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viernes, 8 de septiembre de 2023

¿Cuáles son los problemas de fondo de la empresa estatal en Cuba?


Analizar qué lastra el desempeño de la empresa estatal requiere ir más allá de señalar trabas específicas en su gestión y las insatisfacciones existentes acerca de tal desempeño.


POR SU PROPIO PESO Humberto Blanco Rosales, economista cubano 25 agosto, 2023




Más de 600 empresas estatales se debaten actualmente entre pérdidas y bajas utilidades.

Foto: Tomada de Cubadebate

Responder la pregunta que encabeza esta nota conduce a buscar en el contexto en el cual se desempeña la empresa, en el sistema económico del cual forma parte. En este breve espacio sólo se tratarán somenramente tres asuntos que a juicio del autor resultan fundamentales.

Restricciones presupuestarias blandas: se manifiestan mediante el tratamiento financiero de las empresas con pérdidas. En la práctica, más allá de declaraciones de larga data – en varios documentos oficiales- que manifiestan el no continuar con dicho tratamiento, se ha seguido subsidiando a estas empresas.

Aquí vale reiterar el caso de aquellas que arrastran pérdidas por decisiones estatales de no trasladar al consumidor final el incremento de precios en ciertos eslabones del proceso de creación de valor del producto. Esto último trae a la palestra nuevamente el asunto del subsidio a personas y no a productos.

Pero mantener el enfoque de subsidiar permanentemente empresas ineficientes, resulta un desestímulo a la mejora continua de su gestión, dada la garantía de que sobrevivirán de todas maneras. Desestimula también a aquellas empresas eficientes que en la práctica terminan subvencionando a aquellas que no lo son.

Y origina una erogación insostenible desde las arcas estatales, con el consiguiente efecto negativo en la disponibilidad de recursos financieros para emplear en otros fines de carácter social, científico-tecnológico, medioambiental, que son también determinantes para el desarrollo. Hoy, más de 600 de nuestras empresas estatales se debaten entre pérdidas y bajas utilidades, situación que no está exclusivamente determinada por una mala gestión de sus directivos, sin negar que esto también esté presente.Subsidiar empresas ineficientes desestimula a aquellas que son eficientes

Decisiones de naturaleza empresarial adoptadas fuera de la empresa: la asignación centralizada y administrativa de recursos críticos, la obligatoriedad impuesta en ocasiones de relacionarse sólo con ciertos proveedores y clientes, las restricciones para acceder al comercio exterior, entre otras limitaciones, provocan desajustes en tiempo y forma con las necesidades operativas del proceso de creación de valor en la empresa, así como con otras más relacionadas con su crecimiento y desarrollo.

Entre estas últimas estarían las inversiones, la gestión de proyectos de I + D+ i y las modalidades de penetración en mercados exteriores, por enumerar algunas.

Todo lo anterior significa que en definitiva – y a pesar de experiencias que demuestran la conveniencia de abandonar este enfoque- una buena parte de los resultados finales de nuestras empresas estatales, en última instancia, no dependa de la efectividad en su gestión, sino de decisiones que, aunque empresariales, no son tomadas en la empresa.

Varios «principales» y sus encargos funcionales: la ambigüedad en la delimitación de las funciones estatales y empresariales -muy relacionada con el problema anterior – arrastra consigo una práctica: la prescripción exhaustiva y detallada, desde entidades diferentes y de forma insuficientemente articulada, de disposiciones a cumplir por la empresa.

Esa falta de articulación en la actuación de entidades gubernamentales, ejerciendo diversos controles en paralelo para el cumplimiento de sus funciones específicas, cada una con sus propios intereses y su actuación simultánea como regulador y representante del dueño, el pueblo, traen consigo contradicciones que afectan la coherencia interna de la empresa como un sistema en sí mismo.

Y además de que se limita el tiempo para el ejercicio cotidiano de la dirección, puede provocar que – en un entorno orientado al control administrativo de normas y procedimientos- aquella se concentre más en demostrar el cumplimiento cabal de lo dispuesto que en el crecimiento y el desarrollo de la empresa.

Estos tres asuntos deben ser enfrentados mediante una transformación a fondo del entorno económico e institucional de la empresa estatal, en consonancia con políticas para el fomento de actores económicos de diverso signo y los vínculos entre todos ellos y una regulación económica que encamine sus comportamientos en función de los resultados deseados. Hay mucho por hacer y el factor tiempo apremia. (2023)

Sector privado cubano se concentra en las ciudades. Comentario HHC

Con 8984 aprobados hasta agosto de 2023, la mayoría de los nuevos actores económicos se localizan en La Habana.


ECONOMÍA Redacción IPS Cuba 8 septiembre, 2023



La trabajadora de una empresa privada especializada en la producción de materiales de construcción conversa con un cliente durante la segunda Feria de Desarrollo Local en La Habana. Especialistas y emprendedores consideran esencial aportar mayores estímulos para que las mipymes operen en Cuba y contribuyan con su gran potencial al desarrollo sostenible.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

Este producto periodístico forma parte de la cobertura especial Nuevos actores económicos y desarrollo local en Cuba (2023-2025).

La Habana, 8 sep.- A dos años del surgimiento de las primeras micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), el sector privado cubano incorpora nuevas piezas en el tablero económico, aunque su auge se limita a las zonas urbanas, los servicios y con preponderancia masculina y blanca.

Hasta el 19 de agosto pasado, el Ministerio de Economía y Planificación había aprobado 8786 mipymes privadas, 131 mipymes estatales y apenas 67 cooperativas no agropecuarias (CNA), para un total de 8984.

Qué revelan los números

La Habana acapara la mayoría de los nuevos actores. Sus 3691 empresas de diferentes modalidades representan el 41,08 % del total. En segundo lugar está Granma, con una cifra bastante distante: 786, cerca de la cuarta parte de las aprobadas en la capital cubana.

Le siguen en cantidad Santiago de Cuba (560), Holguín (523), Matanzas (491), Villa Clara (482), Pinar del Río (361), Artemisa (338), Sancti Spíritus (311), Guantánamo (299), Camagüey (298), Las Tunas (231), Cienfuegos (181), Mayabeque (179), Ciego de Ávila (176) e Isla de la Juventud (77).

Entre los municipios del país con más actores económicos aprobados hasta junio pasado, se encuentran Playa (652), Plaza (485), Boyeros (361), Santiago de Cuba (344), Diez de Octubre (337) y Bayamo (319), que individualmente superan en número a provincias como Cienfuegos, Mayabeque, Ciego de Ávila, Guantánamo, Las Tunas y Camagüey.

Por actividad económica de mipymes y CNA, el primer lugar lo ocupan las dedicadas al alojamiento y la gastronomía (22,1 %), la construcción (19,9 %), la industria manufacturera (18,9 %), la producción industrial de alimentos y bebidas (12,1 %), el comercio (4,8 %).

Las de reparación de vehículos representan 4,6 % del total, transportación (4 %), actividades de informática (2,7 %), servicios personales y técnicos (2,5 %) y otras actividades (8,3 %).

Datos publicados durante la sesión parlamentaria de julio de 2023 revelaron que solo el 1,2 % se dedica a actividades del sector primario.

De acuerdo con el ramo de economía, el grueso de las nuevas empresas se concentra hasta el momento en las pequeñas (hasta 35 trabajadores), con el 51,4 % del total, en tanto las medianas (hasta 100 trabajadores) representan el 26,4 % y las micro (hasta 10), el 22,2 %.

En la clasificación cubana, el 45,2 % se denominan reconvertidas, al tratarse de trabajadores por cuenta propia que decidieron constituirse en empresas, mientras el 54,8 % son de nueva creación.

Los nuevos actores dan empleo a 236 000 personas, lo que representa la creación de 161 000 nuevos puestos de trabajo.

En agosto pasado se aprobaron 234 nuevos actores, de ellos, 225 mipymes privadas, siete estatales y dos cooperativas no agropecuarias.

Sector privado a fondo



Las estadísticas hasta el 19 de agosto último dan cuenta de la alta concentración de empresas en manos masculinas: los hombres son el 74,3 % de las personas socias, mientras que las mujeres son solo cerca de la cuarta parte (25,7 %). En el caso de La Habana, el 69 % de los socios es masculino y el 31 %, femenino.

Por grupos de edades, la mayoría tiene entre 36 y 59 años (60,8 %). En la segunda posición están actores entre 18 y 35 años (25,1 %), lo que pudiera interpretarse como un indicador del interés de desarrollarse fuera del sector estatal. El grupo de 60 años y más representa el 14,1 %.

El creciente sector privado es mayoritariamente blanco, con 71,5 % del total, seguido de personas mulatas (19,7 %) y negras (8,8 %).

Según la escolaridad de los socios, son mayoría las personas con estudios y preparación técnica: nivel universitario (35,45 %), preuniversitario (34,79 %), técnico medio (15,53 %), oficio (8,63 %) y técnico superior (5,59 %).

Otras estadísticas

El compendio Venta de bienes y servicios minoristas (enero-junio 2023), de la Oficina Nacional de Estadística e Información, revela que durante el primer semestre del año la participación del sector no estatal en el comercio minorista, la gastronomía y los servicios representó el 4,10 % del total.

Eso se corresponde con más de 5400 millones de pesos cubanos (45 millones de dólares estadounidenses, según la tasa de cambio del Banco Central de Cuba) generados por venta de bienes y servicios, cifra que supera lo alcanzado en el primer semestre del año anterior (1272,95 millones de pesos cubanos equivalentes a 10 600 millones de dólares).

Además de generar empleos, diversificar la producción y los servicios, el sector privado ofrece soluciones tecnológicas e innovaciones que pueden contribuir a aliviar la crisis socioeconómica cubana.

Desde el punto de vista metodológico, se consideran como ventas de bienes y servicios las realizadas de forma directa o a través de un representante por cualquier productor privado.

Si bien la definición no lo especifica, se asume que entre los actores económicos que realizan esas ventas se encuentran representantes y productores tanto de cooperativas de créditos y servicios como de mipymes y CNA.

Según el compendio, la participación del sector no estatal, que incluiría las nuevas formas de gestión, aumentó en el comercio minorista (45,06 %), la gastronomía (49,69 %) y los servicios (5,25 %).

Las exportaciones de los trabajadores por cuenta propia y las mipymes durante el primer semestre de 2023 alcanzaron los 6300 millones de dólares, fundamentalmente en carbón vegetal, según informó el Ministerio de Economía y Planificación al parlamento, en julio pasado.

En tanto, esa fuente dio a conocer que las importaciones de las nuevas formas de gestión representaron el 8,8 % de todas las importaciones, con 246 millones de dólares.

Estadísticas de La Habana muestran que los nuevos gestores económicos tienen participación en las licitaciones para el arrendamiento de locales e inmuebles. Hasta junio se beneficiaban de ello 99 CNA, 69 mipymes y 31 proyectos de desarrollo local.

Hasta la actualidad, las nuevas formas de gestión no estatal firman contratos, tanto como proveedores o como clientes, con empresas estatales, entre ellas, Cimex, Divep, Acinox, Gran Comercial, Escambray, Copextel, Gelma, Seisa y Encomil. (2023). HHC: Amarillos nuestros

Comentario HHC: Aclaración: En el primer semestre 2023 las Mipymes habian exportado sólo 6.3  millones de dólares, según el informe del ministro de economia Alejandro Gil en la Asamblea Nacional, principalmente carbón vegetal  como se menciona.