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jueves, 27 de abril de 2023

La comercialización, un eslabón clave de la cadena productiva

Producción y comercialización, dos elementos estratégicos del desarrollo económico-social en Cuba






El perfeccionamiento del proceso de comercialización agropecuaria constituye una necesidad.

Foto: Archivo IPS-Cuba

Sin duda la comercialización constituye un componente importante del encadenamiento productivo-valor, en el proceso de producción de alimentos, y en cierta medida es donde suelen concurrir las  preocupaciones de los consumidores. Ello se expresa en los elevados precios que en la actualidad enfrentan diariamente las familias cubanas al tratar de cubrir sus necesidades básicas en alimentación.

La elevación de los precios, resultante de una inflación que algunos estudiosos del tema estiman en alrededor de cuatro dígitos, es causante del deterioro de la capacidad de compra de la moneda nacional. En un  contexto de  insuficiente oferta de insumos junto a salarios, ingresos  y jubilación en extremo bajos  para la mayoría de la población, se dificulta acceder a una canasta de alimentos básicos en el consumo diario.

Sin embargo no se avizora o al menos de forma pública,  la existencia  de un programa concreto para afrontar el nivel inflacionario. No  basta con el llamado “a producir más”.

Resulta indiscutible que el punto de partida lo constituye la producción y el necesario estímulo al productor. Sin productos no existe encadenamiento alguno, ni logro de los resultados esperados, desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo.

En tiempos recientes, la comercialización de los productos agropecuarios ha demostrado deficiencias, ante un enfoque no sistémico y no identificado como sub-sistema integrante del ciclo productivo: producción-distribución-cambio y consumo. Lo cual desestimula la iniciativa del campesinado y la productividad.

Dentro de las insuficiencias o causas se pueden señalar  aquellas que originan diversas pérdidas de productos agrícolas, asociadas a las mermas en el punto de recogida, en la transportación, en las naves de almacenamiento, en la manipulación, en la distribución, en el procesamiento de los productos.

No se avizora o al menos de forma pública, la existencia de un programa concreto para afrontar el nivel inflacionario.

Causas más frecuentes

-Insuficiente contratación por parte del comprador.

-Empleo de técnicas de cosecha inadecuadas.

-El producto puede dañarse en la transportación, por las constantes sacudidas en caminos en mal estado, por la exposición al sol de no estar protegido durante la travesía  o por las altas temperaturas de acuerdo al tipo de transporte utilizado si es cerrado.

-Falta de coordinación entre la empresa acopiadora y los productores.

-Por falta de envases.

-Falta de transporte tanto de la empresa acopiadora como de las cooperativas.

-No se organiza bien el proceso de la comercialización según los destinos.

-Persiste la cadena de impagos a productores, lo que conlleva pérdida de las producciones y el productor se orienta a intermediarios informales, que pagan en el momento de la compra.

Resulta común abogar por los circuitos cortos de comercialización, los cuales suelen ser como aquellas formas de circulación agroalimentaria que sólo tienen una o ninguna figura intermediaria entre producción y consumo. Estrategia no solo utilizada por los propios productores directos, sino también por grandes mayoristas, para disminuir costos  y lograr, además, el rápido acceso de lo producido al consumidor.

Dichos circuitos cortos buscan reducir el  camino que media entre el productor y el consumidor, no tan solo en términos de distancia física,  sino también en lo social y cultural, por medio de la confianza y los valores compartidos respecto a los requerimientos y atributos específicos de los alimentos entre productor y consumidor.

Las formas superiores de organización  en la agricultura cubana,  como  parte significativa de los intereses de los productores y consumidores, sin duda puede constituir la vía para lograr circuitos cortos, sin embargo se encuentra ausente de las decisiones urgentes  y  necesarias que requiere la implementación de un modelo  totalmente nuevo de gestión económico-productivo.

El actual proceso de transformaciones requiere diversidad de formas organizativas de producción en un modelo de gestión económico-productivo totalmente nuevo, que demuestre mayor efectividad.

Diversidad productiva   

El actual proceso de transformaciones aboga  por la diversidad de formas organizativas de producción, acompañadas de la implementación de un modelo de gestión económico-productivo totalmente nuevo, que demuestre mayor efectividad.

Las formas no estatales de producción -, cooperativas de créditos y servicios, así como de producción y privados -,  poseen una  participación predominante en la producción nacional de alimentos, además encierran potencialidades no utilizadas  y para ello deben encaminarse hacia formas organizativas productivas superiores (cooperativas de 2do grado).

El Proyecto APOCOOP (Apoyo a la Intercooperación Agropecuaria, entre cooperativas),  el cual se encuentra bajo la dirección de la ANAP, acompañado por la oenegé internacional Oxfam y  con la participación de los diferentes  gobiernos municipales y provinciales,  ha marcado el inicio para el alcance de esta forma superior.

Esta importante iniciativa de intercooperación, desde el 2014 hasta la fecha, comprende 17 municipios en cuatro provincias, el cual ha sembrado la semilla de la posible evolución hacia formas de organización superior agropecuarias in  situ, con vista a facilitar el desarrollo de las fuerzas productivas en el agro cubano.

Lo anterior orientado  hacia el incremento sostenido de la producción de alimentos, la sustitución de importaciones, el logro efectivo del encadenamiento productivo  sistémico y generador de  fondos exportables.

Las organizaciones superiores no es la sumatoria de las formas productivas colectivas, que la componen, sino una nueva cooperativa que responde a los intereses de los asociados (primer grado), brindándoles bienes, servicios y apoyo  incluyendo la planificación estratégica y el logro de objetivos comunes, en mejores condiciones que aquellas a las que estarían expuestas de forma aislada.

Dentro de las tareas primordiales de esta organización superior se encuentra la fase de la comercialización agropecuaria, como eslabón dentro del ciclo, teniendo presente el estudio, monitoreo del comportamiento de variables propias del mercado:  oferta, demanda, precio, salarios, niveles de ingresos, distribución, producción, promoción e Índice de Precio al Consumidor (IPC).

De esta forma podrá medir  el  impacto a los productores y consumidores. Constituye una necesidad el perfeccionamiento del proceso de comercialización agropecuaria, tomando en consideración las variables señaladas.

Dichas variables y como parte del sistema que conformaría el  necesario Nuevo Modelo de Gestión Económico-productivo, se encuentra el “Observatorio de Mercado”, a crear dentro del municipio, el cual debe velar, alertar, realizar los estudios e investigaciones necesarias sobre el comportamiento del mercado.  (2023)

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