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sábado, 9 de abril de 2022

"Vindicación de un cubano que no se va". Comentario HHC

Por Oniel Díaz Castellanos

Sí, lamentablemente, muchos se van en estos días. -Todos se van- es ahora mismo la frase más repetida. Una especie de trending topic de la vida nacional.

No es una situación que contemple desde las gradas. Se me han ido en poco tiempo amigos y enemigos; conocidos y vecinos; gente que quiero y otras que no tanto.

Cada vez que alguien me dice que se va se me aprieta el pecho y no puedo dejar de sentirme, por quedarme en Cuba, como el tipo porfiado que sigue achicando agua con un vasito en un barco que se hunde sin remedio mientras todos saltan por la borda. En mi fuero más interno preferiría no vivir ni una despedida más; que el que se vaya a ir lo haga así sin más. No le recriminaré por no haberse despedido cuando me escriba desde el otro lado del mundo. Prometo incluso que retomaré nuestra última conversación en Cuba donde justo la dejamos.

Pero de la misma manera que me entristece esta sangría me disgusta el "todos" por inexacto. ¿Los que nos quedamos no contamos en el recuento de la Cuba contemporánea? ¿Por qué el redondeo por defecto? ¿Por qué se ha vuelto tan común en muchos que parten frases despectivas e hirientes sobre su país y sobre los cubanos? ¿Por qué hay que escuchar hablar de podredumbre moral; de ferias de tontos; de reino de la mediocridad? ¿Por qué el sentimiento de superioridad? ¿Por qué confundir reprobación del estado de cosas en Cuba, derecho que respeto, con afán de decir y repetir que nada ni nadie se salva en esta isla? A veces pienso que el extremismo de ataño de huevos, del "que se vayan" y de endilgarle a todo emigrante el cartel de "traidor" lo exportamos y hoy se nos devuelve en odio, burla y reprobación a los que, en un acto tan arriesgado como decidir empezar de cero en otro país, seguimos aferrados a la idea de que podemos y tenemos que construir una Cuba mejor desde aquí mismo.

No soy de piedra ni vivo en una nube de comodidades, aunque reconozco ser afortunado en el plano material comparado con muchísimos compatriotas. Incluso con mi "fortuna" he dudado cada vez que el burocratismo y el extremismo doméstico me han arrancado un pedazo de la utopía o me han dicho "NO". Eso que tantos repiten como razón para la partida, "la vida es una sola", también me lo he dicho o me lo han dicho.

Pero me levanto, me vuelvo a erguir ante la tozudez de la realidad. Y no lo digo para cosechar aplausos porque no quiero una medalla sino respeto. El mismo que le profeso a cualquiera. No quiero seguir viendo como el discurso del extremismo y de la ausencia de matices, que por cierto es incapaz de generar transformaciones, se agita. No quiero perder amigos ni afectos como me ha pasado al ver algunos anhelando metralla en nuestro cielo y que, por mencionar algo más tan lamentable como lo anterior, las vacunas cubanas fueran un fraude. Todo por justificar una decisión personal o una posición política.

No le deseo mal a nadie que se va, todo lo contrario. Que si se van, lleguen. Que si llegan, triunfen y sean felices y que encuentren en otro lugar lo que en su tierra, también para dolor mío no encontraron. No hay Cuba sin ellos, lo creo profundamente, pero con la misma convicción pienso que no tendremos un país mejor mirando por encima del hombro a los que acá nos quedamos porque creemos que podemos desde nuestros pequeños espacios y guerritas aportar. No me he ido, no porque tenga miedo a empezar de cero como me dijo una tarde en Miami un desconocido, sino porque no me vale tener éxito fuera de esta isla. Porque el éxito para mí, más allá de las necesarias comodidades materiales que todos necesitamos y nos merecemos, es mi regalo o contribución a esta tierra nuestra que tanto nos necesita. Y lo voy a decir para los que siempre piden definiciones: Hay utopías de mis padres que también son mías. Respeto muchísimo el sacrificio de tantísima gente humilde que se jodió a lo largo de estos años (aún cuando el resultado final diste un millón de kilómetros del paraiso que pensaron posible) y lo asumo en el sentido de que la mejor forma de hacerlo útil no son los discursos, ni la retórica ni el inmovilismo. Cambios, transformaciones. EVOLUCIÓN. Antes pensaba que la medida de la efectividad en las cosas por cambiar sería que un día los que se fueron de mi generación (bastante) regresarían. Hoy se que es imposible. Entiendo pues que la medida entonces será mi hijo. Si cuando le llegue el momento ponga agua de por medio o tire anclas aquí. Para eso también trabajo.

Tengo una edad para saber que no vale la pena convencer a nadie. Que no vale la pena encenderse con la retórica porque no hay nada más estéril que ella. Por eso prefiero hacer, seguir palante. A nadie le vendo mi optimismo y ganas de hacer. Crea cada cual en lo que estime necesario. Pero si voy a estar aquí tengo que entrarle a la vida de frente y con buena cara. Si no lo hago así, ya voy derrotado. Sean tolerantes con los optimismos y aspiraciones ajenas.

Yo se que es posible, aunque ahora no lo parezca y las redes con sus burbujas y manipulación nos digan que no. Y lo aprendí también en Miami. Una tarde de 2016, en una conversación con un compatriota que después de repetirme varias veces "quédate" y de casi no prestarme atención cuando le hablaba de mis proyectos y sueños en Cuba, me miró a los ojos y me dijo sin fingir "Que más quisiera yo que todo eso que me dices fuera verdad, brother. No te quedes entonces y pelea". Eso hago.

Comentario HHC: El tema de emigar es complejo, es tremendo y siempre desgarrador. El verdadero cubano nunca se va del todo. Y el verdadero revolucionario no condena a su compañero al obstracismo, y de eso han existido muchos desgraciadamente. Lo único superior a todas las miserias humanas que puedan existir, es la revolución, que está por encima de cualquier error humano.

La palabra Vindicación del titulo, vino a mi mente un escrito-carta de José Marti conocido por  "Vindicación de Cuba" que deberiamos leer con mas frecuencia, y ademas un libro  del mismo nombre " Vindicación de Cuba"  que trata sobre la Causa I, el proceso seguido contra el General Ochoa de las FAR y subordinados,y contra otros oficiales del MININT, que fue lo más inverosimil que ha ocurrido, una vez consolidada la revolución. Nos bajó a la Tierra. 

63 años de revolución es un tiempo suficiente para no repetir errores y haber aprendido de ellos, y consolidar los resultados.

En 1996 el  Comandante en Jefe pronunció una frase que nunca ha perdido su vigencia. Dijo Fidel: «Algún día habrá que elevarle un gigantesco monumento a ese héroe insuperable que es el pueblo», y en 1953 dijoEntendemos por pueblo, cuando hablamos de lucha, la gran masa irredenta, la que anhela una patria mejor, más digna y más justa; la que ansía grandes y sabias transformaciones en todos los órdenes, y está dispuesta a dar cuando crea suficientemente de sí misma, hasta la última gota de sangre”….”A ese pueblo, … no le íbamos a decir: “te vamos a dar”, sino “!Aquí tienes, lucha ahora con todas tus fuerzas para que sean tuyas la libertad y la felicidad”. 

1 comentario:

  1. El tema de la emigración siempre ha estado presente en la realidad política cubana en los más de 60 años de Revolución. Solo que ahora en medio de la crisis demografica Cubana es altamente alarmante y preocupante.
    En la Agenda de la máxima dirección política del país. Tienen que programar ya . Un análisis profundo sobre las causas de fuga del capital humano profesional joven que está emigrando lo mismo a una beca a una universidad Extranjera que en un vuelo a Nicaragua. Otro análisis es la cantidad de emprendedores TCP y socios de MIPYME que también se han marchado , incluso campesinos que han vendido las tierras con sus cultivos por cosechar y sus BIENECHURIAS a cobrar en los Estados Unidos. Y es preocupante este último segmento de emigrantes del sector no estatal porque no solo parte un considerable capital de Inversión sino también nos lanza una señal que aún existen trabas que generan contradicciones no resueltas en las políticas de atención al sector privado. Un ejemplo se cálculo que los cerca de 47 mil cubanos que pasaron por la frontera sur de los Estados Unidos en el 2021 hayan gastado unos 200 millones de usd. Que bueno hubiera sido que esos 200 millones de usd se hayan invertido en Cuba en las MIPYME'S.

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