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lunes, 23 de agosto de 2021

¿Están las corporaciones estadounidenses por encima de la ley?


NUEVA YORK – Adam Smith, fundador de la economía moderna, sostuvo que la búsqueda del interés privado (ganancias) lleva invariablemente al bien común. Puede que sea cierto en algunos casos, pero es evidente que no siempre. Así como el afán de ganancias de los bancos llevó a la crisis financiera de 2008, la codicia de Purdue y otras empresas farmacéuticas produjo la crisis de opioides en Estados Unidos, y el apoyo de Texaco al régimen de Franco colaboró con el triunfo de los fascistas en la guerra civil española.

Sería fácil extender esta letanía de perfidias. Pero hoy uno de los peores abusos de corporaciones codiciosas es la esclavitud infantil. Los amantes del chocolate tal vez no lo sepan, pero algunos de sus placeres culposos pueden ser fruto del trabajo de niños esclavos.

Frente a acusaciones de esta naturaleza, Nestlé, Cargill y otras empresas alimentarias lograron no rendir cuentas ante los tribunales, aduciendo que al estar ellas o sus filiales radicadas en Estados Unidos, no son responsables por ilícitos cometidos en la lejana África. Lo hacen a sabiendas de que en los países donde tiene lugar la explotación infantil no existen sistemas de justicia eficaces.

Además, incluso si en el extranjero se dictara una sentencia contra ellas, no les supondría grandes costos. Trasladarían sus operaciones a otro lugar, y para un país pequeño y pobre sería difícil (incluso imposible) hacer valer la sentencia.

Todo esto estuvo en juego en un caso planteado este año ante la Corte Suprema de los Estados Unidos. En Nestle USA, Inc. v. John Doe I, et al./Cargill, Inc. v. John Doe I, et al., el tribunal falló contra seis ciudadanos de Mali que fueron niños esclavos y demandaron a Nestlé y Cargill una indemnización por sus padecimientos. Pero en vez de fallar sobre la cuestión de fondo, los jueces emitieron sentencia (por 8 a 1) sobre la cuestión formal de si es posible juzgar a empresas estadounidenses por daños a terceros cometidos en el extranjero. Según el tribunal, la ley estadounidense de «reclamación por agravios contra extranjeros» (el Alien Tort Statute) no se puede aplicar «extraterritorialmente», porque eso supondría extender el derecho estadounidense a otros países.

De más está decir que Estados Unidos actúa extraterritorialmente todo el tiempo, por ejemplo cuando castiga a empresas extranjeras por evadir sus sanciones contra Irán. La diferencia en este caso es que las acusadas eran empresas estadounidenses (o sus intermediarias). Con el fallo a favor de los demandados, el tribunal eludió pronunciarse sobre el modo de exigir rendición de cuentas a empresas que cometan ilícitos en el extranjero. ¿Dónde se las juzgará si no es en un tribunal estadounidense?

Sin esa rendición de cuentas, las corporaciones estadounidenses tienen pocos motivos para cambiar su conducta en el extranjero. Si usando proveedores que explotan el trabajo infantil es posible comercializar nuestros chocolates favoritos a menor precio, alguien carente de pruritos morales (una categoría que evidentemente incluye a estas empresas) hará precisamente eso, en estricto cumplimiento de la lógica competitiva del mercado.

¿Quién protegerá a los niños entonces? En este caso estaba en juego un valor estadounidense básico: los derechos humanos. Para Estados Unidos es un beneficio evidente demostrar al resto del mundo el respeto a sus valores por parte de las empresas estadounidenses, sobre todo ahora que la brutalidad policial contra la población afroamericana concita la atención de la prensa internacional.

Los autores de este artículo hemos presentado en conjunto con Oxfam un amicus curiae ante la Corte Suprema en el que sostenemos que redunda en beneficio económico de los Estados Unidos responsabilizar a sus empresas por ilícitos que hayan cometido dondequiera que sea. Creemos que en el largo plazo, los países que insisten en la responsabilidad social corporativa terminan obteniendo beneficios (para consumidores y empresas por igual).

Al fin y al cabo, los países y las empresas con buena reputación pueden atraer más capital y mejores trabajadores que competidores menos éticos, y sus productos serán más atractivos para una generación de consumidores cada vez más consciente. Los trabajadores más jóvenes, en particular, prestan mucha atención a lo que hacen y defienden sus empleadores. Por eso muchas empresas se manifestaron en contra de las leyes de supresión de votantes y adoptaron metas de reducción de gases de efecto invernadero.

Pero muchas empresas siguen actuando conforme al beneficio inmediato. Mientras los abogados de Nestlé y Cargill estaban atareados en librarlas de rendir cuentas, las dos empresas emitieron declaraciones de rigor contra la esclavitud infantil. Pero si esa es su postura real, ¿por qué no quisieron exponer sus argumentos ante un tribunal? Sus bien pagados abogados eran defensa más que suficiente contra la representación de los malienses. Si las empresas perdían no iba a ser porque les faltara buen asesoramiento jurídico.

¿Cómo asegurar que las empresas no hagan en el extranjero lo que jamás intentarían en casa? Es imposible eludir esta pregunta cuando la globalización ha extendido los vínculos comerciales de empresas occidentales con países pobres provistos de marcos legales muy limitados. No es una cuestión de extraterritorialidad, sino de poner fin a la competencia desregulatoria despiadada. Estados Unidos tiene que dar al mundo garantías de la conducta decente de sus empresas sin ninguna doble vara.

Hasta tanto eso ocurra, Cargill, Nestlé y otras empresas presuntamente culpables de prácticas contrarias al medioambiente y los derechos humanos deben ser juzgadas en el tribunal de la opinión pública. Su búsqueda incansable de no rendir cuentas por sus acciones habla por sí sola.

Traducción: Esteban Flamini


Joseph E. Stiglitz, a Nobel laureate in economics and University Professor at Columbia University, is a former chief economist of the World Bank (1997-2000) and chair of the US President’s Council of Economic Advisers, was lead author of the 1995 IPCC Climate Assessment, and co-chaired the international High-Level Commission on Carbon Prices.


Geoffrey Heal is Professor of Social Enterprise at Columbia Business School.

Mercados agropecuarios de nuevo tipo saludan en Matanzas 61 años de la FMC

 

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Matanzas, 23 ago (ACN) La apertura de La Sonriente y Ciudamar, primeros mercados agropecuarios de nuevo tipo en esta urbe, saluda hoy el aniversario 61 de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y evidencia los progresos en la implementación de la nueva política de comercialización en el sector de la Agricultura.

La Sonriente, en la calle de Contreras, en el Centro Histórico de la Ciudad, administrado por la Empresa Acopio Matanzas, reabre con superior calidad en imagen y oferta; en calle Paraíso entre segunda y tercera, en el barrio Playa, se ubica Ciudamar, que ofrece servicios arrendados por la Empresa Agroindustrial Victoria de Girón.

El Decreto 35/2021 De la Comercialización de Productos Agropecuarios, publicado en la Gaceta Oficial número 49 de mayo de este año, alienta la creación de mercados de nuevo tipo, categoría que obtendrán los que garanticen elevado confort y calidad, explicó Llilddrey Torres Hernández, jefa de comercialización de la Delegación provincial de la Agricultura en Matanzas.

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Es el propósito garantizar satisfacción al consumidor con cultura del detalle, con productos de buena calidad bien beneficiados y empacados, algunos elaborados o semielaborados, y cada valor agregado además de responder a las exigencias del cliente estimulará las ganancias de quien los oferta, explicó.

La provincia cuenta en la red minorista de Acopio con 35 Mercados Agropecuarios Estatales (MAE) y 135 puntos de ventas, en esa red se concentra la estrategia de convertir establecimientos a la categoría de nuevo tipo por la infraestructura y las ofertas, añadió.

Además de dignificarse constructivamente y de mejorar la presencia de los productos y los dependientes con un uniforme y logo que comunique identidad, el negocio debe reunir 17 requisitos entre los que se incluye impulsar el comercio electrónico mediante ventas online y pago a través de la pasarela EnZona, argumentó.

Explicó la funcionaria que la nueva política establece que cualquier actor dentro de la comercialización puede arrendar un local para vender las producciones, en concordancia, establecimientos que la Empresa Acopio no puede reanimar constructivamente se arrendarán a empresas estatales y formas productivas.

Comentó Torres Hernández que ya manifestaron interés en el arrendamiento las empresas del Tabaco y la Agropecuaria Vladimir Ilich Lenin, para impulsar el proceso que pretende elevar el valor agregado de los productos agrícolas que se ofertan.

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Liván Izquierdo Alonso, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en Matanzas, Mario Sabines Lorenzo, Gobernador de la provincia, y Carlos Luis Naranjo, delegado de la Agricultura en el territorio, junto a otras autoridades políticas y gubernamentales participaron en la apertura de La Sonriente y Ciudamar con la nueva categoría.

Milagros Guerra Ricardo, primera cliente en La Sonriente este lunes, manifestó su disposición a comprar nuevamente en el mercado que para su satisfacción se ubica cerca de su hogar y muestra ahora superior imagen, variedad de ofertas y servicios; aguacate, piña y maíz degustarán hoy en su casa.

Este 23 de agosto en toda la isla se suscitan acciones que saludan el aniversario 61 de la Federación de Mujeres Cubanas, organización de masas dedicada a la defensa de los derechos de las mujeres, la lucha por su adelanto y participación en igualdad de condiciones que el hombre en todas las esferas de la vida económica, política y social del país.

Por Amanda Tamayo Rodriguez, Invasor

22 Agosto 2021


Foto: Amanda

Si pensáramos en el abastecimiento de la provincia como si fuera una gran mesa, el municipio de Morón sería un “glotón” con 70 000 bocas al que casi siempre otros tienen que darle de comer.

Yamilet Pardo Rivero dice lo mismo con otras palabras, desde la dirección de la Unidad Empresarial de Base de Acopio en Morón: “lo que aquí se produce no alcanza ni para abastecer al hospital”.

Por eso llegar en julio a 27.1 libras de productos agrícolas por habitante (tan cerca de las 30 per cápita que, en teoría, cumplen con una alimentación adecuada) es un alivio que tiene muchos kilómetros de viaje detrás, y muchos litros de combustible.

Claro está que el cálculo puede estar poniendo en su jaba los mangos que compró su vecina, porque no a todas las mesas llega lo mismo ni en la misma cantidad. El reparto de lo que llega a las naves de Acopio también incluye una variedad de, al menos, siete productos industriales (principalmente enlatados), las dietas médicas (cumplidas en la primera quincena con plátano, melón, mango y pepino) y el respaldo de un consumo social que nunca había sido tan elevado como ahora (a saber: Hospital, Hogar de Ancianos, Centro Médico Psicopedagógico y centros de atención al paciente COVID-19).

En los primeros 10 días de agosto ha primado la vianda sobre las tarimas, para ser exactos, variedades de plátano vianda, fruta y burro, con cifras totales de 8.2, 73.6 y 2.4 quintales (q), respectivamente. Unidos a los nueve q de boniato distribuidos dan una suma de 93.5 q, una cifra que tiene que “empinarse” en las estadísticas del resto del mes, porque dividida no alimenta todavía a un tercio de la población.

En hortalizas y frutas, la oferta se ha valido de la distribución de calabaza (6.8 q), melón (10.2 q) y mango (3.7 q). Completa la nómina de los productos principales una tonelada de maíz, en representación de los granos, cuya producción ha sido dificultosa en el pasado reciente.

A las carreras por traer desde otros municipios lo que se come aquí, ayuda la certeza de que cinco mercados agropecuarios son surtidos por los productores a los que han sido arrendados estos locales desde hace cinco meses, y, si bien la oferta no es mucho más variada en consecuencia, al menos es más estable.

Lo sabe Lian Figueras López, que ha vendido plátanos, col, melón y bolsas de jugo de mango desde las 8:00 antemeridiano hasta la 1:00 pasado meridiano todos estos días, en la placita que abastece Frutas Selectas, esquina Avellaneda y Serafín Sánchez. Por las tardes, de vez en cuando le toca descargar mercancía.

“Es una alternativa que hemos tomado”, dice al respecto Yamilet. “Intentamos surtir por las tardes para que en las mañanas ya esté el producto listo para vender. Hemos llegado a hacerlo hasta a las 10:00 de la noche”. Así “camina” uno de los componentes del complejo sistema, que también en carretillas y “punticos” de venta lleva lo mucho y lo poco que se come en Morón.

A pesar las limitaciones, Cuba continuó proceso inversionista en el sector de la construcción.

A pesar las limitaciones, Cuba continuó proceso inversionista en el sector de la construcción


La Habana, 23 ago (ACN) A pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia de COVID-19 y del recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, Cuba continuó con el proceso inversionista en el sector de la construcción, con prioridad en programas con mayor impacto social y económico.

René Mesa Villafaña, ministro de la Construcción, afirmó al periódico Granma que estos son el turismo, la seguridad alimentaria, la eficiencia energética, las energías renovables, la hidráulica, la salud, la industria biofarmacéutica y biotecnológica.

Se trabaja en la construcción de dos fábricas de cemento en Santiago de Cuba y en Nuevitas, Camagüey, obras de gran importancia para la economía y la sociedad cubanas, las que se encuentran en la etapa de cimentación, construcción civil en obras de infraestructura y objetos tecnológicos, donde participan fuerzas constructoras del sector radicadas en el oriente y centro del país, explicó.

De igual forma, señaló, se progresa en la reconversión tecnológica de Antillana de Acero, garantizando el montaje de nuevos equipos tecnológicos en la acería, el laminador 250 y la subestación eléctrica, lo que permitirá la recuperación de las capacidades de producción de barras de aceros, renglón importante para las construcciones en la Isla.

Continúa el avance de las obras que se relacionan con la soberanía alimentaria, en específico con el programa arrocero; en 2020 se entregaron cuatro plantas de secado y se trabaja en la terminación del montaje tecnológico de 14 plantas de secado de arroz y semillas para iniciar su puesta en marcha.

En el sistema de Labiofam concluyó el montaje tecnológico en Bioplaguicidas y continúan las labores en el montaje de estructura y clima en la Planta de Producción de Vacuna de Influenza Aviar, y de la nave en la Planta de Productos Inyectables, además de trabajar en el programa de alimentos y silos, recuperándose 12 posiciones de silos, dijo.

Mesa Villafaña comentó que en la Industria del camarón, en Camagüey, se ejecutan 10 estanques (cinco terminados y cinco en inicio) que han de concluir este año.

En la Industria de la Pesca, en Villa Clara, se encuentran terminados nueve estanques, en Cienfuegos 16, de ellos 10 con valor de uso, y se trabaja en el canal de desagüe y revestimiento. En Granma terminaron 17 estanques y en Guantánamo 12, pero para alevines, obras que concluirán este año.

El pasado calendario se reinició el programa creado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz para el desarrollo de plantas proteicas con el cultivo de la moringa y otras especies, que dan respuesta a la agricultura y a la salud de nuestro pueblo.

En este sentido, se remodelaron las instalaciones de la Entidad de Ciencia, Tecnología e Innovación (ECTI) Sierra Maestra, se trabajó en la recuperación de campamentos para fuerza de trabajo, en el desbroce en las hectáreas para siembra de plantas y en los suministros de elementos prefabricados en Pinar del Río, obras que continúan en el presente año, subrayó.

El Ministro alegó que en el programa de Salud se trabajó en la reparación y recuperación de las infraestructuras de centros hospitalarios y otros que garantizan las demandas de capacidades de aislamientos para los pacientes sospechosos y contactos directos de enfermos con la COVID-19.

En cuanto a la política de la vivienda, recordó que fue aprobada en 2018, y su implementación se inició en 2019.
Indicó que en los dos primeros años se terminaron 91 mil 863 viviendas, aunque no se cumplen los planes estatales (86 por ciento) y de los subsidios (85 por ciento).

En el programa de la rehabilitación de inmuebles se terminaron 57 mil 452 acciones, cumpliéndose el 93 por ciento de lo previsto.


Expresó que al cierre del primer semestre de este año, se acumulan atrasos significativos, al concluirse nueve mil 323 viviendas, que representan el 21 por ciento de un plan para ese periodo de 44 mil 652 moradas.

Sobre la implementación del ordenamiento monetario en el sector, el titular afirmó que posterior al día cero se trabajó en ordenar los precios de los materiales de la construcción, en especial del cemento, y en definir los temas relacionados con los subsidios de la vivienda.

Dentro de los principales retos está elevar la eficiencia del sistema empresarial, aprender a coexistir con las nuevas formas de gestión, incrementar la participación del capital extranjero en el sector, buscar alternativas a las limitaciones financieras y de suministros, además de dar prioridad a las exportaciones y a la sustitución de importaciones, sentenció.

¿Qué hacer con los Derechos Especiales de Giro (DEG) que recibirá el país?

Por Julio C. Gambina

En estos días, la Argentina acreditará en las Reservas Internacionales los DEG emitidos por el FMI, equivalentes a unos 4.355 millones de dólares. La decisión del Fondo remite a una emisión global de 650.000 millones de dólares, con destino en favorecer soluciones ante la emergencia de la pandemia. La mayor parte de la gigantesca emisión la recibirán los países capitalistas desarrollados, entre ellos, los principales socios del FMI. Como siempre, el Fondo reproduce ante las crisis la lógica de reproducción del orden vigente.

Son cuantiosos recursos para el salvataje del orden capitalista y por eso, en ese marco, resulta de interés discutir el uso de los DEG. Resalta a primera vista una afectación directa para fortalecer el presupuesto de salud, especialmente en todo lo relativo al COVID19. Pero también, debe aceptarse que por efecto de la pandemia se generaron impactos socio económicos que explican el agravamiento de la situación económico social de millones de personas. Remitimos al alza del empobrecimiento (45%) y la indigencia (10%), morigerada ésta por la masiva política social de complemento de ingresos a las personas más necesitadas.   

Los DEG, unos 4.355 millones de dólares, constituyen una cifra mayor a la oportuna recaudación por el aporte solidario o impuesto a las grandes fortunas, que recaudó aproximadamente unos 2.500 millones de dólares, con asignación específica según la ley (salud, educación, pymes, barrios populares, producción de gas). Algunos sugieren la reedición del “aporte solidario” ante la prolongación de la pandemia y sus efectos. Con el ejemplo de ese ingreso, recaudado por la AFIP, los DEG podrían asignarse con destino específico.

¿Qué destino?

El privilegio debiera orientarse a atender el fenómeno del empleo y la pobreza. Existe un mapa del territorio de la pobreza y de la población, realizado por el propio movimiento popular y asumido por el Estado. Algunas provincias avanzaron en mapeos específicos para identificar la territorialidad de la pobreza.

Todo ello constituye una base importante para potenciar un “Plan Nacional” que pueda atender con suficientes recursos una dinámica de producción y circulación de bienes y servicios.

Hay experiencia de organización de la producción y circulación económica de los sectores excluidos del mercado de fuerza de trabajo y que acrecientan la estadística de la pobreza y la indigencia.

El propósito del plan que sugerimos apunta centralmente a combatir la pobreza desde la generación de empleo, favorecido por la experiencia emanada de la economía social y popular, de autogestión y organización comunitaria, existente desde una inmensa red organizada por el movimiento popular en todo el país.

La propuesta sugerida sale al cruce de menciones de uso de los DEG para cancelar impagables deudas al FMI y al Club de París. Ese destino de los DEG supone el ingreso de fondos por una puerta giratoria, sin impacto en la cuestión esencial de atender la emergencia sanitaria y económica de los más desfavorecidos.

Resolver el problema del empleo y la pobreza demanda precisiones en la articulación de necesidades sociales insatisfechas y potencialidad de las capacidades humanas para resolverlas.

Alimentación y vestimenta, salud y educación, vivienda y recreación, entre muchas necesidades insatisfechas, al tiempo que existen millones de personas sin acceso al mercado de la fuerza de trabajo y si lo hacen, se realiza en condiciones de precariedad y transitoriedad, agravando las perspectivas de vida en el mediano y largo plazo.

Por ello es que puede organizarse (planificarse) la articulación de necesidades insatisfechas y potencialidad humano para atenderlas, e incluso si eso no fuera posible por las capacidades existentes en algún territorio, es siempre posible encarar un proceso de formación de capacidades y aptitudes para atender demandas concretas.

Ello impone destinar la totalidad de los DEG para atender estas necesidades, las que actuarán en una dinámica de recomposición de la actividad económica, favoreciendo empleo e ingresos para atender la cotidianeidad. Además, sería cumplir con el objetivo anunciado por el FMI, que apunta a resolver los problemas económico sociales generados desde la pandemia por el COVID19.

Cambiar la lógica del ingreso para reproducir objetivos de ganancias y acumulación capitalista

No se trata de resolver “ingresos” que se destinen al “mercado” dominado por el poder económico concentrado y extranjerizado.

La propuesta que sostenemos apunta a la transformación del orden económico y social, favoreciendo la disposición de “medios de producción”, especialmente “tierra” en manos de las organizaciones populares y sus experiencias autogestionarias, comunitarias, mutuarias o cooperativas.

Se sostiene recurrentemente que sin “inversión” resulta imposible el proceso de producción y reproducción del orden económico, y en ese sentido, se alude a la importancia de los “inversores privados”, locales o externos.

Lo que sostenemos en nuestra propuesta es acercar “recursos públicos” de magnitud suficiente para que los sectores de la Economía Popular accedan a fondos destinados a la utilización de medios de producción y asignaciones adecuadas de ingresos salariales para satisfacer al mismo tiempo la necesidad productiva y la del empleo con salarios adecuados y suficientes para superar la condición de pobreza.

Al mismo tiempo, el plan que sugerimos debe atender la “inversión pública” necesaria para la infraestructura barrial para el despliegue de esta dinámica de producción, junto a resolver las obras que viabilicen la salud, la educación pública y el hábitat para la mitad de la población empobrecida.

Pueden decir que los recursos no alcanzarían y es verdad, pero sería una forma de cambiar el eje del debate sobre cómo resolver el problema de la pobreza y el empleo.

Se trata de generar una dinámica de inversión que ponga el acento en el trabajo asociado para la generación de “soluciones” y, además, un excedente para la reproducción de la cooperación y satisfacción de necesidades de la mayoría empobrecida.

Ello significa cambiar el eje de la discusión favorable a la lógica de la ganancia por una a favor de satisfacer amplias necesidades de la sociedad.

Buenos Aires, 21 de agosto de 2021

 


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Julio C. Gambina
Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP
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