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domingo, 8 de mayo de 2022

Malas y buenas noticias desde el Lácteo en Ciego de Ávila

 

Al Lácteo no llega suficiente leche de las ubres avileñas. Esa sí ha sido una noticia constante en los últimos tiempos. Foto: Alejandro García

Invasor verifica: ¿Qué pasa con el yogurt de soya que esta semana no recibieron los niños? ¿Hasta dónde los rumores de que “lo quitaron” son infundados o exagerados? ¿Qué dicen en el Lácteo y qué bola se corre por la calle?

Este martes, el Jabao, como todos le dicen en Ortiz, seguía siendo mensajero y, mensajero al fin, vino de la bodega con “mensajes” a falta de yogur. De tal modo, mi vecina “se desayunaba” la noticia y tejían una cadena que más o menos era así: un carrero del Lácteo le dijo a la bodeguera lo que a él le dijeron por allá, o por ahí, y ella le dijo lo que entendió al Jabao, quien, a su vez, le contó a mi vecina su versión de los hechos que ella intentaría, al final, verificar con esta reportera.

Casi una novela. Una trama que se desató en 24 horas, de lunes a martes, aun cuando otro vecino de Ortiz asegurara que la cosa venía sonando desde el fin de semana porque a su mamá le pareció escuchar en Radio Surco que (y cito textual) “quitarían el yogur de los niños”.

Pero este martes las “oídas” se habían difuminado en el éter, como suele suceder; y los rumores se convertían en bolas de largos diámetros, como también suele suceder. Que si no entrará más, que si es la falta de leche, que si no hay bolsas, que si el Lácteo roto, que si la soya…

Las suposiciones las corregía para Invasor Yulema Yero Pérez de Corcho, directora comercial del Lácteo avileño. Y aunque ni siquiera ella tendría todos los detalles, de un tirón desmentía varios de los rumores. “La ausencia del yogur se debe a la falta de frijol de soya, no tenemos soya para poder hacerlo; no sabemos exactamente si es un problema de financiamiento, si es un atraso del puerto, si está en camino ya. La información que nos dieron desde el Ministerio es que debe resolverse rápido, probablemente en una semana”.

Eso decía este martes a las 9:00 de la mañana, cuando quedaban apenas unas cuatro toneladas de soya en la industria y no alcanzaban para sostener la merienda escolar de la semana que corría. Entonces, la alternativa era “hacer dos envíos esta semana y que el resto de las jornadas se dé refresco instantáneo hasta que podamos estabilizar la entrega”. Mientras, para los más de 32 000 niños de 7 a 13 años que reciben 12 vueltas de yogur en el mes no se habían adoptado todavía otras opciones. Al menos, no este martes, primer día del “fallo”.

Sin embargo, las señales venían dándose desde antes. Una escueta nota del Ministerio de Comercio Interior aseveró el 15 de abril que “el yogur de soya con destino a los niños de 7 a 13 años, por atraso en el arribo de la materia prima, se sustituirá parcialmente por mezcla para batido en 10 provincias, como en oportunidades anteriores. En las seis restantes se asegura su entrega”.

Obviamente, Ciego de Ávila fue una de las “aseguradas”. No obstante, desde la vecina Sancti Spíritus otra nota ponía en contexto algo que los avileños podrían pretender para sí. Si bien en el periódico Escambray el directivo del Lácteo admitía la falta de frijol de soya e informaba que terminarían abril con otros suplementos nutricionales, afirmaba que a partir del primero de mayo a los consumidores que recibían yogur de soya se les entregaría leche pasteurizada.

A la pregunta de ¿por qué no imitar a los espirituanos?, se impone una respuesta que —vaya “curiosidad”— también viene desde allí. “El 30 de abril comenzó el primer envío espirituano de unos 20 000 litros (L) de leche y, gracias a eso, pudimos retomar las dietas médicas en la provincia”, comenta Yulema Yero, quien explica que solo con los 34 000 L diarios que, como promedio, acopian los ganaderos avileños, no es posible cumplir todos los encargos.

Para colmo, la cifra espirituana ha sido en extremo variable, y este jueves Yulema lo ilustraba. “El miércoles no entró ninguna pipa y ya ahora están hablando de 10 000 L, porque ese depende de lo que ellos allá puedan o no procesar en su industria, incluso depende de la disponibilidad de combustible. En cualquier momento podría interrumpirse el ciclo de las dietas”

Tal inestabilidad pone en duda cualquier compromiso con los casi 40 000 avileños que tienen dieta médica y deberían recibir 10 L de leche en el mes, para lo cual el Lácteo necesita unos 15 000 diarios. “Por eso, a lo mejor solo podemos llegar a cinco litros en el mes, no sabemos todavía, es una situación muy cambiante”, confesó.

Tan cambiante ha sido esta semana para el Lácteo de Ciego de Ávila que el jueves se cargaba en Santiago de Cuba un camión con cinco toneladas de soya y Yulema anunciaba entonces que podrían retomar la entrega de yogur de 7 a 13 años el martes próximo, y mantenerla si llegaban otros envíos que se esperaban.

Una semana de malas y buenas noticias que Invasor verifica ha contado para que las bolas no crezcan y exploten a tiempo.

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