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viernes, 8 de abril de 2022

La industria de la comunicación

Josep Cónsola, miembro de la Universidad Comunista de los Países Catalanes (UCPC)Josep Cónsola, miembro de la Universidad Comunista de los Países Catalanes (UCPC)

"Cambiaron incluso el significado normal de las palabras en relación a los hechos, para ponerlos en sintonía a su interpretación de los mismos" (Tucídides. Guerra del Peloponés, III)

"On doit exiger de moi que je cherche la vérité, mais non que je la trouve" (D. Diderot. Pensées Philosophiques, XXI)

"La televisión no es comunicación de masas, sino recepción individual" (Peter Winterhoff-Spurk)

"El público es enormemente incauto" The Public Relations Journal

 Según Walter Benjamin, antes de que hayamos podido informarnos de un estado de las cosas, ya se han alterado muchas veces, así es como siempre nos enteramos demasiado tarde de lo que ha pasado. (1)

Ahora más que nunca hay que decir las cosas por su nombre, y en cuanto a los diferentes tipos de noticias que llegan constante y aclamadoramente, que actúan bajo un nombre de "medios", concepto difundido que engloba a radio, prensa, televisión y espacios digitales, esconde una definición que debería ser más precisa: INDUSTRIA, al igual que una industria que fabrica armamento, productos químicos, drogas y similares, etc.

Hemos vivido un aclamado bombardeo de "noticias" en estos últimos dos años, como nunca había ocurrido, tanto por la agresividad de sus consignas, como por la uniformidad abarcadora del mundo entero. En un caso la construcción del relato pandémico y en el otro la construcción de un relato bélico. En ambos casos la industria de la comunicación ha hecho estragos en los ánimos de la población, al tiempo que ha utilizado el concepto de "solidaridad" tanto para hacer referencia a la aceptación voluntaria del estado de excepción con la excusa de la pandemia lanzando anatemas hacia los que lo ponían en duda, calificándolos de insolidarios; cuanto más recientemente con motivo de la escalada defensiva de Rusia respecto a la amenaza de la OTAN sobre su país, en la que de nuevo haciendo estragos por medio de "la amenaza rusa" ha esperó a la población a hacerse solidaria con el gobierno de Ucrania y organizando recaudos de todo tipo, tachando de nuevo, de insolidarios a los que ponen en duda el relato oficial.

Si solidaridad implica conciencia conjunta de derechos y responsabilidades, nos deberemos preguntar si la solidaridad con el gobierno de Ucrania también implica una conciencia conjunta, es decir una conciencia de carácter nazi, corrupta y subordinada a la estrategia militar de la OTAN. Seguramente esta reflexión no la han hacer centenares de personas que han aportado simbólicamente un paquete de arroz a los centros de recogida. Al igual que en la guerra de Estados Unidos contra Siria, centenares de voluntarios hacían recaudo de material y dinero sin saber distinguir entre la bandera siriana y la de los mercenarios europeos y norteamericanos.

Los organizadores profesionales de colectas, (la industria de la solidaridad), por lo general no dan nunca la cara, pues los presuntos donantes, si se dan cuenta de quién lo organiza, no participarían en las donaciones. Estos organizadores profesionales de colectas son de la opinión de que existen diversas causas que estimulan a las personas a donar dinero por causas caritativas o a hacer de voluntarios por las recaudaciones, entre ellas la propaganda dirigida a hacer sentir un cierto sentimiento de culpa, la recreación de imágenes con un gran contenido emocional, el apoyo de personajes famosos y empresas conocidas e incluso un enaltecimiento del ego de personas con pocos recursos. que se les hace ver como "iguales" a las grandes fortunas en el campo de la solidaridad.

Cuando esta solidaridad no es gestionada por este tipo de industria, ocurre como Ángeles Maestro y otros dos militantes de Red Roja, a las que el Juzgado nº6 de la Audiencia Nacional la imputó un delito de "financiación del terrorismo" por recabar fondos para colaborar en la reconstrucción de los centros de salud palestinos destruidos por el ejército de Israel en las ofensivas de los años 2014 y 2015. Mientras a los nazis españoles que en esas mismas fechas organizaron colectas y transferencias bancarias hacia los homónimos ucranianos, nadie les molestó.

C. Moya señala la posibilidad de que el concepto de solidaridad cumpla una función de tipo ideológico, como por ejemplo legitimar con un carácter pretendidamente científico unos imperativos de unidad, eliminando a nivel teórico y conceptual la lucha de clases (2)

En cuanto a la integración social, es decir, a insertar a los individuos o grupos en una colectividad para adquirir sus cualidades, es similar con la noción de solidaridad de Durkheim, donde plantea que se trata de un proceso asegurado por modelos de cultura normativa, cuyo resultado es la armonía social, por ello Durkheim utiliza indistintamente el concepto de cohesión y solidaridad (3) 

El proceso de fabricación

 La fabricación del tiempo por parte de las agencias de prensa no está basado en lo que se nombra como "informes". Las industrias de la información sobre la actualidad no registran "lo que pasa" porque entonces deberían registrar "todo lo que pasa"; así pues, según estas agencias, "lo que pasa" no es el todo, y de esta manera, dejando de lado "el todo", la información de lo que pasa está seleccionada y entonces se le da el nombre de evento y, este solo tiene lugar o pasa allí donde está cubierto por los informadores. De esta forma, miles de eventos quedan escondidos, sin tener lugar o sin ocurrencia, por lo tanto la sensación de los receptores de las informaciones será que según qué eventos no habrán tenido lugar y por lo tanto no habrán sucedido nunca. Lo "que pasa" se convierte en la fabricación industrial del presente. (4)

Las industrias de programas de la información, producen masivamente objetos temporales que tienen la característica de ser mirados o escuchados simultáneamente por millones o centenares de millones de conciencias, y esta "coincidencia temporal masiva determina nuevas formas de conciencia y de inconsciencia colectivas". (5)

Esta inconsciencia impone unos modelos de conducta en una guerra sin precedentes y sin piedad en la que las redes digitales están en primer lugar, y cada vez lo serán más, instrumentos para la conquista del mercado mundial de las ideas. (6) 

La producción industrial de la comunicación

Los productores de esta industria han elaborado unos productos que, al igual que la industria alimentaria o químico - farmacéutica, esconde los efectos secundarios de los componentes de sus productos.

En este caso también se trata de un proceso industrial en el que intervienen unas materias primas (eventos), una producción de semi elaborados (la selección de los mismos) y finalmente la puesta en el mercado del producto resultante. En todo este proceso intervienen, al igual que en las manufacturas industriales o agrarias, personas que hacen las tareas de peones, es decir los nombrados periodistas que escriben unos guiones de acuerdo con las exigencias del proceso productivo recibiendo órdenes estrictas de cómo se debe seleccionar el material que debe ponerse en el mercado. Si lo hacen bien tienen una recompensa, si estropean la "pieza" son despedidos.

Tenemos que hablar en términos económicos, tanto del proceso de producción como en su puesta en el mercado. Para poner una industria en funcionamiento se va en busca de capitales que quieran invertir en la producción prevista. Si esta es del gusto de los capitalistas, pondrán recursos para que el producto que surja esté de acuerdo con el beneficio que quieren sacar de ella.

Este beneficio está directamente relacionado con la cantidad de personas, empresas e instituciones que "compran" el producto con el fin de utilizarlo como reclamo. Es la industria de la propaganda, aunque no supone ninguna novedad, pues Vance Packard, en 1960 ya hizo una radiografía de esta industria en la que los constructores de imágenes y mensajes ofrecían pruebas sorprendentes de cómo los consumidores norteamericanos se convertían en compradores de sus propias imágenes. Aunque hace muchos años que fue escrito su libro lo podríamos calificar como la "Primera guía de la Edad de la Manipulación". (7)

Lloyd Warner, profesor de la Universidad de Chicago, en 1948 publicó el libro "Social Class in America", y el Journal of Marketing valoró el análisis de las clases social en EE. UU. como "el paso más importante en la búsqueda del mercado que se ha hecho nunca". Dentro de este análisis que distribuye las clases en seis categorías (1.alta superior, 2.baja superior, 3.alta media, 4.baja media, 5.alta inferior, y 6.baja inferior) que van desde la más alta (los más ricos) hasta la más baja (pobre e inmigrantes). Las tres primeras clases más altas constituían un 15% de la población. La clase más baja constituía el 20%, pero las clases cuarta y quinta (la media baja y la alta inferior) constituían el 65% de la población y era a estas clases que se tenía que dirigir la propaganda.

Packard pone un ejemplo de la persona que compra una resaca de caramelos por 1,95 $, da mucha importancia a la envoltura, y la que compra los caramelos a 3,50 $ le da poca importancia pues prioriza el contenido. Sin embargo hoy la industria de la información selecciona "noticias" y las envuelca para que el continente supere el contenido para que las consuma ese 65% de la población que decía Warner, que solo mira el aspecto exterior de las cosas.

La función más importante de la ingeniería social, la gradual reorganización de la sociedad humana, pieza por pieza y estructura por estructura debe pasar a manos de los expertos en relaciones públicas, pues hay que modelar las mentes a gran escala. Según A. Stouffer, director del Laboratorio de Relaciones Sociales de la Universidad de Harvard afirmaba a mediados de siglo XX: "Una buena práctica debe tener en cuenta que la influencia aumenta más fácilmente en las actitudes de las personas por medio de las emociones que por medio del intelecto"(8)

Y en este aspecto la fugacidad de los mensajes merma la disposición de sus receptores a tener en cuenta otras comunicaciones más detalladas... La verdad necesita tiempo (9) 

La industria electoral

Uno de los momentos apoteósicos de la industria de la comunicación, como explica Packard, es la venta de propuestas políticas, mejor dicho, de candidatos a propuestas políticas. En las elecciones presidenciales de 1960 en Estados Unidos la pelea electoral no fue entre el candidato demócrata y el republicano, sino entre dos grandes agencias de publicidad: la "Reade and Bratton" por parte de los republicanos, y "B.S.&J.", por parte de los demócratas.

En España las elecciones también son una competencia entre agencias de publicidad encargadas de construir una imagen de los correspondientes candidatos, y los electores, sin saberlo votan por una u otra agencia de publicidad. En las elecciones del año 2015 el electorado podía elegir entre votar por la agencia de publicidad "Shackleton" cuando pensaba votar al PP, y la agencia "Contrapunto BBDO" cuando pensaba votar al PSOE (10)

En 2019 el PP contrató a la empresa "The Messina Group", empresa de asesoría política que diseñó la campaña de Barack Obama en 2012, y la de 2016 de David Cameron(11)

El mismo año, el PSOE contrató a la agencia "Kitchen", que según Gema Arias, directora de estrategia de la empresa, decía que sugirieron las dos consignas "La España que quieres" en la fase preelectoral, y "Haz que pase" en la electoral. Añadía que "En las marcas que ayudamos a posicionar, cada una dispone de unos rasgos diferenciadores. Pensamos que para el PSOE también tenía que ser así, principalmente buscábamos emociones y conectar con la gente"(12)

Y el gobierno del PSOE, contento con los resultados electorales obtenidos, también contrató a la propia agencia para organizar toda la campaña de la pandemia, (13) durante la que consiguieron «inhabilitar las circunstancias propias» de las personas y «fabricar artificiosamente» otras que se asumieron y consideraron como las mejores o más apropiadas, en definitiva bombardearon emocionalmente a la población con una estructura de mensaje ajeno totalmente a sus necesidades pero intentando convencer como las que «le convenían».

En definitiva; la verdad y la honestidad es lo que menos importa, lo que cuenta es «vender un producto» que sintonice entre emisor y receptor del mensaje, ya que no se pretende que el elector o receptor sea elemento activo del proyecto político, económico, social o cultural, sino la justificación para la posterior toma de decisiones, por más lesivas que sean.

El profesor de la Universidad de Virginia, Philip J. Allen diseñó lo que nombraba como Programa Sistemático, señalando que tal programa requería suficiente apoyo financiero para la utilización regular de la comunicación de masas, a fin de transmitir de forma constante los objetivos deseados, para crear de forma deliberada valores nuevos y que se los haga suyos como metas personales. Pero lo que hagan las principales instituciones sociales, particularmente las de carácter educativo y recreativo, debe realizarse con la cooperación de los que controlan la industria de comunicación de masas, por una parte, y por otra los grandes creadores de mercancías y servicios que compran los espacios publicitarios para anunciar sus artículos. "Al utilizar los diferentes recursos, nuestro moderno genio de la propaganda puede utilizar frases sencillas bien organizadas coordinadas con otras instituciones para realizar el "gran proyecto". Pero este requerirá muchos operarios cualificados y abundante apoyo financiero" (14)

Como parodia Juan Ignacio Ferreras, "Estamos ante una sociedad del espectáculo y la primera consecuencia del reinado de la Sociedad del Espectáculo, consiste en esconder primero, y en la posible desaparición después, de la realidad. La realidad se aleja del hombre en un primer momento, para ser sustituida por una imagen obligatoriamente espectacular de la misma" (15)

Como conclusión de estas apreciaciones, hay que estar alerta con los mensajes que nos envían , hay que buscar, dentro de una visión de totalidad, la relajación de las cosas y si tenemos suficiente capacidad de análisis no nos dejaremos embrutecer el cerebro con los productos allegados por la industria de la comunicación ya que su objetivo es dirigir nuestra opinión hacia una finalidad pre-establecida por medio de un arte interpretativo para hacer creíble el mensaje, cual obra teatral que emocione y penetre dentro de los receptores de la información que actúan cual espectador de un espectáculo.

 

(1) (Walter Benjamin. La dialéctica del suspenso. Ed. Lom. Pág. 87)

(2) (C.Moya. Conceptos fundamentales de teoría sociológica. Sociólogos y sociología. Ed. Siglo XXI. 1975)

(3) (Javier de Lucas. El concepto de solidaridad. Fontamara. 1993. Pág. 20)

(4) (Bernard Stiegler. La técnica y el tiempo. Volumen 2. Hiru. Pág. 176)

(5) (Bernard Stiegler. La técnica y el tiempo. Volumen 2. Hiru. Pág. 370)

(6) (Bernard Stiegler. La técnica y el tiempo. Volumen 3. Hiru. Pág. 224)

(7) (Vance Packard. The Hidden Persuaders. Ed. Sudamericana. 1974)

(8) (Vance Packard. The Hidden Persuaders. Ed. Sudamericana. 1974. Pág. 238)

(9) (Vicente Romano. El tiempo y el espacio en la comunicación. Hiru. Pág. 103)

(10) (https://historico.prnoticias.com/marketing/20147072-spots-partidos-campana-electoral#inline-auto1611)

(11) (https://www.elmundo.es/espana/2019/11/02/5dbc8f6821efa075198b4648.html)

(12) (https://controlpublicidad.com/campanas-publicitarias/la-agencia-que-ha-ayudado-al-triunfo-del-psoe/)

(13) (OK DIARIO 27/09/2021)

(14) (Vance Packard. The Hidden Persuaders. Ed. Sudamericana. 1974. Pág. 285)

(15) (Juan Ignacio Ferreras. La gran parodia. Ed. Endymion 2000. Pág 85)

 

Los trabajadores y los pobres de EE.UU. sufren un número de muertes muy desproporcionado a causa del COVID-19, según un estudio


A medida que el número de muertos en EE.UU. por el COVID-19 supera el millón, el gobierno y sus portavoces en los medios de comunicación siguen perpetuando el mito de que las muertes por el COVID-19 son un fenómeno generalmente natural que las autoridades han sido impotentes para detener. Según esta mentira, el SARS-CoV-2 se ha propagado y ha matado sin preocuparse por el estatus socioeconómico de sus víctimas.

Sin embargo, un nuevo informe expone la sombría realidad de que entre los más de 81 millones de estadounidenses que han sido infectados por el mortal virus, los pobres y los que viven en comunidades de bajos ingresos han sido mucho más propensos a morir. Durante las repetidas oleadas de COVID-19 que han golpeado a cientos de miles de personas en los últimos dos años, las tasas de mortalidad fueron hasta cinco veces más altas en los condados más pobres que en los de mayor renta media.

El informe ha sido elaborado por la Campaña de los Pobres en colaboración con economistas de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU dirigidos por Jeffrey Sachs. Analizando las estadísticas de más de 3.200 condados de Estados Unidos, el informe compara el 10% más pobre de los condados con el 10% más rico. Y los resultados son asombrosos.

El estudio muestra claramente que es la clase trabajadora —los mal pagados, los desempleados, los que trabajan en lugares 'esenciales', los que no tienen seguro médico, los que tienen que pagar el alquiler— la que se ha visto afectada de forma desproporcionada y devastadora por la pandemia.

A medida que el número de muertos en EE.UU. por el COVID-19 supera el millón, el gobierno y sus portavoces en los medios de comunicación siguen perpetuando el mito de que las muertes por el COVID-19 son un fenómeno generalmente natural que las autoridades han sido impotentes para detener. Según esta mentira, el SARS-CoV-2 se ha propagado y ha matado sin preocuparse por el estatus socioeconómico de sus víctimas.


Niños y sus cuidadores llegan a la escuela en Nueva York, el lunes 7 de marzo de 2022. (AP Photo/Seth Wenig)

Sin embargo, un nuevo informe expone la sombría realidad de que entre los más de 81 millones de estadounidenses que han sido infectados por el mortal virus, los pobres y los que viven en comunidades de bajos ingresos han sido mucho más propensos a morir. Durante las repetidas oleadas de COVID-19 que han golpeado a cientos de miles de personas en los últimos dos años, las tasas de mortalidad fueron hasta cinco veces más altas en los condados más pobres que en los de mayor renta media.

El informe ha sido elaborado por la Campaña de los Pobres en colaboración con economistas de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU dirigidos por Jeffrey Sachs. Analizando las estadísticas de más de 3.200 condados de Estados Unidos, el informe compara el 10% más pobre de los condados con el 10% más rico. Y los resultados son asombrosos.

El estudio muestra claramente que es la clase trabajadora —los mal pagados, los desempleados, los que trabajan en lugares 'esenciales', los que no tienen seguro médico, los que tienen que pagar el alquiler— la que se ha visto afectada de forma desproporcionada y devastadora por la pandemia.

Como escriben los autores 'La pandemia de COVID-19 exacerbó las disparidades sociales y económicas preexistentes que se han enconado durante mucho tiempo en los Estados Unidos. La distribución generalizada y desigual de la riqueza, los ingresos y los recursos antes de la pandemia creó las condiciones para muchos de los resultados negativos asociados al virus'.

En otras palabras, la inmensa división de clases en la sociedad estadounidense ha quedado demostrada por el impacto desproporcionado del COVID-19 en los millones de personas que viven en condados empobrecidos de todo el país. Las políticas gubernamentales han creado la pobreza, el hambre, la hiperexplotación laboral, el desempleo y unas condiciones de vida deplorables que han creado las condiciones idóneas para que el COVID-19 se encone y mate.

El informe divide los condados de Estados Unidos en deciles, cada uno de los cuales representa aproximadamente el 10% de la población por ingresos. También proporciona valiosos mapas y gráficos interactivos que trazan el curso de la pandemia en estos condados.

En el decil más pobre, en el que entre el 42% y el 94% de las personas viven en la pobreza, la tasa de mortalidad es casi el doble que en los condados en los que menos de una quinta parte de las personas viven en la pobreza. Aproximadamente 31 millones de personas viven en el decil más pobre de los condados estudiados.

El condado de Mingo, en West Occidental, es uno de los de más bajos ingresos de EE.UU., con el 52,41% de la población viviendo por debajo del 200% del umbral federal de pobreza, que se sitúa en unos $36.000 para un hogar de dos personas. El estado de los Apalaches ha sido devastado por el desempleo y la crisis de los opioides.

La tasa de mortalidad del condado de Mingo es de 470 por cada 100.000, lo que lo sitúa en el cuarto más alto de los condados. El condado es 95% blanco y la renta media es de $32.746 con más de la mitad de sus residentes viviendo por debajo del 200% del umbral de pobreza. La tasa oficial de desempleo se sitúa actualmente en el 7,5%.

En el Bronx, en la ciudad de Nueva York, el 51% de los residentes del condado viven por debajo del 200% del umbral de pobreza. Más del 60 por ciento de los residentes están sobrecargados de alquiler, pagando más del 30 por ciento de los ingresos del hogar para el alquiler. Es uno de los condados con mayor diversidad étnica de Estados Unidos. De sus 1,4 millones de residentes, el 55% son hispanos, el 29% negros, el 9% blancos y alrededor del 5% asiáticos. Tiene una tasa de mortalidad por COVID-19 de 538 por cada 100.000, que está entre las más altas del país. Muchos residentes del Bronx trabajan en Manhattan, al servicio de la élite rica de Nueva York.

En cambio, en el condado de Fairfax (Virginia), uno de los más ricos de Estados Unidos, la renta media es de $124.831, y el 15,1% de la población vive por debajo del umbral de pobreza del 200%. La tasa de mortalidad COVID-19 es de 115 por cada 100.000. Fairfax gira en torno a los servicios profesionales y la tecnología, con muchos empleados que trabajan para el gobierno de los Estados Unidos. El condado alberga varias agencias de inteligencia, incluida la CIA. También es sede de siete de las 500 empresas de Fortune.

Casi tres cuartas partes de los condados con la renta media más baja y el mayor porcentaje de personas que viven en la pobreza se encuentran en el sureste y el suroeste del país.

El condado de Wilkinson, Mississippi, en el Sur profundo, tiene una renta media de $27.313. Más del 60% de sus habitantes viven por debajo del 200% del umbral de pobreza. La tasa de mortalidad de COVID-19 es de 510 por cada 100.000 habitantes. Aproximadamente dos tercios de la población del condado son afroamericanos.

En el condado de Gila, Arizona, en el suroeste, el 44,68 por ciento de los residentes viven por debajo del 200 por ciento del umbral de pobreza. La tasa de mortalidad por COVID-19 es de 641 por cada 100.000 personas, una de las más altas del país. El condado es un 77% de blancos y un 15% de nativos americanos. El 18% son hispanos o latinos.

La tasa de mortalidad por COVID-19 en el c ondado de McKinley, Nuevo México, es de 786 por cada 100,000 personas. El ingreso medio es de $33,834, y más del 61 por ciento vive por debajo de la línea de pobreza del 200 por ciento. Tres cuartas partes de la población del condado son nativos americanos.

Según el informe, los dos periodos más mortíferos de la pandemia han sido la 'tercera ola', del invierno de 2020-2021, que representa casi el 40% de todas las muertes hasta la fecha, y la ola ómicron en curso, que representa casi el 20% de las muertes hasta ahora.

Durante la tercera oleada, las tasas de mortalidad fueron 4,5 veces más altas en el grupo de condados del decil con la renta media más baja en comparación con los de la renta media más alta. Las tasas de mortalidad fueron cinco veces mayores en los condados más pobres durante la fase de la variante delta, mientras que en la fase ómicron la tasa de mortalidad ha sido casi tres veces mayor en los condados con ingresos medios más bajos.

Aunque las tasas de vacunación tienden a ser más altas en los condados más ricos, el estado de vacunación no explica toda la variación entre los grupos de ingresos, ya que en casi todos los deciles, la cobertura de vacunación de los condados oscila entre el 85% o más y menos del 5%.

El informe agrega los datos conectando la información sobre las muertes por COVID-19 con otras características demográficas, como los ingresos, la raza, el estado del seguro médico y otras características. Demuestra las conexiones entre la pobreza, la raza y la pandemia y trata de mostrar cómo 'la pobreza, la edad, el género, la raza, la etnia, la discapacidad y la clase social se cruzan con los resultados de COVID-19'.

Sin embargo, como demuestran los ejemplos de los condados, es la clase social la que está impulsando la miseria de la pandemia de COVID-19. Los condados más pobres, que son los que más han sufrido y los que más muertes han visto, varían mucho en cuanto a su composición étnica, siendo la clase socioeconómica el factor predominante.

Como bien dice el informe sobre la pandemia, 'mientras los millonarios estadounidenses aumentaban su riqueza en $2,1 billones, es decir, en un 70%, muchos estadounidenses se enfrentaban al desahucio, al hambre y al desempleo récord'. Como en todos los aspectos de la vida social, es la clase trabajadora la que ha sido el principal objetivo del SARS-CoV-2, impulsado por las políticas criminales de la élite gobernante y los dos partidos del gran capital.

(Publicado originalmente en inglés el 5 de abril de 2022)

Multiples factores influyen en la inflación en Cuba

Por Pedro Monreal

Múltiples factores influyen en la inflación en Cuba: choque de oferta, choque de demanda, efecto de “traslado” de una hiper-devaluación hacia los precios, y procesos circunstanciales. El choque de demanda existía antes del “ordenamiento” y fue agravado por este.


En el año 2020, la liquidez dio un salto de casi 18% y el déficit presupuestario aproximadamente se multiplicó por tres. Lo que vino después con el “ordenamiento” (más inyección de liquidez y mantenimiento de alto déficit fiscal) multiplicó un choque de demanda.

Debido a condiciones de restringida capacidad de respuesta productiva en Cuba (planificación centralizada, mercados distorsionados, descapitalización, inadecuado entorno para el sector privado) el choque de demanda llevó a los precios hacia donde único podían ir: hacia arriba.


Fuente:
@pmmonreal

Clima: el colapso que viene



Por Beatriz Gimeno, Público

Se ha dado a conocer el último informe del Panel Científico de la ONU (IPCC) que es un compendio de todo el conocimiento acumulado sobre el cambio climático, además de una sombría advertencia. El colapso climático está a la vuelta de la esquina, pero qué importa cuando nos hundimos en otros colapsos cotidianos que tienen ocupada a la clase política (y a la gente, no nos engañemos). La clase política con verdadero poder se mueve entre hacer lo posible para que esto no se pare, es decir, procurar que la máquina del neoliberalismo no decaiga y que los ricos sigan haciendo dinero, y, al mismo tiempo, evitar el colapso social total. Es un equilibrio casi imposible para el que los partidos ofrecen sus recetas en tiempo electoral. La crisis climática siempre queda al final de todo. Si los ciclos políticos son cada vez más cortos y no hay noticia que dure una semana en los medios, cómo van a ocuparse de algo que, aunque esté ahí, todavía está a más de cinco meses. No es culpa de los políticos, también es culpa nuestra, de la ciudadanía, incapaces de fijar la atención en la misma cuestión más de una semana. Y claro, si hay un tema en el que el negacionismo se ceba es el cambio climático, que asume todos los negacionismos posibles. No se ve, no se huele, no se toca, no puedes hacer un video que demuestre que es real, no se mete en tu casa a robarte, no se puede comprar ni dejar de comprar. Si la gente no se cree una matanza prácticamente televisada, cómo va a creerse que el cambio climático puede acabar con la vida que conocemos.

La crisis climática, sin embargo, está ahí a punto de ser irreversible. La advertencia de la ONU de esta semana va con fecha. Está muy cerca pero nadie con poder parece capaz (o siquiera interesado)en tomar ninguna decisión que implique poner la más mínima cortapisa a eso que se llama "crecimiento" y que supondría inmediatamente las críticas de los adversarios políticos y un enorme coste electoral. Para parar la maquinaria habría que parar el capitalismo: ¿alguien ha visto a alguien dispuesto a parar el capitalismo? El lema de este sistema es "crecimiento o muerte" y los gobiernos, las empresas y las instituciones eligen muerte esperando que llegue pasado mañana. Los gobiernos quieren seguir en el poder mañana porque dentro de 100 años todos calvos. Lo malo es que no, que ya no son 100 años, que esto es para ya. El cambio climático parece destinado a ocupar los tiempos más ociosos de políticos e instituciones: se ocupan de él cuando no hay otros problemas acuciantes: es decir, nunca. Al mínimo problema, si el crecimiento experimenta un traspiés, entonces todo lo hablado hasta ese momento, todo lo firmado y prometido, se contradice sin ningún problema. Y, con la guerra y la crisis (las sucesivas e interminables crisis), ya estamos volviendo a los combustibles fósiles. Las promesas duran lo que dura el periodo de bonanza, poco.

Lo "peor" del informe es que del mismo puede deducirse que sólo afectará a la mitad de la humanidad y que el colapso será total en algunos lugares y más liviano en otros. Esto, automáticamente, supone que los gobiernos (y la gente) piensen que hablamos de algo que afectará a otros. Pero lo cierto es que lo que viene no reconocerá fronteras: una gran escasez, guerras por el agua y los recursos en todo el planeta, gente desesperada intentando llegar a lugares más habitables, represión, y más enfermedades y más difíciles de curar. Todo esto podría organizarse de manera racional, justa y solidaria; incluso el colapso puede gestionarse, pero ya tenemos suficiente historia política detrás como para saber que ante la escasez lo que predomina es la mentira, el miedo y su correlato, el odio. Sobre la clase política recaería no sólo la responsabilidad de hacer, sino también de educar, explicar, enseñar, decir la verdad, hacerla comprender, expandirla, algo complicado en tiempos de fake news y mentiras generalizadas. Sobre todo si la verdad lo que debe hacer es incitarnos a cambiar de hábitos y consumir mucho menos. Nuestra civilización entera se basa hoy en el consumo: es ocio, estatus, felicidad, satisfacción, es la economía entera, es la vida. Ya hemos visto lo que ocurre cuando un político dice algo tan sensato o tan necesario como que hay que consumir menos y de otra manera.

Mientras, algunos científicos deciden pasar a la acción y se manifiestan delante del Congreso para exigir que se tomen medidas ya. Acuden más antidisturbios que manifestantes y la gente se queja en redes sociales que pinten de rojo el Congreso. No estamos en tiempo de políticos de mirada larga ni verdaderamente preocupados por el futuro más allá de los próximos comicios. El capitalismo, que no puede sobrevivir sin ese crecimiento basado en el consumo, elegirá la autodestrucción antes que el decrecimiento. Los ciudadanos deberíamos saber que el tiempo se nos acaba, pero preferimos imaginar que la culpa es de Soros y mantenernos ciegos.

Agricultores: puente en relaciones entre Cuba y Estados Unidos (+Fotos)

 Johana Tablada (Small)

La Habana (Prensa Latina) La III Conferencia Empresarial Agrícola entre Cuba y Estados Unidos concluyó apenas en esta capital, y pareciera un soplo de aire fresco sobre la hostilidad y el recrudecimiento del bloqueo económico desde la nación norteamericana.
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abril 8, 2022
CDT10:21 (GMT) -0400



Fotos: Jorge Pérez


Por Ania Terrero

Redacción de Economía

Tras cuatro años con Donald Trump (2017-2021) en el poder, la normalización de las relaciones entre ambos países impulsada en 2016 no solo se paralizó, sino que fue considerablemente hacia atrás.

La llegada de Joseph Biden a la Casa Blanca (2021) prometía un giro, pero un año y medio después no solo mantiene inalterables las disposiciones de su antecesor, sino que añadió otras en medio de la pandemia de Covid-19. Sin embargo, los agricultores estadounidenses regresaron una vez más para trabajar de conjunto con sus contrapartes cubanas en la resolución de diversos problemas que frenan el comercio bilateral y establecer otros acuerdos.

¿Cómo es esto posible? Para entenderlo hay que analizar el historial del lobby agrícola estadounidense respecto a Cuba, aseguró la subdirectora general de la Dirección de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Johana Tablada, en entrevista con Prensa Latina.

Esta es la III Conferencia, la primera fue en 2018 gracias al trabajo de la Coalición Agrícola Estados Unidos-Cuba, “ya con el presidente Trump al mando y un anuncio confirmado de que la política cambiaría”, recordó.

El grupo bipartidista de más de 60 asociaciones, empresas y funcionarios electos de 17 estados norteamericanos regresó a un segundo encuentro en 2019, unos meses antes de que arrancara la pandemia de Covid-19, para continuar impulsando las relaciones agrícolas.

Mas, apuntó Tablada, el principal antecedente de esta alianza es el esfuerzo inmenso que realizó el lobby agrícola en el 2000 para que se permitieran las ventas de alimentos desde Estados Unidos al pueblo cubano. “Esa ley se aprobó en el Congreso por mayoría”.

Tras el cambio introducido por la administración de William Clinton en la Ley de Reforma a las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones, el comercio ascendió rápidamente.

Hasta 2018 la nación caribeña invirtió más de cinco mil millones de dólares en compras de productos norteamericanos de este rubro, de acuerdo con cifras del Cuba Trade y el Economic Council.

Pero la brecha al bloqueo solo funcionó en un sentido: permitió a la isla adquirir productos agrícolas en el mercado estadounidense y mantuvo el veto sobre las exportaciones. Además, se establecieron condiciones injustas como el pago en efectivo y por adelantado.

Los avances en la relación no se detuvieron: el secretario de Agricultura durante el mandato de Barack Obama (2009-2017) y actual CEO del US Dairy Export Council, Thomas Vilsack, estuvo en dos ocasiones en La Habana (2015 y 2016).

En tanto, en marzo de 2016, como parte de la visita del mandatario estadounidense a Cuba, las dos naciones firmaron un memorando de entendimiento, aún vigente, para fomentar la colaboración en el comercio agrícola, la productividad y la seguridad alimentaria, entre otros temas.

Según la funcionaria de la Cancillería cubana, los integrantes del lobby agrícola “después han sido autores y campeones en la defensa de nuevos proyectos de ley, algunos aprobados”.

En 2018, la senadora Heidi Heitkamp propuso una enmienda que permitió acciones de promoción para esas ventas que, aunque limitadas, representan una oportunidad para Cuba, apuntó.

Ese mismo año, el congresista Rick Crawford presentó otro proyecto de ley para ampliar los vínculos, permitir el acceso de la nación caribeña a créditos para las compras, así como la promoción de los negocios estadounidenses en territorio cubano, pero no corrió con igual suerte.

En ese contexto, aseguró Tablada, no es extraño que los agricultores sean los primeros en volver cuando la pandemia lo permitió. “Esta conferencia es un mérito de ellos y de sus contrapartes cubanas, que nunca dejaron de acompañarse y comunicarse”.

Para la experta, están aquí porque se mantiene el interés en la isla como mercado. “Somos un país pequeño, pero consumimos productos que Estados Unidos tiene y pocos países pueden importar con tanta proximidad, como arroz, pollo, aceite, entre otros”.










El presidente de la Coalición Agrícola Estados Unidos-Cuba, Paul Jhonson, uno de los principales coordinadores de la III Conferencia, lo confirmó en un tuit.

Las exportaciones agrícolas a Cuba aumentaron un 88 por ciento del 2020 al 2021; las últimas cifras muestran que la mayor de las Antillas ocupa el lugar 53 en la lista mundial de socios comerciales agrícolas de Estados Unidos, escribió.

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No obstante, el país norteamericano solamente ocupa un 15 por ciento de toda la comida que importa Cuba: “Imaginen todo lo que podríamos hacer sin un embargo (bloqueo)”, agregó.
DESAFÍOS EN UN PANORAMA HOSTIL
En un escenario marcado por una “política cruel, injusta e insensible desde Washington hacia Cuba”, más de 20 años de esfuerzos por parte de los agricultores de ambos lados parecen no ser suficientes. La III Conferencia, efectuada 6 y 7 de abril, mostró también los obstáculos para una relación que podría dar mucho más.
Cambiar las regulaciones que impiden el acceso cubano a créditos para efectuar las compras y abrir el mercado estadounidense a las exportaciones de productos de la mayor de las Antillas son desafíos latentes.
“Muchos de los que intervinieron pidieron reciprocidad: que la isla también pueda vender a Estados Unidos, que se ponga fin al bloqueo y a esta política que divide artificialmente a nuestros países”, refirió Tablada.
Las medidas vigentes están quirúrgicamente dirigidas a cortar las fuentes de ingreso para la población y la economía cubana, “es un sinsentido, algo en lo que -sabemos- los agricultores estadounidenses seguirán trabajando”, insistió.
No obstante, precisó, la nueva edición de la Conferencia no está vinculada a ningún cambio positivo en la política norteamericana, “que sigue enferma de insensibilidad, crueldad e incoherencia”.
En medio de una campaña muy fuerte de intoxicación sobre Cuba, este evento permitió asomarse a la realidad de las aspiraciones más genuinas e invisibilizadas del gobierno cubano, de los pueblos de ambos países y de los diversos sectores que componen la sociedad estadounidense, agregó.
Para Tablada, los agricultores estadounidenses siempre estuvieron en el lado correcto en lo que respecta a las relaciones.
«Destacan por una visión clara, objetiva y firme en la defensa del fortalecimiento de los vínculos comerciales, de inversión y de todo tipo entre nuestros países”, concluyó.
arb/kmg/att

¿Un milagro económico? Estiman que la economía de Venezuela crecerá 20 % en 2022

Publicado:8 abr 2022 14:51 GMT

También estiman un aumento del PIB del 8 % para 2023.


Imagen ilustrativaJavier Campos / NurPhoto / Gettyimages.ru

El banco de inversión suizo Credit Suisse estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela, una de las naciones más sancionadas a nivel global, crecerá 20 % en 2022, repunte que estaría impulsado por un aumento en la producción de petróleo.

En su más reciente informe, al que tuvo acceso Bloomberg, la institución hace una modificación a su proyección sobre la economía venezolana, a la que previamente le había pronosticado un crecimiento de 4,5 % para este año.

Además, en las nuevas estimaciones se prevé una expansión del PIB venezolano de 8 % en 2023, por encima del 3 % pronosticado previamente.

"¡Estos no son errores tipográficos! Si somos precisos, estos podrían terminar estando entre los crecimientos más sólidos a nivel mundial en estos años", escribió el economista de Credit Suisse Alberto Rojas.

El economista explicó que estas cifras de alto crecimiento no deberían sorprender, "después de que la economía venezolana tocó fondo en 2020".


En su informe, Credit Suisse también señala que la recaudación de impuestos en Venezuela en términos de dólares este año podría expandirse más del 40 %, las importaciones podrían crecer más del 15 % y que la nación suramericana registrará un superávit en cuenta corriente de alrededor de 4.000 millones de dólares.

Por otro lado, el banco de inversión suizo redujo el pronóstico de inflación general anual para Venezuela, que alcanzaría 70 % a finales de este año. Previamente había estimado que sería de 150 %.

En los últimos años, Venezuela ha estado viviendo una hiperinflación descontrolada, profundizada, en buena parte, por la imposición del bloqueo financiero y las medidas coercitivas de EE.UU. contra la industria petrolera venezolana.

De acuerdo con Credit Suisse, la actual situación entre Rusia y Ucrania podría conducir a una "recomposición" en el suministro mundial de petróleo, lo que respalda los movimientos para encontrar una solución a la crisis venezolana. Asimismo, dicen que el contexto está preparado para que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, "encuentre puntos en común" con EE.UU.

Agencia de EEUU gana pleito por conceder marca Havana Club a Cuba


Washington, 8 abr (Prensa Latina) La Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (PTO, en inglés) derrotó una demanda presentada por el fabricante de ron Bacardi & Co luego de que la agencia reafirmara que Havana Club es propiedad cubana.

Abril 8, 2022
CDT13:26 (GMT) -0400

De acuerdo con medios locales, la demanda fue presentada en diciembre pasado ante un tribunal federal de Virginia debido a que la PTO renovó a Cuba los derechos sobre la marca de ron Havana Club, producida por Cubaexport y objeto de una prolongada batalla legal.

Según Bacardi & Co, la concesión fue ilegal porque el registro de la patente debió expirar después de que no obtuviera una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en 2006.

La justicia del país norteño determinó este jueves que Bacardi no podía demandar directamente a la PTO por su decisión, por lo que desestimó la petición.

El representante legal del gigante de licores, Michael Lynch, poco después de conocerse la noticia, afirmó que la compañía está decepcionada y que está considerando una apelación, ya que este fallo le impedirá registrar su propia marca «Havana Club».

Los fundadores de Bacardi, con sede en las Bermudas, abandonaron la isla caribeña tras el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959.

Según la compañía, en 1960 el gobierno cubano confiscó ilegalmente la marca «Havana Club» junto con otros activos de la empresa cubana José Arechabala SA, uno de los mayores grupos empresariales de la isla del ámbito azucarero y de producción de bebidas alcohólicas.

Desde los años 60, Cubaexport -una alianza comercial entre Cuba y la empresa francesa de bebidas alcohólicas Pernod Ricard- venden el ron «Havana Club» en todo el mundo excepto en Estados Unidos.

En 1995, Bacardí compró la marca de José Arechabala y empezó a vender esa bebida paralelamente en Estados Unidos, donde Cuba no puede comercializar el producto debido al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington desde hace más de medio siglo.

La decisión de la agencia de marcas estadounidense permitirá a la isla llevar a ese país norteño el ron producido en territorio cubano, una vez que el bloqueo sea finalmente eliminado.


oda/age