2022-02-01 08:22:24
Economista cubano José Luis Rodríguez
La Habana, 1 feb (RHC) El economista José Luis Rodríguez consideró que la economía cubana atraviesa hoy un momento difícil, pero tiene mejores condiciones para salir adelante que en la crisis de los años 90 del pasado siglo (periodo especial).
En exclusiva para Prensa Latina el Premio Nacional de Economía 2019, señaló que existen fenómenos externos que afectan exponencialmente el desempeño del país, como el bloqueo de Estados Unidos, con más de 60 años de aplicación, a los cuales se suman problemas internos y la pandemia de Covid-19.
Es la tormenta perfecta, una crisis económica y sanitaria global y, además, una situación económica interna con problemas estructurales no resueltos, tres factores muy graves que al juntarse impactan negativamente, explicó el asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial.
El experto aseguró que la crisis del llamado periodo especial fue mayor y que ahora estamos en mejores condiciones como resultado de medidas aplicadas entonces para superar esa negativa coyuntura y también otras decisiones adoptadas en años posteriores.
Experiencias que debiéramos aprovechar en el actual contexto, acotó.
Hoy, contamos con el desarrollo alcanzado en la biotecnología y sus potencialidades futuras, el turismo, los ingresos por concepto de exportación de servicios profesionales, las remesas, los resultados en sectores consolidados como el tabaco y el níquel y las posibilidades que ofrece la inversión extranjera.
No obstante, en opinión del recientemente reconocido con el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2021, existen cuatro elementos absolutamente prioritarios para 2022.
Estos son la renegociación de la deuda externa, ejecutar un programa antiinflacionario centrado en solucionar las causas que generen la inflación y no en atacar solo las consecuencias, así como atender las problemáticas de la alimentación, en el entendido de que es un tema de seguridad nacional.
Además, se requiere prioritariamente resolver las deficiencias en el sector energético, una situación que además de impactar en la economía genera tensiones sociales que pueden ser aprovechadas por la contrarrevolución, como ocurrió el 5 de agosto de 1994 y el pasado 11 de julio, comentó el exministro de Economía de la isla (1995-2009).
Rodríguez detalló las complejidades del escenario cubano actual marcado por una caída de la economía de un 13 por ciento entre 2019 y el primer semestre del 2021, donde incluso, aunque se cumplan las previsiones de crecimiento en 2022 (cuatro por ciento) se tardará aproximadamente entre dos y tres años para llegar a los niveles prepandemia.
Ello sin contar con que nunca antes se ha sentido tan fuerte el bloqueo en Cuba como en estos momentos, y ese impacto está demostrado por los números, aseveró.
Durante los primeros 30 años de la Revolución el bloqueo causó pérdidas consideradas en unos 30 mil millones de dólares, unos de mil millones como promedio cada año, mientras al cierre de 2020 los perjuicios alcanzaron más de 147 mil millones de dólares y ahora las pérdidas superan los cinco mil millones de dólares al año.
En ese contexto, también está el reto de encauzar la Tarea Ordenamiento, que según el economista tiene un impacto en la población por encima de lo calculado debido a problemas de diseño y otros de implementación.
Unido a cálculos realizados sobre la base de una economía que interrumpió su incipiente recuperación al inicio del 2021 cuando se produjo un fuerte rebrote de la pandemia, añadió.
El proceso –con una fuerte devaluación del peso cubano- impactaría en el incremento de los costos, por ello se contempló la entrega de una compensación en el salario y las pensiones de los jubilados teniendo en cuenta el incremento de precios en los productos y servicios que ocurriría.
En sentido general, se realizaron varios ajustes técnicamente muy sanos para la economía, como fue el caso de la eliminación de subsidios a precios minoristas, pero con mayor impacto al previsto, acotó.
A ello se sumaron los efectos del rebrote de la pandemia, con los gastos que esta implicó, la paralización de varios sectores y el cierre del turismo. Se trataba de una situación económica mucho más grave.
Sin embargo, en medio de esa difícil situación está la proeza de haber podido frenar las infecciones de la Covid-19, porque fuimos capaces de crear nuestras propias vacunas a partir del desarrollo alcanzado en la biotecnología, que no es casual, sino que responde a muchos años de esfuerzos dirigidos al desarrollo de la ciencia en nuestro país bajo la dirección del Comandante en Jefe, enfatizó el economista. (Fuente: PL)
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