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jueves, 2 de diciembre de 2021

Crisis económica y covid desafían políticas cubanas sobre adultos mayores


Según lo previsto, hacia 2030 la proporción de personas de 60 años y más, sobrepasará el 33 % de la población.




Una adulta mayor carga una bolsa con alimentos, tras salir de un agromercado, en el municipio Centro Habana, en la capital de Cuba, mientras otros clientes aguardan para poder ingresar a hacer su compra.

Foto: Jorge Luis Baños/IPS

La Habana, 2 dic.-  Con 70 años, María Milagros enfrenta sola sus labores domésticas y hasta aumenta sus ingresos mensuales con el cuidado de niños y una que otra “costurita”. “Para mí, lo difícil es conseguir la comida. Son horas de cola, de pie, a veces al sol, para comprar pollo u otro producto que vendan cerca de mi casa”, cuenta.

¿Pero no se supone que las personas mayores tienen derecho a pasar sin cola (fila)?, le pregunta IPS. “Bueeeno”, dice, alargando la e como para pensar su respuesta. “Para lograr un turno de las personas vulnerables hay que llegar a las siete de la mañana o antes inclusive. Si llegas tarde, pierdes la oportunidad”, explica la mujer, que optó por identificarse solo por su nombre compuesto.

El desabastecimiento alimenticio y de medicamentos, que se arrastra desde 2019 y el encarecimiento de los precios que siguió al proceso de unificación de la moneda iniciado en enero de este año, impactan el diario vivir de toda la población cubana, aunque el rigor aumenta en el caso de los adultos mayores.

“Nosotros necesitamos más medicinas que el resto de las personas y en la farmacia de mi barrio quitaron la cola de vulnerables, porque dijeron que muchos alegan dolencias que no tienen”, añadió María Milagros, quien dio por terminada la charla, no sin antes añadir: ¡Es que en este país los viejos somos muchos!

Las estadísticas le dan razón a esta mujer que diálogo con IPS mientras esperaba hacer su compra. De entre los 11,2 millones de habitantes en Cuba, 2 328 344  tenían 60 años o más, según los datos oficiales de 2019. De ese total, 1 080 083 eran hombres y 1 248 261, mujeres.

Se prevé que hacia 2030, la proporción de personas de 60 años y más, sobrepase 33 % de la población. Este panorama de cambios profundos en la estructura por edad incidirá directamente en las necesidades y demandas sociales, económicas, de empleo y culturales de la población.

Salvo los momentos de cuarentena por la covid, es frecuente ver adultas mayores haciendo sus compras y suelen quedar expuestas a la decisión del organizador de las concurridas filas.  “Los turnos se acabaron abuela, venga mañana antes de las siete de la mañana”, me dijeron sin escuchar mis razones”, se quejó Raquel Fajardo, de 72 años.

“Cuando volví ya no había aceite….Eso pasa a cada rato. No contraté servicio de mensajería, porque la bodega donde tengo mi libreta de abastecimiento me queda cerca.

“Hay que abandonar el paradigma de la dependencia y pasar al de la interdependencia, donde todos aportan experiencia, trabajo, energía, bienestar. En este proceso es fundamental escuchar las propuestas de las personas mayores, que ellas digan lo que desean y aporten al debate”: Rosa Campoalegre.

El problema se produce sobre todo en las tiendas donde antes se compraba en CUC (peso convertible eliminado con la unificación monetaria) y ahora es en pesos, pero de manera regulada.

En estos casos, para obtener un turno de compra hay que presentar la cartilla de racionamiento alimenticio y el carnet de identidad, disposiciones que intentan evitar el acaparamiento y posterior reventa en el mercado informal.

Es en esos establecimientos y en los de venta en moneda extranjera mediante tarjetas bancarias, es donde actúan los “coleros”, que venden el lugar en las filas, y los revendedores. Estos últimos se benefician cobrando tres o cuatro veces más por los productos más escasos como aceite, pollo o detergente.


Un grupo de clientes, la mayoría de ellos adultos mayores, esperan en el exterior de una farmacia, en un barrio de La Habana, en Cuba.

Cuba importa entre 70 y 80 % de los alimentos que consume y mantiene la distribución racionada de una canasta básica de productos. Como esta resulta insuficiente para cubrir las necesidades del mes, la familia debe recurrir a los mercados cuyos precios son más altos, aunque igualmente escasos en ofertas actualmente.

Analistas estiman que los bajos ritmos de crecimiento de la economía en los últimos años y la contracción de 13 % del producto interno bruto (PIB) de 2020 y hasta el 30 de septiembre, han influido en el aumento de las condiciones de vulnerabilidad y la precarización de la vida de jubilados y pensionados y, en general, de vastos sectores sociales.

El reordenamiento monetario iniciado en enero, que entre otras acciones incrementó precios mayoristas y minoristas, suprimió un conjunto de subsidios, aumentó las tarifas de los servicios y elevó salarios y pensiones, coincidió con el desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad.

La combinación de tales factores en medio de la pandemia de covid y el recrudecimiento del embargo estadounidense provocó una inflación por encima de 60 %, y con precios siete a 10 veces superiores a los oficiales que han disminuido el poder adquisitivo de las familias.

Estas tensiones económicas se suman a las creadas por la covid y desafían las políticas de cuidado y protección de los adultos mayores.

“El cuidado es un derecho universal que tiene que ver con el bienestar material y a los adultos en situación de vulnerabilidad social hay que darles una atención diferenciada”, valoró a IPS la socióloga e investigadora Rosa Campoalegre.

En este sentido, el anteproyecto de Código de Familias incluye preceptos que se corresponden con el artículo 88 de la Constitución aprobada en 2019 para garantizar a este segmento de la sociedad cubana el ejercicio pleno de sus derechos, además de promover su integración y participación social.

Entre otras novedades, este documento que próximamente será sometido a consultas ciudadanas y posteriormente a referéndum, propone facilitar a este sector vulnerable el acceso a las actuales tecnologías de la información, para lo cual se debe reducir la complejidad en su uso, tanto en dispositivos como en aplicaciones.


Personas de la tercera edad practican ejercicios al aire libre, en un céntrico parque, en Un grupo de clientes, la mayoría de ellos adultos mayores, esperan en el exterior de una farmacia, en un barrio de La Habana, en Cuba.

“Con ello estaríamos a tono con los derechos que propugnan las leyes más actuales sobre Protección a las personas adultas mayores”, especifica un análisis sobre el tema de la experta Noadis Milán Morales que circula en las redes sociales.

Cuba dispone desde 1996 de un Programa Nacional de Atención Integral al Adulto Mayor, que garantiza una atención de salud ajustada a las necesidades de esas personas y lograr que vivan una vejez activa y saludable. Así mismo, fomenta su inclusión en las tareas económicas, políticas y sociales, y el empleo mayoritario de las personas aptas para trabajar.

Al respecto, la socióloga Campoalegre considera que Cuba debe pasar de una sociedad que cuida a una sociedad del cuidado.

“Hay que abandonar el paradigma de la dependencia y pasar al de la interdependencia, donde todos aportan experiencia, trabajo, energía, bienestar. En este proceso es fundamental escuchar las propuestas de las personas mayores, que ellas digan lo que desean y aporten al debate”, especificó.

A su vez, un estudio de profesionales de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana,  realizado en un policlínico de la capital,  asevera que el envejecimiento demográfico en la nación caribeña “implica grandes retos y transformaciones en las estructuras sociales, económicas y culturales”.

Y determina que “estos cambios demográficos contemplan, a la vez, la necesidad de una adecuada preparación, donde se garanticen mejores condiciones para una sociedad envejecida”.

ED: EG

La variante ómicron expone el fracaso de depender “solo en vacunas” para combatir el COVID-19


En la medida en que los Gobiernos de Trump y Biden tenían un plan para combatir el COVID-19, más allá de alcanzar la inmunidad colectiva permitiendo la propagación masiva del virus en la población, se basaba en la concepción de que el desarrollo de la vacuna sería una “solución mágica” que permitiría controlar la pandemia.


El presidente Joe Biden habla sobre la variante ómicron del COVID-19 el 29 de noviembre de 2021 en Washington (AP Photo/Evan Vucci)

Desde el comienzo de la crisis a inicios de 2020, cuando Trump seguía siendo presidente, la élite corporativo-financiera se opuso a la implementación de las medidas de salud pública que los epidemiólogos y los virólogos promovían para bloquear la transmisión del virus. Fue solo bajo la presión de los trabajadores que se enfrentaban a una expansión rápida del SARS-CoV-2 en sus fábricas, incluyendo en la industria automotriz y los frigoríficos, Washington y varios Gobiernos estatales y locales accedieron temporalmente a las demandas de implementar confinamientos y distanciamiento social. No obstante, apenas el Congreso aprobó el rescate multibillonario a los bancos y las corporaciones (la Ley CARES) en marzo de 2020, la prensa instigó una campaña para acabar con las medidas de salud pública.

Amparados por la insidiosa consigna de que “la cura no puede ser peor que la enfermedad”, es decir, que combatir el COVID-19 no puede hacerse a expensas de la acumulación de la riqueza privada, los negocios fueron prematuramente reabiertos. Alegando sin evidencia que los jóvenes eran inmunes al virus, los llamados a reabrir las escuelas pronto se volvieron en el grito de guerra de todas las fuerzas que exigían una reapertura completa de la economía y un “regreso a la normalidad”.

A pesar de que la tasa de muertes aumentó sin tregua a lo largo de la segunda mitad de 2020, le garantizaron al público que el desarrollo de las vacunas pondría fin a la pandemia en EE.UU.

La producción de vacunas efectivas por parte de Pfizer y Moderna a fines de 2020 fue aclamada universalmente como la esperada panacea que demostraría que las medidas de salud pública ya no eran necesarias.

En una rueda de prensa el 13 de noviembre de 2020 sobre la iniciativa de vacunación contra el COVID-19, llamada “Operación Warp Speed”, Trump, incluso cuando preparaba un golpe de Estado para anular los resultados de la elección presidencial, declaró: “Esta Administración no implementará, en ninguna circunstancia, no implementará un confinamiento”.

La insurrección del 6 de enero de 2021 fracasó y Biden asumió el cargo exactamente dos semanas después. Pero el fracaso de la intentona golpista de Trump no produjo un cambio en el enfoque del Gobierno estadounidense para combatir el COVID-19. La estrategia de la “solución mágica” no solo continuó, sino que se intensificó la campaña para reabrir la economía y obligar a los jóvenes a regresar a las aulas. Y se hizo caso omiso a toda la evidencia de que los jóvenes no eran inmunes al COVID-19 y que las escuelas serían una importante fuente de transmisión viral.

Incluso el uso de las mascarillas, una medida de salud pública crítica para frenar la transmisión viral, fue abandonado. La agencia gubernamental con la principal responsabilidad de dirigir la lucha contra el COVID-19, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) retrasó el reconocimiento de que el SARS-CoV-2 se propaga en forma de aerosol o diminutas partículas aéreas del virus. A mediados de mayo de 2021, justo cuando comenzaba un nuevo y desastroso aumento de contagios, el Gobierno de Biden anunció que pondría fin al uso obligatorio de mascarillas.

La estrategia de depender únicamente en las vacunas ha sido promovida por tanto los Gobiernos de Trump y Biden como los intereses financieros y corporativos que dictan la política, y lo han hecho por tres malas razones.

En primer lugar, se conforma completamente con los intereses económicos de la élite corporativa y financiera supuestamente volviendo innecesarias las medidas agresivas de salud pública que afectarían sus ganancias empresariales.

En segundo lugar, es esencialmente una solución nacional, que en última instancia podría utilizarse como una herramienta para fortalecer la posición de la clase gobernante estadounidense en relación con sus principales rivales geoestratégicos.

En tercer lugar, es un enfoque pragmáticamente simplista e individualista que no requiere una respuesta social amplia y coordinada a la pandemia.

Los científicos y expertos de la salud pública han advertido repetidamente que el énfasis exclusivo en las vacunas no pondría fin a la pandemia. Si bien las vacunas son un arma poderosa para combatir el SARS-CoV-2, su efectividad depende al final de ser utilizadas dentro del marco de una estrategia global, no nacional, de salud pública que busque la eliminación y erradicación del virus. Fuera de dicha estrategia, las vacunas no pueden lograr más que mitigar la propagación del virus mientras se expone al peligro de nuevas variantes que socaven las defensas limitadas ofrecidas por las vacunas existentes.

Estas advertencias fueron trágicamente confirmadas por el descubrimiento de la nueva variante ómicron. Además de ser más infecciosa, ómicron es una cepa mucho más evolucionada que la original, lo que significa que las vacunas existentes serán menos efectivas. El martes por la mañana, el Financial Times publicó una entrevista con el director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, quien advirtió: “No existe ningún mundo, considero, donde [la efectividad] sea del mismo nivel… que teníamos con la [variante] delta”.

Bancel añadió, “Creo que va a ser una caída material” en efectividad. “[T]odos los científicos con los que he hablado… dicen como ‘esto no va a ser bueno’”. Dijo que los científicos no esperaban que apareciera una variante tan mutada por al menos uno o dos años más.

Es decir, la variante ómicron aumenta el peligro de que toda la pandemia vuelva al punto de partida. Y si no es la variante ómicron, será otra.

La aparición de la cepa ómicron ha expuesto las consecuencias catastróficas de la política nacionalista de Estados Unidos, así como de los otros principales países capitalistas, a la pandemia. En su entrevista con el Financial Times, Bancel hizo una declaración reveladora en respuesta a aquellos que han criticado a Moderna por no hacer los suficiente para distribuir las vacunas globalmente. “Esa fue principalmente una decisión política de los países ricos”, dijo. “En EE.UU., nos dijeron que no teníamos opción más que entregarle el 60 por ciento de nuestro producto al Gobierno estadounidense”.

Esta estrategia de la “Fortaleza EE.UU.” en materia de vacunas en un solo país se topa ahora con el hecho de que la pandemia es una crisis global que no puede resolverse a escala global. La nueva cepa evolucionada que parece haberse originado en Sudáfrica, donde un diminuto porcentaje de la población cuenta con el esquema completo de vacunas, se expandió rápido por todo el mundo.

Incluso dentro de EE.UU., la clase gobernante se enfrenta a la resistencia a vacunarse de una sección sustancial de la población. Menos del 60 por ciento de la población estadounidense se encuentra completamente vacunada. En Míchigan, el epicentro actual de la pandemia en EE.UU., menos del 55 por ciento de la población cuenta con la pauta completa de vacunación.

Es muy fácil e inútil atribuir la negativa de un gran porcentaje de la población a vacunarse al retraso y la ignorancia. Sin duda, la pandemia ha arrojado una inquietante luz sobre los problemas culturales profundo y malignos de EE.UU. Pero la tarea de la educación social se ve socavada por el Gobierno y la prensa, que lejos de intentar educar al público han suprimido incansablemente el conocimiento científico y divulgado mentiras y desinformación.

Incluso tras la aparición de la variante ómicron, el Gobierno buscó minimizar inmediatamente los peligros. Biden ofreció frente a la prensa una garantía vacía de que todo va a estar bien. Rechazó explícitamente la implementación de confinamientos o cualquier otra medida de salud pública para contrarrestar la nueva amenaza. ¡No puede permitir que nada se interponga en la primordial —para Wall Street— época de compras navideñas!

Por dos años, la respuesta a la pandemia se ha visto subordinada a los intereses de la clase gobernante. Millones de vidas ya fueron sacrificadas frente al altar de las ganancias.

Por ello, la pandemia no es meramente una cuestión médica. Ni es una cuestión de suplicarles a los Gobiernos para que adopten una política distinta, dado que las acciones de los Gobiernos están definidas por los intereses de clases que representan.

La variante ómicron deja en claro que no hay una estrategia viable para detener la pandemia y salvar millones de vidas más sin una estrategia de eliminación global y erradicación. Esto requiere y conlleva la combinación de la producción y distribución global de vacunas con todo el arsenal de medidas de salud pública: la suspensión de las clases presenciales en las escuelas, el cierre de la producción no esencial, las pruebas masivas y el rastreo de contactos, y el aislamiento seguro de los individuos infectados.

Sin embargo, la implementación de esta estrategia exige el desarrollo de un movimiento social masivo en la clase obrera. La respuesta al virus debe ser tomada fuera de las manos de la clase gobernante. En cada lugar de trabajo y fábrica, en EE.UU. e internacionalmente, se deben construir comités de base para implementar el cierre de las instalaciones inseguras y de las escuelas para frenar las clases presenciales. En los lugares de trabajo que permanezcan abiertos, los comités de base deberán controlar las condiciones laborales y garantizar que los trabajadores estén protegidos.

El desarrollo de un movimiento de masas contra las políticas criminales de los Gobiernos capitalistas requiere la educación de los trabajadores y jóvenes sobre la naturaleza de la pandemia. La Investigación Mundial de los Trabajadores iniciada por el World Socialist Web Site desempeñará un importante papel en el impulso social y político para la movilización y la intervención de la clase obrera en la lucha por poner fin a la pandemia.

La aparición de la variante ómicron y su rápida propagación en todo el mundo demuestran la urgencia de la Investigación y la estrategia avanzada por el WSWS en su webinario del 24 de octubre de 2021, como cimientos de la lucha por finalizar la pandemia.

1. El blanco del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID19, no son los individuos, sino sociedades en su conjunto. El modo de transmisión del virus va en dirección de alcanzar contagios masivos. El SARS-CoV-2 ha evolucionado biológicamente para infectar a miles de millones, matando a millones en el proceso.

2. Por ende, una estrategia efectiva debe basarse en la eliminación del virus en todos los continentes, en cada región y en cada país. No existe ninguna solución nacional efectiva a esta pandemia. La humanidad, de todas las razas, etnicidades y nacionalidades debe enfrentar y superar este desafío a través de un esfuerzo vasto colectivo, verdaderamente desinteresado y global.

3. Las políticas perseguidas por prácticamente todos los Gobiernos desde el comienzo de la pandemia deben ser rechazadas. No se debe permitir que continúe la subordinación de aquello que debería ser una prioridad incuestionable de toda política social —la protección de la vida humana— al afán de lucro de las corporaciones y la acumulación de la riqueza personal.

4. La iniciativa para tomar un giro decisivo hacia una estrategia dirigida hacia la eliminación global debe venir de un movimiento socialmente consciente de millones de personas.

5. Este movimiento global debe estar informado sobre las investigaciones científicas. La persecución de científicos, muchos de los cuales trabajan bajo la amenaza de perder sus medios de vida e incluso sus vidas, debe acabar. La eliminación global del virus exige la alianza funcional y más estrecha entre la clase obrera —la gran masa de la sociedad— y la comunidad científica.

Llamamos a los trabajadores y jóvenes a que expandan el trabajo de la Investigación y la circulación de sus hallazgos lo más ampliamente posible. Apelamos a los científicos y todas las personas activas en la salud pública para que ofrezcan información y asistencia profesional para avanzar el trabajo de la investigación.

Hacia estos objetivos, contacta el WSWS.

(Publicado originalmente en inglés el 30 de noviembre de 2021)

Listos hoteles de La Habana para el turismo de eventos

 

Listos hoteles de La Habana para el turismo de eventos

La Habana, 2 dic (ACN) Emblemáticos hoteles de La Habana se alistan para acoger en sus salones a parte de los 160 eventos nacionales e internacionales planificados en Cuba para el año entrante, ofreciendo servicios de excelencia y acorde a las características de la nueva normalidad.

El Hotel Nacional de Cuba se prepara para ser sede de la IV Cumbre Iberoamericana de Turismo Accesible del 15 al 17 de este mes, una oportunidad para refrendar su condición de excelencia en el segmento de eventos, a lo que se une su calificación de accesibilidad a personas con discapacidad, siendo el primero del país que la alcance.

Sandra Jiménez, su directora de Ventas, explicó que para ese fin los espacios de la entidad hotelera, fundada en la década del 30 del siglo pasado, han sido objeto de reparación y mantenimiento para también adaptarlos a los nuevos protocolos de bioseguridad.

Las ocho salas del hotel Melía Habana, en el municipio Playa, acogieron diferentes eventos híbridos durante la crisis sanitaria producto de la COVID-19, lo que sirvió de experiencia para cumplir los protocolos sanitarios, una vez reanudado el turismo en el país, aseguró José Negrín, su jefe de Ventas.

Explicó durante un recorrido de la prensa por el recinto que fueron rehabilitados los espacios y modernizada la tecnología utilizada en las reuniones, cuyas tarifas oscilan entre siete mil y diez mil pesos por día.

Listos hoteles de La Habana para el turismo de eventos



Por otra parte el céntrico hotel Tryp Habana Libre, propiedad del Grupo Hotelero Gran Caribe y administrado por la empresa española Meliá, también pretende en la etapa pospandemia consolidarse en la realización de congresos gracias a sus tres salones y espacios al aire libre como la terraza y el área de la piscina, locales organizados para prestar servicios en la etapa actual.

En tanto, el cinco estrellas Iberostar Parque Central, en pleno corazón de La Habana Vieja, se distingue en el segmento de reuniones por ser uno de los pocos hoteles de la capital que ofrece servicio de catering (suministro de alimentos y bebidas) fuera de sus instalaciones.

Más de 230 intercambios y congresos tendrán lugar en entidades hoteleras de la mayor de las Antillas en los dos próximos años, según el Calendario de Eventos 2022-2023.

Los interesados en el turismo de reuniones tras la crisis sanitaria tendrán a Cuba como destino competitivo por las garantías de seguridad con el cumplimiento de los protocolos sanitarios y un servicio personalizado, además de trabajadores capacitados.


A ello se suma, la estabilidad epidemiológica de la nación caribeña, con más del 80 por ciento de su población vacunada contra la COVID-19 a través de los inmunógenos propios.

 
Listos hoteles de La Habana para el turismo de eventos

Del Amazonas al Rio La Plata

 


La prensa ha narrado en diversas ocasiones la historia del viaje del  Che y su compañero Granados por tierras amazónicas. Es conocida en particular, el episodio de la visita a un leprosorio y la construcción de una balsa para cruzar el rio.

Hay un aspecto, sin embargo que no ha tenido difusión. Vale la pena referirlo como muestra de las inquietudes científicas de Che. Durante un consejo de Dirección del Ministerio de Industrias se suscitó una discusión sobre el Amazonas. Se originó en unos comentarios sobre el viaje a Brasil de un técnico del mencionado organismo.

La disquisición condujo a una mini polémica sobre las fuentes del gran rio, que los participantes ubicaban en lugares distintos. Che permaneció callado hasta que consideró oportuno terciar en la discusión que ya adquiría tintes bizantinos.

Fue entonces que explicó que junto con un amigo había intentado demostrar que en época de lluvias las cuencas fluviales sudamericanas se comunicaban de tal modo que resultaba posible navegar a través de ellas desde el Amazonas hasta el rio La Plata. La balsa de que disponían serviría para tal propósito, pero su naufragio lo impidió.

Hace pocos años se conoció la noticia de que finalmente se había realizado esta proeza, creo que por dos argentinos. Estoy seguro que de haber vivido, Che hubiera recibido con alegría esta demostración de la hipótesis en cuestión. En tal momento, quizás, hubieran venido a su mente aquellos versos barrocos de Calderón.

 

Los casos dificultosos

y con razón, envidiados,

inícianlos los osados,

termínanlos los dichosos.

 

Fin

 

Concluye este jueves el II Foro Empresarial Cuba 2021 (+Video)

 


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La Habana, 2 dic (ACN) El Foro Empresarial Cuba 2021, el evento más importante del año para el país en materia de comercio e inversiones, concluirá hoy tras cuatro jornadas de intercambios interactivos con representantes de diversos organismos y sectores, en aras de fortalecer y establecer nuevas relaciones o negocios en esos campos.

Provechosa y útil por la amplia y actualizada información ofrecida ha sido valorada esta cita, en la que se inscribieron con vistas a su seguimiento on line alrededor de tres mil participantes de 86 naciones, incluidos funcionarios de gobiernos, de cámaras de comercio, de agencias de promoción del comercio y las inversiones, empresarios de Cuba y el mundo y de las formas de gestión no estatales cubanas.

Precisamente la jornada final incluye un intercambio sobre negocios en el turismo, la industria biofarmacéutica, en el sector agroalimentario y en el de energías renovables con empresas foráneas.

En un momento en el que la mayor de las Antillas avanza hacia una nueva normalidad y su recuperación, con la apertura gradual de todas las actividades económicas y sociales, ha tenido lugar este encuentro en el que ministros, directivos y expertos se refirieron a los principales bienes y servicios de exportación en sus respectivas ramas, y emprendedores cubanos de negocios privados también hablaron de sus experiencias, resultados y perspectivas.

Particularmente ha sido significativa la presentación de la nueva Cartera de Oportunidades de la Inversión Extranjera y para el fomento de negocios en sectores priorizados como los mencionados.

Asimismo como parte del empeño de avanzar en el fortalecimiento de los vínculos entre los cubanos que viven en otros países y la nación, como continuidad al diálogo iniciado por Fidel Castro en 1978, el foro incluyó un panel dedicado a las oportunidades que tienen los connacionales residentes en el exterior para participar en negocios e inversiones en la Isla.

Mientras el panorama internacional actual continúa marcado por la pandemia de la COVID-19 y sus graves consecuencias económicas y sociales, Cuba sigue apostando por el desarrollo del comercio exterior y la inversión extranjera, pese a los obstáculos que le impone el bloqueo norteamericano, de cuyo impacto también se habló en la cita.