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lunes, 4 de abril de 2022

¿Inocentada, o tiro al pie de EE.UU. y la Unión Europea?

Por Elsy Fors Garzón

Los “templos sagrados” de gobiernos y accionistas multimillonarios de Occidente, los mercados de Londres y New York, finalizaron marzo con fuertes e inesperadas caídas de sus valores. Cualquiera pensaría que era una broma pesada del 1ro. de abril, Día de los Inocentes ó “April Fool’s Day”.

En la capital supuestamente “castigada” por los anteriores, la Bolsa de Moscú cerró con una subida del 4.3 por ciento, después de haber despertado con una escalada de más del 10 por ciento, según informó el diario “El País” de España, nada defensor de Rusia o de su Presidente.

Las principales subidas, de más del 20%, se las apuntaban la química PhosAgro, la petrolera Tatneft y el productor de gas natural Novatek. Por parte de las perdedoras, se destacó la aerolínea bandera Aeroflot, que cayó en más del 16 por ciento por el cierre del espacio aéreo occidental y la petición que devuelva sus aviones a las firmas extranjeras que le alquilan sus aparatos.

Al parque regresan algunas de las mayores compañías del país, como las gasistas Gazprom y Novatek, la petrolera Lukoil y el principal banco ruso, Sberbank. Todas las mencionadas fueron sancionadas por Estados Unidos y la Unión Europea, que desactivaron a la entidad financiera rusa del sistema Swift.

Otra de las empresas rusas que vuelve al mercado es el gigante del aluminio Rusal, propiedad del oligarca Oleg Deripaska, curiosamente fuera del castigo occidental. Otro compatriota, el dueño del equipo inglés de fútbol primera categoría “Chelsea”, fue despojado de su valiosa posesión por ser ruso y no creo que fuera por defender al Presidente Putin.

El petróleo y el gas rusos sólo se venderán desde este primero de abril de 2022 a compradores, sobre todo los inamistosos, en rublos y a través de bancos rusos.

Los que pensaron castigar a la Federación Rusa por la operación militar contra Ucrania para defender a las auto-proclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, ahora se dispararon al propio pie con su habitual prepotencia.

El 23 de marzo, el presidente Vladimir Putin anunció que Rusia dejaría de aceptar pagos en dólares o euros por el gas que vende a la Unión Europea, en respuesta a las sanciones occidentales contra Moscú por su operación en Ucrania. Desde el primero de abril, estos países tendrían que pagar en rublos y hacer las operaciones mediante bancos rusos y la fecha llegó.

Lejos del entuerto inflacionista que ocasionaría la declaración de Estados Unidos de no comprar petróleo ruso, seguido de similar declaración de la Unión Europea, el mercado internacional respondió con alzas, al parecer insaciables, del petróleo y sus derivados.

Otro producto, el níquel, tuvo un comportamiento de alza tal en los precios, que del 22 de marzo, cuando se vendía a 29,900 USD la tonelada, saltó a 42,100 el 31 de ese mes al contado, pero el mismo día y en venta a tres meses ya se disparaba a 42,990, lo que provocó el cierre de operaciones ese día.

Responden transportistas y consumidores de combustible a la inflación

Transportistas, choferes y automovilistas protestaron la última semana en decenas de países de Europa, Estados Unidos y América Latina por la subida de los precios de los combustibles, aupados por la negativa rusa a vender gas y petróleo si no se le paga en rublos y a través de bancos rusos.

“El compromiso de Estados Unidos de proporcionar a la Unión Europea al menos 15 mil millones de metros cúbicos adicionales de GNL este año es un gran paso en esta dirección”, dijo Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

De acuerdo con la oficina de estadísticas de la Unión Europea, Eurostat, Rusia es el mayor proveedor de gas natural para el mercado europeo con más del 40 por ciento de los envíos. Pero, tal como lo afirmaron las autoridades austriacas días atrás, “no será fácil dejar de comprar gas ruso en un corto período”.

No obstante, y de acuerdo con el portal Weforum.org, el comercio de energéticos entre Rusia y la Unión Europea ha ido disminuyendo entre 2011 y 2021 al pasar de 77 % a un 62 %, o el equivalente a un intercambio comercial de 157.000 millones de euros en 2012 a 99.000 millones de euros en 2021.

El encarecimiento de la energía, sin embargo, es un elemento que atenta contra el acuerdo. Por eso, después de conocerse el acuerdo con Estados Unidos, muchos especialistas expresaron preocupación que esto afectará los esfuerzos de las autoridades europeas para controlar el precio de la energía.

“Se confirma que Biden ha dicho garantizar que la UE sustituya el gas ruso por el estadounidense al precio que sea necesario. Las familias trabajadoras europeas lo pagarán caro, o tendrán que apagar la calefacción. El planeta también va a sufrir este encarecimiento, escribió el eurodiputado, Manu Pineda a través de su cuenta en Twitter.

Por otra parte, países como la India ya aceptaron comprar petróleo y gas a Rusia, pagando en rublos y a través del Sberbank.

El aumento de tarifas del gas y la electricidad en Italia ha incidido en los precios del popular café expreso, obligando a un menor consumo porque la taza cuesta un promedio superior a 1.10 euros en una treintena de ciudades e incluso hasta 1.23 euros la taza, en un país donde se consumen 9.3 millones de unidades diarias de expreso.

Lo cierto es que la volatilidad y la incertidumbre se han instalado en las economías de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) por las medidas contra Rusia y el conflicto en Ucrania.

Las medidas contra grandes economías como la rusa pueden provocar cambios significativos en el sistema financiero mundial, advirtió Nicholas Muilder, profesor asociado de la Universidad de Cornell, en artículo publicado por la revista estadounidense Foreign Affairs en su versión digital.

Muilder afirmó que se acabó la era de las sanciones a gran escala sin consecuencias para el mundo. En el caso de Rusia no se pueden aplicar sin tener una política compensatoria, y Estados Unidos es consciente de ello, pero no ha tomado las suficientes precauciones.

Muilder opina que los líderes occidentales están acostumbrados a penalizar a países pequeños, conscientes que los costos para ellos mismos serán pequeños, por lo que su poca comprensión real de las consecuencias no les permite calcular verdaderamente el alcance para las grandes economías con vínculos globales.

En su reflexión citó el ejemplo de las sanciones contra Siria o Venezuela que si bien afectaron sobremanera a esas naciones, el impacto global fue pequeño, incluso si se observa el caso de Irán.

Puntualizó que las inhabilitaciones repercuten en varios niveles a la vez: los efectos indirectos en los estados y mercados vecinos, el multiplicador de la retirada de inversiones del sector privado, la escalada en forma de medidas de represalia contra Moscú y los efectos sistémicos en la economía mundial.

A ello se suma la difícil situación que atravesó el mundo antes de los acontecimientos en Ucrania y con sus sanciones, por lo cual occidente no ha hecho más que agravar el panorama, acotó.

«Los responsables políticos deben reconocer el hecho de que una ofensiva económica total supondría una importante presión sobre la economía mundial», insistió Muilder.

El analista de historia y economía concluyó que la era de las sanciones sin costo, seguras, indoloras y predecibles terminó y ahora el mundo deberá afrontar sus resultados.

ef/

2 comentarios:

  1. https://elpais.com/internacional/2022-04-04/berlin-toma-el-control-de-la-filial-alemana-de-gazprom-para-garantizar-el-suministro-de-gas.html

    Finalmente Berlin en el camino correcto....

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    1. LO que hizo Fidel Castro con Exxo cuando EEUU se nego? La historia se repite una vez como tragedia y otra como comedia.

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