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lunes, 20 de septiembre de 2021

REESTRUCTURACION DEL SECTOR AZUCARERO. ¿AL FIN PRODUCIREMOS AZUCAR?

 Por Joaquín Benavides Rodríguez*

 El 9 de septiembre, Prensa Latina informo al mundo que el sector azucarero de Cuba adoptara una nueva estructura. Según el Presidente del Grupo empresarial AZCUBA, el cambio significara la creación de 57 empresas agroindustriales, lo cual posibilitara la unión en cada una de las empresas las entidades cañeras con las azucareras. Según la información la reestructuración favorecerá la siembra de caña y otras labores para disponer de mayor cantidad de materia prima y fabricar más azúcar y derivados.

 Los resultados de la producción azucarera gestionada por AZCUBA desde el 2011, en quien el país deposito la confianza de la recuperación de la Industria azucarera del País, que llego a ser en algún momento de nuestra historia una gran productora de azúcar de caña, y sin que quiera responsabilizar a nadie en particular, puede  calificarse de un desastre productivo y por ende económico.

 Al crearse legalmente, el País le entrego a AZCUBA 56 centrales azucareros y 750 mil hectáreas para el cultivo y la producción de caña. Con esos recursos se pueden producir anualmente no menos de 4 millones de toneladas de azúcar. La calificación de desastre la baso en que en el 2014, tres años después de creada, la producción de azúcar fue de 1,64 millones de toneladas; en 2015 fue de 1,74 millones; en 2016 fue de 1,69 millones y en 2017, último año en que conseguí encontrar estadísticas oficiales, la producción de azúcar fue de 1,58 millones de toneladas de azúcar. En 4 años, del 2014 al 2017 con los  recursos productivos en instalaciones industriales y de tierras suficientes para producir  16 millones de toneladas de azúcar, AZCUBA solo fue capaz de producir 6,65 millones de toneladas, el 42%.

 Acerca de que paso con las 750 mil hectáreas asignadas para el cultivo y la producción de caña, solo para un año pude encontrar cifras confiables, el 2016. En ese año se cosecharon 421 mil seiscientos hectáreas, el 56% de las tierras asignadas para el cultivo. Dato interesante, del total de hectáreas cosechadas, el sector estatal cosecho 4,8 mil hectáreas, el 1%. Y el sector no estatal cosecho 416,8 miles de has. el 99%. No me fue posible encontrar estadísticas oficiales, ni de la ONEI ni de AZCUBA, que me permitieran esclarecer a que se dedicaron las más de 300 mil hectáreas que supuestamente deberían ser dedicadas a producir caña. Sospecho, pero no puedo demostrar, que hayan estado infestadas de marabú y se hayan dedicado a producir carbón. Pero no tengo evidencias, solo sospechas.

 En mi opinión es una buena decisión la que se ha tomado de organizar nuevamente las empresas agroindustriales azucareras. Pero eso no bastara para hacer posible que nuestra industria azucarera comience a producir anualmente, con los medios y tierras a su disposición entre 3 y 4 millones de toneladas de azúcar. La estructura ayuda, pero no decide.

 Para producir 4 millones de toneladas de azúcar por año se necesitan no menos de 44 millones de toneladas de caña, y en el 2016 la producción de caña fue de 18.1 millones de toneladas. Y está claro, por lo menos para mí, que el déficit no va a estar en centrales, sino en caña para moler. Asumo que al constituir cada empresa agroindustrial los organizadores hayan cuidado que a cada empresa se le haya asignado la tierra  suficiente para producir la caña necesaria para la producción de azúcar y derivados que la fábrica  requiere moler, que le  permitan cumplir con sus compromisos comerciales y lograr rentabilidad.

 Y el déficit no será solo de caña, sino de dinero, o sea de financiamiento. Y el financiamiento tendrá que resolverlo AZCUBA. Ignoro cuanto es el costo actual de inversión a los precios actuales, incluido el de la fuerza de trabajo,  para fomentar una hectárea de caña y lograr que produzca en los primeros años entre 60 y 80 toneladas por hectárea. Conozco porque sembré caña con regadío hace muchísimos años, que hay que realizarle muchas labores a la tierra. Y el costo de inversión por hectárea no debe ser bajo. Si además se toma en cuenta que quizás más del 50% de la tierra a fomentar este en manos del sector no estatal (cooperativas y productores privados), se hará más difícil que el Presupuesto del estado pueda financiar esa inversión productiva. Sin tener en cuenta que la agricultura tiene gastos de fuerza de trabajo todo el año y la fábrica, contando el periodo de reparaciones, alrededor de 9 meses. Los ingresos se reciben a la venta del producto, principalmente exportándolo y durante el resto del tiempo hay que financiar los gastos.

 Esta industria no puede funcionar eficientemente sin un financiamiento especializado. Quizás esa sea una de las explicaciones de porque desde el 2011 en que se creó AZCUBA ha tenido tantas dificultades para salir adelante.  Debe de haber otras pero con toda seguridad esta sea una de ellas. No puede faltarle en ningún momento el dinero para pagar sus gastos, sea de salarios o de compras corrientes o de inversión. Una vez que le han aprobado sus gastos de inversión por AZCUBA la empresa tiene que tener financiamiento para pagar su gastos internos o de importación. No puede estar al tanto de si le entro o no le entro dinero. Tiene por supuesto que cobrar por todo lo que vende sin que se le demore el cobro, pero no puede estar esperando el ingreso por una mano para pagar por la otra. La función de la empresa tiene que ser producir azúcar o derivados eficientemente, no esperar por  alguien que le pague, endeudándose con los proveedores o los productores de caña porque le falta liquidez. Esa función de financiar a las empresas productoras podría ser una función que asuma centralmente AZCUBA.

 El Banco Central con la autorización del Gobierno debería crear una Institución Financiera No Bancaria dentro del esquema de AZCUBA. Si el Banco tuviera alguna preocupación de que se le vaya de las manos, pudiera encargar a uno de sus bancos comerciales que adquiera acciones como socio minoritario. Pero el negocio azucarero, porque la industria azucarera, además de una producción es un negocio, requiere financiamiento constante, tal como debería ocurrir también con otros negocios decisivos tales como el Turismo, la Biotecnología, el Níquel, el Tabaco y el Ron que pueden significar la vía para que el País pueda abrirse camino en esta etapa, en el mercado internacional.

 Si algo debe servir de experiencia de lo llevado a cabo en los años 90 del Periodo Especial, es el papel que jugaron las Instituciones financieras no bancarias, llamadas en aquella época Casas Financieras, en la reanimación de la actividad productiva empresarial y en su conexión con el mercado internacional. Lamentablemente solo se mantuvo operando RAFIN, como financiera del GAE y ahí están los resultados. FINTUR también logro sobrevivir, pero con facultades muy disminuidas. Yo recomendaría que AZCUBA estudiara a fondo cómo funciona el esquema financiero y productivo del GAE, que incluye a RAFIN como su entidad financiera no bancaria. Ha pasado la prueba del tiempo, y aunque el enemigo lo critica, y algunos que no lo son, también lo hacen por desconocimiento, se ha convertido en una fortaleza importante de nuestra economía. Ha aprendido a utilizar financiamiento extranjero y a administrar un importante sistema empresarial que abarca varias ramas de la economía.

 Las Instituciones financieras no bancarias no son bancos. Su dinero circula a través de los bancos, pero el banco donde tenga sus cuentas en moneda nacional y también extranjera debe respetarles sus saldos. El órgano de planificación no administra esos fondos. Fija su contribución al presupuesto. Cumplir con eso si tiene que ser prioridad. El compromiso con el País por encima de cualquier otra obligación de la empresa.

 AZCUBA pudiera comercializar productos de la industria azucarera cubana por valores superiores a los mil millones de dólares anuales. Con ello una buena administración financiera, no tendría mayores dificultades para garantizar la obtención de financiamiento de inversores extranjeros y también de bancos cubanos  para toda la actividad productiva de las 56 empresas agroindustriales; también de  las inversiones que les sean aprobadas para el desarrollo de esa importantísima industria. La Inversión Extranjera en la industria azucarera por sí sola, sería capaz de hacer renacer además de la actividad industrial de AZCUBA, también la del resto de la industria nacional, estatal y también privada que produce para ella, y en especial la agricultura cañera estatal, cooperativa y de pequeños productores privados, requeridos de financiamiento para invertir y con ello lograr altos rendimientos cañeros.

 Sería muy importante que al menos para las operaciones internacionales de importación y exportación de AZCUBA y también para las otras importantes exportadoras cubanas, el Banco Central lograra fijar una tasa oficial de cambio que fluctué diariamente para esas empresas, según el mercado internacional de divisas, de tal forma que estas empresas no tengan que operar con dólares, sino que al recibir divisas por sus exportaciones el banco se las cambia a la tasa del día y le deposita en CUP en su cuenta el resultado de las exportaciones. Asimismo, cuando requiera dólares u otra moneda extranjera para sus importaciones, le compra las divisas al banco a la tasa del día y transfiere al extranjero para pagar sus importaciones u otros pagos que tenga que realizar. El Banco, y también el Gobierno tendrían que garantizar que este esquema funcionara así. El Banco manteniendo una tasa oficial, que sea real para las empresas exportadoras tanto para vender divisas como para comprarlas y que siempre que las empresas vayan a comprar moneda extranjera a la tasa oficial, el banco tenga divisas para vendérselas. Las ¨gallinas de los huevos de oro¨ del País son sus exportadoras. Para no matarlas y perder los ¨huevos de oro¨, el Banco y el Gobierno tienen que cuidar esas ¨gallinas¨para que puedan comprar con su moneda nacional, a la tasa del día, las divisas que requieren para producir sus exportaciones.

 No tengo dudas de que con un esquema como este, nuestra Industria Azucarera puede llegar a producir entre 3 y 4 millones de toneladas  de azúcar anualmente,  a partir de los instalaciones industriales y las tierras asignados por el País a AZCUBA. Lograrlo se convertiría en un verdadero objetivo estratégico de la economía cubana

 20/09/2021

*Joaquín Benavides Rodríguez.   Ocupó el cargo de Jefe del Departamento económico del Comité Central (1977- 1980). El de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte


Y hablaron nuestras empresarias y empresarios estatales

Ellos tienen la responsabilidad de lograr que nuestras empresas socialistas alcancen verdaderamente un rol decisivo en el país.





No siempre han tenido la oportunidad de ser escuchados, menos aún de ser comprendidos, pero siempre han sido el “blanco” del tiro en esa feria en la que todos nos creemos en el derecho lanzarles pelotas de trapo y culparlos de casi todo lo malo que las empresas estatales producen, o no producen.

Nuestras empresarias y empresarios estatales, a los que también muchas veces se les llama “cuadros”, han vivido siempre como un perro caliente atrapado dentro de un pan, al que, a la vez, presionan los mismos que les exigen que sean ágiles, creativos e innovadores. Esos que exigen también deciden e imponen las reglas de juego que condena a los empresarios y empresarias a esa condición de “perros calientes”.

Existe, desde hace mucho, un gran debate sobre la calidad y las competencias de los empresarios estatales. La amplitud de esos criterios va desde aquellos que los consideran muy lejos de lo que un empresario debe ser hasta aquellos otros que identifican al empresario estatal con una especie de eslabón en una cadena de trasmisión.

Todavía recuerdo aquel encuentro de Fidel —con un grupo de empresarios/empresarias del turismo, creo—, en que se destacaban las habilidades y resultados de los gerentes extranjeros en los hoteles cubanos. En el encuentro, una compañera, cubana y empresaria, le planteó a Fidel que le permitieran a los/las empresarios/as cubanos las mismas libertades de acción que a los extranjeros. Ha corrido mucha agua por los contenes desde entonces, pero la esencia de aquel planteamiento sigue en pie.

Lo cierto es que una buena parte de esos/esas empresarios/as que nos parecen lentos, faltos de creatividad, poco innovadores, etc. en otros contextos, trasmutan casi de inmediato y les afloran cualidades para las cuales parecían genéticamente inhabilitados. Da la mismo que sea porque ingresan al llamado “sector no estatal” o porque se insertan en empresas de otros países. Está claro que no todos pasan la prueba, pero eso es común en cualquier contexto, no solo del cubano.

Pero no escribiré esta vez sobre nuestros/nuestras empresarios/as estatales, lo he hecho en otras ocasiones. Escribiré sobre ese encuentro muy necesario con el Presidente de la República, encuentro que ojalá se repita con frecuencia, pues escuchar a nuestros/nuestras empresarios/as estatales —los mismos que tienen la responsabilidad de lograr que nuestras empresas socialistas alcancen verdaderamente ese rol decisivo en el propósito de lograr un país próspero, sostenible y socialista— es fundamental. Sin ellas y ellos no será posible.

Tres intervenciones que escuché durante el encuentro mencionado, sobre las cuales merece la pena pensar:

– “Se debería prohibir a los empresarios hablar del bloqueo”

Durante casi tres décadas el bloqueo era un referente del contexto en el cual Cuba estaba obligada a vivir, pero sus efectos, al menos en términos económicos, eran amortiguados por “la ayuda fraternal y solidaria de la Unión Soviética” y por intercambios de bienes en condiciones favorables para Cuba. Todo cambió en 1990. El bloqueo apareció en casi toda su magnitud, haciendo doblemente difícil cualquier empeño. Esa es una realidad innegable, además de injusta. El bloqueo está ahí, es hoy el componente mas importante del contexto “especial” en el que Cuba tiene vivir.

Fue el General de Ejército Raúl Castro, en uno de sus discursos ya como Presidente del país, quien exhortó a no utilizar el bloqueo para justificar fallas y errores internos. Pero “hablar” del bloqueo es una cultura adquirida, aprendida y profundamente consolidada en el discurso no sólo de nuestros/nuestras empresarios/as. Es, casi siempre, el “segundo bocadillo obligado” de cualquier intervención pública de muchos de nuestros dirigentes, lo cual refuerza una cultura adquirida y fuertemente enraizada en todos.

Es cierto que los entornos o los contextos en que un país/organización/empresa tienen que desarrollarse no pueden ser cambiados a su voluntad. Casi siempre, hay que saber negociarlos cuando se puede. En el caso del bloqueo, la negociación no es posible. Se ha convertido en un parámetro de signo negativo que obliga a trabajar siempre por debajo de lo que se consideraría óptimo.

Pero lo decisivo en esta guerra no es el bloqueo, es la capacidad de potenciar las fortalezas que tenemos hoy. Son muchas las evidencias de cuán lejos estamos de hacerlo y esto, en buena parte, tiene que ver con someter a empresarias y empresarios estatales a restricciones que hace muchos años deberían haber sido barridas de nuestra realidad.

Al bloqueo se le pueden hacer muchos agujeros, tomémoslo como una oportunidad para innovar, crecer y potenciar esas fortalezas y no como la justificación de nuestros déficits.

– “Si pierdes el pequeño poder que te están dando estas medidas, si te lo dejas quitar, vuelvas a ser lo mismo de antes”

Se trata de un viejo dilema mejor resuelto en la teoría que en la práctica, el de la tantas veces mencionada autonomía empresarial.

Mis colegas especialistas en empresas han escrito centenares de documentos sobre esto. En el último Congreso de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba, celebrado hace varios años, fue uno de los temas principales y lo ha sido casi desde que surgió la Empresa Estatal Socialista. Fue un propósito malogrado en el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía, fue malogrado también en el Perfeccionamiento Empresarial, lo fue igualmente en la primera década de este siglo. No lo ha sido por falta de repetición y explicación de cuán necesaria es la autonomía de la empresa estatal y cuanto impacta la no autonomía en sus resultados.

A los académicos se nos ha pedido explicarlo muchas veces, desde hace varias décadas, y muchos colegas se han desgastado en ello, lamentablemente las explicaciones han quedado ahí y nuestras empresas estatales, así como también nuestras empresarias y empresarios han seguido sometidos a lo que los ministerios decidan.

Un ejemplo de la falta de autonomía: Imaginemos que un funcionario de alguna empresa estatal identifica una oportunidad de negocios con un inversionista de una empresa extranjera, entonces ese empresario debe ir al grupo negociador de su Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE), que es el primer “filtro”, luego esa decisión debe ser consultada con la dirección correspondiente de su Ministerio, hasta ahí todo ha salido bien, aunque ha tomado “unos días”. Logrados los “Oks” correspondientes, camina (el empresario o empresaria) entonces hacia el Ministerio de Comercio Exterior (MINCEX) y esa propuesta de negocios va a la Comisión de Evaluación de Negocios con Inversión Extranjera, integrada por otras seis instituciones gubernamentales, es agendada para algún momento y esa comisión recomienda entonces si el negocio procede o no, ¿cuán autónoma es esa empresa y ese/esa empresario/a? ¿cuánto tiempo perdido? ¿cuál es la imagen de esa empresa para ese futuro socio? ¿cuántas manos han intervenido en la gestión de la empresa? ¿cuánto demorará la constitución de un nuevo negocio, que trae capital fresco y tecnología a un país que los necesita de forma urgente, que está bloqueado y cuyas operaciones son perseguidas por todo el mundo? ¿Alguien sabe de alguno que haya echado a andar en menos de tres meses?

– “Es una necesidad la exportación, sin embargo, no estamos satisfechos porque existen mecanismos de interactuar para la exportación que realmente son obsoletos ya para los tiempos que estamos viviendo, y para las necesidades que tiene el país, tienen que dejarnos un poquito más la decisión a nosotros…Los negocios hay que hacerlos en el tiempo que llevan…”

Comercio exterior, exportaciones, inversión extranjera, internacionalización de las empresas cubanas, son esas, hoy en día, armas decisivas en la guerra que este país bloqueado tiene que librar. Son recursos esenciales para “negociar el contexto”, es lamentable que no les saquemos todo el provecho posible. ¿Cuánto más esos/esas empresarios/as estatales a los que se les exige que cumplan su rol deben seguir esperando?

Este es, sin dudas, el dilema del poder. Es una cultura heredada en la que mayor autonomía de las empresas se entiende como menor poder de los ministerios. Es también la respuesta desde los ministerios al hecho real de que cuando una empresa falla, se entiende que es responsabilidad de esos ministerios y ellos tienen que rendir cuentas al respecto. Es la cultura en que hemos vivido por más de 60 años. Poco tiene que ver con las personas que trabajan en esas organizaciones y que seguro son tan buenos/as cubanos/as como el que más. Pero es también una construcción burocrática, que trasciende a las personas y adquiere vida propia; la burocracia sabe defenderse, lucha no solo por sobrevivir, sino por ser decisiva y aparecer como imprescindible.

Esta debe ser como la quinta temporada de esa gran telenovela que ha sido la transformación/modernización/perfeccionamiento de nuestro sistema empresarial, todas las anteriores no tuvieron finales felices, quizás porque los protagonistas — nuestras empresarias y empresarios— no tuvieron la posibilidad de discutir el guion, quizás porque no fueron bien escuchados. Hoy tienen otro contexto ante sí y tendrán que desprenderse de aquella cultura e imponerse a prácticas de “ordeno y mando”, aun cuando la ley que debe respaldarlos esté esperando en la agenda.

Ojalá que está vez la historia no se repita.

Cuba y Vietnam suscriben acuerdo para el suministro y distribución de 5 millones de dosis de la vacuna Abdala (+Fotos)

 

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La Habana, 20 sep (ACN) Como parte de los convenios de colaboración en materia de biotecnología y salud, Cuba y Vietnam firmaron hoy un acuerdo para el suministro y distribución de la vacuna Abdala contra la COVID-19 en esa nación asiática.

A la rúbrica del documento en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), de esta capital, asistieron Nguyen Xuan Phuc, presidente de la República Socialista de Vietnam y miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de ese país, y José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública de Cuba.

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Este primer contrato, firmado por Marta Ayala Ávila, directora general del CIGB, y Nguyen Dang Hien, director del Centro de Investigaciones de Productos Biológicos y Vacunas (POLYVAC), de Vietnam, establece la compra, en un primer momento, de cinco millones de dosis del inmunógeno.

El mandatario vietnamita, de visita oficial en Cuba, conoció de primera mano los avances de Cuba en materia de biotecnología, durante una presentación de los principales resultados del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma).

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Eduardo Martínez, presidente de esa entidad, expuso que este sector tiene una experiencia de más de 30 años y fue creado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien consideraba que el futuro de la nación tenía que ser de hombres de ciencias y para desarrollarse plenamente se debían crear instituciones científicas en todo lo largo y ancho del archipiélago cubano.

La biotecnología cubana tiene un reconocimiento internacional y está conformada por 32 empresas, 21 entidades para la ciencia y técnica, así como 80 líneas de fabricación de productos, destacó.

Significó, además, que la nación antillana tiene una amplia presencia internacional en países del mundo entre ellos Vietnam, con alianzas estratégicas con diversas empresas farmacéuticas de ese territorio.

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Martínez señaló que, en medio de la actual pandemia, la mayor de las Antillas logró desarrollar 27 productos contra el SARS-COV-2, coronavirus causante de la COVID-19, de los cuales 17 ya tienen aprobado su uso en el país, a la vez que se crearon cinco candidatos vacunales contra ese agente patógeno, tres de los cuales tienen el autorizo de emergencia.

Dijo que en la actualidad esa institución tiene importantes investigaciones para la fabricación de fármacos contra el cáncer, el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas y del infarto cerebral, entre otros.

Estos son proyectos en los cuales pudiéramos trabajar de conjunto con las empresas farmacéuticas vietnamitas, expresó el presidente de BioCubaFarma.

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Asimismo, comentó que se construye un importante complejo biotecnológico en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, el cual será el más grande de su tipo en la región y un referente internacional en la producción de disímiles medicamentos.

El pasado 18 de septiembre el CIGB informó que la agencia reguladora de medicamentos de Vietnam aprobó la importación y uso de emergencia de Abdala.

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Desde hoy nuevos actores económicos abren mayores expectativas en el desarrollo de Cuba

 

 
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La Habana, 20 sep (ACN) Como un hecho sin precedentes en estos años de Revolución, y con muchas expectativas por los nuevos negocios que se abran para bien de la gente y del país, se considera el inicio -desde hoy - del proceso de creación de las Micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) estatales y privadas y de las Cooperativas No Agropecuarias (CNA).

Socios potenciales son los más de 600 mil cubanos con licencia de Trabajador por cuenta propia, quienes al igual que otros compatriotas que lo deseen a partir de ahora podrán hacer su correspondiente solicitud amparados por los Decretos-ley 46 y 47, del Consejo de Estado, publicados hace un mes en la Gaceta Oficial de la República y en vigor desde este lunes.

Principalmente a través de la Plataforma de Actores Económicos (PAE), cuyo enlace es https://pae.mep.gob.cu , desde un teléfono o computadora, lo mismo en la casa que en un Joven Club de Computación y Electrónica, la persona en cuestión comenzará a hacer los trámite, en su mayoría on line y para los que existen en total un máximo de duración de 25 días.

Leer más: 

Verónica Rives Amaro, una de las especialistas del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) inmersa en los preparativos del proceso junto a un equipo de trabajo y de instituciones bancarias, tributarias y notariales, entre otras, aseguró a la Agencia Cubana de Noticias que es bien alta la expectativa alrededor de la constitución y funcionamiento de las MYPIMES y CNA,llamadas a junto a la empresa estatal socialista a dinamizar la economía.

Así lo evidencian las preguntas y consultas hechas por más de tres mil personas desde que se publicaron las normativas, y breves sondeos o encuestas del MEP, acotó.

Un canal digital bajo el nombre de Actores Económicos, el correo electrónico actoreseconomicos@mep.gob.cu y conferencias por el Canal Educativo han servido para brindar a la población amplia información, y con un lenguaje sencillo explicar los detalles del proceso y los procedimientos, la documentación requerida, los modelos de planillas que desde hoy deberán llenarse y enlaces hacia las regulaciones jurídicas y sitios web de las entidades participantes.

Esas y otras acciones de acompañamiento por los organismos involucrados han sido necesarias por lo novedoso y complejo de esta tarea, que sin dudas se irá perfeccionando y transcurrirá de manera ordenada y gradual, incluso en esta etapa inicial –en aras de organizarnos- se priorizará la creación de las MYPIMES y CNA asociadas a un grupo de actividades de suma importancia, señaló Rives Amaro.

Una primera convocatoria indica constituir principalmente las que se dedicarán a la producción de alimentos, a la exportación de bienes y servicios, a los proyectos de desarrollo local, a la economía circular o de reciclaje, a los negocios de base tecnológica y a los incubados en los Parques Científico-Tecnológicos, como el de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) y el de la Universidad de Matanzas, puntualizó la especialista.

Aun cuando muchos socios tienen la experiencia de haber sido trabajadores por cuenta propia, por el hecho de ahora convertirse en persona jurídica se enfrentarán a asuntos para ellos novedosos y complejos.

Entre estos, llevar la contabilidad, elaborar el objeto social, el aporte del capital social, los costes del proceso de constitución con los impuestos en sellos, y hasta la denominación de la MIPYME o CNA, que no debe coincidir con la de otra entidad y para lo cual se sugiere consultar el sitio de la Oficina Cubana de Propiedad Industrial.

Por ello recomendamos que además de buscar en los Bufetes Colectivos y en las consultorías jurídicas asesoramiento en este campo, también concurran a entidades consultoras económicas y financieras como CANEC S.A. o Interaudi, o a las direcciones provinciales o municipales de Economía y Planificación.

A su vez en las últimas semanas -y meses- la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) en los territorios ha realizado acciones de superación para los nuevos emprendedores, máxime cuando junto a la empresa estatal socialista están llamados a contribuir al desarrollo del país, y como dicen las leyes en igualdad de condiciones.

A mediados de agosto pasado, el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez visitó en la capital dos emprendimientos preparados para, al amparo de la nueva legislación, convertirse en micro, pequeñas y medianas empresas y en cada uno evaluó el aporte que darán a proyectos de desarrollo local y a procesos de encadenamientos productivos entre formas no estatales de gestión y entidades estatales.

Estos fueron VéloCuba, proyecto comunitario de ciclomovilidad, especializado en reparación, restauración, mantenimiento y renta de bicicletas, en La Habana Vieja; y Abdimensional, una iniciativa de fabricación digital a partir de impresiones en 3D (tercera dimensión) que debe adquirir personalidad jurídica como una microempresa privada, y cuyo líder es el joven Abel Bajuelos Rizo, en el municipio de Playa.