Otras Paginas WEB

viernes, 12 de agosto de 2022

Inspiración

 

 
ECONOMÍA
 



La satisfacción de hacer lo que le gusta y responder haciendo. Fotos: JAleM

La Unidad Empresarial de Base Producción de Petróleo Majagua sobrecumple sus planes de extracción, procesamiento y suministro de crudo nacional, por lo que recibió la condición Latir Avileño. Invasor entrevistó a dos de sus trabajadores

Gustavo y su en-torno

El overol lleva puesto un letrero inconfundible: Cupet. Está sudado. Dentro del local hay ventiladores veinte veces más grandes que los de la casa. No obstante, se siente el vapor. Mantiene puestas sus gafas y unos tapones en los oídos, para evitar accidentes. Sus manos se mueven rápidamente frente al amasijo de hierro.

Su horario laboral inicia sobre las 7:30 de la mañana, “despojado” de las preocupaciones de la vida social y hogareña, hasta las 5:00 de la tarde, tiempo en el que toca “fajarse” con aquello que pospuso al salir para el trabajo. “En ocasiones, son las tantas de la noche y todavía no he terminado”, confiesa.

Dice, además, que ya siente algunas “fallitas en el cuerpo”, inevitables con cuatro décadas de trabajo en la (hoy) Unidad Empresarial de Base (UEB) Producción de Petróleo Majagua. “Sumo 40 años de participación en muchas soluciones, en el taller de Maquinado”, sometido a encargos laborales complejos.

Gustavo de la Cruz Pérez Trujillo es tornero, posiblemente bautizado como uno de los padres del oficio en la UEB, porque a ese imprescindible quehacer ha sumado, por señalarlo de alguna forma, la transmisión de conocimientos. “Somos un equipo”, confirma, ratificando que lo de él no es hablar mucho, sino crear, innovar.

Ya no es aquel joven de 18 años que estudió para ser obrero calificado en Tornería, allá en Santa Clara. Al que le fue difícil conseguir trabajo al principio de su vida laboral, pero que, cuando lo encontró, “se sembró” en la misma unidad y en el mismo puesto.

Luego de haber transitado por C y B, el hoy operador de máquinas y herramientas A, sabe mucho más que el ABC (o CBA) del oficio. Incluso, defiende la necesidad de que se asegure el relevo, porque “no es lo mismo formarse en la calle”. A recuperar la formación vocacional, las escuelas y el vínculo con los talleres, convoca.

Quien piensa en los que vendrán a pararse detrás de un torno, no esconde sus dolores en los brazos y las piernas, tantas horas al pie del “cañón”, ni las huellas en sus manos ásperas, ni la graduación de sus espejuelos. Y se refiere al brillo de los metales, con los que ha hecho “lo que me ha dado la gana”.

Uno puede llevarse la idea de que Gustavo ha estado allí, en la UEB, porque “es una gran familia”. Aunque, él metió la idea en su cabeza y “torneó” su mejor descripción: “este ambiente es pegajoso”. Entiéndase, y lo aclara, como “algo que te atrapa y no te suelta”.

Nos habla de la versatilidad de su trabajo. “Hay una cosa hoy y mañana otra, porque pensamos para la actividad del petróleo, que es muy grande, que vive de la innovación y la recuperación constante de sus piezas y equipos”. Su aporte va desde un eje hasta una polea, en sustitución de importaciones y reducción de gastos.

En 40 años, ha sido retribuido con estímulos materiales y morales, mejor trabajador, mejor anirista... Y eso ha sido en todos los niveles, porque ¡Gustavo es Gustavo! en la Empresa de Perforación y Extracción de Petróleo del Centro.

“Me preguntan cómo es esto o aquello, en los trabajos más riesgosos. He tenido en mi cabeza encargos urgentes. Me ha tocado esa responsabilidad de enfrentarme a los más difíciles”. A él siempre hay que volver, hasta después de jubilado.

Sin embargo, mentiría si no muestra su agotamiento. Mentiría, asimismo, si no reconoce cuánto tiempo le debe a su familia, a su hija, a sus dos nietos. “Hay varias cosas que hacer en la casa”, relata el hombre que se duerme frente al televisor, que no es muy “novelero ni peliculero”; pero “¡difícil serlo ante el deber!”.

Le gustaba practicar la pelota, aunque terminó dando su mejor jit detrás de un torno. Y si le preguntas ¿qué es lo que usted se llevaría con orgullo?, su respuesta es: “Haber participado en muchas soluciones”. Gustavo no es de los que forman parte del problema.

Que operen con eficiencia los yacimientos de petróleo, ubicados en áreas de Sancti Spíritus (Jarahueca, al sur de Yaguajay, y Jatibonico) y Ciego de Ávila (Cristales, en Majagua; y Pina-Brujo, en Ciro Redondo), también tiene que ver con sus manos.

Energía joven

adrianEn poco tiempo, Adrián ha superado sus propias expectativas

Y como en la UEB laten bien duro sus trabajadores, por Majagua, por Ciego de Ávila y por Cuba, atrás no queda la juventud. Cuantitativamente, no es lo mismo decir cuatro décadas de servicio que cuatro años; pero, cualitativamente, pudiera serlo.

Más allá del taller de Maquinado, en un ambiente fresco, está el ingeniero industrial Adrián García Mursulí, graduado en 2018 en la Universidad de Villa Clara. Es una coincidencia que, aunque en años diferentes, también Gustavo se haya formado en esa provincia.

El muchacho se desempeña como especialista C en Ahorro y Uso Racional de la Energía. O sea, tiene la responsabilidad de llevar a punta de lápiz y en decenas de documentos digitales el consumo de los portadores energéticos.

No se le puede escapar una, dicho en buen cubano. Es hacer “malabares” con el combustible y la electricidad disponibles, en un contexto apretado para la nación. Según Adrián, “es ver qué se afecta y qué no se afecta, es planificar, fiscalizar”.

Quizás por el escenario en el que le ha tocado repartir recursos, es que confiese que es una “plaza problemática, complicada, de mucho control”. Sin embargo, la planificación es esencial en los resultados de la entidad. Y es sinónimo de calidad, eficiencia y disciplina.

Desde bien temprano hasta que cae la tarde, incluso de noche, puede estar sumergido en tablas, con el teléfono en mano ofreciendo y recibiendo informaciones, consultando con quienes más saben, recorriendo las áreas y sacando cuentas.

Es difícil que no estudie, que no se actualice, porque vive entre gacetas, resoluciones, instrucciones, procedimientos, leyes, acuerdos y programas, que vienen de varios ministerios, entre ellos el de Energía y Minas, al cual pertenece.

El desafío de Adrián, también estímulo a su entrega, está en cursar, próximamente, la Maestría en Ingeniería de Petróleo y Gas, en la Universidad Federal de Kazán, en Rusia. Dentro de los tres seleccionados, en el nivel empresarial, aparece el joven majagüense, que será protagonista de los acuerdos existentes entre ambos gobiernos.

Cuando pase el tiempo, regresará a su país, con un enfoque general sobre la actividad de exploración-producción de esos combustibles. “Será una etapa importante en mi vida, que me permitirá ser más útil para el país que confió en mí”.

De ahí ese excelente espíritu innovador, bajo un contexto de permanente intercambio. De ahí que todos, contagiados con ese espíritu, defiendan una política de explotación racional de los yacimientos. Aunque el mejor yacimiento son sus operarios.

Si en algo coinciden ellos es que “en cualquier plaza de la UEB uno se siente bien, porque aquí hay inspiración”. Eso se comprueba cuando dos generaciones apuestan por la permanencia y, por encima de cualquier “arritmia” económica, laten con pertenencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario