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martes, 23 de agosto de 2022

Mar-A-Lago o cómo salvar a un Imperio en decadencia

By Larry Goldbetter22/08/2022



Detrás del allanamiento del FBI a Trump, hay una lucha desesperada entre el establishment y la extrema derecha. La división no solo es interna: también incluye cómo actuar ante Rusia y qué hacer frente a la amenaza de China.

El allanamiento del 8 de agosto por parte del FBI en la residencia y el patio de recreo de Donald Trump en Mar-a-Lago ciertamente llamó la atención de todos, especialmente de Trump. Y mientras se desarrolla la batalla legal por las cajas llenas de archivos secretos que Trump se llevó a su sótano (¿y qué había en su caja fuerte?), esto da cuenta de algo mucho más profundo que los actos delictivos específicos que se alegan. Podría describirse con mayor precisión como parte de la saga "¡El Imperio Contraataca!"

La creciente división política en los Estados Unidos, que se refleja en casi cualquier tema, desde la inmigración hasta el derecho al aborto y las vacunas, refleja el debate que se está produciendo en la clase política sobre cómo salvar al imperio estadounidense. A medida que el imperialismo estadounidense enfrenta desafíos cada vez mayores a nivel internacional, este debate adquiere una naturaleza más urgente y, a veces, violenta.

El imperio estadounidense se está desvaneciendo y hay una lucha feroz sobre cómo salvarlo. Básicamente, estamos siendo testigos de lo que sucede dentro del vestuario perdedor, con unos culpándose a otros, ¡y todos ellos tienen al menos parte de la razón!

El establishment, tanto demócrata como republicano, quiere tratar de mantener sus alianzas, fortalecer y expandir la OTAN y "girar hacia Asia", para enfrentar el creciente desafío que enfrentan desde China. La oposición de extrema derecha es más "Fortress America", es decir, dejar que Europa se cuide sola y retirarse de muchos tratados y alianzas internacionales, como hizo Trump durante su administración, con el tratado Climático de París y el acuerdo nuclear con Irán.

Las dos partes tampoco están de acuerdo sobre cómo relacionarse con Rusia, el establishment la ve como una amenaza, la extrema derecha como un aliado. Hay dos cosas, sin embargo, en las que están de acuerdo: que China es la gran amenaza emergente y que no se debe negar ninguna solicitud del Pentágono de más armas contra Rusia. Incluso los "socialdemócratas" Bernie Sanders y AOC votaron a favor de todas las autorizaciones de armas para Ucrania.

El imperio estadounidense se está desvaneciendo y hay una lucha feroz sobre cómo salvarlo. Básicamente, estamos siendo testigos de lo que sucede dentro del vestuario perdedor, con unos culpándose a otros, ¡y todos ellos tienen al menos parte de la razón!

Para tratar de medir el declive del imperialismo estadounidense, basta con mirar Medio Oriente, un área que hace veinte años entró en disputa, pero fue después dominada por Estados Unidos. Hoy en día, la zona está bastante cambiada. Desde la invasión de Irak en 2003 y Afganistán en 2001 por parte de la administración Bush, están los estados fallidos de Irak, Siria, Libia y Afganistán. El ejército estadounidense sigue siendo formidable y capaz de hacer mucho daño. Pero las guerras no las gana quien tiene las armas más destructivas. Al final, Estados Unidos perdió en Irak y no pudo derrotar a los talibanes en Afganistán. ¿Qué podemos esperar cuando los países de Medio Oriente cambien su mirada en relación a China?

Además, la pandemia fue un duro golpe para el país, política y económicamente, el equivalente a perder una guerra, con más de un millón de muertos, incontables millones de heridos y la economía muy afectada. Incluso ahora, a 18 meses del inicio de la administración de Biden, mil personas mueren de COVID todos los días. Y si bien los indicadores económicos muestran que se han agregado millones de empleos a la economía y la tasa de desempleo es baja, más personas han abandonado la fuerza laboral y ya no se cuentan en estas cifras, especialmente los jóvenes trabajadores y jóvenes negros e hispanos.

Con la elección de Barak Obama en 2008 y la crisis financiera, las cosas empeoraron. Trump, un ideólogo racista desde hace mucho tiempo (y donante político de los demócratas cuando residía en Nueva York), libró una incesante campaña racista de 8 años contra el primer presidente negro de los Estados Unidos, acusándolo de todo, desde ser un terrorista musulmán hasta de haber nacido en el extranjero y no ser elegible para la presidencia. Estas acusaciones permitieron a Trump galvanizar una base racista masiva en un movimiento fascista.

Obama y Biden rescataron a los multimillonarios de Wall Street y a la industria automotriz, mientras que millones de trabajadores perdieron sus hogares por ejecución hipotecaria, lo que afectó a las familias negras y latinas al doble de la tasa de las familias blancas. Pero muchos trabajadores blancos, que vivían en áreas segregadas, culparon a Obama y dieron la bienvenida a Trump como lo habían hecho con Reagan en la década de 1980.

Con una base energizada, los republicanos más influyentes se alinearon y abrazaron el frenesí racista, llegando incluso a evitar que Obama electo dos veces nombrara un juez de la Corte Suprema cuando todavía le quedaba un año en su presidencia.

Una vez en la Casa Blanca, el estafador racista multimillonario trató de dirigir el país como si fuera su negocio familiar, rodeándose de amigos cercanos y familiares y haciendo de las ganancias personales su máxima prioridad. Para mantener su base de masas, dio luz verde a grupos violentos de supremacistas blancos, desde los nazis que realizaron un desfile de antorchas en Charlottesville, hasta Proud Boys, Oath Keepers y otras milicias fascistas armadas más pequeñas. Abrazó a otros fascistas a nivel internacional, desde Putin hasta Bolsonaro y Orban, mientras debilitaba los lazos de Estados Unidos con la OTAN e incluso cuestionaba si la OTAN debería continuar.

Obama y Biden rescataron a los multimillonarios de Wall Street y a la industria automotriz, mientras millones de trabajadores perdieron sus hogares por ejecución hipotecaria, lo que afectó a las familias negras y latinas el doble que a las blancas. Pero muchos trabajadores blancos que vivían en áreas segregadas culparon a Obama y dieron la bienvenida a Trump como lo habían hecho con Reagan.

Ahora, la administración de Biden está tratando de asegurar el dominio del establishment dentro del país y recomponer las cosas con aliados en el extranjero. Pero Estados Unidos no es el mismo que era cuando Biden era vicepresidente de Obama, y ​​mucho menos cuando era senador. Sus sueños de cooperación bipartidista se han hecho añicos a medida que el Congreso continúa enfrascado en un combate cuerpo a cuerpo en cualquier cuestión que no sea gastar más en armas.

El violento ataque masivo contra el Capitolio el 6 de enero, para detener la certificación de la elección de Biden, fue la expresión más abierta y violenta de esta pelea de perros de la clase dirigente para salvar el imperio. Y si bien es posible que a Trump solo le preocupara permanecer en el cargo, los miles que asaltaron la capital y los políticos que los apoyaron no solo tenían respaldo financiero, sino también un objetivo estratégico más amplio para la dirección del país.

Esta lucha está lejos de terminar. Cientos han sido arrestados y muchos enviados a prisión por su participación en el 6 de enero. Dudo que Trump alguna vez vea el interior de una cárcel, ya que el establishment parece más preocupado por mantenerlo fuera de la Casa Blanca.

Esta lucha probablemente se profundizará a medida que se imponga la creciente amenaza de guerra. Ningún imperio ha dejado jamás en paz el escenario de la historia. Con el aumento de las tensiones por la invasión rusa de Ucrania y el aumento de las provocaciones y los ejercicios militares sobre Taiwán, pronto se les puede pedir a los trabajadores y jóvenes que se sacrifiquen por este imperio. Si vamos a tener que luchar, debe ser por nuestro futuro, no por el del imperio.

Tuercas flojas en el engranaje social

 

 
OPINIÓN
 

En el parquecito del bulevar se vio renacer muy pintadito a Elpidio Valdés, pero vuelven las manos a dañarlo. Foto: Alejandro García Sánchez

Hipótesis: “JAM, así lo firmaré. Quiero anunciarle al mundo, en la pared del frente de mi casa, con una letra bien grande y a rojo vivo, que soy ‘El locote del barrio’, acompañado por un dibujo obsceno que grafique la dimensión de mi locura”. Absurdo, después de tanto trabajo que pasó la familia para embellecerla. ¡Qué bochorno!

El fenómeno, fuera del domicilio y lejos de ser típico de Cuba, significa violaciones de normas sociales de convivencia bastantes elementales. Pero, por mucho que se estudie a quienes las rompen y a quienes las formulan, las tuercas, en la práctica, continúan flojas. Y esto ya no es para una campaña, en la que solo se describen situaciones y se hacen llamados.

Hay proyectos que nunca encuentran su momento de gracia, y esta certeza le da forma a la historia de la instalación infantil ubicada en el Parque de la Ciudad y coronada con figuras gigantes del Elpidio Valdés y el Capitán Plin, las cuales fueron lujo y exclusividad en el diseño del espacio. • Lea más sobre este tema Cuando fue reanimado en 2017, parecía que nunca más volvería a caer en el marasmo y el abandono, pero nos equivocamos.
Periódico Invasor·Ailén Castilla Padrón

Deterioro real. Falta de rectitud. Vulgaridad. Chabacanería. Desfachatez. Irrespeto al derecho ajeno. Indecencia. ¡Anjá! Son esas transcripciones que hace cualquiera, con dos dedos de frente, cuando ve las jabas… en los caminos, escucha esa música que atropella el tímpano de los vecinos o transeúntes, muros —con la pintura fresquecita— “luciendo” graffitis o huellas de zapatos.

No puede tolerarse que, luego de una gran “pachanga”, el rastro camino a casa sea no dejar piedra sobre piedra. Y discrepo con llamar indisciplina social al vandalismo. Y entiendo que sí hay que enfrentar el mal olor que emana de las bolsas con desperdicios y no solo engurruñar la nariz. Los únicos “dedos acusadores” no tienen que ser los de las leyes y quienes deben hacerlas cumplir.

Aunque, a decir verdad, ya ni esos “dedos acusadores” uno ve en acción con la sistematicidad que quisiera. Que las molestias, con un incremento en estos duros tiempos, no conlleven a soltar las manos, porque entre esas mismas manos están las que, quién sabe, lanzan botellas contra los monumentos y en las calles, arrancan plantas, apedrean casas y cosas, y toman como “un juego” la coexistencia pacífica. Todos cargamos con los errores de poner paños tibios a comportamientos reprochables o dejarlos correr.

Ahora bien, ¿qué hacer con la observación pasiva de esas manifestaciones? La respuesta no puede ser que “ya eso a nadie le importa”, o “yo no soy nadie para decirle a la gente lo que tiene que hacer”. Es así como, en el agitado acontecer, ha ido calando la abulia, cuando la solución es de todos y todos somos alguien.

A ese punto se llega porque, de igual forma, hay gente que se ha puesto ronca de hablar y la vida sigue igual. Habría que indagar sobre el camino de las denuncias hechas por la población. Porque tengo la impresión de que, en ocasiones, caen en saco roto o no hay rigurosidad, o no se precisan ante el pueblo las sanciones aplicadas. Y, como apunta una amiga, para “buscarse problemas” hay que contar con respaldo institucional concreto, no de palabras.

Asimismo, pudiéramos llamar indisciplinas sociales (institucionales) a esas calles rotas para hacer trabajos y que no son bien reparadas; a los sitios perdidos en hierba o mal chapeados, hasta sin recogerse la maleza; a los regueros que, a veces, se arman durante la recogida de desechos por Comunales; a vender un producto con una pesa “canibaleada”; al no adecuado control de la higiene en entidades y a los enormes bafles que se ponen al frente o al lado de casas.

Nunca nos cansaremos de insistir en la importancia del binomio sagrado que conforman el hogar y la escuela en la formación del individuo en función de la sociedad. No solo es que viviendo así se afecte la convivencia, sino el saldo negativo en cuestiones de seguridad y confianza en la labor de las instituciones.

Si en la casa se habla de duros años de trabajo y esfuerzo común para lograr lo que se tiene, a nivel de sociedad ocurre igual. Por eso, sobre la base experiencial y analizando las condiciones reales de Cuba, que la disciplina no nos sea indiferente y, en su preservación, se anexe a las normas el sentido de lo público y lo privado.

Argentina: El ajuste requiere de técnicos y de políticos

Por Julio C. Gambina

Luego de idas y vueltas se designó a Gabriel Rubinstein en el ministerio de economía. Será el segundo a bordo en la gestión económica de Massa. Es un “profesional” de la economía ortodoxa, consultor de empresas, presentado como el “técnico” que viabilizará las decisiones políticas del cogobierno del FdT y el FMI. Rubinstein tiene antecedentes en la gestión pública junto a Roberto Lavagna, quien tuviera a su cargo la gestión económica en tiempos de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner. Igual que Alberto Fernández y Sergio Massa emitió opinión fuertemente crítica respecto de Cristina Fernández y los gobiernos de cuño kirchnerista. La dupla Massa-Rubinstein constituye la sociedad de ejecución del ajuste acordado con el FMI. Aludimos a un político y a un “técnico”.

Recuerdo el debate entre Menem y Cavallo cuando aquel destacaba a su ministro como un gran “técnico”, pero que, sin el jefe político del justicialismo, la convertibilidad era imposible, ya que había que disciplinar a los votantes y seguidores. Carlos Menem era consciente que el consenso político viabiliza los recortes de recursos para los sectores más necesitados, una demanda histórica del poder económico y político del país. Claro que Cavallo era también un político que disputo cargos electorales y consenso político y social.

La recordación es útil, ya que la dupla en la gestión económica, Massa y Rubinstein, debuta con un incremento de las naftas y una disminución del gasto público en sectores sensibles.

El Boletín Oficial del 22 de agosto anunció vía “Decisión Administrativa 826/2022”[1] un ajuste de 70.000 millones de pesos al Ministerio de Educación, otros 10.000 millones de pesos al de Salud y 50.000 millones de pesos al programa Procrear. Suman un total de 210.000 millones de pesos de recortes de programas públicos para facilitar el achique del déficit fiscal. El ajuste opera sobre los ministerios de Educación, de Salud y de Desarrollo Territorial y Hábitat.

Se insiste en la consistencia macroeconómica de las medidas de gobierno, como principal tarea del técnico Rubinstein. ¿Qué significa consistencias macroeconómicas? ¿Consistentes en beneficio de quien, a favor de quien y en perjuicio de quién?  El aumento de los combustibles impacta en suba de precios y por ende deteriora la capacidad de compra de la mayoría de la población que vive de ingresos fijos y disminuidos por la misma evolución de la inflación. Agosto puede repetir el elevado guarismo de julio, incluso puede ser menor, pero escala en el año al 90%, habilitando un debate sobre la posibilidad de una inflación de tres dígitos para todo el 2022.

Con un 40% de pobreza y un porcentual similar de trabajo irregular, sin seguridad social, y un promedio de ingresos muy por debajo de la línea de pobreza, la orientación ajustadora de la dupla Massa-Rubinstein deteriora aún más los ingresos populares.

Más aún, reunido el 22 de agosto el Consejo del salario, el empleo y la productividad, se decidió, con 30 votos a favor, una abstención y un rechazo, una actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil, SMVM, de un 21% en tres cuotas. Se eleva así el SMVM, de 47.850 pesos de agosto, a unos 51.200 pesos para septiembre, a 54.550 pesos para octubre, y a 57.900 pesos a noviembre.

Desde ámbitos sindicales se pretendía que el SMVM superara la línea de la pobreza y se solicitaba un mínimo en torno de los 110.000 pesos mensuales. El monto asignado para septiembre apenas supera el 46% de ese monto, necesarios para cubrir la canasta total de la cifra oficial del límite de la pobreza.

La parodia del “Consejo del Salario, el Empleo y la Productividad”, repite la desconsideración del debate sobre empleo y productividad. Solo se concentra en un acuerdo entre patrones, gobierno y la burocracia sindical para contener la distribución del ingreso, favoreciendo la lógica de la ganancia y, por ende, del régimen del capital.

Para estas cuestiones importa la consistencia de la macroeconomía, para el ajuste y la reestructuración del orden económico a favor del capital.

Rubinstein debió disculparse de sus críticas a la líder política del FdT, igual que antes debieron hacer Massa y Fernández, en aras de legitimar la presencia en el gobierno de la coalición liderada por Cristina Fernández. Las opiniones “políticas” del nuevo funcionario se adecuan en función del lugar asignado en la gestión del capitalismo. Una posición se asume como oposición política y no hay inconveniente en rectificar si se trata de ocupar un lugar desde el oficialismo.

La política económica del gobierno del FdT es auditada formalmente por el FMI, pero también considerada desde la Embajada de EEUU, tal como se evidencia en los contactos regulares del embajador estadounidense con diferentes ámbitos del gobierno nacional, y recientemente en el cónclave del Consejo de las Américas.  Allí se remarcó la importancia de la Argentina y la región latinoamericana y caribeña en la provisión de los recursos naturales demandas por el orden económico mundial. La designación de Rubinstein aparece como la de un técnico, de un profesional con opinión política, un técnico con formación política y teórica que apuntará a consolidar con medidas de política económica, el modelo productivo y de desarrollo del capitalismo en la Argentina.

Eso de “técnico” es muy discutible. Se trata de un funcionario que buscará darle sustentabilidad al proyecto de inserción capitalista de la Argentina en una economía mundial, por cierto, muy discutida, con inflación elevada y tendencia creciente hacia la recesión. Argentina agrega a los problemas globales su propia especificidad de desorden político, que impacta con su elevada inflación, motivada en la disputa por el excedente desde los sectores hegemónicos de la producción y circulación de bienes y servicios.

La prioridad de la dupla Massa-Rubinstein apunta a cumplir con el acuerdo con el FMI. Por lo tanto, el ajuste fiscal y la acumulación de reservas internacionales para cumplir los compromisos de la deuda, se consolida como un gran condicionante de política económica. Al mismo tiempo, se confirman las demandas del poder económico, por eso reuniones con sectores de la mesa de enlace, de la agroindustria y otros sectores del poder económico.

En contrapartida, muy poco sobre las reivindicaciones populares. que entre otras cuestiones aparecieron expresadas en movilizaciones muy importantes de las centrales sindicales. Todo un tema para considerar, sea por la cantidad de movilizados como por la ausencia de una centralidad política desde el movimiento obrero para liderar una demanda a favor de los ingresos populares. Es parte de la fragmentación que se intenta superar desde ciertos ámbitos de la militancia social y política.

La movilización social y del movimiento piquetero, por un lado, y del movimiento sindical y popular por el otro, aparece fragmentado y por ahora sin capacidad de síntesis para intentar una opción de alternativa, critica al capitalismo; que se proponga ir más allá aún.

Queda claro que en la agenda prioritaria de Gabriel Rubinstein y de Sergio Massa no aparece la satisfacción de las demandas populares.

Por eso, en un marco internacional que no ayuda, y en un clima político económico social de la Argentina complejo, aparece la necesidad de un debate integral sobre qué país, que política, que economía, que modelo productivo, de qué manera se satisfacen las necesidades de la población sin subordinar la vida cotidiana a la demanda del poder económico local y mundial.

Es algo a definir según sea la capacidad de organización y resistencia del movimiento popular, que hoy fragmentado está limitado en su capacidad de organizar el descontento social ampliado en contra del ajuste y por un programa propio para la emancipación.

Buenos Aires, 23 de agosto de 2022


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Julio C. Gambina
Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP
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Manejo eficiente de la biomasa mejora la vida de familia rural

En el medio rural la energía renovable responde a la demanda energética sin depender de combustibles fósiles, menos disponibles y más costosos.




El uso eficaz de la biomasa resulta fundamental para mejorar la eficiencia y las condiciones de vida de las familias campesinas.

Foto: Cortesía de Biomas Cuba

Las fuentes renovables de energía se basan en la utilización de recursos naturales capaces de renovarse ilimitadamente, como la energía del sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal.

No dependen de combustibles fósiles y no generan contaminantes.

Su uso a partir de tecnologías apropiadas, son una de las alternativas para fomentar una agricultura resiliente que dependa de los recursos localmente disponibles, y en este contexto la biomasa juega un rol fundamental, ya que es uno de los recursos con alta disponibilidad en los sistemas agrícolas y que puede ser utilizada para producir energía, mediante la combustión o procesos de fermentación.


Pero el manejo y uso de las Fuentes Renovables de Energía (FRE) no debe verse como simple sustitución ante fuentes convencionales, sino como una proyección estratégica para la autonomía y resiliencia de los sistemas socioecológicos.»

En el contexto de la agricultura familiar hacer un uso eficaz de la biomasa resulta fundamental para mejorar la eficiencia y las condiciones de vida de las familias campesinas, ya que permite establecer ciclos cerrados de producción, servicios y nutrientes y fortalecer una cultura tecnológica en la contextualización de diversas tecnologías para el logro de la soberanía alimentaria y energética.

Pero el manejo y uso de las Fuentes Renovables de Energía (FRE) no debe verse como simple sustitución ante fuentes convencionales, sino como una proyección estratégica para la autonomía y resiliencia de los sistemas socioecológicos.

Ellas contribuyen directamente a tener la capacidad de llevar a cabo cambios adaptativos y transformaciones para sobreponerse a perturbaciones de todo tipo y mantener una producción agrícola en armonía con la cultura, la organización social, la satisfacción de necesidades y la capacidad de los ecosistemas.

El uso del biogás y la gasificación de biomasa son alternativas que permiten convertir los residuos en nuevos productos, en este caso combustibles gaseosos para realizar diferentes labores o servicios en las fincas, como son la cocción de alimentos, la generación de electricidad y potencia, y la refrigeración.

Estos procesos generan a su vez otros residuos que pueden ser utilizados como fuente de nutrientes para fertilizar cultivos y recuperar suelos degradados.

A modo de ejemplo, al medirse el impacto económico de la producción de una vaca lechera al agregarle valor a su estiércol en la conversión de biogás y biofertilizantes (una tonelada de fertilizante en Cuba se paga a 900 USD) se destaca que los ingresos se duplican en un año (Ver infográfico) y podrían superar esta cifra si se les pone valor económico a los gases de efecto invernadero dejados de emitir al medio ambiente y a los beneficios de los suelos y cultivos al ser fertilizados de manera orgánica.



 El proyecto Biomas-Cuba

La iniciativa internacional “La biomasa como fuente renovable de energía para el medio rural (Biomas-Cuba)” se ejecutó entre noviembre de 2008 y julio de 2022, en tres fases, financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, y liderado por la Estación Experimental Indio Hatuey.

Este proyecto en sus tres fases ha logrado articular una red de actores para contribuir al uso de la biomasa como fuente renovable de energía en el entorno rural, mejorar los medios de vida en comunidades campesinas, y lograr sistemas socioecológicos resilientes para la mitigación y adaptación al cambio climático, la soberanía y seguridad alimentaria y la sostenibilidad energética.

Ha promovido modelos para la producción integrada de alimentos y la generación de energía a partir de fuentes renovables, asociados principalmente al fomento de fincas y organizaciones agroenergéticas para la producción y uso de biogás y bioabonos, principalmente mediante biodigestores de cúpula fija y de laguna cubierta y la gasificación de biomasa para generar electricidad y calor.


Las viviendas que poseen biodigestores han reducido el consumo de electricidad entre un 40 y 70%. La agricultora Mayra Rojas asegura que el biodigestor de cúpula fija tipo chino, instalado en el patio de su vivienda, en Candelaria, en el occidente de Cuba, se ha vuelto parte de su cotidianeidad y puntal del mejoramiento de su calidad de vida y la de su familia. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

Asimimo, en la contextualización de prácticas y principios agroecológicos, así como en el sistema agroindustrial para la producción de biodiésel y co-productos a partir de la Jatropha Curcas.

Conocida popularmente en Cuba como Piñón de leche, la Jatropha Curcas es una planta oleaginosa, rica en aceites de alto valor biológico, muy usada como poste vivo en cercas del oriente cubano.

Biomas Cuba contribuyó con la construcción de 142 biodigestores: 134 de cúpula fija, 2 cúpulas móvil, 4 tubulares sintéticos y 2 de laguna cubierta, con una producción de biogás de 1 430 652,4 m3/año, que benefician a 1 159 familias y 5 417 personas.

Las viviendas que poseen biodigestores han reducido el consumo de electricidad entre un 40 y 70%, en función de la capacidad de digestión y los equipos de consumo que poseen, lo cual es un resultado muy alentador y que indica la necesidad de utilizar todo el potencial disponible para el uso del biogás.

Esto demuestra usos que aún en Cuba no son frecuentes e incluso son novedosos, como la refrigeración por absorción con biogás como energía de uso, así como ollas, cocinas, fogones, calentadores de agua, lámparas y generadores eléctricos de pequeño y mediano porte, todos a biogás, que han mejorado los niveles de vida de familias y comunidades rurales.  

Redes de distribución


En la actualidad han sido creadas ocho redes de distribución de biogás en viviendas rurales en el municipio de Cabaiguán, en la provincia central de Sancti Spíritu, que benefician a 524 personas en 112 viviendas. En la imagen, biodigestor de cúpula fija estándar que abastece de energía las cocinas de ocho viviendas en el poblado La Macuca. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

Existen fincas cuyos biodigestores tienen un diseño para mayor volumen de digestión, al estar insertadas en convenios porcinos y tener mayor cantidad de excretas como alimento para estas plantas, por lo que el proyecto concibió la estrategia de fomentar redes de distribución de biogás en diferentes asentamientos y hacer un uso óptimo de todo el potencial disponible.

En el municipio Cabaiguán, con el acompañamiento de especialistas de alto nivel, se implementan sistemas de suministro de biogás para la incorporación de un nuevo servicio energético descentralizado en comunidades rurales con gran apropiación social y la diversificación de la matriz energética municipal, combinando la asimilación de tecnologías y la innovación (tecnológica y social), asociadas a la búsqueda de soluciones con el empleo de recursos locales.

Los sistemas se clasifican según el número de viviendas servidas: pequeña escala (hasta 50), mediana escala (hasta 150) y gran escala (más de 150). Estas redes de distribución de biogás cuentan con un nuevo diseño de biodigestor llamado Valex, que permite obtener la presión necesaria para trasladar el biogás sin utilizar compresores o sopladores.

Valex proviene del nombre  de dos especialistas de Biomas que en el municipio de Cabaiguán fueron los principales autores de las redes de distribución: Valentina Savrán y Alexander López.

En la comunidad El Colorado se implementó el primer sistema de suministro de biogás, que proviene de dos biodigestores del Centro Porcino aledaño a la comunidad. Este sistema tiene una red de distribución con una longitud de 2,6 kilómetros, que permite beneficiar a 40 viviendas (60% del total) y el comedor del Centro Porcino.

En la actualidad han sido creadas ocho redes de distribución de biogás en viviendas rurales en Cabaiguán, que benefician a 524 personas en 112 viviendas.

Más allá de la escala de la agricultura familiar, con biodigestores de mayor complejidad en grandes centros porcinos, Biomás facilitó la construcción de un biodigestor de laguna cubierta “Martí II”, de 4200 m3 de capacidad de digestión y que genera 120 kWh de electricidad a partir del uso de la excreta porcina en esta instalación, quedando como valor agregado del proceso, grandes volúmenes de materia orgánica para fertilizar campos de cultivos aledaños al lugar.

 

Biocombustibles líquidos

Se ha demostrado que el biodiésel reduce las emisiones de dióxido de carbono en un 70% comparado con el diésel en el proceso de combustión. Cuba produce pequeñas cantidades de biodiesel obtenido a partir de un arbusto no comestible conocido popularmente como Piñón Botija. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

En otro orden, la producción de biocombustibles líquidos puede lograrse principalmente a partir de plantas oleaginosas sobre todo no comestibles, para contribuir así con la seguridad energética local.

Establecer cultivos oleaginosos, como la Jatropha curcas, intercalados con cultivos o sembrados en franjas dentro de las fincas, puede contribuir con la creación de un modelo de seguridad energética, lo que significa destinar un porcentaje no mayor del 20% de la tierra para producir los combustibles líquidos necesarios para poder dar atención a los cultivos en el 100% de la tierra disponible.

El enfoque es hacerlo como un modelo a escala que permita la pequeña industria rural no compleja y manejada a nivel de cooperativa o empresa que le contribuya con todo o parte del combustible que se requiere para desarrollar todas las labores inherentes a los cultivos.

En este sentido Biomas contribuyó con la instalación de dos plantas de producción de biodiésel y coproductos y una para el beneficio, procesamiento y extracción de aceite, a partir del fruto de la Jatropha curcas en Guantánamo, Media Luna y Calixto García respectivamente.

Ha promovido la siembra de 439,5 hectáreas (ha) de Jatropha curcas, asociada a cultivos alimenticios que ocupan el 70% del área, y ha asesorado la plantación de otras 153 ha por el proyecto Bioenergía en Manatí y Yaguajay, así como 20 ha del proyecto Agroenergía en Martí.Aunque hasta el presente los resultados en el rendimiento productivo de frutos son bajos, se ha demostrado que el biodiesel reduce las emisiones de dióxido de carbono en un 70% comparado con el diésel en el proceso de combustión.

También se desarrollan y/o se utilizan más de 30 coproductos, tales como: la torta del prensado como nematicida, el aceite para formulaciones de insecticidas, lubricantes para motores de dos tiempos y de motosierras forestales; biograsas de usos industriales; champú para humanos; pomada dermatológica (anti sarna); loción anti-inflamatoria; repelente para mascotas; detergente fenolado, grasa sólida para cabello; jabón para lavar y de tocador, detergentes y geles, entre otros que han generado nuevas ofertas de productos, beneficios económicos y nuevos empleos a comunidades rurales aledañas a las plantaciones de cultivos y plantas de biodiésel.

El proyecto permitió instalar en fincas campesinas, centros de investigaciones e industrias 52 pequeñas plantas de bioabonos y bioproductos inoculados con microorganismos para la nutrición y salud animal, de las plantas, el control de plagas y la sustitución de productos químico sintéticos.

De esta forma durante la ejecución de Biomas fueron producidos 1 505 354,4 toneladas  de bioabonos (sólidos y líquidos) y biochar: Matanzas (1 086 547,6 t), Las Tunas (101 614,8 t), Sancti Spíritus (260 192 t) y Holguín (57 000 t); a estos valores contribuyen los lodos de los biodigestores, producción de compost y humus de lombriz que se usan en diferentes plantaciones y favorecen la recuperación y el mantenimiento de los suelos, respetando los ciclos naturales de la vida en él. 

Estufas eficientes

Unas 100.000 familias, mayormente rurales, usan aún leña para cocinar alimentos y otros usos domésticos. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

Por su parte, la utilización de leña y residuos para generar energía y usarse principalmente en diferentes fogones para la elaboración de alimentos en el campo, es una tradición en las fincas campesinas, aunque, en muchos contextos, desagradables para las mujeres, por tener diseños que agreden la piel y los ojos por el calor, el humo y el hollín, siendo prácticamente un símbolo de pobreza que se cocine de esta forma.

Sin embargo, existen prototipos de estufas eficientes que permiten no solo la reducción en el consumo de leña, sino que también reducen el tiempo que se invierte en conseguirla, disminuye la deforestación y se mitigan emisiones de gases de efecto invernadero. Además, puede utilizarse como fuente de energía para distintas aplicaciones, como en el caso del fogón de leña en la Finca del Medio que ha resultado como parte de la experimentación e innovación campesina y permite, con muy poca madera proveniente fundamentalmente de podas, realizar todas las labores de cocción, deshidratación de frutas y condimentos, horneado, calentamiento de agua, entre otros usos múltiples que producenun impacto social positivo sobre la familia, debido a que, además de las utilidades nombradas, no contamina la cocina con humo ni mancha las manos de las personas vinculadas a su manejo.

También cambia la perspectiva de una cocina anteriormente para nada inspiradora, hacia el aprecio y satisfacción de estos prototipos, por su multiplicidad y operatividad, con la posibilidad de replicarse en otras fincas y contextos por su utilidad e impacto positivo para la vida rural.

Otros usos de la madera de forma directa pueden ser a partir de gasificadores, que pueden utilizarse para diversos usos, como secar productos agrícolas, calefaccionar ambientes, cocinar alimentos y generar potencia mecánica por medio de motores de combustión interna, destacándose respecto a los procesos de combustión tradicional en su economía y eficiencia.

Es una tecnología que puede generar un mejoramiento en la calidad de los alimentos para la salud humana y animal, mayor sencillez en operaciones de secado o cocción, disminuir el trabajo de familias o trabajadores y reducir significativamente el consumo de leña. 

Más resultados

La biomasa que queda como desecho de la producción puede convertirse en materia prima para la obtención de múltiples derivados, incluida la energía. Foto: Archivo IPS

El proyecto Biomas promovió un Programa Nacional de Gasificación de Biomasa, con la instalación de gasificadores industriales en el aserradero El Brujo (Santiago de Cuba) e Indio Hatuey (Perico), para la generación de electricidad, así como en el secadero de arroz de Amarillas (Calimete), que permite sustituir todo el diésel para el secado del grano (700 L de diésel diarios, durante la campaña) a partir del uso de la cascarilla del arroz.

Anteriormente, la cascarilla del arroz era desaprovechada y constituía un material contaminante, mientras hoy es convertida en energía y como subproducto se obtiene biochar (carbón vegetal) para la fertilización de diferentes cultivos.

Además, contribuyó a diseñar y está disponible un proyecto para la construcción de gasificadores cubanos de pequeña y mediana escala, los cuales pueden tener un impacto significativo para reciclar residuos lignocelulósicos y producir energía para el medio rural.

Estos son algunos ejemplos del impacto que pueden tener diferentes tecnologías apropiadas para mejorar medios de vida en el campo y fomentar una agricultura familiar sobre bases resilientes a partir del aprovechamiento de los recursos endógenos.  

Dificultades


Es posible introducir en el medio rural cubano otras tecnologías como los bombeos fotovoltaicos, los molinos de viento, los pequeños aerogeneradores y las picoturbinas, todas con diferentes propósitos, pero con el único fin de lograr un modelo de soberanía energética para contribuir así con la creación de modos de vida sostenible. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

Sin embargo, hay que reconocer que la apropiación, validación y experimentación campesina en la transferencia de estas tecnologías han sido en pocos escenarios y gracias a la colaboración en recursos, procesos de capacitación, acciones de intervención, intercambios, etc., que ha facilitado el trabajo de un grupo de especialistas y familias campesinas a partir de la colaboración internacional con proyectos concretos.

Por lo general, en las fincas cubanas el aprovechamiento de la biomasa y otras FRE es mínimo y ese potencial se está desperdiciando.

A ello contribuyen la  ausencia en el entorno local de especialistas en servicios de instalación o reparación tecnológica, la inexistencia en el mercado nacional de tecnologías apropiadas y recursos para su instalación, puesta en marcha y mantenimiento, así como los altos costos de adquisición de aquellos recursos que se comercializan en el país.

Todo esto imposibilita el acceso de las familias campesinas a nuevas formas de vida sostenible y la adopción de buenas prácticas para una agricultura resiliente.

Se considera deben concretarse políticas públicas que se centren en la realidad objetiva de las necesidades y aspiraciones del campo para modos de vida sostenible que hagan un uso eficiente de lo disponible localmente.

Se debe tener en cuenta, por ejemplo, la existencia de un mercado de insumos y recursos donde las familias campesinas puedan tener acceso físico y económico para adquirir lo que necesiten a precios justos, incluso con posibilidades para acceder a créditos blandos y de realizar importaciones directas de infraestructuras de calidad que existen en el mercado internacional a precios asequibles.

Programas y fondos que incentiven el arraigo de familias en sus fincas y la contextualización, validación y extensión de innovaciones y tecnologías apropiadas; acceso a servicios de asistencia técnica y de extensión rural, promoviendo el diálogo de saberes; así como un enfoque para escalar principios extrapolables que emergen de buenas prácticasy modelos agroenergéticos ya consolidados en fincas del país.

Es posible en el medio rural introducir otras tecnologías como los bombeos fotovoltaicos, los molinos de viento, los pequeños aerogeneradores y las picoturbinas, todas con diferentes propósitos, pero con el único fin de lograr un modelo de soberanía energética para contribuir así con la creación de modos de vida sostenible en el medio rural cubano. 

Biomas Cuba contribuyó a validar el potencial de la agricultura familiar sobre bases agroecológicas para el logro de las soberanías alimentaria, tecnológica y energética con alta eficiencia económica en las fincas y un importante apoyo en los sistemas alimentarios locales.

Con el apoyo a fincas familiares para su transición agroenergética sobre bases agroecológicas, a partir de procesos de capacitación y contextualización de tecnologías apropiadas se empodera la experimentación e innovación campesina, incluso con herramientas de trabajo novedosas diseñadas e implementadas por las propias familias para la producción y conservación de alimentos para el autoconsumo y el mercado, de manera diversificada, conservando la biodiversidad local y regional.

La eficiencia energética en estas fincas es superior a los tres Megajoules de energía producida por cada Megajoule de energía consumida. Existen fincas que llegan a producir hasta 12 veces más de la energía consumida y producen como promedio siete toneladas de alimentos por ha al año, capaces de alimentar a ocho personas por ha al año en proteína y energía.

El megajoule es una unidad de energía, trabajo y calor que se ha usado en muchas investigaciones para determinar la eficiencia energética. En el caso de una finca familiar la eficiencia energética es resultado de la comparación entre la energía derivada de toda la producción de alimentos, de fertilizantes, la mano de obra y fuerza animal autogestionada con los recursos de la finca versus la energía resultante de la importación de insumos y recursos al sistema.

En los diferentes territorios rurales se destacan como fincas líderes en procesos de innovación, las cuales se vinculan con centros de investigaciones, universidades y espacios de concertación a través de plataformas municipales.

El logro de acciones integradas y políticas públicas para la comprensión y fomento de los nexos entre la cultura campesina y la resiliencia socioecológica, requiere de estrategias multisectoriales y con un perfil amplio, que permitan sensibilizar e incentivar a la población en su conjunto, sobre la pertinencia de preservar y fomentar la agricultura familiar agroenergética.(2022)