Otras Paginas WEB

martes, 17 de enero de 2023

Urge salvar agroindustria azucarera para desarrollo económico cubano

La importancia económica, social y política de este sector demanda en Cuba su impostergable rescate como variable estratégica para el desarrollo, desde el territorio (municipio-provincia), hasta los niveles macro y externos.




Es imprescindible rescatar la agroindustria azucarera

Foto: Archivo IPS Cuba

Como antecedente necesario, cabe recordar que antes de 1959, en Cuba existían 161 centrales azucareros, de los cuales unos 50 se ubicaban en la antigua provincia de Las Villas (hoy Villa Clara).  La producción de azúcar al cierre de la zafra de ese año fue de 5 millones 893 000 toneladas métricas de azúcar, con rendimiento industrial de 12.47 % base 96.

Esa cosecha se llevó a cabo en 103 días e incluyó un millón 529 544 hectáreas de caña, de las cuales 80 por ciento pertenecía al sector privado y cooperativo. Además, se producía mieles finales, alcohol y otros subproductos. Durante 1960, cumplido el primer año del proceso revolucionario, se produjeron 5 millones 219 968 toneladas métricas de azúcar con un rendimiento industrial de 10.97 %.

Las exportaciones de azúcar se dirigían fundamentalmente al mercado de Estados Unidos y ascendían a unos 2 millones 800 000 toneladas métricas anuales. Unas 200 000 toneladas se destinaban al mercado libre mundial, en tanto el ICEA (Instituto Cubano de Estabilización del Azúcar) retenía con destino a la exportación más de un millón de toneladas del dulce.

La exportación de azúcar cubana a Estados Unidos en el periodo 1950-1959,  cubrió algo más del 36 % del mercado estadounidense. Llegó a constituir la primera industria productora de alimentos, acompañada de sus derivados, generadora de los volúmenes más significativos de ingresos en divisas por la vía de las exportaciones, aunque con esa elevada dependencia del país del norte.

Desde entonces a la actualidad

En la etapa 1959-2000, la agroindustria azucarera  registro un proceso de concentración con la demolición de 12 centrales (1980-1990), en diversas provincias  y también la construcción de ocho nuevos centrales (1989-2000) con capacidad potencial de molida de 600 000 arrobas  cada uno, de acuerdo al tamaño óptimo requerido por la escala del país.

Durante el denominado periodo especial (1990-2000) dejaron de moler 46 centrales en las provincias  de matanzas, Villa Clara Camagüey y seis  en las provincias orientales, Holguín, y Santiago de Cuba.

Pese a los fundamentados llamados de alerta de corte económico, social y político, provenientes de especialistas y estudiosos del tema, a partir de 2002 se dio inicio al llamado proceso de redimensionamiento y reestructuración del sector azucarero, debido a los bajos precios del endulcorante en el mercado internacional.

En síntesis, la idea era reducir costos y producir no más de cuatro  millones de toneladas de azúcar anuales. El proceso se denomina Tarea Álvaro Reynoso, notable científico cubano del siglo XIX, estudioso de la caña de azúcar.

Entre 2002 y 2004, el país redujo el número de sus centrales de 156 a 61, eliminó más de 100 000 plazas de trabajo y disminuyó la superficie de cultivo de 2 millones de hectáreas a unas 750 000.

La situación económica, tecnológica y territorial-social, actual de la agroindustria no resulta ser la más favorable y es, de hecho, preocupante. La zafra 2021-22, alcanzó niveles de producción similares a los obtenidos en la etapa de la Colonia española, dígase 1860, unas 460 000 toneladas métricas. En esta cosecha molieron unos 23 ingenios de 57 existentes al finalizar la tarea “Álvaro Reynoso”. Algo similar se pronostica para la zafra 2022-23, en cuanto a volumen a producir y cantidad de centrales en funcionamiento.


La caña de azúcar puede contribuir a la solución de tres grandes problemas: la producción de alimentos, el déficit energético y la preservación del medioambiente.

Los bajos niveles de producción tanto de caña, como de azúcar no posibilitan cumplir compromisos de exportación tradiciones y distan de cubrir la totalidad del consumo interno, obligando a la economía nacional  realizar importaciones de azúcar tanto de Brasil, como de Francia. Ello incrementa la dependencia externa y limita la soberanía alimentaria nacional.

Ello pese a registrarse una 350 000 hectáreas  de tierras ociosas sin cultivar dentro de agricultura cañera.

Impacto que se multiplica

Sin duda la historia, los hechos, han confirmado que la agroindustria azucarera se  mueve e incide de forma transversal en la económica cubana en los diversos sectores económicos que la componen y conlleva un efecto multiplicador (spill over).

Es una agroindustria que produce su propio combustible el cual es renovable  y posee la capacidad de entregar energía excedente a la red nacional, fuente de generación distribuida en diversas provincias-municipios.

Entre sus grandes virtudes, la caña de azúcar (Saccharum officinarum) concentra excelentes condiciones para captar y almacenar la energía solar y a partir de ella generar importantes cantidades de electricidad. La relación salida/entrada de energía es de 8,4:1 resultando en extremo sumamente favorable.  

La caña de azúcar es la más alta productora de materia seca,  con la mayor  cantidad de biomasa, alrededor de 20.4 toneladas métricas de materia seca por hectárea, con relación a cultivos tales como: maíz, trigo, arroz, remolacha y pastos tropicales.  A la vez, permite producir azúcar para el consumo humano y otros alimentos destinados a la producción animal.

Además,  es  amigable con el medioambiente ya que el dióxido de carbono (CO2) que emite el bagazo al quemarse en las calderas, la caña lo absorbe por la fotosíntesis realizada al crecer, no incrementándose su presencia en la atmósfera durante el proceso fabril. No solo compensa, sino que contribuye positivamente al balance, mejorando y conservando el medioambiente.

Sin duda su mayor valor no radica solo en la producción de azúcar, sino en los múltiples derivados y su valor agregado. La agroindustria de la caña es mucho más que azúcar.

La cogeneración de energía eléctrica a partir de la quema del bagazo residuos de la molida), en condiciones de suelo y clima, en Cuba, es una de sus mayores ventajas ante la crisis energética global y la necesidad de cambiar una matriz altamente dependiente de combustibles fósiles fundamentalmente importados.

Dentro de sus derivados figura la producción de alcohol (etanol), que posibilita la sustitución parcial de la gasolina y el diésel empleado en el transporte y la maquinaría agrícola. Además de otros usos y destinos en la producción industrial de licores, rones y la industria farmacéutica.

El gas metano (residuos) permite obtener fertilizantes, CO2, levaduras como la sacharomyces para la alimentación animal (residual de la fermentación alcohólica) entre otros biofertilizantes.

Los bajos niveles de producción tanto de caña, como de azúcar en los últimos años impiden cumplir compromisos de exportación tradiciones y distan de cubrir la totalidad del consumo interno

Respuesta a tres problemas

Con tales potencialidades, y dado el escenario actual y futuro, la caña de azúcar puede contribuir a la solución de tres grandes problemas que enfrenta no solo Cuba,  sino la humanidad en su conjunto: la producción de alimentos, el déficit energético y la preservación del medioambiente.

Esta agroindustria es capaz de producir alimento: el azúcar para el consumo humano y también en su relación con la ganadería. En este sentido,  resulta atractivo evaluar la interacción y conveniencia de que asimile  parte de la ganadería bovina y porcina con destino a la producción de carne por contar con fuentes seguras de alimento y un sistema de organización que facilita estos fines.

En ello se destacan  bagazo hidrolizado, bloque de melaza (ambos para bovinos), mieles finales, levadura torula, miel proteica (para cerdos), entre otros. Todo ello posibilita sustituir importaciones.

Sin duda la agroindustria de la caña es lo más cercano al ejemplo práctico del comportamiento de la economía circular en sus diferentes procesos, desde su producción primaria con el aprovechamiento y utilización de los residuos de dicho proceso, que a la vez dan lugar a otros productos y procesos de forma reiterativa agregando valor.

En el periodo 2015-2018, la economía cubana incurrió en gastos por importación de granos destinados a la alimentación animal en cerca de 1 900 millones de dólares. Una parte importante de ellos pueden ser sustituidos por la producción de alimentos resultantes de la agroindustria cañera.

Consideraciones Finales

Los volúmenes de información, cúmulo de estudios por más de 500 años de cultura en este cultivo, constituyen factores de indudable importancia, para fundamentar científicamente la elaboración de estudios y vías de rescate de este estratégico sector.

El grado de obsolescencia tecnológica que presenta, la falta de disponibilidad de recursos financiero y la no consideración dentro de las prioridades económicas de inversión nacional, reclaman la participación de la inversión extranjera en la diversidad de formas que permitan su rescate.

Lo anterior más que justifica el rescate inmediato de la agroindustria por su riqueza, valorares  que genera, tradición, efecto social territorial, sentido de pertenencia  trasladado de generación en generación y fuerza calificada.

La economía cubana se encuentra ante un agroindustria obsoleta, falta de inversiones,  tecnología y de capital lo cual reclama la participación de la inversión extranjera en sus diversas modalidades, con amplio espectro y flexibilidad. (2023)

2 comentarios:

  1. Un conocedor (y que fue trabajador en en Central Ecuador) me decía que para q un Central dé (gane y se autosustente) era como criar un cerdo y que luego de sacrificado solo aproveches los perniles.... Es decir la INDUSTRIA azucarera es eso... Una Industria!!! la caña tiene innumerables subproductos... desde alcoholes (el alcohol pesado es valiosísima) .. así además de muchos para la cosmética... Y hasta del bagazo (que hoy quemamos para generar energía) se hace el bagazo prensado para la industria del mueble.... Solo que para todo ello , hace faltan INVERSIONES!!! y mucha caña para sembrar!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Viva el cartón tabla. La historia no absolverá a lis que destruyeron la industria azucarera nacional.

      Eliminar