que no tienen inversiones en acciones (o grandes fondos de pensiones). Y si bien los mejor pagados pueden tener mayores ahorros para gastar, ese no es el caso de quienes tienen ingresos bajos o medianos. Dudley también afirmó que las empresas tienen "mucho dinero en efectivo para gastar y acceder a tipos de interés mas bajos”.  Una vez más, parece concentrarse en las grandes empresas tecnológicas y financieras que están absorbiendo el dinero del gobierno y las ganancias del mercado de valores. Mientras tanto, hay cientos de miles de empresas más pequeñas de rodillas y no están en condiciones de lanzar un gran plan de inversión, incluso si pueden obtener préstamos a tasas bajas.   El número de estas empresas zombis crece día a día.

Es cierto, como dice Dudley, que las 'expectativas de inflación' están aumentando y eso puede ser un buen indicador de la inflación futura: si los hogares piensan que los precios van a subir, tienden a comenzar a gastar por adelantado y así estimulan los aumentos de precios, y viceversa. Y también es cierto que, dada la fuerte caída de la inflación de precios al comienzo de los bloqueos pandémicos el año pasado, cualquier recuperación de los precios ahora se mostrará como un aumento estadístico año tras año. Pero como puede verse en este gráfico a continuación, las expectativas de inflación apenas se encuentran en un nivel "de un tipo que no hemos visto en una generación" (Summers).

La otra preocupación de los 'inflacionistas' es que la Fed de Estados Unidos genere una espiral inflacionaria a través de sus políticas monetarias 'laxas'. La Fed continúa vertiendo enormes cantidades de dinero a crédito en los bancos y corporaciones y también ha debilitado su objetivo de inflación del 2% anual para situarla en una inflación promedio del 2% durante un período indefinido. Por lo tanto, la Fed no subirá las tasas de interés ni recortará la "flexibilización cuantitativa", incluso si la tasa de inflación anual supera el 2%.

El presidente de la Fed, Jay Powell, dejó en claro en un discurso reciente ante el Economic Club de Nueva York (empresarios y economistas) que la Fed no tenía intención de frenar su flexibilización monetaria. Powell incluso dio una fecha: no endurecerá su política antes de 2023. Esto ha molestado a los teóricos antiinflacionarios. Gillian Tett en el FT lo expresa así: “la Fed ahora ha llevado esta llamada “orientación de futuro” a un nuevo nivel que parece peligroso. Debería pinchar las suposiciones de que el dinero barato está aquí para quedarse indefinidamente o que la política de la Fed es una apuesta unidireccional. De lo contrario, sus intentos de alejar los fantasmas de 2013 eventualmente desencadenarán un nuevo monstruo en forma de una rabieta más grande en el mercado, mucho más dañina que la última vez, especialmente si los inversores se han dejado arrullar pensando que la Fed nunca saltará ”.

El propio FT continua: “Sin embargo, el compromiso de la Fed de mantener la misma política hasta 2022 corre el riesgo de socavar su credibilidad: no puede prometer ser irresponsable. ... debe estar atenta a cualquier señal de que las expectativas de inflación estén aumentando y responder a los datos en lugar de atarse al mástil".  Dudley se hizo eco de esta opinión: “Si la Fed no endurece su política cuando aparezca la inflación, es posible que tenga que cambiar de rumbo rápidamente si empieza a perder el control. Eso, a su vez, podría provocar fuegos artificiales en el mercado".

Pero, ¿son válidas las advertencias de los inflacionistas? En primer lugar, se basan en una rápida y significativa recuperación económica tipo "Cape Cod". Pero la pandemia aún no ha terminado y las vacunas no se han aplicado a nivel suficiente como para suprimir el virus. ¿Y si las nuevas variantes de coronavirus que empiezan a circular son resistentes a las vacunas existentes y surje una nueva 'ola'? La recuperación veraniega podría retrasarse indefinidamente.

Además, estos pronósticos de inflación se basan en dos importantes errores teóricos, en mi opinión. El primero es que las enormes inyecciones de dinero crediticio por parte de la Fed y otros bancos centrales que hemos visto desde la crisis financiera mundial en 2008-9 no han provocado inflación de los precios de consumo en ninguna economía importante, incluso durante el período de recuperación de 2010 en adelante. Por el contrario (ver el gráfico de la inflación en EEUU anterior), las tasas de inflación de EEUU no han sido superiores del 2% anual y han sido incluso más bajas en la Eurozona y Japón, donde las inyecciones de crédito también han sido enormes.

En cambio, lo que ha sucedido ha sido un aumento en los precios de los activos financieros. Los bancos y las instituciones financieras, inundados por la generosidad de la Fed y otros bancos centrales, no han prestado estos fondos (ya sea porque las grandes empresas no necesitaban pedir prestado o porque era demasiado arriesgado prestar a las pequeñas). En cambio, las corporaciones y los bancos han especulado en los mercados de acciones y bonos, e incluso han pedido prestado más (a través de la emisión de bonos corporativos) dadas las bajas tasas de interés, pagando mayores dividendos a los accionistas y recomprando sus propias acciones para impulsar los precios. Y ahora, con la expectativa de recuperación económica, los inversores invirtieron un récord de $ 58 mil millones en fondos de acciones, recortando sus tenencias de efectivo y también acumularon $ 13,1 mil millones en fondos de bonos globales mientras extraían $ 10,6 mil millones de sus montones de efectivo.

De modo que el dinero de la Fed y del banco central no ha provocado inflación en la "economía real", que continuó reptando al 2% anual o menos en términos del crecimiento del PIB real, mientras que la economía "ficticia" se infló. Es ahí donde ha habido inflación.

Aquí es donde entra en juego la "escuela austriaca" de economía . Creen que esta expansión salvaje del crédito conduce a una "mala inversión" en la economía real y, finalmente, a una contracción del crédito que golpea a los sectores productivos de la economía de mercado "pura". Esta opinión la expresa ese bastión de la economía conservadora, el Wall Street Journal. Mientras los keynesianos se preocupan por el sobrecalentamiento y la inflación al estilo de los años setenta, los austriacos se preocupan por una implosión de crédito / deuda.

En contraste, los exponentes de la Teoría Monetaria Moderna (TMM) están bastante contentos con las inyecciones de la Fed y los programas de estímulo públicos. La exponente de la teoría monetaria moderna, Stephanie Kelton, autora de The Deficit Myth , cuando se le preguntó si estaba preocupada de que el proyecto de ley de estímulo causase inflación, dijo : “¿Qué si creo que los 1,9 billones de dólares propuestos nos ponen en riesgo de inflación de demanda? No. Pero al menos estamos centrándonos en el riesgo de inflación y no hablando de quedarse sin dinero. Los términos del debate han cambiado".

Pero ni los keynesianos, ni los austriacos ni los exponentes de la TMM tienen razón teóricamente, en mi opinión. Sí, los austriacos tienen razón en que las expansiones del dinero crediticio están elevando los niveles de deuda a proporciones que amenazan el desastre si colapsan. Sí, los exponentes de la TMM tienen razón en que el gasto público per se, incluso si es financiado mediante la 'impresión' de dinero del banco central, no causará inflación per se. Pero lo que ambas escuelas ignoran es lo que está sucediendo con los sectores productivos de la economía. Si no se recuperan, el estímulo fiscal no funcionará y el estímulo monetario también será ineficaz.

Por ejemplo, el paquete de estímulo propuesto de $ 1,9 billones.  Incluso suponiendo que todo el paquete sea aprobado por el Congreso (lo que es cada vez más improbable) y luego implementado, el estímulo se extendería a lo largo de años, no meses. Además, es más probable que los cheques para los hogares terminen siendo utilizados para pagar deudas, aumentar los ahorros y cubrir los atrasos de alquiler y las facturas de atención médica. No quedará mucho para viajar, comer en restaurantes y comprar artículos 'discrecionales'.

Además, como he argumentado en muchos artículos anteriores, la visión keynesiana de que el gasto público produce un fuerte efecto "multiplicador" en el crecimiento económico y el empleo no se ve confirmada por la evidencia. Claro, las transferencias del gobierno a los hogares y la inversión en infraestructura pueden generar un pequeño impulso a la economía. Pero elevar la inversión pública del 3% al 4% del PIB durante cinco años más o menos no puede ser determinante si la inversión del sector empresarial (alrededor del 15-20% del PIB) continúa estancada. De hecho, a medida que la deuda pública crece hasta nuevos máximos (en el caso de EEUU, a más del 110% del PIB), incluso si las tasas de interés se mantienen bajas, los costes de los intereses en relación con el PIB aumentarás para los gobiernos y consumirán los fondos disponibles para el gasto productivo. Y con la deuda de las empresas también en niveles récord, no hay margen para que las corporaciones con un alto nivel de deuda hagan frente a una elevación de las bajas tasas de interés.

El problema no es el "sobrecalentamiento" inflacionario; es si la economía estadounidense podrá recuperarse lo suficiente como para acercarse al "pleno empleo". La tasa oficial de desempleo de EEUU puede ser 'solo' el 6.7%, pero incluso las autoridades estadísticas y la Fed admiten que probablemente se acerque más al 11-12% e incluso sea peor si se incluye el 2% de la fuerza de trabajo que ha abandonado el mercado laboral por completo.

El problema es la rentabilidad del sector capitalista de la economía estadounidense. Si no vuelve a los niveles pre-pandémicos al menos (y estaba casi en mínimos históricos), no habrá suficiente inversión como para restaurar empleos, salarios y niveles de gasto.

El año pasado, G Carchedi y yo desarrollamos un nuevo enfoque marxista de la inflación. Todavía tenemos que publicar nuestro análisis completo con evidencias. Pero la esencia de nuestra teoría es que la inflación en las economías capitalistas modernas tiende a caer porque los salarios disminuyen como parte del valor agregado total; y las ganancias se ven reducidas por la composición orgánica creciente del capital (es decir, más inversión en maquinaria y tecnología en relación con la fuerza de trabajo). Esta tendencia puede ser contrarrestada por las autoridades monetarias impulsando la oferta monetaria, de modo que el precio monetario de los bienes y servicios aumente aunque haya una tendencia a la caída del crecimiento en el valor de los bienes y servicios.

Durante el año del COVID, la rentabilidad y las ganancias corporativas cayeron drásticamente (excluyendo los rescates gubernamentales y con la excepción de las grandes tecnológicas, las grandes finanzas y ahora las grandes farmacéuticas). Las facturas salariales también cayeron (o para ser más exactos, la mayoría de los salarios cayeron mientras que unos pocos vieron aumentar los suyos). Estos resultados fueron deflacionarios. Pero los bancos centrales inyectaron dinero. La oferta monetaria M2 de EEUU aumentó un 40% en 2020. Por lo tanto, la inflación de EEUU, después de caer casi a cero en el primer semestre de 2020, volvió a subir al 1,5% a fin de año. Ahora bien, si asumimos que tanto las ganancias como los salarios mejoraron en un 5-10% este año y las inyecciones de la Fed continúan aumentando, nuestro modelo sugiere que la inflación estadounidense de bienes y servicios aumentará, tal vez hasta alrededor del 3% para fines de 2021, más o menos hacia dónde se dirigen las expectativas del consumidor (ver gráfico anterior).

Eso no es una tasa alta de inflación. Y la opinión de Jay Powell y la nueva secretaria del Tesoro, Janet Yellen, es que "puedo decirles que tenemos las herramientas para hacer frente a ese riesgo (de inflación) si se materializa". Las autoridades monetarias y fiscales de Estados Unidos pueden pensar que pueden controlar la inflación (aunque la evidencia es clara de que no lo hicieron en la década de 1970 y no han controlado la "deflación" en los últimos diez años). Pero poco pueden hacer para que la economía estadounidense alcance un fuerte ritmo de crecimiento sostenido del PIB, la inversión y el empleo. Por lo tanto, es más probable que la economía estadounidense en los próximos años sufra de estagflación que de "sobrecalentamiento" inflacionario.

 
es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajado 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.
Fuente:
https://thenextrecession.wordpress.com/2021/02/14/deflation-inflation-or-stagflation/
Traducción:
G. Buster

Una locomotora «potente y colosal»

¿Cuáles son los desafíos y potencialidades de la empresa estatal socialista como pilar de la Tarea Ordenamiento?


(Foto: Ramón Barreras Valdés/Archivo de Vanguardia)

20 Febrero 2021

Si aplicamos la jerga ferroviaria a la economía cubana, tenemos que hablar del viaje inédito y necesario emprendido el pasado 1.° de enero; de las vías riesgosas, pero convenientes a largo plazo; de las traviesas y rieles ajustados sobre la marcha, y de los cuidados extremos para que 11 millones de pasajeros lleguen sanos y salvos a su destino.

No pueden faltar los avatares de la locomotora, que, para trasladar la preciada carga, debe volverse tan «potente y colosal» como la que describió maravillado José Martí en una de sus «Escenas norteamericanas».

Como figura central de la economía cubana, promotora del desarrollo socio-económico, gestora de la propiedad de todo el pueblo y principal creadora de riquezas, la empresa estatal socialista asume una posición medular dentro de la Tarea Ordenamiento; aunque el imperativo de revolucionar su quehacer antecede a la transformación económica actual.


Aunque la empresa estatal socialista constituye el sujeto principal de la economía cubana, las transformaciones de la Tarea Ordenamiento contemplan el encadenamiento productivo y la igualdad de condiciones para todos los actores económicos. (Infografía: MEP)

Durante 2019 y 2020, el Gobierno cubano dictó 43 medidas orientadas al estímulo de las exportaciones, el fomento de esquemas cerrados de financiamiento, la retención parcial de los ingresos en divisa, la flexibilización de políticas fiscales a las entidades exportadoras, las libertades para la distribución de utilidades, el impulso de investigaciones y capacitación, así como las relaciones con el sector del Turismo, sociedades mercantiles cubanas, modalidades de inversión extranjera y formas de gestión no estatal.

Entre sus efectos inmediatos, la Tarea Ordenamiento generalizó la percepción del trabajo como principal fuente de ingresos. Yamilet López Yanes, subdirectora de Empleo en la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, informa que 4500 personas se incorporaron a centros laborales en el 2021. De ellas, 1425 en el sector empresarial.

Precisamente, una de las prioridades del ramo consiste en incrementar las plantillas en la actividad productiva y disminuirlas en las entidades presupuestadas.

Según Teresa de Jesús Martínez Castillo, directora provincial de Finanzas y Precios, la Tarea Ordenamiento impone tres desafíos principales a las empresas: hacer frente a la devaluación del peso cubano, evitar que el incremento de los costos impida a la población vivir de sus ingresos y mantener la rentabilidad.

Los empresarios, los gobiernos locales y el pueblo en general agradecieron la descentralización de las gestiones. Sin embargo, la formación de precios acaparó titulares, bolas y conferencias improvisadas en plena calle.


(Foto: Carolina Vilches Monzón)

Las resoluciones 324 y 329 del 2020, del Ministerio de Finanzas y Precios, publicadas en la Gaceta Oficial N.° 70 Extraordinaria del mismo año, establecen que los precios deben cubrir costos, gastos, obligaciones tributarias y un índice de utilidad de hasta el 10 %. La norma prohíbe el establecimiento de tarifas excesivas para ocultar la ineficiencia o para generar y distribuir más utilidades que las permitidas.

«El ambiente de incertidumbre, el poco tiempo para consultar las regulaciones y transformar de manera radical todas las tarifas, y la ausencia de equipos especializados para acometer las modificaciones llevaron a los administradores de la provincia a multiplicar los precios base por los índices máximos de la media de la clase de actividad económica, sin valorar en profundidad los costos», reconoce Martínez Castillo.

«Ante las quejas inmediatas de la población, revisamos 2251 precios en la primera etapa y disminuimos 199, fundamentalmente, de los cárnicos, lácteos, productos de la Empresa Productora de Alimentos, la merienda escolar y el Sistema de Atención a la Familia. El país no se desacredita por rectificar cuanto haga falta, pues la realidad siempre es más rica que cualquier cálculo», asevera.

Aunque los precios centralizados y unificados constituyen medidas antiinflacionarias, la Directora de Finanzas y Precios en Villa Clara insiste en la necesidad de eliminar las «camisas de fuerza», de que todos los actores económicos compitan, produzcan con mayor eficiencia y calidad, establezcan un encadenamiento mayorista y minorista, negocien con suministradores y prestadores de servicios, disminuyan el número de trabajadores indirectos a la producción y contemplen las particularidades de cada territorio, para alcanzar una verdadera liberación de las fuerzas productivas.

Para que el sistema empresarial mitigue el efecto de la devaluación del peso cubano y no deje desprotegidos a sus trabajadores, el Banco Central de Cuba aprobó los créditos puentes (de carácter transitorio, que deben amortizarse en 150 días), destinados a financiar capital de trabajo, inversiones y salarios.

Según Oscar Gómez Silverio, jefe de la Banca Personal del Banco Popular de Ahorro (BPA), luego de la clasificación de riesgo de todas las entidades villaclareñas, se han concedido 43 de estos créditos para salario y capital de trabajo, con un valor de más de 117 millones de pesos.
Por un carril de progreso

Las exportaciones, los encadenamientos productivos, la inversión extranjera, los proyectos internacionales de colaboración económica, la sustitución de importaciones y el estímulo de las producciones nacionales constituyen las vías más efectivas para ingresar divisas a la economía y mejorar las condiciones de vida, tanto a nivel de país como a escala territorial.

En diálogo con Vanguardia, Larissa Torres Niebla, jefa del Departamento de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Colaboración del Gobierno Provincial, informa sobre la existencia de más de 100 productos en el mapa de exportaciones de la provincia. De ellos, 47 ya están consolidados, es decir, que alguna vez se exportaron y que en cualquier momento pueden retornar al mercado internacional.

Los sectores industrial, azucarero y agropecuario llevan el mayor peso. Sobresalen el azúcar, el café, el carbón vegetal, el tabaco, la miel de abeja, las producciones pesqueras y las de la Empresa Recuperadora de Materia Prima, así como los servicios científico-técnicos y profesionales.


(Foto: Ramón Barreras Valdés)

La tasa de cambio de 1x24 y las nuevas medidas que autorizan a los productores retener una parte de la liquidez (en moneda libremente convertible) para fomentar el desarrollo de los rubros exportables generan un impacto positivo en todos los actores económicos, en tanto multiplican sus ingresos, les permite conocer el valor de sus mercancías a nivel internacional y realzan las ventajas de las producciones del patio.

Torres Niebla también se refiere a 28 encadenamientos productivos que tributan a la sustitución de importaciones y se insertan en la cadena de valor de fondos exportables, máxime en los sectores alimentario, industrial, energético, vinculados con el Turismo, con la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), y con la industria nacional de envases y embalajes.

Asimismo, la funcionaria destaca 57 proyectos de colaboración económica internacional que reportan beneficios para los sectores estatal y no estatal, y enriquecen los proyectos de desarrollo local mediante financiamientos o donaciones.

En consonancia con la agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible, la colaboración se encauza hacia la producción de alimentos, la energía renovable, el encadenamiento productivo, la mejora de redes logísticas, la calidad de vida, la innovación para el desarrollo local, la creación de nuevos empleos y otras vertientes.

En materia de inversión extranjera, la responsable de Comercio Exterior en el Gobierno Provincial identifica 31 proyectos en diferentes fases de negociación. Diecisiete de ellos ya integran la cartera de oportunidades 2020-2021, dirigidos a la producción agroalimentaria, el sector azucarero, las construcciones, el turismo, la industria y las empresas subordinadas al Gobierno. La inversión extranjera permite superar la obsolescencia tecnológica para elevar cualitativa y cuantitativamente las capacidades productivas.

«Hay muchas potencialidades por explotar en el territorio —reconoce—. Pudiéramos aprovechar más las bellezas naturales de la provincia, el encadenamiento con el sector turístico y los servicios profesionales, que no requieren ninguna inversión, más allá del alto nivel científico de nuestro personal».

A decir de Torres Niebla, el ordenamiento monetario y las iniciativas emprendidas desde cada territorio exigen alianzas entre empresas y proyectos comunes, y la formación de una mentalidad productora-exportadora.

Que no nos agobien la novedad del paisaje, el vaivén de los vagones mientras se adaptan al carril, ni la crítica malintencionada, destructiva y pesimista de quienes niegan el progreso. La locomotora atravesará los túneles impostergables y regresará a la luz «desatada, radiante, poderosa», como la pintó en versos Walt Whitman.