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domingo, 5 de marzo de 2023

Acerca de la ley de empresas en Cuba. Opiniones

Dra Ilena Diaz: 

Ley de empresa, cuidado no creamos que por tener una se resuelve todo:

1) para lograr la autonomía hay que cambiar el entorno de las empresas estatales, es decir, todo lo que hoy se regula centralmente y que, de hecho, interviene en la gestión y decisión de las empresas, por ej. El monopolio del comex, la inversión extranjera, los destinos de las utilidades, etc

2) la Ley no entra en detalles y la quiebra, con lo que estoy de acuerdo, debe ser una ley independiente para todos los actores

3) para que la ley supere lo estatal de lo no estatal, no basta una única ley, es necesario un cambio de políticas y de concepción. Baste decir que la constitución habla de similares condiciones y esto se usa de modo muy a conveniencia, sin entender su fundamento

Por último, lo que necesita la Empresa Estatal es una transformación integral que según el tipo de empresas se le regularan económicamente por un sistema de incentivos de forma diferenciada, modificando el entorno regulatorio que provea la autonomía y entonces, que ello se plasme en una ley.

El asunto con los actores no estatales es más complejo, aunque una ley, incluso de sociedades, es que realmente las aceptemos, las asumamos, las fomentemos como parte indisoluble y necesario de nuestro tejido y no lo sigamos viendo como un mal necesario.

Luis Marcelo Yera: 

Creo que en el caso de la empresa estatal, la ley debe de hacer pronunciamientos generales válidos, a tono con nuestra propia experiencia y la mundial con estas entidades.

Por ejemplo, creo que la única alternativa viable a contemplar en la ley en cuanto a centralizar los medios fundamentales de producción, es la de introducir una Entidad Central de Propiedad Pública (término y organización muy utilizada en el mundo), equivalente a un conglomerado de grupos empresariales o compañías, que impida el tutelaje de los ministerios a estas empresas.

La ley debe defender un adecuado balance centralización/descentralización de decisiones que les aporte una autonomía comparable a lo mejor alcanzado por sus similares en el mundo.

Debe establecer clasificaciones en diferentes ámbitos; institucionalizar la consulta a los trabajadores en varias esferas; hacer referencia a la medición de la productividad de la mejor manera posible; aplicar las mejores técnicas de organización y dirección; fomentar su incremento; velar porque sus utilidades sean suficientes; incluir lo correspondiente a la Responsabilidad Social Empresarial; dejar un margen para la introducción de empresas públicas, etc.

Dr Silvio Calves

Muy buena alerta y hay que pensar más en los ciudadanos que muchas veces no tienen opciones de a cuál empresa acudir, pues, hemos sido un país de proliferación de monopolios.

Ileana Díaz Fernández

Coincido en general con todos los criterios, lo que enfatizaba es que la Ley no soluciona los problemas de la EE, puede ser un referente, pero si no se entiende q hay que cambiar muchas normas, resoluciones, lo que implica cambiar un enfoque de dirección de la economía, no se logra nada y la ley será papel muerto. Mientras solo se sepa dirigir de forma vertical, de ordeno y mando, la EMPRESA ESTATAL SEGUIRÁ SIENDO LA VARIABLE DE AJUSTE, es decir, si falta combustible, se le quita a la empresa, si hay q arreglar los barrios, que otro no arregló, se le da la tarea a la empresa, si el presupuesto tiene mucho déficit se aumentan los pagos de las empresas al presupuesto, si hay inflación se topan precios y otras medidas. Así no hay empresa que funcione, porque el enfoque es rentista, no de fomento. Si no hay esa concepción, es difícil que la ley lo contemple y en el supuesto q por un acto de magia se lograra, si no hay convencimiento, la forma de dirigir seguirá siendo la misma sin dejarla ser empresa.

Dr. Humberto Blanco Rosales: Ojo: como se dice en matemática, es condición necesaria, pero no suficiente. Hay mucho por hacer en el marco institucional para la regulación y fomento diferenciados de los actores económicos y en el entorno macroeconómico. Y en cuanto a la ley, más que una ley que los abarque a todos, se trata de un marco jurídico para los diversos actores, dadas sus diferencias. Y que regule temas como la competencia y la quiebra.

Se trata, también, de comprender que existe toda una diversidad de modelos de negocios y en general de enfoques en la gestión empresarial, y particularidades tecnológicas, económicas, culturales, de fuerzas actuantes, que diferencian sectores de actividad y a las empresas participantes. Tal diversidad no puede constreñirse a una normativa que pretenda prescribir una única y pormenorizada manera de gestionar las empresas. Sencillamente no funciona.

3 comentarios:

  1. Creo que es imprescindible recordarle al Dr Humberto Blanco que hay otro axioma matemático que dice “que a todo se llega por aproximaciones sucesivas” y que sería bueno tomara en cuenta los tres “Principuios del Dr. Piter:
    1.- Nada es tan fácil como Ud. cree.
    2.- Todo necesita más tiempo que
    el que Ud. ha previsto.
    3.- Si algo puede salir mal… sale mal

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  2. Sería bueno que los erudito que han dado su opinión hicieran una propuesta de ley que recoja todas las sugerencias, críticas, opiniones etc. etc. No cabe dudas por la profundidad de los análisis, que será algo infalible.

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  3. La realidad es que en este mundo todo está inventado. Experiencias en este tema hay de sobra en otros países como para tomar lo que nos sirva y lograr un enfoque adecuado a nuestra realidad. Lo que pasa es que aquí queremos ser los locos de la mata de coco, y queremos ser únicos en el mundo, "porque no nos parecemos a nadie, y el socialismo con características cubanas..." bla bla bla. Experiencia sobrada tenemos nosotros en enredarnos la pita, sin necesidad, solo por creernos los elegidos. Hay que dejarse ya de tanta bobería y de tanta intransigencia inútil y aplicar lo que la lógica indica, lo que es mejor para la gente, no para complacer el orgullo y el capricho de unos pocos que hace rato el veneno del poder les corrompió el alma.

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