La gestión de gobierno sobre ciencia e innovación no es solamente la voluntad de hacerlo, tampoco lo es el divulgar sus beneficios. Para ello hay que romper el área de confort de cuadros y especialistas que han subsistido sin necesidad de acudir a la ciencia e innovación.
Se trata pues de crear un entorno de
actuación del conjunto de la organización que propicie el acudir a la ciencia e
innovación y su aplicación como un sistema para obtener los avances que demanda
la sociedad.
A veces se ha entendido que son los
órganos de gestión de la ciencia tanto al nivel de gobierno como en las
empresas y otros actores los que deben aplicar esto en sus instituciones.
Para mí son las direcciones de las
instituciones de la Administración Pública en su conjunto como las de empresas
quienes responden por esto.
Se habla de Sistema de Gestión de
Gobierno basado en la ciencia y la innovación y no se aprecia el trabajo en
sistema de toda la organización con este objetivo. Su aplicación depende de
acciones coherentes de todos los elementos de las estructuras no solo de las
áreas dedicadas a la ciencia o al desarrollo.
En el Mundo Capitalista, donde hay
gran competencia tanto dentro de empresas y actores de cada país como de estas
con instituciones internacionales este factor, se vuelve un estímulo permanente
para innovar y aplicar los avances de la ciencia. La competencia es un estímulo
implacable que constantemente estimula a crear nuevos conocimientos e innovar.
En Cuba por el contrario existen
muchas estructuras monopólicas de producción y servicios desde el pasado Siglo
XX en que estas se justificaban en respuesta a planes económicos y asignación
centralizada de recursos y a la obtención de economías de escala lo que creo
mercados nacionales cautivos. Esto es algo que en su momento el gobierno deberá
revisar por la importancia de afectar los gastos del Estado en empresas de baja
productividad e ineficientes y perjudicar a los ciudadanos que no tienen
opciones diferentes que seleccionar para satisfacer sus necesidades.
Crear la competencia entre productores
y prestadores de servicios será un impulso importante a la implantación de un
verdadero sistema de gestión basado en la ciencia e innovación.
No obstante esta limitación se puede
realizar muchas cosas pues todos los elementos estructurales, tanto de
organismos como de empresas deben actuar en función de este sistema de gestión
de la ciencia e innovación.
Por ejemplo que sepamos nunca se ha
elegido un directivo sobe la base de sus experiencias innovadoras e impulso a
los registros de patentes e innovaciones, ese ha sido un tema omiso en la
selección y evaluación de cuadros. Ha tenido más peso el cumplimiento del plan
aunque ese resultado este lejos de indicadores similares de innovación en
directivos internacionales.
Igual sucede en el caso de técnicos,
especialistas y obreros, nadie tiene en su contenido y deberes laborales
indicadores que evalúen su capacidad de innovación y de empleo de la ciencia,
Se da por satisfecho en nivel de conocimientos para el cargo con el certificado
de graduado de alguna especialidad o carrera y peor aún se ponderan tener
maestrías y doctorados sin aplicaciones innovadoras en su actividad anterior o
en el propio desempeño de su cargo.
Ante esto, hay que lograr que tanto
los aparatos de cuadro como de recursos humanos y personal ponderen en sus
selección de personas y evaluación de su desempeño el historial de innovaciones
y uso de la ciencia. El talento innovador en las personas se vuelve un
componente importante para este sistema de gestión
Esta selección y evaluación de
personas no deberá ser solamente para los dedicados a las actividades directas
de producción o servicios pues en todas las áreas de las estructuras será
necesario trabajar y actuar por las
innovaciones en la organización que por lo general diversas áreas
impactan en sus resultados.
Este efecto de la ciencia e innovación
en el sistema organizacional se reflejen casi siempre en la reducción de
costos, mayor satisfacción de consumidores, ampliación de mercados, calidad,
economía y todas y cada una de las actividades.
Otro elemento que se deberá
desarrollar como parte del sistema de gestión basado en ciencia e innovación es
lo que se ha dado en Llamar por académicos y científicos el Aprendizaje
Organizacional.
Las organizaciones que progresan en el Siglo XXI, según afirman varios autores
e investigadores, son aquellas que se llaman “Organizaciones de Rápido Aprendizaje.
Sin un “clima organizacional” que propicie el desarrollo de nuevos conocimiento
que se conviertan en innovaciones que agreguen valor a los usuarios o clientes
no habrá un Rápido Aprendizaje.
La característica de ese clima organizacional centrado en el aprendizaje se caracteriza por:
Se logra que las personas discuten abiertamente los errores para aprender de ellos y pueden identificar las habilidades que necesitan para para laborales futuras.
Existe la ayuda de unos a otros para aprender y consideran los problemas en su trabajo como una oportunidad para aprender y brindan opiniones honestas entre sí, sobre los problemas de la organización y de cómo resolverlos
Un elemento importante de estas organizaciones, es que todos reciben apoyo para el aprendizaje. y se les facilita el tiempo para esto. Se recompensa a las personas por aprender.
¿Estarán los jefes en todos los niveles en capacidades de crear organizaciones de rápido aprendizaje?
Creo resulta necesario incluir esto en la preparación de los cuadros y directivos en función de desplegar el sistema de gestión basado en la ciencia e innovación.
El contexto nacional e internacional presenta en una veloz dinámica social, empresarial, de organizaciones gubernamentales así como de negocios y tecnológica en constante movimiento y cada vez más competitiva, por eso, con o sin contingencia, la innovación siempre es importante.
Innovar es lo que impulsa el crecimiento personal y de las organizaciones.
Innovar es una necesidad.
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