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sábado, 25 de junio de 2022

EL BLOQUEO, OBSTINACIÓN IMPERIAL. 1ª. PARTE.

Por Julio Sergio Alcorta Fernández


De acuerdo a la situación actual en que se desenvuelve el mundo, y las características que van tomando los acontecimientos inherentes al peligro inminente de que el imperio se torne extremadamente agresivo, consideré necesario volver a publicar este documento que nos recuerda de lo que han sido capaces en sus seis décadas de acoso infame a nuestro país.

 Desde que triunfó el Proceso Revolucionario en Cuba, el 1ro. de Enero de 1959, y seguramente antes de esa fecha, el Pueblo de Cuba se ha venido saturando de un vocablo que si se analiza detenidamente por cualquier ente en nuestro mundo, pudiera parecer que los cubanos sufrimos de un imaginario angustioso. Se trata simplemente de uno de solamente siete letras:   B L O Q U E O, que significa: cerco y asedio.

O sea, que en casi cualquier otra parte de nuestro universo, se oye y se lee y no causa resquemor alguno; sin embargo, a nosotros los de esta heroica Isla, nos llena de resentimientos, aversión, aborrecimiento, y a veces, desprecio, porque odio nuestra raza isleña y caribeña nunca sentimos, a pesar de 60 años soportando a ese imperio avasallador.

De todos modos, se hace necesario que se insista en que, en el caso particular de nuestro país, se descubran los intersticios de esa abominable creación imperial, fundamentalmente con el fin de que, cuando se nos hable o mencione la misma, sepamos instintivamente de qué se trata.

Veamos a continuación, lo más resumido posible, que no ha sido fácil hacerlo, testimonios reales de estas infames maquinaciones contra Cuba del Imperio Norteamericano:

ANTERIOR A LA HUÍDA DEL DICTADOR, el 1ro de enero de 1959, y la toma del poder las fuerzas rebeldes, comandadas por Fidel Castro.

1.       El vicepresidente Richard Nixon visitó La Habana en febrero de 1955.Durante su estancia en Cuba, Nixon reforzó la impresión de que los Estados Unidos estaban muy satisfechos, como siempre, con Batista;  impresión que éste apreciaba. (1)

2.       El embajador de los Estados Unidos en Cuba, Arthur S. Gardner, no pudo ocultar su admiración por el dictador Fulgencio Batista, al expresar el 21 de abril de 1955: “No cabe duda , este país (Cuba) ha tenido un renacimiento, un genuino resurgir”, debido al liderazgo de Batista, “un verdadero administrador”. En una declaración ante un

3.       Comité del Senado en1960, después de derrocado el tirano, declaró: “No creo que hayamos tenido un amigo mejor que él” (2)

4.       Durante el primer viaje a Cuba en1956, el inspector general de la CIA, Lyman B. Kirpatrick, reconoció que  “la política  de Estados Unidos en aquel momento era la de brindar apoyo total al gobierno de Batista, incluyendo asistencia militar”. (3).

5.       Durante el régimen del dictador Batista, el Pentágono suministró cuantiosos equipos militares y armamentos sofisticados a sus fuerzas armadas y organizó entrenamiento práctico para más de 500 oficiales cubanos en instalaciones de la Zona del Canal de Panamá y otras bases militares en los Estados Unidos (4)

6.       El 21 de noviembre de 1957, la Oficina de Asuntos Centroamericanos y el Caribe del Dpto. de Estado, preparó un largo memorándum titulado: “Cursos de acción posibles para el restablecimiento de la tranquilidad en Cuba”. Una de las condiciones que se requería para garantizar un proceso de elecciones “libres”, acompañado de una amnistía, era que Fidel Castro abandonara el país hasta después de los comicios. (5).

7.       El subdirector de la Oficina de Asuntos de Centroamérica y el Caribe, C. Allan Stewart, comunicó al secretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos del Dpto.de Estado, William Snow, el 24 de julio de 1958, que: “Se deben considerar con seriedad los cursos de acción alternativos que no han sido tomados en cuenta hasta ahora, con el objetivo de resolver la situación cubana antes de que Castro se haga tan fuerte que pueda imponer el tipo de gobierno que mande, eventualmente cuando se produzca el desenlace. (6).

8.       En la entrevista de Earl T. Smith, embajador de los Estados en Cuba, con Batista, el 21 de agosto de 1958, ratificó al dictador que las relaciones de cooperación cubano-norteamericanas continuaban “INCÓLUMES”. Smith informó que Batista había recobrado su actitud generalmente muy favorable hacia los Estados Unidos. Christian Herter, subsecretario de Estado, expresó su alivio porque Smith se había “ganado nuevamente la simpatía de Batista” (7)

9.       El secretario de Estado Adjunto de Estados Unidos, Ray Rubottom, en una reunión celebrada el 23 de diciembre de 1958, concluyó diciendo que de lo que sí no cabía ninguna duda era que “el Departamento se sentiría muy desalentado con la perspectiva de la toma del poder por parte del Movimiento 26 de Julio” (8)

10.   En reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, celebrada el 23 de diciembre de 1958, Allen W. Dulles, director de la CIA, fue partidario de impedir la victoria de Fidel Castro. Christian Herter, Secretario de Estado expresó que no era deseable la llegada de Fidel Castro al poder. El presidente juzgó esperanzadora la alternativa de una “tercera fuerza” (9).

11.   El secretario de Estado Interino, Chirstian Herter, le dio al presidente Eisenhower, el 23 de diciembre de 1958, una franca y diáfana explicación sobre lo que estaba haciendo el Departamento de Estado con respecto a la isla: “fomentar, por todos los medios disponibles, sin llegar a una intervención abierta, una solución política en Cuba que mantenga al movimiento de Castro fuera del poder” (10).

12.   En la reunión en la oficina del Secretario de Estado Interino, Christian Herter, el 31 de diciembre de 1958, cuando al responder la aseveración del Almirante Arleigh Burke, jefe de Operaciones Navales, en el sentido de que le parecía muy tarde para detener la revolución, el asesor de Seguridad Nacional de Eisenhower, Gordon Gray, afirmó de manera soberbia: “que si eso era o no era verdad dependía de lo que el gobierno de los Estados Unidos hiciera para impedir que Castro tomara el poder” (11).

 

N O T A S;

 

Testimonio de Philip W.Bonsal, ex embajador de Estados Unidos en Cuba, en su libro “Cuba, Castro and the US”,. Bonsal participó en la delegación del vicepresidente.

1.       Comunicación de Gardner al secretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos., Henry F. Holland, de abril 21 de 1955, Caja 21, Legajo 57 D295, Fondos del Dpto.de Estado, Archivo Nacional de Estados Unidos.

2.       Testimonio expresado en el libro de Lyman B.Kirkpatrick, inspector general de la CIA, en el gobierno de Eisenhower, titulado: ”The Real CIA”, página 157-158.

3.       Testimonio de E. Perkins, vicesecretario de Defensa Adjunto para los Programas de Ayuda Mutua, del 9 de mayo 1959, en el Congreso de Estados Unidos.

4.       Memorandum 737.00-11-2157 del 21 de noviembre de 1957, de la Oficina de Asuntos Centroamericanos y el Caribe del Departamento de Estado.

5.       Memorandum del subdirector de la Oficina de Asuntos de Centroamerica y el Caribe., C. Allan Stewart, al vicesecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos, William P. Snow, del 24 de julio de 1958.

6.       Comunicación del embajador de Estados Unidos en Cuba, E.T.Smith, al secretario de Estado, John Foster Dulles, telegrama 117 de 23 de agosto y telegrama118 del 24 de agosto de 1958.

7.       Memorandum sobre una conversación en el Departamento de Estado, del 22 de noviembre de 1958, entre el embajador E.T.Smith, el secretario Adjunto Roy Rubottom, el vice-secretario William P. Snow y otros funcionarios.

8.       Memorandum de la discusión en la 392 Reunión Regular del Consejo de Seguridad Nacional del 23 de diciembre de 1958, Departamento de Estado

9.       Memorandum del secretario de Estado Interino Chirstian Herter al presidente Eisenhower, de 23 de diciembre de 1958, Departamento de Estado

10.   Memorandum sobre una reunión en la oficina del Secretario de Estado interino, Christian Herter, del 31 de diciembre de 1958, Departamento de Estado.

El 1ro. de 1959, fecha en que aún continuaba en el poder la administración del general Eisenhower, el dictador Batista huyó del país rumbo a República Dominicana, y a pesar de que todas las maniobras de la administración estadounidense para evitarlo, según se describe en la primera sección de este documento, las fuerzas revolucionarias derrotaron a la tiranía batistiana.

COMENZABA ENTONCES UNA NUEVA ETAPA AÚN MÁS TENEBROSA.

El presidente Eisenhower, al referirse a esa etapa, en sus memorias, escribió lo siguiente: “En cuestión de semanas, después que Castro entró en La Habana, nosotros en el gobierno comenzamos a examinarlas medidas que podrían ser efectivas para reprimir a Castro” (1)

En marzo de 1959, el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, llegó a la conclusión que era necesario reemplazar el Gobierno Revolucionario por otro más conveniente a sus intereses.

En la entrevista de Fidel Castro con el vicepresidente Richard Nixon, un mes más tarde, el 15 de abril de 1959, surgió un documento enviado al Dpto. de Estado en que Nixon concluyó que Castro era un “hombre que había que eliminar” (2). Los que conocen bien los subterfugios que siempre han utilizado los gobernantes de los Estados Unidos, “ELIMINAR” significa “ASESINAR”.

En marzo de 1960, el presidente Eisenhower aprobó el “Programa de Acción Encubierta contra el régimen de Castro”, que conduciría –al dar luz verde a la CIA-, a la ejecución de los más abyectos planes de acciones paramilitares, subversivos, terroristas, psicológicos y propagandísticos, complementados con medidas de guerra económica. (3)

En pocos meses se comprobó el fracaso de este Programa, por lo que se decidió, en noviembre de 1960, crear una brigada de desembarco y asalto con el fin de utilizarla como vanguardia en una invasión a Cuba. (4). (Se utilizó el mismo formato del derrocamiento del presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz, en 1954, por parte de un complot creado, organizado y apoyado por los Estados Unidos).

Al triunfar John F. Kennedy en las elecciones de noviembre de 1960, el presidente conoció de estos planes y autorizó darle continuidad. (4)

El Jefe del Estado Mayor Conjunto, general  Lyman L.Lemnitzer, dio instrucciones al comandante en jefe de la Escuadra del Atlántico, almirante R. L. Dennison, en abril 1961, para que apoyo naval de los Estados Unidos a esas fuerzas expedicionaria, no se volviese evidente (5).

Después de ser derrotadas esas fuerzas reclutadas, organizadas, financiadas y apoyadas por el gobierno de Estados Unidos, en la invasión de Playa Girón en abril de 1961, en menos de 72 horas, el 3 de noviembre de 1961, durante una reunión en la Casa Blanca, el presidente Kennedy autorizó el desarrollo de un nuevo programa diseñado para destruir a la Revolución Cubana, que fue codificado con el nombre de OPERACIÓN MANGOSTA. (6)

En este sentido la CIA preparó un documento que informaba de las acciones encubiertas en marcha, que contemplaba:

·         Actividades de propaganda y guerra psicológica.

·         Entrenamiento de agentes.

·         Acciones de infiltración.

·         Creación de redes de espías en el interior del país (Cuba).

·         Creación de organizaciones contrarrevolucionarias..

·         Estimulación y apoyo material atentados terroristas y sabotajes.

·         Operaciones aéreas para realizar dichos fines subversivos.

Se aprobó la designación del Fiscal General, Robert Kennedy, como responsable directo, y al general de brigada Edward Landsdale, experto en operaciones anti subversión y guerrilleras, a cargo de las operaciones, proponiendo que el comité que se crearía de alto nivel, tuviera una jerarquía por encima de los departamentos y agencias gubernamentales. (8).

El 30 de noviembre de 1961, mediante un memo presidencial dirigido a los secretarios de Estado y de Defensa, al director de la CIA, al Fiscal General, el presidente Kennedy comunicó de manera especial las decisiones más importantes tomadas por él, respecto a la nueva operación contra Cuba. Se ordenó la utilización de “TODOS LOS MEDIOS DISPONIBLES PARA DERROCAR AL RÉGIMEN COMUNISTA” (9).

También quedó establecido el Grupo Especial Ampliado (Grupo 5412), formado por McGeorge Bundy, asesor de Kennedy, y otros como McCone, el general Lemnitzer, Robert Kennedy y el general Maxwell Taylor, con la responsabilidad del control general de la operación. (9).

El general Landsdale entregó un amplio programa al Grupo Especial Ampliado, el  7 de diciembre de 1961, con los conceptos y líneas de acción general a ejecutar. Entre diversas tareas, propuso “nuevas acciones audaces” para la CIA en cooperación con el FBI, de utilizar el “POTENCIAL DEL BAJO MUNDO” para apoyar esas acciones con “LA AYUDA DE LOS VÍNCULOS NORTEAMERICANOS CON LA MAFIA EN CUBA” (10).

El 18 de enero de 1962, el general Landsdale entregó a las más altas autoridades del gobierno y al Grupo Especial Ampliado, el Proyecto Cuba que contemplaba 32 tareas a desarrollar. En resumen, la operación estaba dirigida provocar una REBELIÓN del pueblo cubano, la cual, una vez iniciada, establecería las premisas para la INTERVENCIÓN MILITAR DIRECTA de las fuerzas armadas de los Estados Unidos.

En un memo dirigido a los miembros del Grupo, el general Landsdale enfatizó: “…nuestra tarea es la de poner a trabajar el genio norteamericano en este proyecto, de una forma rápida y efectiva”. (11)

Fueron muy diversos otros planes desestabilizadores, terroristas y de sabotajes presentados meses posteriores por el jefe de operaciones, por el general Landsdale y otros departamentos y agencias; todos consistentes en el derrocamiento del Gobierno Revolucionario.

Uno de los más significativos fue la creación de la FUERZA DE TAREA W  de la CIA, bajo la dirección de William K. Harver, que estableció en Miami, Florida, la estación operativa más grande de esa agencia en norteamérica, denominada con el código JM/WAVE.

Un total de 400 oficiales CIA laboraban en esa estación miamense y en la Oficina Central de Langley, sin contar los 4000 agentes cubanos, con un presupuesto inicial de 100 millones de dólares; una flota de lanchas rápidas y buques madres, empleadas en tareas de filtración y ex filtración de agentes; abastecimiento de armamentos y explosivos a los grupos y bandas armadas; ataques a barcos mercantes y pesqueros cubanos y en el hostigamiento a objetivos económicos ubicados en las costas cubanas.

Como último recurso, el Departamento de Defensa sometió a consideración un documento por el Estado Mayor Conjunto, titulado: “Pretextos para justificar la intervención militar de Estados Unidos en Cuba”, que contenía un grupo de medidas de hostigamiento, que tenían la finalidad de crear las condiciones para justificar su acción militar directa. Entre estas justificaciones se incluyeron incidentes bien coordinados que tendrían  lugar dentro y en las inmediaciones de la Base Naval de Guantánamo. (12).

Este creciente y peligroso despliegue de fuerzas militares que se efectuaron en los últimos meses de 1962, junto al aumento de acciones subversivas contra Cuba desde inicios de1962, constituyeron claros indicios de una inminente agresión militar directa. (12).

En consecuencia, el Gobierno Revolucionario de Cuba no tuvo otra opción que encontrar la forma de fortalecer su capacidad defensiva, dando lugar a que en Octubre de 1962, se destapara la llamada “Crisis de los Misiles”. Es ampliamente conocido las acciones que se desplegaron hasta finales de ese año, que lograron el acuerdo entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.

Posteriormente se ordenó por el gobierno de los Estados Unidos el desmantelamiento de los diversos elementos que se constituyeron para la OPERA CION MANGOSTA. No obstante, las actividades de SABOTAJES y otros actos de TERRORISMO continuaron.

En la conferencia con el presidente Kennedy, en Palm Beach, en diciembre 27 de 1962, el presidente reiteró su determinación de eliminar el régimen cubano y afirmó que “…la actual situación cubana está latente, debemos asumir que algún día puede que tengamos que ir a Cuba”. Le dio a entender al Estado Mayor Conjunto que la invasión todavía era una opción viva en gran medida, cuando aseguró a los jefes que la acción militar “…era una posibilidad para los próximos años, fuera presidente o no”. (13)

Durante la 508 Reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, desarrollado en la Casa Blanca el 22 de enero de 1962, el presidente Kennedy hizo la observación siguiente sobre Cuba: “Probablemente llegará el momento en que tengamos que actuar nuevamente contra Cuba”. (14)

En el documento emitido el 24 de enero de 1963, por Sterling J.Cottrell, Coordinador de Asuntos Cubanos del Dpto.de Estado al Consejo de Seguridad Nacional, entre otras acciones, consideraba las siguientes:

·         El derrocamiento del régimen comunista de Castro y su sustitución por uno que sea compatible con los objetivos de Estados Unidos.

·         Para alcanzar esa meta se aplicarán presiones políticas económicas, psicológicas y militares.

·         Promover la deserción interna; socavar su apoyo político interno. (15)

·         Este funcionario propuso muchas otras medidas coercitivas, terroristas y de bloqueo económico y financiero.

El presidente Kennedy aprobó el NSAM No.220 de 2 de mayo de 1963, sobre la prohibición de los embarques del gobierno de los Estados Unidos por navíos con bandera extranjera que participen en el comercio con Cuba. (16).

El 18 de febrero de 1963, el Presidente se reunió con los jefes del Estado Mayor Conjunto, para debatir los planes operativos de invasión a Cuba, y la necesidad de disminuir el plazo entre la decisión presidencial y la realización efectiva de la invasión. Kennedy expresó: “su interés particular en la posibilidad de introducir algunas tropas rápidamente en Cuba en caso de un levantamiento general. Como resultado, el Pentágono desplegó un dispositivo naval y aéreo de vigilancia y la exploración radioelectrónica. (17).

Después de varios ataques a buques cargueros soviéticos (Lvov y Baku), en puerto cubano y en aguas jurisdiccionales de Cuba por parte de piratas ubicados en Miami, el presidente Kennedy convocó el 29 de mayo 1963, al Comité Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional.

El secretario de Estado, Rusk, opinó que “…debiéramos planificar nosotros mismos y velar porque se realizaran bajo nuestro control”. Kennedy comentó: “…estos ataques sorpresivos probablemente eran emocionantes y más bien placenteros para los involucrados en ellos. Esta actividad era más divertida que vivir en las montañas del  Escambray, acosadas por las fuerzas militares de Castro. (18).

El 3 de abril de 1963, durante una reunión en la Casa Blanca, Kennedy le preguntó a Fitzgerald, si los ataques del exilio lograrían algo que valiera la pena, y éste le respondió que pensaba que no lograrían nada. El Presidente dijo: “…no se oponía a estos ataques siempre y cuando fueran objetivos valiosos y no simplemente palabrerías”. Añadió que: “no tenía objeción de que los ataques fueran desde el mar, a no ser que estuvieran dirigidos contra los buques soviéticos”. (19).

A mediados del mes de abril de 1963, se constituyó, al más alto nivel gubernamental, el Grupo Permanente del Consejo de Seguridad Nacional. En especial reasumió la responsabilidad de revisar y aprobar la política contra Cuba.

El 21 de abril, McGeorge Bundy, asistente especial para Asuntos de Seguridad del presidente Kennedy, preparó un memo bajo el título: “El problema cubano”. De los 8 puntos de su contenido, se incluían:

·         Aislamiento de Cuba del resto del mundo libre.

·         Vigilancia de Cuba por medio de todas las operaciones de inteligencia convenientes.

·         Acción encubierta para dañar la economía cubana. (20).

Era más de lo mismo; la continuación de la política que se había seguido después de la Crisis de los Misiles, aumentando las presiones hasta niveles muy altos.

El 25 de abril, durante una reunión del Grupo Especial del Consejo de Seguridad Nacional, McGeorge Bundy resumió las decisiones preliminares del Grupo Permanente, que entre otras fueron las siguientes

·         No se objetó el empleo de las minas magnéticas a buques mercantes.

·         Los ataques sorpresivos preparados desde fuera contra objetivos en tierra parecen valiosos.

·         Las refinerías y las plantas eléctricas parecen ser buenos objetivos.

·         La resistencia interna se debe estimular, otra vez, conjuntamente con operaciones relacionadas. (21).

La CIA presentó el 8 de junio de 1963, al Grupo Permanente un documento titulado: “La propuesta de política encubierta y programa integrado de acción hacia Cuba”. Fundamentalmente se significaba “A CCIONES DE SABOTAJES” contra sectores vulnerables de la economía cubana. Estos SABOTAJES  principalmente estarían dirigidos a los siguientes sectores:

·         Energía eléctrica

·         Petróleo

·         Transportación

·         Instalaciones de producción, de procesamiento y las fábricas. (22)

El 18 de junio de 1963, el Grupo Permanente se reunió para discutir y aprobar la Propuesta de la CIA, acordándose presentarla al presidente Kennedy. El Presidente mostró un particular interés por las operaciones de SABOTAJES, y con qué rapidez se podría entrar en acción con el programa de SABOTAJES. La propuesta de la CIA fue aprobada. (23).

El 8 de julio de 1963, con el fin de incrementar el cerco económico a la isla, el gobierno de los Estados Unidos anunció las siguientes medidas:

·         Congelamiento de todos los bienes cubanos en territorio norteamericano, incluyendo los fondos monetarios de su misión en la ONU.

·         Prohibió toda transferencia de dólares efectuada a través de terceros países.

·         Concedió a otras naciones un plazo de 60 días para finalizar el comercio con Cuba.

·         Adoptó drásticas medidas de boicot contra 157 barcos de naciones capitalistas que viajaban a puertos cubanos

·         Logró cancelar los permisos de aterrizaje de aviones cubanos en muchos países.

LAS MEDIDAS CONTRA CUBA CONTINUARON Y SE INCREMENTARON.

El 3 de octubre de 1963, el Grupo Permanente aprobó 9 operaciones contra Cuba, algunas de ellas relacionadas con SABOTAJES. El 24 de octubre, se aprobaron 13 importantes operaciones, que incluyó el SABOTAJE en una planta eléctrica, una refinería de petróleo y un central azucarero.

Posteriormente al asesinato del presidente John F.Kennedy, y ante el fracaso evidente del Programa Integrado de Acción Encubierta de la CIA, en doblegar y derrocar al Gobierno Revolucionario; a pesar de los peligros de invasión directa, las muertes infligidas, la destrucción de fábricas, almacenes, equipamientos y diversos actos TERRORISTAS; guerra mediática y psicológica; el bloqueo económico y el comprometimiento cada vez mayor de Estados Unidos en la guerra de Vietnam, obligaron al gobierno de Lyndon B.Johnson (sucesor de Kennedy), a disminuir su accionar militar subversivo.

Pero a partir de entonces, el bloqueo económico, comercial y financiero y la guerra psicológica, pasaron a ser las armas principales y preferidas empleadas por las sucesivas administraciones norteamericanas, sin abandonar otras diversas formas de acciones subversivas, dentro de su cincuentenaria guerra sucia contra Cuba.

No quisiera finalizar sin mencionar algunos planteamientos de dos personalidades altamente reconocidas mundialmente: Juan Bosch, escritor, pensador y ex presidente de la República Dominicana; y J. W. Fullbright, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos:

·         En el libro de Juan Bosch “El Pentagonismo sustituto del Imperialismo”, expresa: “Si los Estados Unidos iban a una guerra en cualquier parte del Mundo, y especialmente contra un país débil;  si usaban sus ejércitos como un instrumento de terror internacional, sería para defender a los Estados Unidos, no para agredir al otro país. Se requería, pues, establecer la doctrina de la guerra defensiva realizada en el exterior”

·         “La sustancia es bien simple: toda pretensión de cambios revolucionarios en cualquier lugar del Mundo es contraria a los intereses de los Estados Unidos; equivale a una guerra subversiva contra el orden norteamericano y en consecuencia, es una guerra de agresión contra los Estados Unidos, que debe ser respondida con el poderío militar del país, igual que si se tratara de una invasión armada extranjera al territorio nacional”.

·         En un discurso del senador J. W. Fullbright, en el Senado de los Estados Unidos, el 13 de diciembre de 1967, entre otros aspectos sumamente importantes, expresó: “El complejo militar-industrial se ha convertido en una fuerza política mayoritaria. Es el resultado y no la causa de las intervenciones militares norteamericanas en todo el Mundo…se ha convertido en una fuerza indirecta para la perpetuación de nuestros compromisos militares globales…para la introducción y expansión de costosos sistemas armamentistas, y, como resultado de eso, para la militarización de amplios segmentos de la vida nacional”. “Llegamos a pensar que teníamos que estar involucrados en cada crisis que se presentaba; entonces comenzamos a perder la noción de nuestras propias limitaciones…ahí comenzamos a perder nuestra histórica comprensión del poder del ejemplo norteamericano” . “La crisis no será resuelta en breve, tampoco puede predecirse su resultado. Puede culminar, como espero que suceda, en una vuelta a los valores tradicionales…o puede culminar con nuestra conversión en un imperio del tipo tradicional, destinado a gobernar por  un tiempo sobre un sistema vacío de poder para después desvanecerse o  caer, dejando, como sus predecesores, una herencia de polvo”

CONCLUSIONES: El ciudadano que tenga la posibilidad de leer y analizar estas revelaciones, de hechos acontecidos en un pequeño país del Caribe, subdesarrollado, cansado de padecer años de dictadura y de gobiernos corruptos, ineptos y sumisos, no le será difícil entender la increíble hazaña que representó haber soportado y sufrido tan vastos planes de conjura y subversión en solo 7 años, con un saldo inaudito de padecimientos humanos y materiales.

Me atrevería a aseverar que, independientemente que algunos no compartieran las políticas e ideologías de aquel incipiente proceso revolucionario, se asombrarían de cómo era posible que ese pueblo y sus gobernantes hayan sobrevivido ante esa enorme provocación del opulento, convoyados por otros de su misma jerarquía y algunos, menos pudientes, pero sí serviles.

Lo más sorprendente y prodigioso en este caso de las relaciones de los Estados Unidos con Cuba, es que han transcurrido más de 60 años, y aún persiste la repugnante sed de venganza para tratar de destruir lo que comenzó el 1ro de enero de 1959.

Y más repulsivo resulta que se desconozca y se olvide la historia de un pueblo que lleva medio siglo soportándolo y sin vacilación; lo cual debía ser objeto de una repulsa internacional y la acusación formal del proscrito en el Tribunal Penal internacional.

 La Habana, 19 de julio de 2021, “Año 63 de la Revolución”.   JSAF

N  O  T  A  S:

1)      Testimonio de Dwight D.Eisenhower, en su libro “Los años en la Casa Blanca”. Doubleday and Co. Nueva York 1996.

2)      Testimonios del vicepresidente de Estados Unidos, Richard Nixon, en su libro “Six Crisis”. Doubleday,  Nueva York 1962.

3)      Documento desclasificado de la CIA: “A Program of Covert Action against the Castro regime”, Washington, 15 de marzo de 1960, y Memo of conference with the president , Washington, 18 de marzo de 1960.

4)      Informe elaborado por la Comisión Taylor (general Maxwell Taylor), sobre el fracaso de la invasión a Playa Girón.

5)      Memo del jefe del Estado Mayor Conjunto, general  Lemnitzer, al jefe de la Escuadra del Atlántico, Almirante Dennison, de abril 7 de 1961.

6)      Reunión en la Casa Blanca, el 3 de noviembre 1961, a la que asistieron Robert Kennedy,  Fiscal General, altos funcionarios del Dpto.de Estado, de la CIA, asesores de la Casa Blanca y el secretario de Defensa, McNamara, y el general Landsdale. Memo del Consejero Especial  de Kennedy (Goodwin) al Presidente, Washington, noviembre 1, 1961, Dpto. de Estado.

7)      Documento preparado por la CIA: “Tipos de acciones encubiertas contra el régimen de Castro”, Washington, 8 de noviembre 1961, Dpto. de Estado, Plan para Cuba.

8)      Plan Cuba y memo de John A. McCone, director de la CIA, Washington, 22 de noviembre 1961.

9)      Memo del presidente Kennedy, Washington, 30 noviembre de 1961.

10)   Memo del Jefe de Operaciones de la Operación Mangosta (Landsdale), a los miembros del Grupo, Washington 7 de diciembre de 1961.

11)   Proyecto Cuba, programa revisado por el Jefe de Operaciones, Operación Mangosta, Washington, 18 de enero de 1962. Memo del Jefe de Operaciones de la Operación Mangosta, general Landsdale, a los miembros del Grupo.

12)   Dpto.  de Defensa, Oficina del secretario de Defensa, Cable Files, enero-agosto 1962. Planes de Contingencia para Cuba CINCLANT OPLAN 314-61 I-II-III. Pentágono, septiembre de 1962.

13)   Memo de la Conferencia con el presidente, en Palm Beach, dic.27, 1962, Librería Kennedy, Files de la Seguridad Nacional.

14)   Notas de lo expresado por el presidente Kennedy, en la 508 Reunión del Consejo Nacional de Seguridad, Washington , enero 22, 1963, Librería Kennedy, Files de Seguridad Nacional

15)   Memo del Coordinador de Asuntos Cubanos al Comité Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional, Washington, enero 24, 1963. Dpto. de Estado, Files 737.000/1-2463.

16)   Memo No.220 Seguridad Nacional. Dpto. de Estado, Files LOT 72 D 316 de 2 de marzo de 1963.

17)   Memo de febrero 28, 1963, Reunión del Estado Mayor Conjunto con el Presidente CM-351-63 Universidad de Defensa Nacional

18)   Memo de la CIA, Washington 29 de marzo de 1963. Files JOB 80-1301285 A, reunión con el presidente. Sumario de la 42 Reunión del Comité Ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad, marzo 29 de 1963, Librería Kennedy.

19)   Memo de la Reunión acerca de Cuba con el Presidente, Washington, 3 de abril 1963. “Bahía de Cochinos 40 años después, documentos de la Conferencia Internacional celebrada en La Habana, Cuba, marzo 22-24 de 2001.

20)   Memo de McGeorge Bundy del 21 de abril de 1963, al Grupo Permanente del Consejo Nacional de Seguridad. Librería Kennedy, Files de la Seguridad Nacional.

21)   Memo de abril 25 de 1963, de la CIA DCI/Mc Cone. JOB 80-B012185 A, 303, reunión del Comité.

22)   Documento presentado por la CIA al Grupo Permanente, de junio 8 de 1963, Librería Kennedy, files de Seguridad Nacional

23)   Memo de junio 19 de 1963, Washington, CIA DCI (McCone), files JOB 80-B01285A, reunión con el Presidente.

 

La Habana, 25 de junio de 2022.

JSAF

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