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viernes, 30 de junio de 2023

El turismo cubano desde la mirada de un experto canadiense

Es preciso repensar el sistema de turismo sostenible y crear nuevas oportunidades, pensar diferente, opina este experto







Cuba recibe solo una pequeña cuota de los cruceristas que visitan el Caribe, debido a los obstáculos que impone el bloqueo estadounidense

Foto: Archivo IPS-Cuba

Para algunos especialistas, el turismo internacional en Cuba necesita recuperación; para otros, debe renacer. En ambos casos, tras la pandemia, que implicó un cambio a escala planetaria, hay que cambiar la manera de pensar y hacer las cosas.

Desde esa óptica, el profesor Hilary Becker, de la Universidad de Carleton, Canadá, consideró que debe aprovecharse la oportunidad para reevaluar tanto conceptos como ofertas e introducir el llamado turismo oscuro. En su opinión,  es preciso repensar el sistema de turismo sostenible y crear nuevas oportunidades, pensar diferente.

Durante un seminario internacional sobre periodismo y turismo realizado en La Habana durante el mes de junio, Becker reflexionó sobre la industria turística cubana y las oportunidades de resurgir desde una posición más competitiva.

El académico, quien hizo su doctorado en Cuba, en el Centro de Estudios de la Economía Cubana, lanzó ideas sobre el desarrollo de nuevos paquetes de turismo, el aumento de la cooperación, tanto con las mipymes como en la región y la revisión de las industrias asociadas (agricultura y pequeñas empresas).

“Lo más importante es trabajar juntos, incrementar la eficiencia, ampliar los vínculos con las empresas pequeñas y mipymes, con financiamiento y comprometerlas para apoyar al gobierno, con la utilización de las consultoras”, recomendó.

En el modelo canadiense, dijo, el gobierno contrata servicios específicos según las necesidades de sectores como el turismo,  la agricultura y la informática, por lo que más de 100.000 personas de empresas pequeñas han sido contratadas para apoyar al gobierno con sus servicios.

En su opinión,  es preciso repensar el sistema de turismo sostenible y crear nuevas oportunidades, pensar diferente.

Una mirada desde fuera

Entre los aspectos que podrían impulsarse desde lo gubernamental, mencionó la reducción o eliminación de impuestos, incrementar los microcréditos a las pequeñas empresas, campañas de mercado cofinanciadas con socios internacionales y el turismo virtual (redes sociales y metaverso).

A su vez, consideró posible capitalizar la buena voluntad resultante del servicio que brindaron  profesionales de la salud de Cuba en la lucha contra la covid, así como desarrollar destinos de turismo inteligente, utilizar la inteligencia artificial y análisis de datos para determinar los anuncios y promociones, e identificar nuevas ofertas medioambientales.

“Las empresas estatales necesitan trabajar juntas para ampliar la industria turística, así como con otros actores en diferentes países en el Caribe y preparar una planificación de los riesgos y el problema de la resiliencia en Cuba”, declaró.

“Hay muchas oportunidades en los cruceros. En otros países, por ejemplo, a Bahamas, llegan unos 4 millones 500 000 cruceristas, mientras que en Cuba, eran unos 200 000-300 000, que podrían incrementarse, al igual que las experiencias en el buceo y la pesca”, señaló.

Becker destacó el modelo de turismo que coloca a la comunidad local en el centro del proceso, promueve el empoderamiento, el bienestar y el sentido de pertenencia, que apuesta por preservar la cultura, herencia e identidad local y conservar el ambiente, la sostenibilidad de la biodiversidad y la pertenencia.

Turismo oscuro

Entre las posibilidades para aumentar la cantidad de visitantes, el académico  destacó un término no manejado en el sector en Cuba: el turismo oscuro, relacionado con la muerte.

Al respecto, enumera posibilidades como la santería, el Cementerio capitalino de Colón, así como lugares donde se encuentran las tumbas de personalidades de relevancia histórica en la oriental ciudad de Santiago de Cuba o en la central Villa Clara, asi como de los trabajadores chinos contratados en el siglo XIX tras la abolición de la esclavitud en Cuba.

En sus conclusiones, incluyó entre las razones para promover el turismo oscuro los beneficios financieros, el enfoque en lo educacional, curiosidad y entretenimiento.

Un ejemplo de ello, dijo, sería combinar opciones: días en Santiago de Cuba, con visitas que incluyan el cuartel Moncada, el mausoleo del prócer José Martí (1853-1895) y el monolito que resguarda las cenizas  del líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro (1926-2016), ambos en el cementerio de Santa Ifigenia,  la fortaleza de San Pedro de la Roca (o Castillo del Morro) y un recorrido por esa ciudad oriental.

Otro, un recorrido nocturno por el Castillo del Morro, fortaleza construida en 1638 para la protección de la Bahía de Santiago y donde  algunos dicen escuchar voces, sugerencia que descartan categóricamente quienes trabajan allí de día.

Turismo canadiense

Los países, indicó Becker, regresaron a la normalidad en diferentes tiempos. En Estados Unidos y Canadá fueron más tímidos y tardaron más en eliminar la mascarilla y pensar en irse de vacaciones, “pero, en uno o dos años, estarán cómodos con eso”, algo que depende también de los precios de viviendas, las hipotecas y las tasas de interés.

Sobre el turismo canadiense, tradicionalmente el primer mercado emisor de turistas hacia Cuba, el profesor de la Universidad de Carleton señaló que durante la pandemia, todo cambió y ahora, demandan algo más que sol y playa, quieren también experiencias.

“La cultura es una gran posibilidad aquí, porque Cuba tiene una cultura que la diferencia del resto del Caribe, que puede servir para complementar la playa, es algo que se debe mostrar más, por eso hablo del metaverso (espacio virtual), para que las personas vean lo que pueden encontrar desde antes  del viaje”, indicó.

Las personas conocen cosas generales acerca de la revolución, pero desconocen la riqueza  cultural,comentó y puso como ejemplo que conoció la Asociación Yoruba de Cuba, cuando ya había visitado el país más de 40 veces, por falta de información.

Escenario actual

De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), hasta el mes de abril se recibieron en Cuba un millón 217 395 viajeros, que representan el 190,3 %  respecto a igual periodo de 2022, para 577 592 viajeros más.

Hasta marzo, el país había recibido 984 117 visitantes internacionales,  cifra que significa 219,7 %, es decir, 536 127 más que en similar etapa de  2022.   (2023)

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