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jueves, 2 de junio de 2022

Los cuidados se suman a proyecto de transformación de comunidades en Cuba

Más de 2,3 millones de cubanas y cubanos rebasan los 60 años, equivalente a 20,8 % de la población, lo que convierte al país caribeño en uno de los más envejecidos del hemisferio occidental.






Integrantes del proyecto Mapa Verde, Casa Adentro y Acompáñame convergen en una actividad en la comunidad El Fanguito, en el municipio Plaza de La Revolución, en La Habana. La participación directa de niñas, niños, adolescentes y jóvenes favorece sus aprendizajes sobre el valor de los cuidados en Cuba.

Foto: Jorge Luis Baños / IPS

La Habana, 2 jun.-  La cubana Mayra García valora el asfaltado de calles, la reparación y construcción de viviendas y el pintado de edificaciones que buscan cambiarle el rostro a El Fanguito, uno de los barrios en situación de vulnerabilidad de la capital cubana.

Pero además de solucionar el abastecimiento de agua o el drenaje es importante “que atiendan a personas mayores que vivimos solas, y tenemos dificultades para ir a bancos, tiendas o mercados agropecuarios”, analizó esta jubilada de 72 años al dialogar con IPS.

Para enfatizar el reclamo, mostró la enrojecida pierna izquierda por una operación y posterior linfangitis que limita sus movimientos.

García aprecia “que a una la llamen por teléfono, que te ofrezcan consejos”, por lo cual no puso reparos para sumarse al proyecto de teleasistencia Acompáñame.

Este servicio solidario y psicológico para personas mayores de 60 años nació en 2020, cuando zonas de Plaza de la Revolución, uno de los 15 municipios capitalinos, fueron de los primeros del país en adoptar cuarentenas y medidas de aislamiento por la covid.

Impulsado por el Grupo de Estudios Sobre la Familia del estatal Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), junto con otras instituciones, Acompáñame asistió emocional, empática y afectivamente a un centenar de adultos mayores que vivían o permanecían la mayor parte del tiempo solos en sus viviendas.

Psicólogos, sociólogos y otros especialistas usaron el teléfono y las redes sociales para canalizar sus principales inquietudes, opiniones y preocupaciones, y compensar en parte la falta de interacciones sociales.

Con alrededor de 30 % de su población mayor de 60 años, Plaza de la Revolución clasifica como el más envejecido de los 168 municipios de este país insular caribeño.

En mayo, Acompáñame decidió extenderse, dentro del propio municipio, a El Fanguito, una  de las casi 70 comunidades habaneras –y otras en el país- beneficiadas con un Programa gubernamental de Atención Integral.

El programa, que incluye la construcción y reparación de viviendas, obras de infraestructura y atención diferenciada a personas en situación de vulnerabilidad, cobró impulso tras las protestas del 11 de julio del año pasado en La Habana y otras ciudades.

El gobierno sostiene que las manifestaciones y actos vandálicos fueron estimulados como parte de una estrategia de presión desde Estados Unidos orientada a propiciar un cambio del régimen político, que se sumó al fortalecimiento del embargo mantenido por Washington desde 1962.


Mayra García, residente de la comunidad El Fanguito, es una de las personas que acoge el servicio solidario y psicológico de teleasistencia Acompáñame, para personas mayores de 60 años, en el municipio de Plaza de la Revolución, en la capital de Cuba.

Brechas

Cientistas políticos han analizado que los acontecimientos derivaron de una profundización de la crisis económica de tres décadas, marcada por el desabastecimiento de alimentos, medicinas y productos vitales y el aumento de inequidades, más visibles tras el reordenamiento económico iniciado en enero de 2021.

La ausencia de estadísticas actualizadas dificulta conocer cómo han influido tales factores en el Índice de Línea de Pobreza en la isla, así como en el comportamiento de los fenómenos de vulnerabilidad y marginación.

El primer Informe Nacional Voluntario sobre la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, presentado en 2021, refiere que Cuba se coloca en los lugares del siete al 10 -entre 104 países- en relación con al Índice de Pobreza Multidimensional (IPM).

Según el documento, existirían un total de 50 000 “pobres multidimensionados”, equivalente a 0,4 % de los 11,2 millones de habitantes del país.

El IPM, una herramienta de la Iniciativa de Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford y del  Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), considera tres dimensiones del bienestar -salud, educación y nivel de vida- cada una con indicadores sobre bienes y servicios tangibles, más allá de la dimensión monetaria.

Investigadores cubanos han advertido sobre las desventajas que persisten en zonas de la región oriental, rurales y en barrios sin servicios básicos de La Habana.

Apuntan que la condición de pobreza y vulnerabilidad en el contexto cubano puede asociarse, entre otros factores, a la insuficiencia de ingresos y otros activos, fundamentalmente la vivienda, tanto por el déficit habitacional como por su deterioro progresivo.

Estadísticas señalan que 37 % del fondo habitacional nacional califica de regular o mal estado técnico constructivo, mientras un déficit de casi 863 000 inmuebles convierten este tema en uno de los más críticos para la calidad de vida de cubanas y cubanos.

Los expertos han recomendado profundizar las políticas públicas para optimizar los servicios públicos y condiciones materiales y espirituales en comunidades desfavorecidas, mediante la inserción de jóvenes, y con perspectiva de género y condición social.


Una parcela donde se edifican nuevas viviendas en El Fanguito, uno de los 67 barrios desfavorecidos de la capital cubana donde se ejecuta un Programa de Atención Integral que incluye la terminación obras de infraestructura y atención diferenciada a personas en situación de vulnerabilidad.

Transformación

Asentado próximo a la desembocadura del río Almendares, el fondo habitacional de El Fanguito aglutina 598 viviendas, de las cuales 429, o 72 %, están en regular y mal estado.

De sus 1240 habitantes, 121 permanecen en situación de vulnerabilidad, 41 ancianos viven solos, 18 personas poseen alguna discapacidad, hay nueve madres con tres o más hijos y 16 de los vecinos reciben algún tipo de asistencia estatal, revelan datos compartidos a IPS por la delegada (concejala), Zenaida Cabrera.

Como parte del programa de transformación barrial se terminaron 24 nuevos inmuebles, 14 se encuentran en construcción, ocho familias se reubicaron en viviendas fuera de las márgenes del río, mientras asfaltaron viales y tendieron redes para el suministro de agua potable y mejorar el saneamiento, entre otras acciones.

Pero el proyecto Acompáñame busca que tales transformaciones incorporen el trabajo de cuidados, a partir de alianzas con iniciativas comunitarias.

“Queremos que los niños aprendan el valor del cuidado y la mejor manera es interactuando con ellos, con los maestros y la escuela”, explicó a IPS la jurista y profesora Felicitas López, investigadora del Grupo de Estudios de Familias del CIPS.

Uno de los escogidos es Casa Adentro, que desde octubre de 2021 propone la transformación social con y desde las familias de El Fanguito, con la participación directa de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

La iniciativa, impulsada también por el CIPS, propone fortalecer la cohesión barrial para solucionar sus problemas; formar capacidades en líderes y lideresas locales y estimular la base productiva desde los enfoques de la economía social y solidaria y de trabajo digno, con el objetivo de empoderar a mujeres y jóvenes.

El otro proyecto es Mapa Verde que reúne a más de una decena de estudiantes de sexto grado de la escuela primaria local Amistad Cuba-México.


Adolescentes caminan frente a un edificio en construcción en el barrio de El Fanguito, en La Habana. Investigadores sociales consideran urgente impulsar políticas públicas en Cuba para mejorar las condiciones materiales y espirituales en comunidades desfavorecidas, mediante la inserción de jóvenes, y con perspectiva de género y condición social.

La red de mapas verdes en esta isla caribeña inició en 1999, con respaldo del no gubernamental Centro Félix Varela, el Instituto de Ecología y Sistemática y del Consejo Nacional de Casas de Cultura.

Se trata de una herramienta educativa y de gestión ambiental participativa para, mediante la búsqueda de soluciones a problemáticas locales de manera creativa, formar ciudadanos comprometidos con el uso racional de los recursos, cuidado y conservación del medio ambiente y el desarrollo local sostenible.

“Mediante el mapa verde hemos identificado elementos que nuestra comunidad necesita como una farmacia, un cajero automático y sumar aparatos al parquecito para que los niños jueguen”, señaló a IPS Karolina Estévez, de 11 años, una de las integrantes del proyecto.

“También necesitamos una ruta de transporte que pase por El Fanguito, porque tenemos que caminar bastante cuando queremos salir hacia otros lugares de la ciudad”, apuntó Jean Marcos Guerra, también de 11 años, al hablar con IPS.

De acuerdo con la profesora y coordinadora de este último proyecto, Marcia Galán, los estudiantes también apadrinarán a adultos mayores y otras personas.

“El objetivo es visitarlos los fines de semanas, ayudar en la búsqueda de algún producto o limpiarles la casa”, puntualizó Galán al compartir con IPS las acciones en las cuales estos adolescentes podrían contribuir.

Especialistas insisten, y la covid corroboró, la necesidad de impulsar un sistema integral de cuidados en una nación como Cuba, en franco proceso de envejecimiento demográfico y donde se estima que más de 221 400 adultas y adultos mayores viven solos.

Más de 2,3 millones de cubanas y cubanos rebasan los 60 años, equivalente a 20,8 % de la población, lo que convierte al país caribeño en uno de los más envejecidos del hemisferio occidental.

Para 2035 se pronostica que uno de cada tres residentes en la isla será un adulto mayor lo que unido a la baja fecundidad, una esperanza de vida superior a 78 años y la sostenida emigración de jóvenes, devendrá un desafío para la economía y el sistema social.

ED: EG

Tasa de “equilibrio” del peso cubano estimada en 82 CUP por USD para 2022.

 Por Pedro Monreal

1 de junio de 2022

https://elestadocomotal.com/2022/06/01/tasa-de-equilibrio-del-peso-cubano-estimada-en-82-cup-por-usd-para-2022/

La existencia de una moneda nacional (CUP) sobrevaluada respecto a las divisas revela el fracaso del “ordenamiento” para utilizar la política cambiaria como instrumento de gestión macroeconómica y para modificar de manera realista los precios relativos con vistas a mejorar la competitividad internacional del país.

Se reconoce ampliamente que la tasa de cambio oficial de 24 CUP = 1 USD no es una tasa de cambio verosímil.

Aunque el tipo de cambio del mercado informal (en torno a la proporción 1:100) no debe ser tomado como referencia de una posible tasa de cambio aplicable a toda la economía nacional, la diferencia entre la tasa informal y la oficial puede ser asumida como el claro indicador de una notable asimetría.

La ausencia del dato sobre la tasa de “equilibrio” es uno de los principales “puntos ciegos” de la discusión acerca de la tasa de cambio del peso cubano (CUP). Para tratar de estimular el debate, en ese texto se ha utilizado el método de “equilibrio de stock” que indicaría, de manera aproximada, que en 2021 la tasa de “equilibrio” en 2022 pudiera ser de 82 CUP por USD y que 2021 pudo haber sido de 254 CUP por USD.

¿Qué es y qué no es la tasa de “equilibro”?

La tasa de “equilibrio” es simplemente un cálculo, no es una tasa resultante del funcionamiento del mercado ni de un decreto administrativo. No es principalmente un instrumento de pronóstico, sino el estimado resultante de un análisis basado en determinados datos y supuestos. Representa el posible estado de una variable económica en un contexto macroeconómico específico.

La tasa de “equilibrio” es un dato importante porque permite disponer de una referencia razonada acerca de si la tasa oficial de cambio se encuentra distorsionada o si, por el contrario, esta refleja adecuadamente las condiciones que se requieren para que el sistema esté balanceado macroeconómicamente.

Siendo la tasa de cambio el precio relativo más importante en una economía abierta como la cubana, con alta dependencia de sus relaciones externas, la política económica no puede permitirse “volar a ciegas” respecto a la tasa de cambio. Es plausible asumir que en Cuba se calcula oficialmente y se actualiza la tasa de “equilibrio”, pero no se informa de manera pública.

Adicionalmente, la carencia de otros datos oficiales abiertos impide utilizar la mayoría de los métodos existentes para que de manera no oficial pueda calcularse la tasa de cambio de “equilibrio” en Cuba.

No obstante, pudiera ensayarse uno de esos métodos -que requiere menos indicadores- a partir de cifras no oficiales de una misma base de datos que son relativamente confiables hasta el año 2020, pero que pudieran ser imprecisos para periodos posteriores. Ese es el caso de las estadísticas reflejadas en el informe mas reciente sobre Cuba publicado por The Economist Intelligence Unit (EIU) en marzo de 2022.

Limitaciones del estimado calculado.

Las principales limitaciones consisten en que el estimado realizado no estaría basado en estadísticas oficiales y que se utilizaría un método con supuestos polémicos.

En cualquier caso, aún con sus limitaciones, el cálculo aproximado de una tasa de “equilibrio” en 2021 y 2022 permitiría agregar un componente que hoy no existe en el debate.

Conviene insistir sobre dos puntos importantes:

-          La tasa de “equilibrio” no se refiere a la tasa del mercado informal, que es solamente un segmento de operaciones de cambio de moneda, sino que refleja teóricamente la dinámica cambiaria a nivel de toda la economía.

-          La tasa de cambio oficial (no la de “equilibrio”) es usualmente utilizada como instrumento de política económica y, por tanto, refleja criterios que pudieran rebasar criterios económicos. La tasa de cambio oficial ofrece un margen de discrecionalidad a las autoridades y esto significa con frecuencia que esas tasas no coinciden cuantitativamente con las llamadas tasas de “equilibrio” que son las que expresarían una racionalidad principalmente económica.

El corolario de lo anterior es que las autoridades monetarias disponen de un cierto margen de “separación” entre ambas tasas, pero no al extremo de que pueda ignorarse la tasa de “equilibrio” sin que eso no tuviese consecuencias.

La tasa de cambio de “equilibrio” es un cálculo al que se arriba adoptando determinados supuestos, incorporando diversos indicadores y utilizando distintos métodos. Es decir, pudieran existir disímiles niveles de la tasa de “equilibrio”, para un mismo país y en un mismo momento, en dependencia de los factores y de los métodos que se utilicen en su cómputo.

Para ser creíble, la política de estabilidad macroeconómica actual debería utilizar un enfoque económicamente fundamentado. En ese sentido, la tasa de “equilibrio” debería ser un indicador importante, aunque apenas se le mencione hoy.

Además de la tasa oficial y de la tasa de “equilibrio”, existe una tercera tasa de cambio muy conocida, la del mercado informal. A pesar de que opera en medio de subjetividades, especulación y manipulación, la tasa de cambio informal se ocupa de establecer algún grado de “racionalidad” económica cuando de ello no se ocupa la política económica oficial.

No se trata de que la tasa de cambio informal sea una tasa con alta “racionalidad” económica y mucho menos que sea una tasa “óptima” pues, por la propia naturaleza de ese mercado (escala limitada y usualmente reprimido legalmente, o cuando menos con ilegalidad tolerada) es una tasa muy sensible a factores subjetivos. La tasa de cambio informal pudiera registrar oscilaciones agudas en el corto plazo, pero en el largo plazo tiende a reflejar las dinámicas de la tasa de “equilibrio”.

De hecho, hay países en los que el mercado informal de divisas es ilegal, pero donde no solamente no se le reprime, sino que el banco central toma nota de las tasas informales como parte de la información que se analiza para hacer política económica.

¿Por qué es tan difícil calcular una tasa de equilibrio en Cuba a partir de datos públicos?

Existen diversos métodos para calcular la tasa de cambio de “equilibrio”. Con pocas excepciones, son métodos intensivos en cuanto a la utilización de datos específicos y esa es precisamente una característica que limita su aplicación en el caso de Cuba, donde la divulgación de las estadísticas es retrasada, incompleta e impredecible. He comentado anteriormente el asunto en mi blog. (1)

Existe un grupo de métodos de cálculo de la tasa de “equilibrio” asociado al concepto de “tasa de cambio real efectiva” -the equilibrium real effective exchange rate (REER)- que incluye dos subgrupos: los métodos con enfoque estructural que se refieren explícitamente al concepto de equilibrio macroeconómico (interno y externo), y los modelos de “forma reducida” que estiman directamente los movimientos de la tasa de cambio a partir de una serie de datos. (2)

Entre los métodos estructurales se utilizan con frecuencia el llamado método FEER, siglas en inglés de “tasa de cambio fundamental de equilibrio” (fundamental equilibrium exchange rate) y el método NATREX, siglas en inglés de “tasa de cambio natural real” (natural real exchange rate).

A su vez, el método de cálculo FEER tiene dos variantes: el enfoque de balance macroeconómico y el enfoque de “equilibrio de stock” (ES). Ambos enfoques consisten en calcular una tasa de cambio que es compatible con un estado de equilibrio macroeconómico a mediano y largo plazo, pero el procedimiento de cálculo es diferente en ambas variantes.

En este trabajo he seleccionado el enfoque “ES” por una razón principal: es un procedimiento “frugal” en cuanto a los datos que necesita. Es, por tanto, utilizable en un caso como el de Cuba donde se dispone de información insuficiente.

El enfoque “ES” parte de asumir un nivel deseable de “activos exteriores netos” y a partir de ello se calcula el nivel de cuenta corriente que sería compatible con un estado de equilibrio, considerando otras dos variables: las tasas de crecimiento y de inflación.

El cálculo se hace en cinco pasos:

  • Se estima la cuenta corriente de “equilibrio”.
  • Se estima el desalineamiento de la cuenta corriente de equilibrio respecto a la cuenta corriente “subyacente” (para esta última, pudiera tomarse la cuenta corriente realmente medida o estimada en un año).
  • Se estima el desalineamiento de la tasa de cambio mediante la aplicación de un coeficiente de elasticidad al desalineamiento de cuentas corrientes. Un desalineamiento positivo equivale a una sobrevaluación de la tasa de cambio respecto a las condiciones de equilibrio.
  • Se aplica a la tasa de cambio actual la corrección que el cálculo de desalineamiento de tasas de cambio indica que debería hacerse.

El inconveniente del enfoque “ES” radica en que sus resultados son muy sensibles a las variaciones en las variables utilizadas. Es un problema que debe ser considerado en relación con los dos años para los que se ha realizado el ejercicio: profunda recesión económica combinada con una inflación muy alta en 2021, y estimación para un año (2022) que todavía no ha completado su primer semestre y que, aunque se asume una eventual recuperación del PIB y una menor inflación que en el año precedente, es razonable asumir que pudiera estar expuesto a notables incertidumbres. 

Adicionalmente, el coeficiente de elasticidad que se utiliza en el cálculo no es específico para un país dado, sino que se toman coeficientes promedios calculados para grandes categorías de países. (Ver nota sobre el tema en el Anexo 1).

El procedimiento de cálculo aplicado para el caso de Cuba se explica en detalle en el Anexo 1 de este trabajo, mientras que el Anexo 2 muestra los datos utilizados, pertenecientes al informe sobre Cuba de The Economist Intelligence Unit (EIU) de marzo de 2022. (3)

Utilizando dos escenarios definidos por distintos niveles de “Activos Exteriores Netos” de 187,7% en 2021 y de 139,6% en 2022 y 25% respecto al Producto Interno Bruto (PIB), se obtienen valores estimados de tasas de “equilibrio” de 254 CUP = 1 USD en 2021 y 82 CUP = 1 USD en 2022.

Conclusiones.

La tasa de “equilibrio” de 82 CUP = 1 USD que se ha estimado para 2022 expresa una cifra aproximada, sujeta a las “sensibilidades” de la variante de cálculo seleccionada. No es un dato preciso.

La tasa de “equilibrio” de 82 CUP = 1 USD estimada para 2022 no se refiere al mercado de cambio informal de operaciones individuales, sino que se deriva de cálculos que consideran condiciones de equilibrio macroeconómicos a nivel de toda la economía.

La tasa del mercado informal actual (que ha estado fluctuando alrededor de la proporción 1:100) refleja condiciones del segmento de operaciones individuales y solamente de ese segmento del mercado informal.

La notable diferencia entre las tasas de “equilibrio” estimadas para ambos años estaría reflejando los cambios que asume la fuente de los datos (Economist Intelligence Unit) que se habrían producido en las condiciones macroeconómicas, principalmente a nivel de tres datos: crecimiento del PIB en 2022, reducción de la inflación en 2022, y reducción del peso relativo de la deuda acumulada como porciento del PIB.

Los resultados del cálculo son muy sensibles a las variaciones de esos tres datos y, por tanto, una variación de los datos reales respecto a los estimados tomados del informe de EIU pudieran modificar el valor de la tasa de “equilibrio” estimada. Es un ejercicio de cálculo que habría que actualizar cuando aparezcan datos actualizados.

El punto central que debería ser retenido es que, si la tasa oficial se mantuviese muy desalineada respecto a la tasa de “equilibrio”, como es el caso de una tasa de 82 CUP por 1 USD, se incrementaría el riesgo de desbalances macroeconómico, con sus previsibles efectos negativos.

Notas:

1 Ver, “Un estimado aproximado de la tasa de cambio de “equilibrio” del peso cubano”, blog El Estado como tal, 29 de octubre de 2020, https://elestadocomotal.com/2020/10/29/un-estimado-aproximado-de-la-tasa-de-cambio-de-equilibrio-del-peso-cubano/ , y “El reordenamiento monetario y la devaluación del peso cubano: ¿escogiendo el veneno?”, blog El Estado como tal, 4 de octubre de 2018 https://elestadocomotal.com/2018/10/04/el-reordenamiento-monetario-y-la-devaluacion-del-peso-cubano-escogiendo-el-veneno/

2 Viktors Ajevskis, Ramune Rimgailaite, Uldis Rutkaste y Oļegs Tkačevs (2014). “The equilibrium real exchange rate: pros and cons of different approaches with application to Latvia”, Baltic Journal of Economics, 14:1-2.

3 Economic Intelligence Unit. Cuba Country Report. March 2022.

Anexo 1: Cálculo de la tasa de cambio de “equilibrio” del CUP/USD.

Utilización de la fórmula de estimación de la cuenta corriente de “equilibrio” mediante el enfoque “ES” (Fuente: Viktors Ajevskis, Ramune Rimgailaite, Uldis Rutkaste y Oļegs Tkačevs, op. cit)

Indicadores directos:

Tasa de crecimiento anual del PIB

Fuente: Indicador “Real GDP growth (%)”, tomado de EIU, marzo 2022.

Tasa de crecimiento anual de precios

Fuente: Indicador “Consumer prices (Av.%), tomado de EIU, marzo 2022.

Cuenta corriente (CA) real (% PIB)

Fuente: Indicador “Current-account balance (% of GDP)”, tomado de EIU, marzo 2022.

Indicadores sustitutivos:

Activos Exteriores Netos (AEN): Se utiliza el dato de “deuda acumulada” (Debt stock) y se divide entre el dato “Nominal GDP”, ambos datos tomados de EIU, marzo 2022.

Nota: El nivel de “deuda acumulada” de Cuba representaba 187,7% del PIB en 2021 y 139,6% en 2022, según datos de.EIU, marzo 2022.agosto 2020.

Indicadores internacionales:

Elasticidad de la cuenta corriente respecto a la tasa de cambio: Se adopta el nivel de -0,14 calculado como elasticidad promedio de largo plazo para el caso de “países en desarrollo”, que usualmente se utiliza en este tipo de cálculos y que fueron estimadas para el FMI por Isard y Faruquee (Isard, P., & Faruqee, H. (1998). Exchange rate assessment: Extensions of the macroeconomic balance approach (IMF Occasional Paper No. 167). Washington, DC: IMF).  

Tabla resumen con variables y resultados de la estimación

Valores calculados de la tasa de cambio de “equilibrio” del peso cubano (CUP). 2021 y 2022

 

 

2021

2022

Activos Exteriores Netos (AEN) (% PIB)

Indicador sustituto: deuda acumulada (debt stocK) (% PIB)

(signo negativo indica posición deudora)

bs

-187,8

 

-139,6

 

Tasa de crecimiento anual del PIB

g

0,001

0,032

Tasa de crecimiento anual de precios

π

2,552

0,28

Cuenta corriente (CA) de “equilibrio” (% PIB)

cas

-134,8

-32,97

Cuenta corriente (CA) real (% PIB)

 

-0,4

0,8

Desalineamiento de cuenta corriente (% PIB)

(CA de “equilibrio” – CA real)

 

-134,4

-33,77

Coeficiente de Elasticidad

 

-0,14

-0,14

Desalineamiento de la tasa de cambio respecto a tasa de 24 (%)

 

960

241,2

Tasa CUP X USD para corregir la sobrevaluación del CUP

 

254,4

81,9

Anexo 2: Tablas de EIU (agosto 2020) que sirvieron de fuente para las cifras de 2019 con las que se hicieron los estimados.