El excelente artículo ¿Recuperar la industria del Azúcar? del compañero economista y profesor Juan Triana, me ha estimulado a escribir sobre dos anécdotas personales, entre las varias que pudiera contar sobre mi relación con esta vital industria para la economía de nuestro País.
De inmediato nos planteó que era necesario sembrar
para la temporada de frio 500 caballerías de caña con las que se pudieran
obtener 12 meses después, o sea para la zafra 64/65 rendimientos de 120 mil
arrobas por caballería. Eso significaría hoy sembrar para el frio de la próxima
zafra 6 600 hectáreas de caña con regadío para obtener rendimientos de 100
toneladas de caña por hectárea.
Entonces comenzó a darnos una clase. Ya estaban
escogidas las 500 caballerías con condiciones de regadío. Unas en Cárdenas y el
resto en Jovellanos. Nos explicó detalladamente las condiciones agro-técnicas;
profundidad del surco donde depositar las semillas, PH de la tierra (hubo que
medirle el PH pues si la tierra estaba muy ácida había que echarle cal); la
cantidad de nitrógeno, fosforo y potasio que había que adicionarle a la tierra
de acuerdo con lo que se había cultivado anteriormente en esas tierras. Le
sugirió a García Peláez que se organizaran cursos para que todos los cuadros
del Partido dominaran la agrotecnia de la caña de azúcar y la importancia de
esa producción para la economía y el desarrollo del País. Se organizó un curso
todos los sábados en San Miguel de los Baños con profesores del centro
experimental de la caña de Jovellanos. Él se interesaba como iba el curso y en
una ocasión paso por ahí. No lo dijo, pero evidentemente fue a comprobar si
estábamos estudiando.
El Buro Provincial designo tres de sus miembros para
impulsar y controlar la tarea de tener para finales de marzo del siguiente año,
sembradas 500 caballerías de caña con condiciones de que se pudieran cortar 12
meses después y que rindieran 120 mil arrobas por caballería. Los designados
fueron Sergio Oreña, Presidente del Gobierno Provincial; Nivaldo Herrera, jefe
del Departamento de Orientación Revolucionaria (COR) y Joaquín Benavides, Jefe
del Departamento económico.
El responsable de sembrarlas según las indicaciones de
Fidel era el INRA provincial, hoy delegación del Ministerio de la agricultura, cuyo
jefe era el compañero Silvio Quintana.
Fue una pequeña batalla día a día, incorporando a los
trabajadores y los militantes del Partido y la UJC, controlando las
chapucerías, discutiendo con los dirigentes de la agricultura y controlando su
trabajo. Comprobando que el trabajo se terminara con la calidad orientada.
A finales de marzo y principios de abril las 500
caballerías estaban sembradas. Se le informo a Fidel. El comprobó el
cumplimiento. La provincia continúo cultivando su caña cumpliendo todas las
normas agro-técnicas y en la zafra histórica de 1970 fue la única que cumplió
su Plan produciendo 1 millón de toneladas métricas de azúcar.
Para la siembra de caña del verano de 1983 había
atrasos en todas las provincias, pero principalmente en Camagüey que siempre
carecía de fuerza de trabajo para las labores de la caña. Un día recibimos todos los ministros una llamada del compañero Pepín
Naranjo, que era el Jefe de la oficina de Coordinación y Apoyo del Comandante
en Jefe, invitándonos a participar en un trabajo de siembra de caña en la
provincia de Camagüey. Nos aclaró que no era obligado, que si no nos era
posible ir nos excusáramos. Todos fuimos. El Consejo de Ministros en pleno,
Pepín incluido, fuimos a Camagüey a
sembrar caña. Dejamos todos los carros en la Habana y nos fuimos todos en
ómnibus durante 15 días.
Aunque el que más o el que menos había sembrado caña,
no era la cantidad lo que más importaba. Lo decisivo era señalar al País y a
todos los dirigentes, que para el Consejo de Ministros era muy importante dejar
de hacer cualquier otra cosa durante 15 días e ir a apoyar a la provincia más
apremiada para cumplir su Plan de siembra de caña.
La siembra de caña hay que estimularla por todas las
vías, incluida la salarial, y la dirección del País, para algo tan importante
como la producción de azúcar, debe esforzarse por dejar claro, siempre que sea
posible con su participación personal, donde hay que dar políticamente, el
golpe principal.
*Joaquín Benavides Rodríguez. Ocupó el cargo de Jefe del Departamento económico del Comité Central (1977- 1980). El de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte