El curso de la economía cubana durante muchos años tuvo
un recorrido lineal, con estrategias macroeconómicas sustentadas en lo general
en alianzas con otros países y en mecanismos de cooperación, que permitían
sortear con mayor o menor acierto el bloqueo económico y financiero impuesto
por los Estados Unidos.
Las dinámicas de la economía mundial, la ruptura de
bloques de poder y sistemas, ha venido afectando el propio desarrollo de la
economía nacional. El conjunto de
fenómenos convergentes que hacen que estemos en una fase crítica de la
economía, se mueve entre ese bloqueo recrudecido por Trump y mantenido
oportunistamente por Biden, pasando por una campaña mediática feroz y pérfida, que
protagonizan individuos cuyo propósito es el lucro morboso, importándoles un
bledo el bienestar de los cubanos y por otra parte errores conceptuales, de
oportunidad y tiempo, de violación de leyes económicas, lo que es atribuible en
lo interno a la gestión de dirección y conducción de la economía.
La empresa estatal garante del
sistema socialista, no ha podido lograr desembarazarse de años de prácticas,
constituidas de hecho en antítesis de esa garantía.
La economía cubana, más allá de
su denominación, de compleja situación, está sumida en una profunda crisis,
cuyos efectos está haciendo mucho daño al tejido socio cultural de nuestra
sociedad y es ahí donde se impone el principio insoslayable de salvar la
Revolución, única garante de la unidad y salvaguarda de las conquistas
sociales.
El carácter secuencial de los
acontecimientos, pone a prueba la capacidad y posibilidad objetiva de respuesta
a estos e influye con fuerza en la subjetividad del individuo. Desde mi modesta visión, no se ha sido
consecuente con el factor tiempo, se han dejado escapar momentos de impacto
político positivo y se han aplicado medidas sin visualizar en toda su magnitud,
las posibles variables de reacción igual u opuesta ante la acción implantada
(tercera ley de Newton) La compra venta de divisas, un ejemplo visible, no
contribuyó al estado deseado; frenar la inflación, por el contrario insufló
nuevas energías al mercado informal.
¿Entonces qué hacer?... menos rendirnos, todo. El día
18 de febrero de 2018, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en una de sus
reflexiones hacía mención a párrafos seleccionados de una carta que le había
dirigido a Randy, conductor de la mesa redonda,
el día 17 de diciembre del año 2017. ¿Que decía Fidel?: “Mi
más profunda convicción es que las respuestas a los problemas actuales de la
sociedad cubana, que posee un promedio educacional cercano a 12 grados, casi un
millón de graduados universitarios y la posibilidad real de estudio para sus
ciudadanos sin discriminación alguna, requieren
más variantes de respuesta para cada problema concreto que las contenidas en un
tablero de ajedrez. Ni un solo detalle se puede ignorar, y no se trata de
un camino fácil, si es que la inteligencia del ser humano en una sociedad
revolucionaria ha de prevalecer sobre sus instintos".
La
economía cubana en su complicación, requiere un mejor enfoque y acción, con
todas las variantes sobre la mesa, se trata de concentrar esfuerzos y recursos
para actuar sobre las causas que originan los principales problemas. Si
desconcentramos las acciones entonces no lograremos actuar sobre los problemas
principales y crearemos una entropía mayor.
En
la dinámica de los acontecimientos hoy, están presentes tres variables
negativas que están determinando, más que ninguna otra un estado de
insatisfacción en la población, cuyo impacto no tiene para todos, no puede
tenerlo; por la individualidad de la personalidad del hombre, un proceso de
reacción igual. Estas variables son: alimentos y energía eléctrica, resuélvase
estas dos problemáticas y se producirá un equilibrio, lo que no significa que
será permanente, surgirán otras necesidades y si somos consecuentes con el
marxismo, ¿lo seremos? Ahí está su ley fundamental: “la satisfacción siempre
creciente de la sociedad”
Las
variantes de este complejo tablero económico, tienen que empezar por
transparentar con argumentos, por qué se apuesta a la continuidad de
inversiones en el turismo, con una asimetría evidente, entre lo que en él se
invierte y lo que se destina para ramas o actividades, como la industria azucarera,
la producción agropecuaria y la pesca y la energía. ¿Por qué tantos reconocidos
economistas, para nada contrarios a la Revolución, cuestionan esta asimetría en
la proyección y acción de las inversiones?
En
este caso específico, no creo que el asunto sea cuestionar este tipo de
inversión, son necesarias, incluso imprescindibles, pero es evidente el carácter desigual de su
proyección con respecto a otros sectores estratégicos. El más común de los
sentidos, que es el sentido común indica, que la sostenibilidad de la
infraestructura turística depende de alimentos y energía eléctrica, para solo
señalar actividades con alta desigualdad en la planeación y ejecución de las
inversiones, hay algunas más, lo sabemos.
En
el tablero de la economía cubana, está una tercera variante; la inflación, esto
es un mal mundial, pero en Cuba producto del bloqueo del gobierno de los
Estados Unidos y nuestras insuficiencias internas, se agudiza más.
Estas
tres problemáticas, están siendo utilizadas por los enemigos de la Revolución
para transmitir desde plataformas mediáticas, mentiras cínicas, mentiras
arropadas en seudo verdades y apologías al mundo capitalista, reforzando lo que
se denominó el sueño americano y de ahí otro fenómeno, la emigración “nerviosa”.
Tengo que regresar a Fidel, el Comandante en Jefe, en una de sus tantas
intervenciones memorables y refiriéndose a la mentira y toda la campaña de los
medios hostiles contra Cuba, nos dejó este pensamiento: “No es lo mismo una
mentira que un reflejo condicionado. La mentira afecta el conocimiento; el
reflejo condicionado afecta la capacidad de pensar. Y no es lo mismo estar
desinformado que haber perdido la capacidad de pensar."
Es una realidad, algunos de nuestros compatriotas
han perdido la capacidad de pensar, actúan por reflejos condicionados, y no
solo me refiero a los que niegan todo de la Revolución, incluso lo que está ahí
a la vista, salta frente al negacionista como verdad evidente, pero lo niega,
también me refiero a los que se han construido dogmas y han retrasado los
cambios, esos que leen todos los días el concepto de Revolución de Fidel y no
se percatan del porque este comienza con sentido del momento histórico y
cambiar todo lo que deba ser cambiado, leen, pero no ven, también niegan lo
evidente.
La
solución está en ese gran tablero, depende de nosotros, los cubanos encontrar
las mejores variables, las que nos conduzcan a enderezar la economía y comience
a lograrse los deseos reprimidos de mejoras en la calidad de vida.
Algunas
ideas para concluir.
1.
Que se desarrolle un encuentro
taller, no una reunión, una vez al mes con los mejores cientistas de las
ciencias sociales, con predominio de los economistas y directivos empresariales
estatales y privados de éxitos, presidido por el Viceprimer ministro y Ministro
de Economía y Planificación y se transparente por los medios de información
masiva a la población, lo que en este encuentro taller se discute y se gana en
consenso.
2.
Utilizar el espacio de la mesa
redonda, para que reconocidos profesionales de las ciencias sociales, al menos
una vez al mes dicten una conferencia constructiva, amena que permita mejorar
la capacidad de pensar en la economía que necesitamos y eleve, mejore o cree
según el caso la cultura económica, no con “teques”, consignas vacías y si con
inteligencia emocional y pedagógica. Que estas conferencias sean grabadas por
la ANEC y luego se produzcan debates constructivos y de ideas y soluciones en
los colectivos laborales.
3.
Diseñar y poner en práctica un
programa de cultura económica, solo los que somos de a “pie” y conocemos un
tilín de economía sabemos cuanta ignorancia sobre este tema existe, escuchar a
sabiondos de nada e ignorantes de todos, nos lleva a la conclusión de la importancia
de hacer algo para elevar, mejorar la cultura económica.
Por
ahí nos vemos.