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martes, 26 de julio de 2022

Cuba: Nuevas medidas económicas (V)

Serie de entrevistas a economistas sobre el nuevo paquete anunciado el 21 de julio por el gobierno cubano: Camila Piñeiro Harnecker.




El pasado 21 de julio se dio a conocer un nuevo paquete de acciones aprobado por el Gobierno de Cuba dirigido a intentar conducir la crisis económica cubana hacia la recuperación. Anunciado por el Ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, el paquete consta de 75 medidas encaminadas fundamentalmente a la captación de divisas, la protección de las personas más vulnerables y la flexibilización de los sectores productivos.

Ofreceremos a las lectoras y lectores de OnCuba la opinión de economistas que han accedido a contestar algunas preguntas en relación con el tema, en esta quinta entrega publicamos las respuestas de la economista cubana Camila Piñeiro Harnecker quien ha sido Profesora del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana. Graduada en Desarrollo Sostenible por la Universidad de Berkeley, California, y en Procesos Gerenciales de la Universidad de La Habana.

El Ministro de Economía durante su intervención ayer en el Noveno Período de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) anunció un crecimiento del 10% para el primer trimestre, ¿cree que es esta la “luz al final del túnel”?

El crecimiento del PIB de 10% en 2021 en relación al año anterior, después de un decrecimiento de 10.9% en 2020, es sin dudas una buena noticia. Este dato, junto con que en el primer semestre del 2022 el PIB creció casi en un 11% y se obtuvieron más divisas que en todo el año anterior, demuestra que estamos recuperándonos del gran golpe que ha sido el impacto económico de la pandemia y las medidas impuestas por el gobierno de Trump encima del nefasto, cruel e ilegal bloqueo.

Obviamente, no indica mucho más que el hecho de que hemos tocado fondo. Aun no nos recuperamos totalmente de la caída, pues los resultados económicos son inferiores a los logrados en el 2018 e incluso 2019, cuando ya comenzamos a decrecer (-0.2%) como resultado de las sanciones de Trump fundamentalmente. No obstante, estos datos indican la tendencia hacia la recuperación que deberá acelerarse en la medida que la economía ingrese más divisas (del turismo, remesas y exportaciones) y se dinamice la actividad económica, en particular la producción que sustituya importaciones.

Estos números no se reflejan aun en una recuperación de las condiciones de vida. Si bien algunas actividades como la salud pública (14%), educación (9%), transporte, almacenamiento y comunicaciones (6%) se recuperan, es preocupante que en la esfera productiva y en particular la industria (-15%), agricultura (-13%) y comercio (-7%) aun decrecemos considerablemente. De hecho, las grandes dificultades de la vida cotidiana: la escasez de alimentos, medicinas, energía eléctrica, combustibles, transporte, etc., etc. nos confirman que estamos lejos de superar esta crisis. Dado el complejísimo contexto internacional en que nos encontramos que lleva a un aumento considerable de los precios de los alimentos y combustibles, el incremento de la producción nacional de alimentos y energía renovable desde la responsabilidad social empresarial y la participación ciudadana será clave para la recuperación.

Siguiendo la metáfora del túnel: no creo que podemos ver la luz bien aún, quizá solo algo muy tenue. Pero por el recorrido que hemos hecho del túnel, podemos deducir que la veremos. La rapidez e intensidad con que veamos la luz va a depender de la habilidad con la que sepamos caminar en la oscuridad, cuesta arriba y en medio de tantos obstáculos externos y también internos.

No aparece, al menos de forma explícita, el tema de los impagos y la deuda dentro de las medidas anunciadas. ¿Qué puede decir al respecto?

El Ministro Gil habló muy rápido de los impagos a proveedores al mencionar el nuevo sistema “secundario” de asignación de divisas que está en diseño. Apuntó que en parte ese sistema era para resolver las insuficiencias en el uso de las divisas que han resultado en impagos a proveedores. Entiendo que la posibilidad de que los proveedores extranjeros vendan a consignación, si bien quizás no es en sí la solución para los impagos acumulados actualmente, puede ayudar a evitar que se acumulen en el futuro, al menos para algunos de ellos.

Relacionado con lo anterior, permitir las ventas a consignación es un paso muy positivo, y –como otros— demasiado demorado. Todos sabemos que por muchas décadas una de las barreras más grandes para el funcionamiento de todas las formas empresariales del país ha sido las dificultades en el acceso a insumos productivos, equipos y tecnología; los cuales son imprescindibles para poder avanzar en la producción nacional. Pienso que si el Estado no puede servir de proveedor —ya sea por deficiencias en su gestión como por las reales dificultades y costos adicionales que generan el bloqueo— y su control del comercio exterior se convierte en una traba para la economía, entonces se debe permitir que los actores económicos puedan al menos importar por otras vías, indirecta o directamente. Desde mi punto de vista, la solución ideal tanto para los productores como para los consumidores y ciudadanos que reciben servicios sociales universales y prácticamente gratuitos, es aquella donde los productores (ya sean agricultores, TCP o mipymes privadas) organizados en cooperativas, o las cooperativas organizadas en cooperativas de grado superior (por ejemplo: segundo grado) se encargan ellos mismos de esta función de aprovisionamiento, ya sea en mercados domésticos o internacionales. De esta forma, se podrían aprovechar las ventajas de las escalas mayores, de mayor transparencia en las transacciones y así la posibilidad de control social para evitar fuga de capitales, y podríamos ganarle una batalla bien importante al bloqueo.

En cuanto a la deuda, si bien su pago es crítico para poder disminuir el riesgo país y ya no nos quedan muchos prestamistas disponibles, en las condiciones actuales no pienso que debe ser la prioridad. Ante las crisis desatadas por la pandemia y la guerra en Ucrania, muchos países han podido renegociar sus deudas, por lo que si brindamos garantías de pago futuro, nosotros podríamos hacerlo también. Sospecho que las deudas a proveedores y prestamistas están en negociación y por eso no se pudo dar más información al respecto.

Una de las medidas de más impacto directo en la población de las anunciadas ayer es la apertura de un mercado de divisas. ¿Qué impacto real podría tener? ¿Significa una vuelta a la dolarización más que parcial de la economía nacional?

Una de las medidas de julio de 2020 tomadas para salir de la crisis provocada por la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo, fue el establecimiento de las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC). Inicialmente se dijo que sería solo para productos de “alta gama” y que era imprescindible para abastecer las tiendas en CUP, las cuales continuarían ofertando productos de “baja gama.” Pero esto nunca se concretó: casi todo se vende en MLC y en las tiendas en CUP hay casi nada. Si a esto se le suma el hecho de que no existe un mercado cambiario de MLC oficial, las tiendas en MLC se han convertido, con razón, en la fuente principal de descontento pues los cubanos que no reciben divisas se ven obligados a recurrir al mercado cambiario informal y ver sus ingresos en pesos reducirse en 4 ó 5 veces.

Como reconociera el ministro Gil, el mercado cambiario informal ha crecido considerablemente, resultando en fuga de divisas y contribuyendo a la inflación. Es ese mercado cambiario informal el que está fijando el valor del peso y por tanto los precios para todos los actores privados.

Según Gil, finalmente —dada la entrada de divisas al país— ya se está en condiciones de establecer un mercado cambiario oficial para todas las divisas, incluyendo el USD, a la población. Paralelamente, está en diseño un esquema de asignación de divisas secundario donde se le asignará divisas al sector estatal y no estatal, para que puedan aumentar la oferta fundamentalmente en pesos. Como no se tiene suficientes divisas, el tipo de cambio no puede ser el 1×24, sino uno fundamentado económicamente a ser aprobado próximamente.

El impacto que esperamos tenga es lo que ya se está viendo: que se valorice el peso en el mercado cambiario informal, que baje la tasa de cambio en el mercado informal. Dado que la demanda es fundamentalmente de MLC para poder comprar en las tiendas en MLC, va a contribuir a que las personas que no reciben divisas puedan acceder a esas tiendas. Políticamente, es lo correcto. Económicamente, si se maneja la venta de divisas de manera que no alimente el mercado cambiario informal, debe servir también para revalorizar el CUP y recaudar más divisas.

La medidas anunciadas significan otorgarle un rol mayor al sector no estatal. ¿Qué más podría hacer el gobierno en este sentido?

Desde mi punto de vista, es lamentable que mientras se está poniendo tanta energía en la promoción de mipymes casi no se habla de las cooperativas. Como he explicado otras veces, no porque no piense que las mipymes no tienen un rol en una sociedad que busca el horizonte socialista, sino porque el modelo cooperativo está mucho mejor equipado para lograr los objetivos económicos que se persiguen (empleo, productividad, exportaciones) junto con objetivos sociales y culturales como la equidad, la solidaridad y el empoderamiento de las personas.

En el sector cooperativo queda mucho por hacer, algunas son medidas ya contempladas en los Lineamientos y anunciadas desde hace más de una década. Entre ellas se destacan dos que podrían tener un gran impacto en el desarrollo del sector: 1) crear el Instituto o entidad encargada de la promoción del sector cooperativo, y 2) permitir la creación de cooperativas de segundo grado (i.e., cooperativas de cooperativas).

No nos puede extrañar que se estén creando tan pocas cooperativas en relación a mipymes privadas si ni siquiera contamos con un programa nacional de educación cooperativa. Si estamos interesados en que las personas que no tienen ahorros o familiares que les envíen para capital semilla, y que muchas veces no se sienten preparados para emprender, lo hagan compartiendo recursos y riesgos, entonces tenemos que establecer programas de incubación y aceleración de cooperativas. Además, el trato preferencial que se les otorga en las normas a las cooperativas en cuanto a impuestos se ha diluido ante las ventajas que tienen las mipymes privadas para descontar del impuesto sobre las utilidades todos sus gastos en retribuir a la fuerza de trabajo, y para acceder a inversión extranjera y mercados informales cambiario y de insumos, por solo poner unos ejemplos.

No nos puede extrañar que las grandes deficiencias que presentan la mayoría de las cooperativas agropecuarias ya que no hay un ente que le brinde los servicios de educación y aceleración, tampoco se les ha permitido organizarse en cooperativas de segundo grado para acceder a insumos, comercializar y agregar valor a sus producciones. La concurrencia directa de los productores agropecuarios a los mercados que se está promoviendo hoy solo se puede lograr de forma eficiente realmente con las cooperativas de segundo grado. Y así, muchos de los más grandes desafíos de las cooperativas pueden ser superados mediante la cooperación entre ellas —no por gusto es el sexto principio universal del cooperativismo.

Me llamó la atención los llamados a la solidaridad que hiciera el ministro Gil al sector privado en relación a la especulación y el aumento desmedido de los precios. Si bien hay empresarios privados que tienen la solidaridad y responsabilidad inculcados en su personalidad (probablemente por la educación de sus padres y maestros) y establecen precios justos, la lógica de la empresa privada es hacia la maximización de los beneficios de sus dueños, puro y duro. La economía social y solidaria es una vía para lograr que un mayor número de empresarios privados, junto con cooperativas e incluso empresas y entidades estatales, practiquen la solidaridad, que no es más que la responsabilidad hacia todos: actividades orientadas a la satisfacción de necesidades sociales, precios justos, trato justo a sus trabajadores, practicas amigables con el medio ambiente. Para lograr estos comportamientos se debe educar, promover organizaciones que sí están mejor preparadas para implementarlas y sirvan de ejemplo, y premiarse mediante incentivos materiales y espirituales.

La inversión extranjera vuelve a aparecer dentro de los instrumentos para dinamizar la economía. ¿Cuáles podrían ser la acciones concretas al respecto para el sector estatal y no estatal?

Me parece muy importante que se entienda que en la medida en que los cubanos de la diáspora, sobre todo los que viven en EE.UU., inviertan en Cuba, van a tener mayor interés y compromiso con el desarrollo de la economía de nuestro país. Esto no es solo un imperativo económico, sino también político. Otros colegas podrán aportar mucho más en cuanto a acciones concretas para lograr las metas de inversión extranjera en las que nos hemos quedado tan por debajo.

¿Cree que las modificaciones a la importación de paquetes tendrán un impacto relevante en la oferta de bienes?

Por lo que explicó el ministro Gil, va a ocurrir una flexibilización de importación no comercial vía viajes y equipaje no acompañado de artículos de primera necesidad, ampliando los límites permitidos con carácter no comercial. La importación de paquetes sí puede servir para que las familias y negocios familiares pequeños se aprovisionen de algunos productos, disminuyendo la presión de la demanda sobre la escasa oferta existente.

Pero no puede ser la solución para aprovisionarse todos los negocios privados, ni debería expandirse como una forma de vida: comprar barato para vender más caro. En primer lugar, porque no es eficiente. En segundo lugar, porque las divisas salen del país. En tercer lugar, porque la importación comercial descontrolada puede realmente impedir que se desarrolle una oferta doméstica en algunos casos: es básicamente renunciar a políticas de sustitución de importaciones.

Por ello, estoy de acuerdo con lo que explicó Gil de que no se va a permitir la importación con carácter comercial pues va contra desarrollo de la industria local y fuga de divisas. No obstante, como mencioné arriba, el gobierno debe buscar formas alternativas y mucho más efectivas que permitan a todas las formas empresariales su aprovisionamiento oportuno y con costos competitivos.

¿Considera que es un paquete de medidas pertinente? ¿Cuáles serían sus recomendaciones?

Muchas de las medidas, además de pertinentes, están demasiado demoradas. Si bien el establecimiento del mercado cambiario oficial de divisas requería de la disposición de divisas, hay otras como las ventas a consignación y las facilidades para la inversión que solo requerían voluntad política. Como ya se ha dicho, no podemos darnos el lujo de seguir perdiendo tiempo para implementar medidas y mecanismos ya aprobados en los lineamientos y en la Conceptualización hace muchos años, pues el tiempo perdido no puede recuperarse.

Me parece muy atinado que se reconozca que la teoría del derrame no funciona: que crecimiento del PIB no se va a traducir en mejora de las condiciones de vida de las mayorías si el crecimiento no es inclusivo, equitativo y solidario hacia las comunidades en desventaja. Me alegra que se retomen las soluciones colectivas que promueven la solidaridad como la asignación de tierras ociosas a los centros de trabajo para su autoconsumo; el uso de las utilidades de las empresas estatales para la construcción de vivienda a sus trabajadores; las microbrigadas; la autotransformación protagónica de los barrios. Todo esto es muy importante para que no se siga propagando la concepción de que estamos en un sálvense quien pueda y que vamos hacia los peores de los capitalismos.

No obstante, como explico arriba, siguen faltando medidas ya aprobadas que quiten algunas de las trabas más importantes para el desarrollo del sector cooperativo, que es una forma colectiva por excelencia de organización económica y social. Si queremos una sociedad que avance hacia la prosperidad con mayor solidaridad, equidad, inclusión de las personas en situación de vulnerabilidad, entonces tenemos que acabar de permitir que las cooperativas puedan realmente florecer. De lo contrario, todo aquello de que las cooperativas son la segunda forma empresarial en importancia después de la empresa estatal se quedará solo como letra muerta.

Discurso de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el acto central por el Aniversario 69 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Cienfuegos, el 26 de julio de 2022

 Vamos a hacer un mejor país, nosotros mismos

 


Foto: Estudios Revolución

Discurso de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el acto central por el Aniversario 69 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Cienfuegos, el 26 de julio de 2022, “Año 64 de la Revolución”. (Versiones taquigráficas - Presidencia de la República)

Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;

Moncadistas presentes;

Amigas y amigos del movimiento de solidaridad con Cuba que nos acompañan;

Querido, combativo y revolucionario pueblo cienfueguero (Aplausos) ;

Compatriotas:

¡Ya estamos en 26! Volvemos a Cienfuegos y volvemos a un acto presencial después de dos años sin celebraciones de este tipo.

Esta posibilidad es fruto de una proeza: el control de la pandemia, bajo las condiciones de una guerra económica de seis décadas, con esfuerzos y recursos propios.

Y es también una oportunidad: le permite a la dirección del Partido y el Gobierno reconocer y destacar los resultados de un territorio.

La tradicional belleza de la Perla del Sur, que se ha multiplicado en las obras en saludo al 26 de Julio, nos muestra cuánto pueden impactar en nuestros territorios y en nuestras eternas celebraciones las que son asociadas a un día histórico. Eso le añade otro valor fundamental.

El año próximo se cumplirán 70 años de aquellos asaltos que cambiaron la historia de Cuba. Los protagonistas vivos salen de los libros para explicarles a los estudiantes las razones que los llevaron a sacrificar sus jóvenes vidas en el altar de la Patria, sin más certeza que la fe en sus ideales.

Ahora están aquí y nos honra enormemente conocer el testimonio de sus vidas revolucionarias, en las que compartieron combates y desvelos con Fidel, Raúl, Ramiro, Almeida, Abel, Haydeé y Melba, no solo durante aquella acción, sino en las siete décadas posteriores. Sus valiosas memorias son parte de nuestro modo de entender y amar a la Revolución con la profunda convicción de que somos parte de ella.

Pero esa experiencia nos plantea también un desafío en la formación de las nuevas generaciones, las que por razones biológicas no tendrán ya la posibilidad de conocer de cerca a los héroes de un capítulo fundamental de la historia nacional. Tan fundamental, que no es posible explicar el socialismo cubano sin las razones que llevaron a Fidel y a la Generación del Centenario a asaltar cuarteles con sencillos fusiles y un arsenal de ideas.

La lógica imperial, de la que hemos hablado en estos días, apuesta a la amnesia y a la parálisis social. Pretenden que, bajo la presión de las necesidades materiales generadas por su infame bloqueo de 63 años, claudique el espíritu de resistencia del pueblo y hasta la última generación olvide por qué se hizo una Revolución socialista de los humildes, con los humildes y para los humildes a 90 millas del sueño americano.

También apuesta a la enajenación, a que la historia sea solo un pasado de sacrificios de los que deben escapar las nuevas generaciones si quieren tener un lugar en la “feria de las vanidades”, en la ilusión forjada por la industria del entretenimiento universal, según la cual una clase media bonita y satisfecha disfruta de las bondades de la modernidad, territorio exclusivo para triunfadores que serán servidos por los excluidos del sistema.

En ese mundo de olvidos, La historia me absolverá dejaría de interesar a los jóvenes, porque es de otro tiempo y se hizo para curar otros males.

En el supuesto negado de que eso ocurriera, como dicen los hermanos venezolanos, difícilmente los cubanos del futuro llegarían a saber que cuando las empresas norteamericanas eran prácticamente dueñas de Cuba, sus grandes aliados eran el ejército, la policía, el desalojo, el plan de machete, la tortura y la muerte.

Ignorarían que las grandes mayorías no tenían propiedad sobre la tierra que trabajaban, ni sobre las casas donde vivían.  Que, en general, los pobres y los negros y mestizos solo podían entrar por la puerta trasera de los negocios y las mansiones.  Que las mujeres estaban en total desventaja social frente a los hombres. Que la imagen más recurrente en los paisajes urbanos era la de los niños de la calle: limpiabotas, vendedores de diarios, mensajeros de cualquier negocio, desamparados, enfermos y hambrientos. Y lo más común en los paisajes rurales era una infancia con los vientres inflamados de parásitos.

No bastarían todos los actos que nos faltan por celebrar, y les garantizo que celebraremos, para exponer las razones por las que aquellos jóvenes, que hoy son los venerables abuelos o bisabuelos de los nuevos, renunciaron a sus sueños personales y vendieron lo poco que tenían para irse a un combate incierto.

Los medios que nos adversan seguramente dirán mañana que el Presidente cubano cargó contra el capitalismo con “retórica del pasado”.

La verdad es justamente lo contrario. Nos interesa impedir que el pasado vuelva. ¡El futuro no puede ser el pasado!  Porque la Cuba del día después, esa que sueñan mandarnos con las cañoneras yanquis y sobre cubierta los infames congresistas que allá votan a favor de todas las leyes contra su propio país de origen, esa Cuba, sería el retorno al día después del asalto al Moncada: un baño de sangre, una revancha del odio y la reinstauración de todo aquello que los asaltantes pretendían cambiar y que solo la Revolución transformó para siempre.

Aunque en medio de un lamentable y largo apagón mezclado con el sofocante verano de estos días algunos pueden sentir que nada es peor que la racha de eventos negativos que venimos sufriendo y buscan alivio maldiciendo, en el fondo de sus almas todos comprenden que, ineficiencias aparte, el bloqueo está en la raíz, en el tronco, en las ramas y en los frutos de nuestras dificultades económicas.

Y, si bien no lo reconocerá públicamente, hasta un  anexionista conoce que los problemas cubanos no van a resolverlos quienes los han creado y los mantienen con absoluto desprecio por la condena mundial a ese escandaloso abuso que dura ya más de medio siglo.

¡Cuba no está sola! ¡No lo ha estado nunca! Cuba representa no solo la alternativa al orden injusto y excluyente que impera en el mundo.  Somos también la posibilidad que tiene ese mundo de probar que hay espacio para todas las ideas y sistemas políticos; para que la democracia, tan proclamada como violada, sea reconocida en toda su diversidad.

El socialismo no puede seguir siendo difamado en nombre de la libertad, mientras se le cierran todas las puertas para el comercio, las finanzas, los negocios a los países que lo intentamos.

El bloqueo económico, financiero y comercial, la rabiosa persecución en que se ha convertido esa política de un imperio poderoso contra una pequeña nación es, ahora mismo, la mejor prueba de que sí funciona el socialismo, porque aun bajo el fuego que significa estar bloqueados hemos levantado una obra de justicia social que nos coloca al nivel de los países más avanzados en indicadores claves del desarrollo humano como la mortalidad infantil, la esperanza de vida al nacer, el acceso a la salud, la educación, la cultura o el deporte y los niveles de seguridad y protección ciudadanas.

En medio de las profundas y sostenidas escaseces de tantos años, bajo las asfixiantes presiones de una economía de guerra –porque eso es una economía bajo bloqueo–, no hemos renunciado jamás a la aspiración socialista de beneficiar a todos, ofreciéndoles múltiples posibilidades de realización humana.

Creemos sobre todo en la felicidad como resultado de la realización personal y colectiva, a partir de las posibilidades reales de cada individuo de acceder al conocimiento y participar activamente en la sociedad en la que vive.

Algo hemos logrado en ese empeño. Se advierte en las señales que distinguen al emigrante cubano de las decenas de miles de sus iguales del resto del mundo. La mayoría de los nuestros tienen estudios por los cuales sus familiares no tuvieron que pagar, incluso estudios especializados, de altísimo nivel que en otros países endeudan al graduado para toda la vida.

En general los distingue el conocimiento y la calidad de su formación profesional, tanto como el diferente trato que reciben por razones políticas. Aunque prácticamente nadie hable ya de la Ley de Ajuste Cubano, ese tratamiento diferenciado a nuestros nacionales para que alimenten el discurso antisocialista declarando una persecución inexistente, es parte del objetivo central de la guerra contra la Revolución Cubana: aplastar la alternativa, demonizar el socialismo, evitar que otros pueblos se inspiren en  esta  experiencia.

No hay otra explicación para el sostenimiento del bloqueo contra Cuba, tan incompatible con los discursos de libertad, democracia y derechos humanos que tanto les gusta dictar a los políticos norteamericanos. Toda la retórica contra el socialismo cubano choca y se niega a sí misma frente a esa innegable verdad.

Nuestra conclusión es que el bloqueo se mantiene porque sin él este país sería un modelo de sociedad humana demasiado subversivo para el orden mundial. Y quienes opinen lo contrario desde la “acera de enfrente”, desde los que imponen y sostienen el bloqueo contra toda lógica civilizada y humanista, ¡que lo levanten total e incondicionalmente ya!  ¡Quítennos el pretexto!   (Aplausos.)

Si nos quitan ese pretexto, entonces el mundo los va a respetar a ustedes y  juzgará a Cuba.

Compatriotas:

En el tiempo transcurrido desde la última celebración del 26 de Julio, aprobamos una nueva Constitución y normas jurídicas que colocan al país a la vanguardia en la garantía de los derechos para todos, como acaba de verificarse en las más recientes sesiones de la Asamblea Nacional, al aprobar el monumental Código de las Familias.  Los convoco a respaldarlo en el referendo de septiembre.

Los debates sobre esos sensibles temas han despertado conciencias y han profundizado el conocimiento sobre la diversa y plural sociedad cubana, que no ha dejado de sacudirse lastres, prejuicios y frenos desde que triunfó la Revolución.

En ese mismo periodo, la sociedad norteamericana retrocedió casi un siglo en cuanto a derechos de la mujer, al negar la existencia del derecho constitucional al aborto. Además, concitó la solidaridad mundial frente a la epidemia de tiroteos y masacres en las escuelas y lugares públicos.

Pocas veces fue tan claro el contraste que dibujó Martí al describir a las dos mitades del continente, las dos Américas que crecían en sentido inverso: la “que ha de salvarse con sus indios, y va de menos a más … [y la] que ahoga en sangre a sus indios, y va de más a menos”.

Cuando evaluamos las duras circunstancias por las que hemos transitado en el último año, desde los complejos días de julio de 2021, es justo destacar la solidaridad internacional entre las fuerzas con las que ha contado nuestro país como apoyo a su impresionante resistencia. 

En julio del año pasado, a fuerza de grandes presiones, Estados Unidos logró el pronunciamiento de un puñado de países, aparentemente preocupados por lo que acontecía en Cuba, mientras ignoraban o cerraban los ojos ante las duras condiciones a las que se sometía a millones de personas bajo el impacto de la COVID-19.

Todavía emociona recordar las formidables expresiones de respaldo de gobiernos, parlamentarios, organizaciones políticas, grupos de amistad, artistas, intelectuales, líderes y agrupaciones religiosas, movimientos sindicales y sociales, además de individuos de todas partes del mundo que simpatizan con las causas justas y se oponen al abuso. Entre ellos destacan las numerosas expresiones de solidaridad y empatía de las personas de origen cubano residentes en muchos países, incluyendo los Estados Unidos.

Frente a las evidentes carencias materiales padecidas en los momentos más críticos de la pandemia, Cuba recibió respaldo solidario de varios gobiernos de países amigos, así como de grupos e individuos. Esa ayuda no se ha limitado a recursos materiales importantes de apoyo al esfuerzo del Sistema de Salud Pública para enfrentar la pandemia, sino que ha incluido alimentos y otros insumos sensibles para el consumo de la población.

Por citar solo los más significativos, nos llegaron valiosos cargamentos para beneficio directo de nuestro pueblo desde Venezuela, Bolivia, México, Vietnam, Nicaragua, China, Rusia, Italia, Japón, San Vicente y las Granadinas y República Dominicana, entre otros.

Unas 170 empresas y empresarios de 29 países, y 171 asociaciones de amistad, solidaridad y de cubanos residentes en el extranjero, de 43 países, nos prestaron ayuda.

Desde Estados Unidos incluso, hemos contado, durante el último año en particular, con reiteradas manifestaciones de amistad y compromiso por parte de organizaciones como Pastores por la Paz, la Brigada Venceremos, Code Pink, Puentes de Amor, Answer Coalition, The People´s Forum, Centro Médico Wyckoff, Alianza Martiana, por solo mencionar algunas (Aplausos).

También el apoyo de la brigada puertorriqueña Juan Rius Rivera y los jóvenes del Partido por el Socialismo y Liberación de los Estados Unidos, aquí presentes (Aplausos).

Estas se unen a muchas otras expresiones de organizaciones en Latinoamérica y el Caribe, Europa, África, Asia y el Medio Oriente, con una larga trayectoria y tradición de respaldo a la Revolución Cubana y de oposición a la agresión estadounidense.

Recibimos, simultáneamente, vigorosas expresiones políticas de apoyo y solidaridad.

En primer lugar, destaco las hermosas palabras sobre Cuba, pronunciadas por el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, al conmemorar el 238 aniversario del natalicio del Libertador Simón Bolívar.

Ese sentido mensaje del entrañable pueblo de México al pueblo cubano, en reconocimiento a nuestra digna resistencia frente al criminal bloqueo de los Estados Unidos, ha sido reiterado más de una vez en Las Mañaneras de AMLO con la estremecedora fuerza de la coherencia y la verdad.

La publicación en una página entera del influyente periódico The New York Times de un reclamo poderoso a que se permita a Cuba vivir, y la posterior proyección de ese reclamo en una fachada de la céntrica plaza Union Square, de la ciudad de Nueva York, constituyeron poderosas expresiones de solidaridad en los momentos en que transitábamos por las etapas más difíciles de la pandemia, los efectos del recrudecimiento de la hostilidad imperialista y de la feroz campaña de calumnias y descrédito contra Cuba.

Esas son apenas las expresiones más visibles de una solidaridad activa e invariable, que no ha podido opacarse ni destruirse con las campañas de boicot y mentiras contra la Revolución. Un ejercicio histórico del afecto entre las naciones, que no figura en las leyes pero se ha inscrito con tinta indeleble en el ADN del cubano.

La solidaridad y el internacionalismo guían la política exterior de Cuba desde el triunfo revolucionario de 1959. A lo largo de los años hemos sabido compartir y abrazar las causas justas de otros pueblos, casi siempre sobre la base del sacrificio compartido.  

Desde muy temprano hemos considerado que tenemos una deuda de gratitud con la solidaridad internacional. Por eso, se equivocará siempre el que considere posible aislar a Cuba. Disfrutamos de relaciones amplias y activas con prácticamente toda la comunidad internacional. Cada año los Estados miembros de las Naciones Unidas votan de manera casi unánime en rechazo al bloqueo económico de los Estados Unidos, y nuestro país cuenta con reconocimiento, prestigio y autoridad por su aporte a la cooperación internacional y su activa y constructiva participación en los foros internacionales.

Compatriotas:

En las recién concluidas sesiones de la Asamblea Nacional se anunciaron medidas que buscan movilizar, en el menor tiempo posible, abastecimientos y recursos financieros de los que hoy carecemos. En las próximas semanas se informarán los detalles de su implementación. Si queremos tener resultados positivos en menos tiempo, es imprescindible actuar con responsabilidad, con seriedad y con disciplina.

Muchos amigos y admiradores de nuestro proceso nos preguntan continuamente qué es la Revolución hoy. No en el concepto, que ya Fidel nos dio, sino en el modo en que se verifica en la práctica.

Les corresponderá esa respuesta a los científicos sociales, a los estudiosos de los procesos revolucionarios, quienes sabrán distinguir mejor que nosotros lo que hacemos. Sin embargo, tengo muy claros algunos términos: democracia y participación popular, humanismo, voluntad de transformación, creatividad, innovación, compromiso, ideales y pasión revolucionaria (Aplausos).

Podemos agregar otras experiencias que nos aporta desarrollar la dirección del país en contacto directo con el pueblo. Bajo la presión, las necesidades —que han crecido y se han profundizado en toda Cuba con el azote del bloqueo reforzado, la pandemia y el impacto de todas las crisis que sufre el planeta— despiertan en algunos egoísmos, ambiciones y actitudes tan nocivas como la corrupción, que minan hasta los mayores esfuerzos del Estado por amortiguar las desigualdades y atender las vulnerabilidades.

Los años del dañino igualitarismo pasaron, pero la justicia social sigue siendo nuestra guía. En ella se sostiene el equilibrio de una sociedad como la nuestra, no podemos dejarla en el discurso.

Es un hecho que allí donde los gobiernos locales descuidan el control imprescindible y subestiman la capacidad de los líderes naturales y las organizaciones barriales, la delincuencia debilita la obra social.

Lo sabemos. Lo denuncia el pueblo. La corrupción es un cáncer que todo lo corroe, que irrita, que desmoviliza, y que va contra el ideal socialista.  No dejaremos que nos invada,  la combatimos y seguiremos haciéndolo sin tregua.

Compañeras y compañeros:

Considerando las dramáticas condiciones en que se mueve todo el planeta hoy, asediado por las múltiples crisis que generan el cambio climático, guerras, pandemia, corrupción, crimen organizado y otros males, tenemos algunas ventajas para enfrentarlo: la experiencia acumulada en el grado de resistencia creativa —como me gusta llamarle—, objetivos y prioridades claros y la unidad, la cara y preciosa unidad conquistada a lo largo de años de lucha, después de muchos reveses y como premio tras sucesivas victorias del ideario martiano y fidelista de la Revolución.

Al comenzar nuestro acto esta mañana escuchamos palabras de Fidel en una de las primeras celebraciones del 26 de Julio en los años sesenta del siglo pasado.

Me gustaría reiterarlas ahora como expresión de los enlaces de la historia que explican el enigma de una Revolución victoriosa:

“Si nosotros nos hubiéramos dado por vencidos después del Moncada, o si nosotros nos hubiéramos dado por vencidos después del Granma, o cuando nos quedamos con muy pocos hombres, que nos volvimos a reunir siete hombres con fusiles, si hubiéramos aceptado la idea de la derrota, habríamos estado derrotados.  No fuimos derrotados sencillamente porque jamás adoptamos la idea de la derrota.

“Y esa debe ser siempre nuestra actitud, y esa debe ser la gran enseñanza de nuestra historia (…)

"El asalto al Moncada puede decirse que constituía el primer asalto a una de las tantas fortalezas que habrían de ser tomadas después. Quedaban muchos Moncada por tomar. Quedaban, entre otras cosas, el Moncada del analfabetismo, y nuestro pueblo tampoco vaciló en atacar aquella fortaleza, la atacó y la tomó; el Moncada de la ignorancia; el Moncada de la inexperiencia; el Moncada del subdesarrollo; el Moncada de la falta de técnicos, de la falta de recursos en todos los órdenes.  Y nuestro pueblo no ha vacilado en emprender también el asalto de esas fortalezas…” Fin de la cita, que viene muy bien a los momentos actuales.

A nuestra generación le corresponde asaltar las fortalezas de la ineficiencia económica, la burocracia, la insensibilidad, el odio. Sobre sus restos construiremos la prosperidad posible. Sin dejar de exigir ¡Abajo el bloqueo! (Exclamaciones de: ¡Abajo!)

¡Vamos a hacer un país mejor nosotros mismos! (Exclamaciones de: ¡Vamos!)

¡La historia nos da fuerzas, nos inspira, nos impulsa y nos alienta!  ¡Si ellos pudieron, nosotros podremos!

¡Gloria eterna a los héroes y mártires del 26 de Julio!  (Exclamaciones de: ¡Gloria!)

¡Hasta la Victoria, Siempre!

¡Socialismo o Muerte!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(Exclamaciones de: ¡Viva Raúl!, ¡Viva Fidel!)

(Ovación)

(Tomado de Presidencia)  

HHC:Negritas son del original.


Fondos que esperan, ¿en el banco de la paciencia?

El Banco de Fomento Agrícola constituye un loable estímulo al campesinado para producir alimentos; sin embargo, en su aprovechamiento hay engranajes que pueden encajar mejor


En Guantánamo los créditos se han dirigido mayormente al capital de trabajo, no a inversiones, estas últimas necesarias para transformar la infraestructura local. Foto: Leonel Escalona Furones

Con el fin de aumentar la disponibilidad de alimentos en Cuba, en septiembre de 2021 comenzó a operar nacionalmente, por primera vez, el Banco de Fomento Agrícola.

Alrededor de 1 800 millones de pesos se destinaron del Presupuesto del Estado para dicho proyecto, cuyo objetivo es elevar los rendimientos productivos, al dotar a los campesinos de liquidez para costearse los gastos que implica esa labor.

Un comité coordinador se dedicó a escoger a los productores, con la condición de ser líderes en cultivos y ganadería priorizada. Ellos contarían con facilidades de créditos muy blandos, una tasa de 1,5 % para los préstamos, destinados a la producción, y del 2 % en los de inversiones. Además, el plazo de amortización sería más largo y no requerirían garantías.

Sin embargo, una mirada a cómo se aplica en Guantánamo lo que, en teoría, debe funcionar «como un reloj» que eleve los niveles de productividad, revela engranajes que pudieran encajar mejor.

«Realmente hay muy pocas solicitudes hasta la fecha, en relación con la cantidad de productores de la provincia, y a juzgar por los beneficios que da el Banco», explica Magda Rodríguez Mestre, directora del Banco de Crédito y Comercio (Bandec) aquí, institución que asumió sobre su red nacional la creación del Banco de Fomento Agrícola ante la imposibilidad de crear una estructura nueva, lo que demandaría de grandes inversiones y tecnología.

Para el primer trimestre de 2022, más de 287 000 productores en Cuba se habían beneficiado de dichos créditos de Bandec. Mientras, en Guantánamo, se han aprobado, hasta la fecha, más de 200 solicitudes.

«No ha sido por falta de gestión o información», añade Rodríguez Mestre, porque desde las sucursales se ha ido a las cooperativas, se esclarecen dudas, van a los medios, «aunque ciertamente no hemos llegado a todos los productores».

También hay insatisfacciones con la tramitación de financiamiento para el porcino, que son ínfimas en la provincia en relación con la demanda del país, agrega la Directora, quien puntualizó que, si bien los resultados solo se verán a largo plazo, le toca al Banco motivar más en esa área. 

PAPELES QUE VAN Y VIENEN

Ciertamente el Banco de Fomento Agrícola constituye un loable estímulo al campesinado para producir alimentos. El hecho de contar con un presupuesto para adquirir semillas, pagar la mano de obra, preparar la tierra, costear la electricidad… empezando desde cero, ayuda considerablemente a quien trabaja en el campo, que tiene allí de dónde sacar y multiplicar las ganancias.

Así lo aseveró José Miguel Hernández Lías, de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Lino Álvarez, en el municipio de Guantánamo. Con casi 30 años de labor en la finca La niña, del reparto Obrero, nunca antes había pedido crédito, y dada la facilidad de esta nueva forma de apoyo se animó a hacerlo. Solicitó 250 000 pesos para dos hectáreas de plátanos.

«Cuando fueron a la cooperativa a explicar las ventajas del crédito, mostraron mi expediente como ejemplo, con todos los documentos listos para, en siete días, recibir respuesta», nos contó Hernández Lías.

Pero todo eso ocurrió en marzo… y no fue hasta finales de mayo que recibió la primera parte del dinero. Siete días se habían transformado en unos dos meses.

Documentos incompletos, errores de números, inconsistencias con la demanda del productor (le aprobaron el monto para costear una hectárea y debía ser para dos), entre otros desatinos, alargaron el proceso de otorgamiento del préstamo.

En ese periodo –añade– perdió parte de la inversión que hizo en semillas, ascendente a unos 40 000 pesos, porque no tenía la tierra lista. Hoy, de las 8 000 plantas que debía tener, solo cuenta con 2 000.

«La idea era en mayo para, con las lluvias, tener todo listo. Terminaré, con suerte, en estos días, y la cosecha del año próximo estará en peligro porque coincidiría con la temporada ciclónica, pero mi compromiso es sembrar, y lo haré como sea», aseguró el campesino.

El efectivo es su otro gran problema. «Se dice que el pago es por factura y, actualmente, los suministradores estatales no tienen nada, y los particulares solo venden si les das el dinero directamente; pero el Banco no nos puede entregar la plata en la mano; para colmo, el monto para el pago de salario a mis trabajadores no lo he podido sacar porque debe ser por tarjeta, y Bandec no me la ha entregado», sostuvo.

Similar situación tiene José Pelegrín García, de la misma CCS, quien, de 78 000 pesos asignados para una hectárea de plátano burro, solo obtuvo «25 000, tras mucho insistir».

«De parte y parte», así caracteriza su dilema pues, por un lado, en su opinión, está el personal financista de la cooperativa, que no se encuentra del todo preparado para asumir lo que significa la solicitud de estos créditos, y el Banco, que debiera asesorar más y mejor a las formas productivas para evitar errores, una y otra vez.

«Evidentemente falta capacitación y agilidad para hacer de esta herramienta, que es el Banco de Fomento Agrícola, algo efectivo», comentó Pelegrín García, porque al final quien sale perdiendo es el agricultor que se atrasa, gasta recursos de su patrimonio personal, se desmotiva, y pudiera incumplir sus compromisos por sentarse a esperar, entre subsanaciones de errores y otros papeles, en el banco de la paciencia. 

EL FIN NO SIEMPRE ES EL MISMO

Arnolvis Gómez Rodríguez, campesino de la CCS Enrique Pereira González, agradeció esta oportunidad para impulsar su trabajo.

«Pedí el dinero para pagar el desbroce del marabú de mi tierra, que forma parte del polo productivo de Paraguay, y usé la otra parte para sembrar plátanos, diez hectáreas en total. También incluí cultivos intercalados de maíz, yuca y berenjena. De esta última he entregado unos cien quintales desde mi finca El girasol», detalla el usufructuario.

Gómez Rodríguez es dueño de 36 hectáreas de tierra, las que espera poner en explotación próximamente, con la ayuda de los 800 000 pesos obtenidos del Banco, que a la larga podrían convertirse en más de 3 000 000 de pesos, si el plátano rinde todo lo que prevé. Entonces no solo podrá saldar la deuda, sino también aportar al país.

«Además, solicité un crédito para inversiones que me permitirá contar con equipos de riego y otras maquinarias imprescindibles para cosechar. Si se me aprueba, mis rendimientos serán más», afirmó el joven, graduado de técnico medio en Agronomía, de 33 años edad, tres de ellos dedicados a la agricultura.

Efraín Charón Chivás, presidente de la CCS Enrique Pereira, reconoce el influjo que la Banca ha tenido en el colectivo, cada vez más motivado por cultivar viandas o criar ganado mayor y menor.

«De los 197 socios de nuestra forma productiva, ocho han solicitado ayuda del Banco de Fomento Agrícola y seis están en proceso de trámites. De hecho, gracias a eso hemos logrado el incremento de 44 hectáreas de viandas sembradas en tres meses, de las 200 que prevemos para el año», agrega.

La visión de Charón Chivás es «que el 30 % de nuestra gente apele a ese tipo de financiamiento o cualquier otro de Bandec, pues son efectivos». 

¿CÓMO ACCEDER A LOS BENEFICIOS?

Para acceder a los beneficios del Banco de Fomento Agrícola se debe recurrir a las sucursales de Bandec.

Yudel Ortiz González, jefe del Departamento Provincial de Atención a la Banca Agropecuaria en la dirección territorial de esa institución, explica que en Guantánamo se han aprobado, hasta la fecha, más de 200 solicitudes, por un costo superior a 120 000 000 de pesos, y están en ejecución unos

72 000 000, vinculados con el capital de trabajo, o la producción. No se ha aprobado nada aún para inversiones (la compra de tecnologías, por ejemplo), ya que ello requiere más tiempo.

De los 11 productos priorizados para el financiamiento: porcino, ganado vacuno, ganado menor, arroz, plátano, yuca, frijoles, papa, cultivos protegidos, frutales y la caña; en el Alto Oriente el mayor porciento de dinero se ha concentrado en el plátano, los cerdos y el ganado vacuno, añadió el especialista.

Se destaca, con la zona más avanzada en estas gestiones, el municipio de Imías, con más de cien solicitudes, la mayoría de productores independientes y usufructuarios.

Se trata de un proceso sencillo, cuyo trámite debe tomar siete días si se entrega correctamente la documentación: los resultados productivos avalados y certificados por la delegación de la Agricultura, la Empresa o la cooperativa, el modelo de solicitud (se adquiere en el banco), la póliza de seguro y el contrato de compraventa, para saber en qué se gastará el crédito.

Precisó Ortiz González que los beneficiarios deben cumplir los requisitos para cada actividad, entre ellos los rendimientos por área, la aplicación de la ciencia y la técnica, contar con sistemas de regadío, y tener como destino de sus cosechas la industria, el balance nacional y los mercados agropecuarios. Es indispensable la disponibilidad de alimentos y de agua en el caso de la ganadería.

El Banco de Fomento Agrícola es un proyecto relativamente joven, que aún no llega al año de puesto en marcha y del que, en opinión de los entrevistados, pueden esperarse frutos mayores.

La clave está en que no se pierda de vista aquello de que en la agricultura, además de paciencia, también hay que tener las cuentas claras en dinero y en tiempos, porque de ellos depende la siembra y la cría de animales, que luego repercutirán en el plato del pueblo. HHC: Negritas nuestras.

Comentario HHC: Una idea buena, que por la burocracia, no funciona siempre. 

Hurto de ganado mayor enciende alarmas en Ciego de Ávila

 

Foto: Alden

Hechos delictivos que se agravan y los avances en la campaña de siembra de primavera fueron algunos de los temas analizados en reunión de chequeo a indicadores de la Agricultura

Tintes de impunidad van tomando los delitos relacionados con el hurto y sacrificio de ganado mayor ante lo alarmante de cifras en aumento en la provincia de Ciego de Ávila.

Y no es para menos cuando la semana pasada se promediaron alrededor de 10 delitos por día, uno de ellos con 17, para una afectación económica valorada en más de 728 000.00 pesos, expusieron autoridades de la Policía Nacional Revolucionaria en la reunión provincial de chequeo a indicadores de la Agricultura.

“No podemos bajar la guardia ni un momento con estos hechos. Es preciso comprobar diariamente, ganar en la prevención para no vernos en la necesidad de esclarecer ningún delito luego”, dijo Liván Izquierdo Alonso, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en la provincia.

La exigencia, ahora con más fuerza, viene porque, a pesar de los controles policiales efectuados, no todos los municipios avanzan lo suficiente. Además, persisten delitos contra sistemas de riego de pivote central para la sustracción de sus cables eléctricos y crecen las ilegalidades contra el patrimonio estatal y particular, lo cual denota falta o deficiencia en la vigilancia administrativa y campesina.

Todo ello conlleva a pérdidas económicas, en muchos casos irrecuperables, y la consecuente afectación al sector agroalimentario.

Ante lo emergente de la situación, Izquierdo Alonso ordenó que las comisiones de delito contra el ganado mayor en los municipios funcionen con frecuencia semanal y no mensual como hasta ahora, como medida para atajar el desorden que impera en muchos lugares de la geografía avileña.

Otro de los puntos que enfatizaron en la reunión fue la cantidad de nacimientos de terneros hasta la fecha, con números por debajo de lo previsto al registrar una deuda de 2527 de esos alumbramientos en julio. El municipio de Baraguá es el único en cumplir el acumulado.

Un tema que demanda más control, porque a veces existe el nacimiento, la carne y la leche, pero no se inscriben los animales, dijo el primer secretario del Partido en la provincia. Productos que a la postre se escurren por vías diferentes a las oficiales, ante la falta de rigor para llegar al fondo del asunto.

Trascendió que aunque el acumulado de entrega de leche se recupera poco a poco, todavía quedan muchas reservas en los territorios para establecer un efectivo control, entre ellas la Empresa Agropecuaria Ruta Invasora, que posee una deuda con su plan ascendente a más de 100 000 litros.

Más tierras tiene que ser igual a más comida

Actualmente los tenentes de ganado mayor sin tierras de los municipios de Majagua, Ciego de Ávila y Venezuela tienen hasta el 31 de agosto próximo para solicitar terrenos en pos de desarrollar su actividad.

Asimismo, existen 1639 productores con 10 o más vacas que no tienen áreas colindantes para ampliarse o no quieren, expuso el delegado de la Agricultura, Orlando Pérez Pedreira. Ante lo cual se requiere la búsqueda de estrategias para conseguirlo, lo cual conllevaría a elevar las producciones y un mayor nivel de oferta a la población.

Mucho énfasis se hizo en el cumplimiento del plan de siembra de cada territorio, en los que unos avanzan, pero otros no resuelven sus atrasos, como Ciego de Ávila, Venezuela y Baraguá.

Por ello, Izquierdo Alonso insistió en el control riguroso de las áreas sembradas a pesar de las limitaciones de combustibles que han provocado atrasos en la campaña de primavera, la cual cierra el venidero 31 de agosto.

Tener más control de lo sembrado a cada momento es garantía de comida para el pueblo, agregó.

En la cita se insistió en impulsar con más fuerza las solicitudes de tierras para autoconsumo alimentario de todas las entidades estatales que tengan condiciones para hacerlo.