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sábado, 17 de diciembre de 2022

Cuba en la política exterior de los Estados Unidos de América

 Por: Carlos Fernández de Cossío

 



Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba. Foto: Cubaminrex.

Intervención del viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Dr.C. Carlos Fernández de Cossío, durante la vigésima edición de Conversaciones Cuba en la Política Exterior de los Estados Unidos de América, que se desarrolla en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI).

Embajador Rogelio Sierra, rector del ISRI, gracias por acogernos; doctor en Ciencias José Ramón Cabañas, embajador y director del CIPI; estimados amigos y participantes:

A nombre del Ministerio de Relaciones Exteriores, agradezco la oportunidad de participar en este evento y de escuchar y aprender de las deliberaciones.

También agradezco la oportunidad de compartir la visión del Ministerio, en particular de la Dirección General de Estados Unidos, en un foro que tiene una autoridad bien ganada como escenario de deliberación y análisis académico e intelectual sobre las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

El tema seleccionado para este año es: “Las relaciones Estados Unidos-Cuba en un nuevo escenario global”.

Lo que me propongo hacer es compartir nuestra visión sobre el escenario bilateral en el año que concluye.

El escenario global ha cambiado ciertamente. El conflicto en Europa ha planteado un nuevo desafío para la comunidad internacional. Parecen tomar fuerza las tendencias de pretender dividir al mundo en dos, algo sobre lo que Cuba advirtió hace algunos años.

En nuestra región se han producido cambios políticos importantes, los que asumimos con entusiasmo. Mientras, continuamos observando la persistente tendencia a desestabilizar Gobiernos legítimos con la activa participación de la OEA.

El escenario que no ha experimentado cambios verdaderamente perceptibles es el que caracteriza a las relaciones entre Cuba y los EE.UU.

Reconocemos que se han dado pasos bilaterales este año. Ambos Gobiernos hemos dado pasos en esa dirección. No se trata de acciones unilaterales de una de las partes. Me voy a referir a algunos de esos pasos que han ocurrido este año.

Primero me voy a referir a la cooperación migratoria. Es natural que sea un área que tenga peso, en virtud de que existen acuerdos bilaterales desde hace varias décadas. Son acuerdos que requieren examen, actualización y revisión de cómo se implementan. Cuando digo revisión no me refiero a cambiarlos, sino a examinarlos y tener discusiones bilaterales con motivo de esos acuerdos.

Pero más importante que eso es que existe un fenómeno migratorio irregular que afecta a ambos países y esto requiere diálogo, comunicación y cooperación. Desafortunadamente, desde una ronda de conversaciones que tuvo lugar en 2018, se habían suspendido los intercambios en materia migratoria entre los dos países, y ha habido importantes incumplimientos de los acuerdos.

Este año tuvimos dos conversaciones: una en abril, en Washington D.C., y una en noviembre, en La Habana. Fueron conversaciones productivas en el sentido de que confirmamos la validez y la importancia de los acuerdos; ratificamos el compromiso político mutuo con el cumplimiento de los acuerdos; identificamos áreas que requieren una mayor atención; y tuvimos la oportunidad de analizar temas que no están recogidos propiamente en los acuerdos, pero tienen una gran influencia en el flujo migratorio irregular. No hubo nuevos acuerdos, ni tuvimos total coincidencia en lo que discutimos, pero fueron conversaciones que ambas partes identificamos como productivas.

También en el tema migratorio, en el año fiscal que terminó el 30 de septiembre, el Gobierno estadounidense cumplió por primera vez desde 2017 con el compromiso de otorgar 20 000 visas anuales. Es algo que se venía incumpliendo desde 2017. La mayor parte de esas visas se otorgaron y entregaron en Guyana, pero algunas se comenzaron a procesar y a entregar en La Habana.

Ya el Gobierno de Estados Unidos anunció que, en los primeros días de enero, la totalidad de esos servicios regresa a su embajada en La Habana.

Además, hemos tenido intercambios de expertos sobre documentación falsa, por ejemplo. También ha habido intercambios operativos entre las Tropas Guardafronteras y el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, en lo que ha sido un año particularmente difícil en términos de las salidas irregulares por mar. Se ha mantenido la cooperación entre ambos servicios para la intercepción en alta mar y el regreso a Cuba de los que son interceptados.

En este año, ya nos pusimos de acuerdo para sostener conversaciones sobre aplicación y cumplimiento de la ley. También hubo intercambios sobre cooperación en materia de enfrentamiento a derrames de petróleo, en materia de salud y habrá otras en materia de medio ambiente.

Este año, con motivo de dos desastres que ha sufrido nuestro país, hubo ofrecimiento de ayuda humanitaria del Gobierno de Estados Unidos, sin condiciones políticas, y que Cuba agradeció y aceptó. En el primer caso fue con motivo del incendio en la base de supertanqueros en Matanzas: el Gobierno de Estados Unidos, con inmediatez, ofreció asesoría técnica y esto propició comunicaciones telefónicas con respecto al enfrentamiento del incendio. Más adelante ofreció ayuda material y Cuba pudo comunicar cuáles eran nuestras prioridades al respecto. El Gobierno de Estados Unidos finalmente ofreció 100 trajes con equipamiento de protección para bomberos, que pronto se entregarán a las autoridades cubanas.

Con motivo del huracán Ian a la provincia de Pinar del Río, el Gobierno de Estados Unidos también ofreció ayuda material por un valor de dos millones de dólares para la reparación de techos y casas, la que debe comenzar a llegar en el mes de enero. En ambos casos, estas ayudas fueron ofrecidas sin condicionalidades políticas y fueron agradecidas y aceptadas.

También ha habido en este año un mayor grado de interlocución entre el Departamento de Estado, el Ministerio de Relaciones Exteriores y otras agencias del Gobierno. Todos estos son pasos mutuos de carácter bilateral que son de cierta importancia y que no pueden desconocerse.

Pero también hay hechos en la dirección contraria. Por ejemplo, ¿cómo explicar la reciente designación de Cuba como país de especial preocupación en materia de libertad religiosa? Es una designación hecha sin fundamento real alguno, con argumentos que son deshonestos, lo que no es inusual. Cabe preguntarse: ¿a quién desean complacer?

Ya no se puede decir, como nos alegan a veces, que se trata de las presiones políticas en un año electoral, puesto que las elecciones pasaron. Ya se demostró que pretender competir con los republicanos en la agresividad a Cuba no le ganó a los demócratas ni un voto en Florida. Es una acción que uno no se explica qué motivación política tiene.

En el mes de mayo, el Gobierno de Estados Unidos anunció un grupo de medidas. Se anunciaron con lo que en Estados Unidos llaman hype, mucha fanfarria. Conviene detenernos en las medidas anunciadas.

La primera de ellas es el compromiso de permitir nuevamente que haya remesas a Cuba. Eso fue en mayo y todavía no hay un flujo regular de remesas a Cuba. En segundo lugar, es que se hizo el anunció sin ningún compromiso de desmantelar las medidas que anunció el gobierno de Trump para interrumpir las remesas. En tercer lugar, si llega a haber un flujo de remesas en el futuro cercano superior al que existe hoy, se debe más a pasos que ha dado Cuba que a acciones adoptadas por el Gobierno de Estados Unidos.

Otra de las medidas anunciadas fue impulsar la penetración y la interconexión de Internet en Cuba. Nosotros estamos obligados a preguntarnos cuál es la coherencia de ese anuncio cuando, por decisión del Gobierno de Estados Unidos, el acceso a más de 200 sitios web comerciales privados está prohibido para los cubanos. No me refiero a sitios web del Gobierno, sino privados; entre ellos, alrededor de 20 pertenecientes a Google. Esto se refiere a sitios en el área de educación, ciencia y tecnología, salud, arte, cultura e innovación.

¿Cuál es la coherencia del Gobierno cuando anuncia que tiene un compromiso con la promoción de Internet y a la vez prohíbe por regulación del Gobierno que los cubanos tengamos acceso a esos sitios?

Hace unas pocas semanas se anunció que un Comité Consultivo del Gobierno de Estados Unidos recomendó rechazar una operación comercial que conectaría un cable de Internet submarino con Cuba. Esto obliga nuevamente a preguntarnos cuál es la coherencia del Gobierno de Estados Unidos cuando anuncia el compromiso de promover Internet y al propio tiempo corta las vías que tiene Cuba para mayor acceso a Internet.

Es posible que sea la misma coherencia que tiene el Gobierno de Estados Unidos cuando proclama que su prioridad con respecto a Cuba es la promoción de los derechos humanos y el bienestar del pueblo cubano.

Otra de las medidas anunciadas fue la posibilidad de vuelos comerciales desde Estados Unidos a distintas provincias cubanas. Esto se ha cumplido.

También se ha venido cumpliendo la medida de dar más facilidades para viajes en grupos. Hacerlo individualmente, sigue prohibido.

Otra de las medidas anunciadas fue la de tomar acciones para ayudar al emergente sector privado, que es una de las medidas más inconsistentes por varios motivos.

En primer lugar, la existencia del bloqueo económico impacta negativamente en términos absolutos a cualquier sector de la economía cubana. El Gobierno de Estados Unidos puede proponerse establecer excepciones, pero ese emprendedor privado aun va a tropezar en su vida diaria con los efectos del bloqueo. Esa es una inconsistencia.

Hay una segunda inconsistencia: la promoción del sector privado o no estatal en Cuba forma parte del desarrollo de la economía cubana. Comenzó a concebirse hace unos 12 años. Nos demoramos en su diseño, implementación, regulación, pero es una promoción nuestra.

Sin embargo, el Gobierno de los Estados Unidos, y no se esconde para decirlo, se propone promover el sector privado, no para ayudar al desarrollo de la economía cubana, no para mejorar el nivel de vida de la población, no para ayudar a un sector mayoritario de la población, sino que lo identifica como un instrumento de subversión política.

Sueña con utilizarlo para erosionar el sector público, al Estado cubano, a la Administración pública, de la que depende la educación, la salud, la seguridad ciudadana, el servicio eléctrico, el servicio de agua, la garantía de la justicia social, la superación de diferencias económicas y sociales. No se esconde para decir que su ambición de impulsar este sector como arma política.

Si se introducen excepciones al bloqueo, con el sueño de socavar la revolución, no nos vamos a oponer. No nos vamos a oponer. Si esto permite una mayor prosperidad de cualquier sector de la economía cubana, no le vamos a poner obstáculos. Si logra concebir excepciones que beneficien a unos y sigan castigando a otros, tampoco vamos a tratar de impedirlo. Pero comete un error mayúsculo en términos políticos en pretender impulsar al sector privado como un arma para socavar la naturaleza de la sociedad cubana.

Estas acciones anunciadas en mayo son muy limitadas, pero como dijimos en aquel momento sí las identificamos en la dirección positiva, aunque sean inconsistentes en muchos casos. No hay duda que ellas y las áreas de cooperación que mencioné son un contraste con los últimos dos años del gobierno de Trump y con el año 2021. Esto es parte de lo que describe la relación bilateral.

Pero para describirla con seriedad y objetividad hay, en nuestra opinión, que prestarles atención a dos asuntos fundamentales. En primer lugar: cuáles son las áreas a las que el Gobierno de Estados Unidos dedica más cantidad de recursos humanos, recursos financieros, más horas de trabajo.

Si uno toma en cuenta la cantidad de funcionarios que trabajan en el Departamento del Tesoro y se dedican a aplicar el bloqueo económico, la cantidad de diplomáticos estadounidenses que en muchas partes del mundo se dedican a perseguir todas y cada una de las transacciones financieras de Cuba, la cantidad de pronunciamientos en el Congreso de EE.UU. Si uno toma en cuenta eso, no hay dudas de que el bloqueo económico es el factor definitorio de las relaciones bilaterales.

Si uno toma en cuenta el impacto sobre la economía cubana y sociedad cubana, que es el segundo factor, sobre la vida cotidiana de todos y cada uno de los cubanos, el impacto sobre las relaciones de Cuba con terceros países, tampoco puede haber dudas de que el bloqueo económico, continúa siendo el factor central y definitorio de la relación bilateral, secundado –tomando en cuenta estos factores– por la subversión política, a la que dedican cada año decenas de millones de dólares del contribuyente estadounidense. Supuestamente, el presupuesto de un Gobierno refleja las prioridades del Gobierno.

Sobre la base de ese análisis, de la aplicación del bloqueo y de su impacto hoy, se puede decir con suficiente confianza que el actual Gobierno de Estados Unidos, el de Joseph Biden, es el que con más agresividad y eficacia ha aplicado el bloqueo de todos los que ha conocido la Revolución cubana. Es el que más castiga, el que más perjudica la vida cotidiana del cubano y a la economía en su conjunto. Aquí incluyo a todas las Administraciones desde Eisenhower hasta la fecha. Eso es lo que caracteriza hoy al Gobierno de los Estados Unidos y su política actual hacia Cuba. Insisto, el que con más agresividad y eficacia aplica el bloqueo económico.

Algunos lo asumirán como un mérito histórico.   En la práctica, está aplicando con absoluta y sorprendente lealtad, no solo el bloqueo como existía antes sino la política de máxima presión económica que fue diseñada por su predecesor, Donald Trump.

Uno tiene razón para preguntarse qué pudo haber hecho o qué puede hacer el presidente de los Estados Unidos para cumplir, no solo con lo que prometió a sus electores en el año 2020, pero tambien para cumplir con su declarada prioridad de promover los derechos humanos y preocuparse por el bienestar del pueblo cubano.

El presidente, desde que asumió el poder la Casa Blanca, pudo haber sacado a Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo. En el momento en que se tomó, esa medida ni siquiera había tomado efecto aún, puesto que no habían transcurrido los días que define la ley.

Tan pronto la anunció el gobierno de Trump, hubo inmediatamente una carta de varios congresistas prominentes de Estados Unidos, demócratas, cuestionando la decisión. El Gobierno de Estados Unidos conoce el impacto que esta medida tiene, no se puede alegar que lo ignore. A las pocas semanas de la designación, 45 bancos e instituciones financieras que tenían una vieja relación con Cuba cortaron el vínculo con nuestro país.

Eso tiene impacto en nuestro comercio, nuestras posibilidades de obtener créditos, en las vías para realizar pagos. Es un impacto demoledor. Y todavía Cuba, hoy, en virtud de la presencia en esa lista, tropieza con organizaciones comerciales y financieras que rehúsan interactuar con ella por temor a las represalias del Gobierno de Estados Unidos.

El Gobierno de Estados Unidos conoce que los argumentos utilizados fueron deshonestos. El principal argumento fue incluso ya denunciado por el actual Gobierno de Colombia, pero eso no parece conmover a un Gobierno cuya prioridad, aparentemente, es el bienestar del pueblo cubano.

La lista a la que Cuba sí pertenece es la Lista de países víctimas del terrorismo de Estados Unidos, que no es una lista corta, por cierto.

El presidente de Estados Unidos pudo también haber suspendido la posibilidad de que se tome acción en tribunales de Estados Unidos ante demandas que se presenten en virtud del título III de la Ley Helms-Burton. Esto tiene un impacto disuasivo en el propósito de nuestro desarrollo de atraer capital extranjero.

Este Gobierno pudo haber cesado la práctica de presionar a Gobiernos de África, de Asia y de América Latina para que rehúsen la cooperación médica que presta Cuba. Me estoy refiriendo a presiones ejercidas hace dos o tres semanas, de Gobiernos que nos dicen “recibimos una visita o de un enviado o de la embajada de EE.UU. alertándonos que, si recibimos médicos cubanos, estaremos incurriendo en prácticas de esclavitud y trata de personas”.

Esta acción de EE.UU., por supuesto, busca impedir servicios médicos para decenas de miles de personas, que es lo que hacen los médicos cubanos. Se sabe que en los países que tienen un mayor desarrollo que Cuba, o más riqueza que Cuba, Cuba recibe compensación financiera por esos servicios. Es algo totalmente legítimo, conforme recogen resoluciones de las Naciones Unidas referidas a la cooperación Sur-Sur, y pronunciamientos del G-77 y del MNOAL.

El objetivo es desacreditar la Revolución cubana y privar a Cuba de recursos financieros, necesarios para la economía, para el desarrollo. Esto no es coherente con una preocupación por el bienestar de los cubanos.

El presidente de EE.UU. también pudo haber hecho, y no lo ha hecho, poner fin a las medidas punitivas, a las amenazas y a la persecución de las compañías exportadoras de combustible, de las compañías transportadoras, de agencias portuarias, de agencias aseguradoras y reaseguradoras; todas dirigidas a privar a Cuba de suministros de combustibles que requiere nuestro país para funcionar.

Desde mediados de 2019, esto ha tenido un impacto extremadamente severo sobre la economía y la vida de los cubanos, no solo porque hemos tenido que detener industrias, reducir el transporte, tener afectación en el servicio eléctrico, sino que estamos obligados a pagar primas por el combustible que importamos  con motivo del riesgo que asume quien nos vende petróleo o quien lo transporte.

Con ese impacto, explíquenle a la población cubana que el Gobierno de EE.UU. tiene en mente el bienestar del pueblo cubano.

El Gobierno de EE.UU. pudo abolir una lista absolutamente arbitraria de entidades restringidas, formada con argumentos deshonestos y con total superficialidad. En algunos casos, se tomó a Trip Advisor como referencia y vieron los lugares más populares para los visitantes de EE.UU., y los pusieron en la lista. Por tanto, algunos de los aquí presentes tienen prohibido ir al Museo del Ron, por ejemplo.

Todas estas medidas van dirigidas a cortar las fuentes de ingreso de la economía cubana. Así se diseñaron por el Gobierno predecesor y así se aplican, para privarnos de fuentes de energía, de acceso a tecnología y para privarnos de atracción de capital que requiere el desarrollo del país.

Todas llevan la huella digital de Donald Trump y su gobierno. Todas se establecieron con argumentos deshonestos que el Gobierno actual ya ni siquiera se toma el trabajo de desmentir.

Nosotros sabemos que al Gobierno de Estados Unidos y algunos estadounidenses no les gusta que se hable del bloqueo económico. Algunos lo presentan como algo de mal gusto, como algo pasado de moda o algo anacrónico o algo que no contribuye al diálogo.

Pero quien vive aquí, ¿cómo no va a hablar del bloqueo? Quien se ocupa en trabajar todos los días en la promoción de las relaciones bilaterales con los Estados Unidos, ¿cómo no va a hablar del bloqueo?  Los funcionarios que todas las semanas tienen que decidir cómo asignar los escasos recursos que tiene la economía para resolver las necesidades de la población, ¿cómo no van hablar del bloqueo y pensar en el bloqueo constantemente?

Nosotros sabemos que en Estados Unidos es común que los racistas no quieran hablar del racismo.  Creo que hay hasta proyectos de legislación contra la educación sobre el racismo.  Los que aplican el bloqueo no quieren que se hable de bloqueo, que tiene impacto en todo: en el servicio eléctrico, en la disponibilidad de medicamentos y el material para los servicios médicos; en la capacidad de obtener insumos para la producción de alimentos; en el transporte; en la producción; incluyendo la producción de materiales de la construcción.

El Gobierno de los Estados Unidos no puede alegar que desconoce ese impacto y que su conducta influye en ese impacto.

Desde hace meses, se está promoviendo la narrativa de que le corresponde a Cuba ofrecer gestos; que se han dado pasos por el gobierno de Biden que no han sido correspondidos; como si Cuba estuviera en deuda; cuando se sabe que no hay acción alguna tomada por el Gobierno cubano contra el Gobierno de los Estados Unidos, contra ninguna organización estadounidense, contra ningún individuo estadounidense, contra el bienestar de nadie en los Estados Unidos.  Sin embargo, esta narrativa persiste y hasta nos envían mensajeros con esta idea.

El deplorable estado actual de las relaciones bilaterales no es responsabilidad de Cuba.

Cuba no ha faltado ni a uno de los compromisos que asumió entre 2015 y 2016.  El Gobierno lde los Estados Unidos los ha destrozado la relación.

La realidad de hoy es fruto de un diseño que se concibió con total franqueza por el gobierno de Donald Trump, quien, al menos, tuvo la honestidad de proclamar lo que se proponía hacer.

Nuestro Gobierno ha dicho y reiterado con suficiente claridad que tenemos la disposición de avanzar hacia una relación respetuosa y constructiva con los Estados Unidos.  Esa es la posición de Cuba y la puede verificar cualquiera que se detenga a seguir los pronunciamientos de nuestro Gobierno o que se detenga a verificar las acciones del Gobierno de Cuba.

A pesar, incluso, de la natural desconfianza que pueda generar la conducta de los Estados Unidos en los últimos cinco años, no existe argumento real capaz de poner en duda esa disposición de Cuba.  En la práctica, lo hemos estado demostrando con los pasos que se han dado este año.

De lo que tampoco, por supuesto, debe haber duda alguna es que enfocamos ese avance sobre la base de un absoluto respeto a nuestra soberanía.

No puede pretender el Gobierno de Estados Unidos tratar a Cuba como si fuera parte de su territorio, o tratar a Cuba como si fuera un dominio colonial, o tratar a Cuba como si fuera un adversario derrotado en una guerra. No somos ninguna de las tres cosas.

Dentro del territorio de los Estados Unidos hay estados, voy a poner, por ejemplo, al estado de Mississippi, donde la pobreza alcanza cerca del 20%, donde hay desnutrición que se estima a nivel de un 15% en la población, donde hay prácticas de privación a las personas en el derecho a votar.  Nadie se imagina en Estados Unidos que, en virtud de esas realidades, el Gobierno federal decida aplicar un sistema de medidas coercitivas contra la población del estado de Mississippi, le corte la electricidad, las relaciones financieras con el resto de la Unión Americana, le prohíba comerciar y prohíba al resto de los estadounidenses viajar a allí. Pero aún si el Gobierno federal lo hiciera, Mississippi está dentro de los Estados Unidos, dentro de las prerrogativas soberanas del Gobierno federal.  Por mucho que disguste a algunos estadounidenses, Cuba está fuera del territorio de los Estados Unidos.

Más de la mitad de la población de Puerto Rico se dice está abandonando el país, que la economía de ese pueblo hermano latinoamericano está quebrada. Si Estados Unidos le aplica un bloqueo económico, sería un crimen y Puerto Rico es una posesión colonial de Estados Unidos.

Si Estados Unidos hubiera aplicado un bloqueo económico contra la población alemana después de la Segunda Guerra Mundial, se hubiera interpretado como un crimen hacia el pueblo del pais que era un adversario derrotado en la guerra.

Cuba no es ninguna de las tres cosas. No está dentro de los Estados Unidos, no es una colonia de los Estados Unidos y no es un adversario que Estados Unidos haya derrotado.

Esta política no tiene explicación moral, legal y, por supuesto, política.

Nosotros estamos convencidos de que el avance es beneficioso para ambos países y para ambos pueblos. Estamos convencidos de que es necesario. Estamos convencidos además de que sería bienvenido por las naciones de las Américas y, además, estamos convencidos de que es posible.

Requiere, por supuesto, voluntad y valentía política, como existieron hace pocos años.

Esas condiciones no parecen existir hoy en Estados Unidos.

La apuesta, como señala el presidente Díaz-Canel, sigue siendo asfixiar la economía cubana, y tratar por esa vía de provocar el colapso social y una crisis política en Cuba.

Estados Unidos fracasa en ese propósito, pero no deja de causar un daño enorme y nos hace pagar un alto costo que se refleja en la depresión económica del país y que se refleja también en los flujos extraordinarios de migrantes cubanos.

Nadie podría sorprenderse de esos flujos.

Es una verdad establecida que la depresión económica en cualquier país o región, la depresión de las condiciones de vida, constituyen factores promotores de la migración y que las condiciones adversas en cualquier país pueden impulsar la migración, por desastres naturales, guerras cuando las hay, hambrunas, inestabilidad social, puede haber políticas económicas insuficientes. Eso sucede en cualquier parte del mundo. Sucede dentro de los Estados Unidos donde hay ciudades que tenían dos millones de habitantes y hoy tienen menos de 700 000.

Lo que es singular de Cuba, lo que es una característica particular de nuestro país es que hay una fuerza extraordinaria extranjera promoviendo la depresión económica e impulsando así los flujos migratorios.  Es lo que los expertos llaman push effect.

Eso lo hemos hablado con el Gobierno de los Estados Unidos. Ellos conocen nuestro punto de vista y nuestra argumentación en ese sentido.

Como hemos dicho en más de una ocasión,  seguiremos tendiendo puentes hacia la sociedad estadounidense en todos los campos posibles y trataremos de continuar promoviendo la relación más constructiva y respetuosa posible con el Gobierno de los Estados Unidos.

También seguiremos en el empeño de asegurar nuestra sostenibilidad económica, aún en la perspectiva de que el bloqueo económico perdure muchos años.

Les deseo éxito en las deliberaciones y que estas contribuyan al entendimiento común y al propósito que interpreto compartimos todos de acercar a nuestras dos naciones.

Muchas gracias.

HHC: Negritas y subrayados nuestros.

Un comentario de fin de año sobre la economía nacional, el debate actual y las recientes declaraciones. Intercambio de opiniones

Por Dr.Julio Carranza

Considero que el análisis de la actual situación no consiste en culpas personales o individuales, la dedicación al trabajo y la voluntad del Presidente son más que claras, así como su honestidad crítica expresada en sus recientes declaraciones. El país está en un proceso muy complejo y bajo agresión, eso es un hecho.

Ahora bien, el otro hecho es que la única ruta para remontar esta difícil situación es una reforma económica integral, que debe ser conducida con firmeza y sin dogmas, de la cual se está aún muy lejos y no los medios pasos e imprecisiones que se suceden. La marcha de la política económica es muy errática, así como las contramarchas, eso también es evidente, lo cual en estos momentos es muy riesgoso.

Esa es mi opinión una y otra vez reiterada y argumentada. Es una aspiración compartida que en el 2023 se den las transformaciones necesarias, ojalá así se comprenda y se realice, ojalá no sea tarde, no hay otro camino, lo cual es más necesario en la medida en que la situación internacional sea más difícil y la agresión más fuerte, lo contrario no es cierto. A más presión más transformaciones integrales, socialistas y profundas.

Diciembre 15 2022

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Intercambios de Opiniones seleccionadas , en el muro de Facebook del Dr. Julio Carranza. ( HHC)

Jorge Casals Llano Las"transformaciones" ya hace mucho las discutimos y aprobamos todos. La situación internacional compleja, errores en su implementación (nadie sabía ni sabe cómo se "construye" el socialismo) hemos (yo siempre conjugo los verbos como corresponde) por admisión o por omisión cometido errores, pero también hemos sido exitosos. Los datos, las cifras y nuestro prestigio internacional (incluye el de los profesionales formados en Cuba, o gracias a Cuba en el extranjero, que hoy son exitosos y aunque más de uno es renegado nada puede ocultarlo). Lo que para mí es indiscutible desde hace mucho y hoy pocos lo dudan, es que la utilización de las relaciones monetario mercantiles y las inversiones directas son imprescindibles, al menos en las etapas conocidas, en la construcción del socialismo.Pero que también que el "dejar hacer, dejar pasar" nos llevaría de nuevo al capitalismo dependiente con todo lo que ello implica y ese camino no lleva a ninguna parte que no sea el punto de partida, 1958.

Omar Cartaya Jorge Casals Llano Sr Casals llevamos 63 años de socialismo y los logros que una vez tuvimos han desaparecido realmente se demuestra que con un país carente de recursos naturales destruida nuestra estructura industrial y liberando una lucha contra un enemigo tan poderoso obstinado y soberbio no creo que podamos avanzar mucho es más dudo mucho que podamos salir de nuestra situación actual China y Viet Nam parece ser que han detenido en sistemas exitosos pero en Cuba desconocemos cuáles son los principios que lo han hecho lograr esos éxitos pero además hay que reconocer que esos países nunca tuvieron un bloqueo codificado como una ley del Congreso Americano las sanciones impuestas a esos países fueron Proclamas Prisidenciales que pudieron ser eliminadas por los presidentes americanos de un plumazo.

Abel Tablada  Jorge Casals Llano muy alejado de ser un experto como usted, pienso que uno de los problemas radica en atar el concepto de Socialismo con algunas prácticas y dogmas que después de muchas décadas han probado ser poco efectivas aun cuando hay esfuerzos, llamados, controles, y reordenamientos. El problema es haberse alejado de los principios por los cuales se hizo una revolución, fue para recuperar la democracia, para que cuando esta llegara, hubiera más justicia, equidad y prosperidad que antes. Que el pueblo tuviera mayor calidad de vida, tanto material como espiritual. Se logró más igualdad y mayor calidad de vida en algunos aspectos gracias a riquezas acumuladas y a costa del perjuicio a cientos de miles de cubanos. Pero no se fue capaz de generar riquezas por el propio sistema verticalista, poco democrático y dependiente de las decisiones de un líder ùnico que por una parte aseguraba el éxito en el sector biotecnológico y a la vez hundía el agropecuario. El resultado de tratar de construir un socialismo con esos métodos no es para vanagloriarse aun sabiendo que el bloqueo tiene una causa importante. Seguir insistiendo en un modelo que se sabe no funciona hace muchísimos años es tan cruel y contrarevolucionario como el mismo bloqueo sabiendo que provoca la huida de cientos de miles de cubanos buenos y preparados y el malestar del dìa a día de los que nos quedamos. Este paìs necesita de una refundación y no por los mismos que no han sabido escuchar a las muchas voces como las de Julio Carranza Jcvvs o las de Oniel Díaz Castellanos https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=5148713785228078&id=100002685232106&mibextid=Nif5oz

Jorge Casals Llano Cada cual tiene derecho a pensar como mejor le parezca, incluyendo a gente como yo, que he podido estudiar, pensar y hasta quizás decir, gracias a la revolución y hasta seguramente salvado de morir porque otros cientos o miles, claro que más capaces que yo, siguieron a un loco que dijo e hizo para que nuestro país se convirtiera en "un país de hombres de ciencia" que pudieron crear las vacunas que nos salvaron a todos de la Covid. En fin, sean felices, yo lo soy porque confío en nuestras capacidades, vivo orgulloso de lo que hemos hecho en un país que , dicen, Hitler lo tapó en el mapa con el pulgar cuando le dijeron que le había declarado la guerra a Alemania. Gracias por la atención! 

Julio Carranza Jcvvs Jorge Casals Llano Yo estoy muy de acuerdo con lo que dices, pero este no es un debate sobre la historia gloriosa de la revolución, es un debate sobre el futuro de la revolución, frente a dificultades y agresiones enormes, entonces hay que transformar, innovar, tener audacia política, romper cualquier parálisis paradigmática, mirar al mundo, a la experiencia propia, etc, los principios han de ser los mismos, pero las políticas en curso no son principios, son eso: políticas que persiguen determinados resultados, las evidencias del poco éxito de muchas de estas en conseguir esos resultados deben conducir a repensarlas, a cambiarlas. Muchas veces se ha cometido el error de convertir las políticas en curso en principios inamovibles de la revolución, el socialismo, etc, hacer eso es una fórmula para el desastre.

Jorge Casals Llano Estimado! La revolución es creación. Y la creación nos ha permitido vivir y sobrevivir más de 60 años. Nadie me puede hacer cuentos del capitalismo porque lo he vivido. A mí no me "entran los cantos de sirena". Vivir el capitalismo, me dijo una vez una colega, requiere: 1) tener dinero y 2) no tener corazón.

A mí nadie me puede hablar de hambre cuando he visto a mucha gente y en más de un país, dándole de comer a su hijo pequeño de comida sacada de la basura el plena calle, nadie me puede hablar en Cuba de discriminación cuando he visto gente que por el color de su piel tiene que huir (Sic) cuando ve venir a un policía o que no puede entrar en determinados barrios... y hasta bajarse de la acera si viene un blanco, nadie me puede decir en Cuba que no tiene lo que comer porque no tiene trabajo, o que no estudió porque tuvo que trabajar, o que sus hijos lloran de hambre, o, o, o... ¿Que tenemos que hacer una sociedad mejor? ¡Claro que sí!
Pero tengo claro que sí considero el "lucro cesante" el bloqueo nos ha impedido hacer de Cuba el paraíso terrenal. Luego, todo lo que sea mejorar mi país, mejorar nuestro socialismo (imperfecto pero mil veces mejor que el mejor de los capitalismos si lo hubieran tenido que hacer sin esclavitud y sin colonialismo) estoy de acuerdo. Pero el que me diga que quiere volver al capitalismo le digo tiene su derecho, pero que vaya al capitalismo, y el que siendo economista pretenda darme formulas "ingenuas" que me conducen al capitalismo y llevarme con él al capitalismo, le digo que conmigo no cuente, que me la revolución me dió "entenderas" y otras cosas, y que si quiere escribir en libelos "por un puñado de dólares" que sea felíz y lo haga y sea feliz, si la conciencia lo deja y puede.

Julio Carranza Jcvvs Jorge Casals Llano Por supuesto que el capitalismo no es solución de nada y en Cuba es además contrario a la soberanía nacional.

En mi caso hablo de socialismo, de las necesarias transformaciones para que el sistema sea viable aquí y ahora y no el drama que tenemos actualmente (y no se me olvida el bloqueo), no hacer lo que se debe y transformar lo que se necesita sí sería la vía para facilitar una contrarrevolución y restauración capitalista, por ahí pasa lo que pienso y lo que trato de argumentar, de debatir, lo que me preocupa, la parálisis y el curso errático es muy riesgoso.

Jose Armando Rodriguez Sería bueno saber a qué nuevas transformaciones integrales usted se refiere a caso a un paquetazo neoliberal. 

Julio Carranza Jcvvs Jose Armando Rodriguez Mire estimado José Armando, sobre eso llevo muchos muchos años escribiendo (como otros colegas) con un compromiso totalmente socialista, si tiene esas dudas y le interesa el tema lea lo que he escrito y propuesto que todo está disponible. De neoliberalismo y de capitalismo nada, se trata de un socialismo que funcione para la gente y nos permita salir de la muy difícil situación en la que se encuentra el país y por supuesto que no se me olvida ni un instante el bloqueo y sus consecuencias. Nadie tiene la verdad absoluta, pero debatir estas cosas en serio y rápido es una necesidad que demuestran las evidencias.
Si quiere continuar el debate con mucho gusto pero con argumentos concretos, no con etiquetas sin sentido.

Ramiro Benitez Benitez Julio Carranza Jcvvs se suponía que elReordenamiento era una reforma profunda bastante años estuvieron estudiando lo, y resultó mucho peor que lo que teníamos.

Julio Carranza Jcvvs Ramiro Benitez Benitez Eso no fue una reforma profunda, eso fue un costoso error, por la manera, la desintegración y el momento en el cual se implementó, así lo venimos diciendo muchos economistas desde entonces.

Luis Gutierrez La reforma es imprescindible y tiene que ser liderada por el propio partido. Las instancias políticas, como la propia Asamblea Nacional, tienen que someter a escrutinio la labor del gobierno y remover a quienes entorpezcan la reforma o simplemente en vez de ir a rendir cuentas van a justificar las políticas erráticas. En China se ha generado una meritocracia en los niveles del Partido y del gobierno. Los ministros no son los "jefes" de la Asamblea, el poder es de los diputados. Ello implica posiblemente modificaciones en el propio proceso de selección de diputados y delegados e incluso de los propios militantes y del funcionamiento del Partido.

Hay q evitar que la burocracia intente cambiarlo todo para que nada cambie!

Yaidel Miguel Rodríguez Castro Profesor, excelente y comparto su comentario. Yo además considero que es necesidad imperiosa un debate sobre los encargos empresariales, hoy las empresas estatales dedican más esfuerzo, y dinero, a otras actividades que con facilismos ganan más para cubrir salarios que a producir y tal vez yo lo veo desde mis ejemplos locales de un municipio apretado por el déficit presupuestario, Jobabo, pero la realidad es que las UEB que tenemos se las.comen las empresas provinciales, y dichas UEB, en especial la agropecuaria se ha convertido en una lleva y trae de productos que ni son agropecuarios muchas veces y no produce nada prácticamente. Hacia a ese dilema de.inestabilidad, dado por el libre albedrío de sálvese quien pueda se está destruyendo mucho más el sistema empresarial.

Julio Carranza Jcvvs  Yaidel Miguel Rodríguez Castro Sí, la reforma de la empresa estatal es un factor esencial (no único) de la reforma integral. Sobre eso hemos escrito un artículo (conjuntamente con Luis Gutiérrez) que debe salir pronto.

Hiram Marquetti Estimado Julio, pero se ha perdido tiempo, ademas hemos caido en un circulo vicioso en el cual no hay la necesaria articulacion entre las politicas adoptadas y las medidas que deben garantizar que se cumplimenten los objetivos de las referidas politicas.

Manuel Estefanía Estoy de acuerdo con lo escrito por los colegas Carranza y Casals. Son realidades sinceras y constructiva. Muestran su confianza en el futuro y correctamente sugieren acelerar las medidas objetivas y concretas que reviertan la situación. La tónica de las conclusiones del Pleno y la Asamblea Nacional demuestran que hay conciencia del peligro. Yo añadiría que hay que acabar de eliminar la publicación de expresiones triunfalista y las informaciones parciales que tanto disgustan a la población que realmente está instruida y desconfía de las mismas. Muy bueno el paso de las nuevas leyes pero como también se reconoció lo importante es concientizarlas para aplicarlas con agilidad, disciplina y control y exigencia con una administración sistemática que permita evaluar con prontitud las desviaciones. Seguimos confiando en el futuro de la Patria de todos los cubanos.

Jorge Puentes Jose Armando Rodriguez el señor Julio Carranza Jcvvs nos invita a hacer lo mismo que está diciendo el Presidente. análisis integral de la situación nacional en terminos de economía, políticas. Que es a su vez, es tener en cuenta la dinámica internacional. La aplicación de la ciencia, el pensamiento holístico, y el tiempo como variable esencial. 

Julio Carranza Jcvvs  Jorge Puentes Si, así es, pero hay que hacerlo, reforma económica integral, no pedazos inconexos.

Por ejemplo, una de las esencias de las transformaciones es la reforma de la empresa estatal (líder del sistema) y de eso aún no hay nada o casi nada, vale para la construcción y regulación de los mercados, para una política coherente con el nuevo sector privado, con la transformación del subsistema de producción agropecuaria, con un cambio profundo en la política de inversiones, con la política fiscal y monetaria, con la política social, etc. Todo eso y más debe avanzar de manera integral, la economía es un sistema complejo y como tal hay que tratarla, tiene que haber una arquitectura general y clara de la reforma, no se puede ir a pedazos y esperar buenos resultados, ahí está el ejemplo tremendo de la agricultura y su “grupo de medidas”.

Manuel Estefanía Mi opinión se habla del Socialismo y no se tiene clara que es lo que se busca en realidad. Se han logrado grandes cosas como la salud, la educación, la cultura, el deporte y otras más. Desgraciadamente no hay memoria de la calidad superior que se ha logrado en cada una de ellas y los niveles actuales en las cosas más elementales de estos servicios. Votamos desde el inicio por el objetivo fundamental del Socialismo resumido en "SATISFACER LAS NECESIDADES SIN CESAR CRECIENTES DE LA POBLACIÓN Y ELIMINAR LA EXPLOTACION DEL HOMBRE POR EL HOMBRE. Este debe ser el principio que se debe alcanzar y estaremos disfrutando realmente lo que se aspiró desde el principio.

Julio Carranza Jcvvs  Manuel Estefanía Sí, muchas veces he expresado que hay que discutir que entendemos por socialismo hoy y no de manera abstracta, sino en las actuales condiciones históricas específicas del país y del mundo.

Manuel Estefanía Julio seguimos en línea y agradezco tu comentario porque me confirma la opinión a que he arribado. Ejemplo de la mala actuación de algunas persona. En la Asamblea el ministro de industria alimenticia elogió públicamente a AZCUBA porque en diciembre produjo suficiente mieles para hacer alcohol para hacer el ron necesario para garantizar el ron de las fiestas de fin de año. El ministro se olvidó Que Azcuba a logrado llevar la producción de azúcar en la zafra 21 al 22 con 38 centrales a los niveles del siglo XIX y para la del 22 al 23 solamente explotará 23 centrales con la gran falsedad que es para lograr más eficiencia.

El ministro de agricultura está insatisfecho con los resultados pero expresa parciales apologías y se olvida de que han hecho con la cantidad de tierra que se utilizaba para  producir más de 7 millones de toneladas de azúcar y no se utilizó para sembrar alimentos para el pueblo sino que se abandono y se cubrió con MARABU y no se logra recuperar. Ahora se complacen anunciando exportaciones de este producto sin valorar los millones de dólares dejados de ganar y cada vez satisfacer menos la alimentación de la población. Hay bastante por donde empezar para poder estar satisfechos realmente.

Consideraciones acerca del modelo de dirección y planificación de la economía cubana

 Por Fidel Vascós González | 17/12/2022 



Fuentes: Rebelión

Texto de la conferencia presentada por el autor en el Panel “Retos y Perspectivas de la Economía Cubana”, organizado por la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP) con motivo de su 230 Aniversario, y con el auspicio del Centro de Estudios de la Economía Cubana. El Panel se realizó el viernes 9 de diciembre 2022 en la sede de la SEAP en La Habana.

En la Cuba de hoy el objetivo estratégico principal de la economía consiste en desarrollar las fuerzas productivas y la eficiencia eliminando las trabas que se opongan a ello. Considero que la principal traba a transformar para alcanzar esta meta es el actual modelo altamente centralizado y administrativista de dirección y planificación de la economía cubana. Con el texto que presento ante ustedes pretendo fundamentar este aserto.

Las decisiones que viene adoptando el Gobierno cubano en materia económica han incursionado en las esferas del comercio y de los asuntos monetarios y cambiarios; pero no se ha realizado un esfuerzo mayor en el área de la producción de bienes y prestación de servicios, en la cual se mantienen muchas restricciones. Las 63 medidas aprobadas para el sector agropecuario, las 93 en lo concerniente al azúcar y las otras referidas a la empresa estatal no impactan en la esencia de los cambios que se deben hacer para coadyuvar al aumento de la producción y de la eficiencia.

Las modificaciones introducidas en la esfera productiva no han influido en los principales resortes para desarrollar la economía, que son la plena autonomía de la gestión empresarial y la estimulación material directa del colectivo laboral acorde con los niveles alcanzados en su desempeño y el de sus entidades. La eficiencia o deficiencia de la empresa deben sentirla los trabajadores directamente en sus ingresos y no solo constituir un registro para la contabilidad y las estadísticas.

Considero que lo principal a modificar es el actual modelo altamente centralizado de planificación y dirección de la economía, que limita la gestión empresarial y frena la iniciativa de las entidades económicas. Ello determina la muy reducida capacidad de respuesta nacional en la producción de bienes y prestación de servicios aherrojada por la rígida planificación central de carácter muy administrativo.

El antecedente del sistema de planificación vigente data de cuando Cuba era miembro del CAME y sostenía lazos muy estrechos con la URSS y los países socialistas europeos. La característica principal de aquel sistema consistía en que a partir de la coordinación de planes quinquenales y anuales establecida en el CAME, los organismos cubanos de la administración central del Estado y los órganos locales del Poder Popular determinaban los clientes y los suministradores de las empresas que le estaban subordinadas, fijando las principales cifras de producción y consumo de cada una de ellas, así como sus precios. En general, este sistema funcionaba exitosamente sobre la base de que casi toda la economía se basaba en empresas estatales y estaba respaldada por el entonces existente campo socialista. En aquella época solo el 15% de nuestro comercio exterior se llevaba a cabo con países capitalistas.

Al desaparecer la URSS y los países socialistas europeos, este mecanismo internacional para la planificación económica del CAME también desapareció. Ahora en Cuba existe una heterogeneidad de formas de propiedad sobre los medios de producción dando lugar a empresas estatales, empresas mixtas, cooperativas, MIPYMES y Trabajadores Por Cuenta Propia que tienen que enfrentarse a un mundo exterior regido, en general, por el sistema del capitalismo neoliberal donde priman las relaciones mercado. En este ambiente, las relaciones entre las empresas cubanas no pueden estar determinadas mediante un plan rígido decidido por organismos superiores. Al contrario, el entramado de los múltiples vínculos empresariales necesita rapidez en la toma de decisiones autónomas que no pueden esperar por las indicaciones y autorizaciones de niveles administrativos jerárquicamente superiores.

El sistema de planificación heredado del CAME se ha convertido en la actualidad en la traba principal para el desenvolvimiento de la economía cubana. Solo las leyes objetivas del mercado y sus categorías económicas y monetario-mercantiles pueden ofrecer un ámbito facilitador de esas relaciones interempresariales donde las decisiones en la gestión se tomen por las propias empresas y demás unidades económicas, las cuales deben definir, ellas mismas, quiénes son sus clientes y suministradores, y establecer con ellos las cifras de producción y suministro, así como los precios, para fijarlas en sus contratos mutuamente beneficiosos, sin la interferencia e imposición de terceros.

En resumen, esta propuesta apunta a modificar el actual sistema de planificación económica altamente centralizado hacia un sistema descentralizado donde las empresas estatales, empresas mixtas, cooperativas, MIPYMES y Trabajadores Por Cuenta Propia actúen de forma autónoma en su gestión, en leal competencia con otras entidades económicas y en igualdad de condiciones según las reglas del mercado, sin necesidad de realizar consultas ni recibir autorizaciones superiores en la toma decisiones. Tampoco las empresas estatales deben tener la función de constituirse en rectores de la gestión de las entidades no estatales mediante la imposición de contratos y encadenamientos productivos. El sector no estatal no debe ser considerado un complemento subordinado al sector estatal empresarial. Los contratos y los encadenamientos entre las empresas estatales y no estatales deben establecerse sobre la base de la plena libertad de decisión y mutua conveniencia de las partes involucradas.

Para lograr estos propósitos se debe ampliar el papel del mercado como regulador de la economía, abandonar la rígida planificación administrativa central vigente y adoptar otro modelo de planificación de manera que las empresas estatales y no estatales tengan plena autonomía en su gestión. El sistema de planificación de la economía no debe establecer indicadores y condicionantes a las empresas en su gestión en forma directiva, salvo situaciones muy excepcionales. En esta concepción que propongo el Estado debe conducir el desarrollo de la economía nacional creando el marco institucional y regulatorio adecuado para el desenvolvimiento de las leyes objetivas del mercado cuidando que se mantengan los principios de independencia nacional y justicia social acordes a nuestro sistema político socialista.

Varios economistas cubanos han planteado que una alternativa para tratar de resolver los problemas actuales de la economía cubana estriba en el diseño y aplicación de un Plan de Estabilización que aproveche la experiencia de los países que lo han experimentado. Los objetivos principales de este tipo de plan consisten en hacer una transición en el modelo económico, que es el tema principal de mi intervención en este panel, o en corregir determinados desequilibrios estructurales. En mi opinión, Cuba necesita avanzar en la solución simultánea de ambos objetivos. En general, un Plan de Estabilización incluye medidas monetarias, financieras, fiscales y de comercio exterior concebidas de conjunto y en su interrelación. Cada país ajusta las medidas a sus objetivos propios, características nacionales y condicionamientos internacionales. Uno de los aspectos decisivos del Plan consiste en recibir un fuerte financiamiento externo, lo que constituye una importante restricción para la economía cubana debido al bloqueo que el gobierno de Estados Unidos impone a la Isla desde hace mas de 60 años. Al respecto se necesitan adoptar decisiones audaces. No recomiendo acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) pues pondría a nuestra economía bajo su directa supervisión exigiendo eliminar subsidios, aumentar impuestos, recortar salarios, privatizar los servicios públicos, entre otras medidas incompatibles con la esencia de la política social del socialismo que pretendemos construir. Considero que la vía para lograr el tan necesario financiamiento externo apunta a suprimir todas las medidas administrativas que lo traban y promover inversiones directas y en cartera, así como créditos bancarios a corto, mediano y largo plazo de países amigos. Me refiero a China, Rusia, Irán, Venezuela, Vietnam, México, Brasil, Sudáfrica, Angola, Argelia, la India, entre otros. Para ello habría que establecer atractivos incentivos a los inversionistas y cumplir rigurosamente los términos de pago.

A continuación listo dieciocho medidas que propongo tener en cuenta para la confección en nuestro país de un Plan de Estabilización, o de un Plan Anticrisis o Antiinflacionario como algunos prefieren llamarle, que apunta a modificar radicalmente el sistema de dirección y planificación vigente.

– Reducir significativamente los balances materiales de productos decididos centralmente por los ministerios y otras instituciones estatales;

– establecer regulaciones descentralizadoras para que las empresas y otras unidades económicas, tanto estatales como no estatales, establezcan ellas mismas directamente sus contratos comerciales y de inversión con suministradores y clientes nacionales y extranjeros sin mediar obligatoriamente la participación de terceros;

– acercar la organización y funcionamiento de las empresas estatales al de las cooperativas de manera que sus trabajadores no solo participen en las decisiones principales de las empresas sino que las decidan directamente en asamblea general con carácter vinculante, incluyendo la elección de los dirigentes de la empresa;

– parte de las empresas estatales podrían convertirse en empresas públicas con emisión de acciones que pudieran ser adquiridas por personas naturales y jurídicas, cubanas y extranjeras, sin que por ello los accionistas sean propietarios de la empresa ni ejerzan la dirección de la misma pues se limitarían a invertir en la compra de acciones y a recibir un dividendo. La dirección de la empresa pública continuaría en manos de los trabajadores de la propia entidad;

– considerar al sector no estatal como una parte tan importante en la economía nacional como el sector estatal, y no solo como un complemento subordinado al estatal;

– eliminar el monopolio estatal del comercio exterior de manera que las entidades estatales y no estatales sean las que decidan si utilizan a una empresa estatal como intermediaria para su relación en el comercio exterior o se vinculan directamente con sus clientes y suministradores residentes en otros países en las condiciones que mutuamente acuerden;

– además de los listados de inversiones confeccionados por Cuba, que los propios inversionistas extranjeros propongan en que quieren invertir;

– establecer que los inversionistas extranjeros no estén obligados a acudir a las empresas empleadoras estatales para contratar su mano de obra y que puedan contratarla directamente;

– autorizar las importaciones comerciales que realizan las personas naturales y que hoy se consideran ilegales, aplicándoles bajos aranceles, lo que redundaría a favor de la oferta;

– mantener por tiempo indefinido la autorización de la importación no comercial de artículos de alimentación, aseo y medicinas, sin límites de cantidades y sin cobro de aranceles, lo que aumentaría la oferta de productos y el consumo de la ciudadanía;

– mientras no se aplique plenamente un mercado cambiario, autorizar la apertura de cuentas bancarias en MLC a personas jurídicas de manera que éstas respondan directamente con sus saldos patrimoniales bancarios, sin la intervención del Estado, a las obligaciones que contraigan en MLC;

– autorizar la concurrencia de suministradores extranjeros en el mercado interno, tanto mayorista como minorista, para ampliar la oferta;

– emitir bonos de deuda pública en CUP, con tasas de interés atractivas y honradas en fecha, que puedan comprar personas naturales y jurídicas, tanto cubanas como extranjeras, lo que incrementaría los ingresos al Presupuesto del Estado y reduciría el déficit fiscal;

– Incrementar anualmente las jubilaciones, el salario mínimo y las prestaciones a la asistencia social en la misma tasa de la inflación del año anterior y establecer otras medidas compensatorias de protección social, lo que aliviaría la situación de las personas de menores ingresos;

– incrementar las tasas de interés de los saldos bancarios para estimular el ahorro;

– establecer la intervención del Estado en las empresas estatales con pérdidas con el objetivo de identificar las causas de su irrentabilidad y, en su caso, sancionar a los funcionarios y órganos colectivos responsables de esa situación, disolver la empresa o unirla a otra, analizar con sus trabajadores la posibilidad de convertirla en una cooperativa o confiscar los activos y venderlos a otras entidades estatales y no estatales;

– racionalizar los gastos del Presupuesto del Estado reduciendo significativamente el subsidio a las empresas estatales con pérdidas y los gastos de la administración del Estado, entre otros. Se exceptúan los servicios sociales como educación, salud, deportes y cultura;

– es generalmente aceptado que la burocracia anida, crece y se desarrolla principalmente en los aparatos administrativos estatales. Entre las medidas para reducir su influencia así como los gastos de la administración del Estado propongo fusionar ministerios, simplificar sus estructuras y reducir sus plantillas; suprimir o reducir las delegaciones territoriales de los ministerios; suprimir todas las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE) con sus características actuales de entes administrativos y que actúan como miniministerios, convirtiendo en empresas autónomas las OSDE que tienen condiciones para ello.

Estas medidas que propongo a consideración conducen a una mayor democratización en el proceso de toma de decisiones económicas, lo que requiere ser complementado, en mi opinión, con una mayor democratización en el modelo de dirección política del país. Este no es el tema principal de mi conferencia, no obstante adelantaré algunos apuntes al respecto.

Los socialismos que hemos conocido, a pesar de su mas amplio y profundo carácter popular, no han trascendido la democracia representativa implantada por las revoluciones burguesas de finales del siglo XVIII, las cuales constituyeron un gran paso de avance al reconocer que el soberano ya no era el Rey, sino el pueblo, y que éste ejerce sus poderes mediante representantes electos que son los que toman las decisiones. En poco tiempo este sistema trastocó su esencia y el pueblo dejó de ser el soberano y los “representantes” se convirtieron en los nuevos soberanos.

Una característica principal de ese tipo de democracia representativa burguesa o liberal, como quiera llamarse, es la doctrina de la independencia de los poderes legislativo (que elabora y aprueba las leyes), ejecutivo (que administra y ejecuta las leyes) y judicial (que sanciona a quienes no cumplen las leyes).

Mi criterio es que el socialismo está llamado a crear una nueva forma de democracia superior a la democracia representativa estableciendo la Democracia Directa, en la cual se reconozca definitivamente y en la práctica que el pueblo es el soberano y que no lo son sus representantes electos.

También opino que la democracia socialista debe eliminar la independencia de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y establecer el poder supremo y único del Estado en el parlamento, al que se le subordinen los demás en calidad de funciones del Estado y no de poderes independientes.

En la Democracia Directa los ciudadanos deciden con carácter vinculante los asuntos de Estado sobre temas de la política interna y externa y de la administración nacional y local, así como no solo elijen a quienes ocuparán los cargos electivos del Estado sino que también los postulan directamente. La base teórica y práctica de esta concepción de la democracia directa que aquí abordo es la línea de masas concebida, promovida y aplicada por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

Ya en Cuba se han introducido varias modalidades de la Democracia Directa. Se destaca el referendo popular mediante el cual el pueblo aprobó las Constituciones de 1976 y de 2019, así como el Código de las Familias. En materia electoral los avances han sido superiores a los de cualquier otro país. Un mérito excepcional de Cuba reside en promulgar que el partido político único que dirige la Revolución no postula a los candidatos a los cargos electivos del Estado lo que es un aporte de la Revolución Cubana a las ciencias políticas y específicamente al sistema electoral en general. En todos los países son los partidos políticos los que postulan a los candidatos a los cargos electivos estatales. Solo muy recientemente algunos pocos han comenzado a legalizar la figura del candidato autónomo no postulado por partido alguno, pero este sistema no tiene aún suficiente entidad.

El caso de los delegados municipales del Poder Popular, donde los propios electores postulan los candidatos a incluir en la boleta de votación, sin interferencia de otras instancias, es un ejemplo cubano sui generis de la Democracia Directa Electoral. Concibo que en el desarrollo del sistema electoral cubano se debe extender este procedimiento de postulación directa de los delegados a los diputados, suprimiendo las actuales Comisiones de Candidaturas y presentando a los electores una boleta electoral abierta que incluya varios candidatos para cada cargo de la Asamblea Nacional del Poder Popular a elegir.

El principal objetivo que se lograría con la postulación directa de los diputados por los electores es la óptima legitimización de los integrantes de la Asamblea Nacional como los representantes populares de mayor respaldo político, moral y cívico de la nación.

La Asamblea Nacional de Cuba así constituida pudiera adoptar nuevos elementos de organización y funcionamiento. En apretada síntesis les expongo algunas de mis consideraciones al respecto: los diputados serían profesionales lo que permitiría que el órgano sesionara de forma permanente todo el año; debido a ello no habría necesidad del Consejo de Estado; los miembros del Consejo de Ministros no serían diputados para evitar que nuestro parlamento actuara como juez y parte; los candidatos pudieran promover su proyección programática mediante los medios comunicacionales y no limitarse a exponer sus biografías.

En el caso de Cuba, ratifico la necesidad de la existencia de un partido político único y sus funciones de dirección política y social y rechazo el multipartidismo. El partido político único puede ajustar su organización y funcionamiento a la Democracia Directa pues no es un partido electoral. A su vez, sería una oportunidad para lograr que no sustituya a la administración estatal ni a las organizaciones sociales y de masas, tendencia que existe y se ha criticado por la dirección partidista.

Mi propuesta se diferencia radicalmente de la visión e intencionalidad socialdemócrata contemporánea, la cual ha adoptado plenamente el principio neoliberal que rechaza cualquier intervención del Estado en la economía, así como los patrones de la democracia representativa burguesa al asumir, entre otros, el sistema multipartidista del capitalismo y la independencia de los llamados poderes legislativo, ejecutivo y judicial.

Estoy consciente que esta propuesta requiere mayores análisis para elaborar su diseño y aplicación en las condiciones concretas de Cuba, que resiste un bloqueo de mas de 60 años en permanente acoso por parte del imperialismo norteamericano. Para diseñar en sus detalles y aplicar estas consideraciones se requiere un amplio e intenso trabajo de divulgación, debate, formación, educación y consulta con los dirigentes, trabajadores y los ciudadanos en general en un proceso de relativamente larga duración y que debe abordarse mediante un programa integral y por etapas. Considero conveniente adoptar en este proceso la metodología del Sistema de Gestión de Gobierno basado en la Ciencia y la Innovación (SGGCI) que se desplegó en el exitoso enfrentamiento a la COVID-19 en nuestro país.

En esencia, lo que propongo tanto en lo económico como en lo político es transformar el actual modelo de Socialismo de Estado Altamente Centralizado heredado del CAME y convertirlo en un modelo autóctono de Socialismo Democrático de Mercado.

Con el texto aquí leído comprendo que estoy rompiendo esquemas y ampliando las fronteras de las ideas y concepciones de las ciencias económicas y de las ciencias políticas aplicadas en Cuba. Precisamente ese fue el objetivo que me propuse al preparar esta conferencia. Espero haberlo cumplido.

Muchas gracias.

Fidel Vascós González- La Habana (1939). Dr. en Ciencias Económicas, Profesor Titular, Miembro de Número y Miembro de Mérito de la SEAP.