Investigaciones invitan a cambiar los métodos para evaluar el desempeño laboral y entender que “estar” no es sinónimo de “rendir”.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social orientó potenciar sobre todo el trabajo a distancia y el teletrabajo en Cuba, para contribuir al ahorro ante la crisis energética.
Foto: Archivo IPS Cuba
La Habana, 8 ago.- Trabajo a distancia, teletrabajo, vacaciones masivas y reubicación son vías que desde el empleo promueve Cuba para paliar la crisis energética, que deriva en apagones frecuentes y prolongados.
La alternativa de trabajar desde casa, introducida durante la pandemia, entonces y ahora encuentra resistencia en no pocas administraciones.
La situación energética por la que atraviesa el país demanda la adopción de medidas en el sector estatal de la economía, que contribuyen a disminuir el consumo eléctrico, entre ellas, la reducción al mínimo imprescindible de los trabajadores en el centro laboral, dijo en un comunicado el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
“En mi centro, se insiste en la presencialidad, incluso cuando no hay transporte para mover a los trabajadores y, en pandemia, estuvimos en teletrabajo. Veremos ahora”, señala una ingeniera informática del sistema bancario de La Habana.
No es un caso único. En Consolación del Sur, Pinar del Río, donde los cortes eléctricos alcanzan 10 horas o más, en entidades del sector forestal se mantienen las tradicionales jornadas de ocho horas.
“No sé cómo harán aquí, pero en una oficina sin ventanas ni ventilación es imposible estar sin poner el aire acondicionado, así que espero se adopte pronto un régimen laboral que lleve al ahorro”, destaca un directivo de recursos humanos.
Alternativa de ahorro
Desde hace un tiempo, se hacen reiterados llamados al ahorro de electricidad en el sector estatal y privado –con la desconexión de equipos en horarios de mayor consumo diurno y nocturno –, así como a extender las modalidades de trabajo a distancia. Sin embargo, los resultados no son los esperados.
Según medios locales, en La Habana, a inicios de julio, se reportaban unas 40.800 personas trabajando desde sus hogares –contra 80.300 en junio de 2021–, mientras en Matanzas, a mediados de julio, solo 38 de las 98 empresas del territorio aplicaban esa solución, para unas 7.775 personas, contra 41.065 en agosto del pasado año.
En el caso de Guantánamo, reportes de prensa indican que a inicios de julio apenas 660 personas trabajaban a distancia, de unos 21.000 que se acogieron a esa posibilidad durante la covid-19.
Al cierre de junio de 2021, esa posibilidad beneficiaba a 411.098 trabajadoras y trabajadores del país, de ellos, 22.204 en teletrabajo, 245.659 en el domicilio y 143.235 en el terreno.
De acuerdo con la página oficial del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, investigaciones realizadas por la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana revelan que uno de los mitos asociados al trabajo a distancia o teletrabajo es que, por no estar en la oficina, se trabaja menos, dado el arraigo de la idea de que el desempeño debe evaluarse por la presencialidad y no por los resultados.
Ante ello, especialistas invitan a cambiar los métodos para evaluar el desempeño y entender que “estar” no es sinónimo de “rendir”.
“Cuando comenzó la pandemia y se extendió el trabajo a distancia mucho se habló de que había llegado para quedarse, pero no sucedió y ahora, en medio de la situación energética, hay que empezar todo de nuevo, como si no hubiera sido ya una solución”, se quejó Annia López, desde Camagüey.
En algunas instituciones nacionales radicadas en La Habana, el personal trabaja presencialmente lunes, miércoles y viernes, en tanto, martes y jueves, desde los hogares.
Favorecer el trabajo desde casa
En medio de severos apagones, motivados por el déficit de generación y de combustible, una orden de la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó, indica aplicar de manera “homogénea y combinada” modalidades como trabajo a distancia y teletrabajo, trabajo en el terreno, vacaciones, ajustes en el horario de trabajo y reubicación laboral.
“En tiempos de necesario ahorro energético, urge potenciar el trabajo a distancia y el teletrabajo. Administración, trabajadores, país, todos ganan. #MtssCuba hace un llamado a las administraciones y sindicatos a sumarse en este empeño”, tuiteó la titular.
Las medidas laborales y salariales, que determinan los jefes de cada entidad, en correspondencia con las características de la actividad, deben propiciar el ahorro y, a su vez, proteger el ingreso de los trabajadores y que encuentren respaldo en la Ley 116, Código de Trabajo y su reglamento.
Según se orientó, la interrupción laboral debe ser valorada como última opción cuando no puedan aplicarse ninguna de las alternativas anteriores.
“Los trabajadores que no puedan ser reubicados tienen derecho a una garantía salarial equivalente al 100 por ciento de su salario básico diario por el período de un mes, computado de forma consecutiva o no, dentro del año”, señaló el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
La ministra alertó que la aprobación de jornadas reducidas con pago total de salario no es facultad de los jefes de los organismos de la administración central del Estado ni de las organizaciones superiores de dirección empresarial.
Explicó que, cuando se determine laborar en jornadas de trabajo inferiores a las establecidas, el salario se pagará en correspondencia con el tiempo real trabajado y no al 100 por ciento, por lo que llamó a privilegiar las medidas adoptadas. (2022)
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