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martes, 6 de febrero de 2024

¿Ajuste o paquetazo en Cuba? ¿Beneficios o más dificultades?

Repaso crítico de las medidas económicas aprobadas por el gobierno para su aplicación gradual durante 2024 y su probable impacto social.





Una conclusión de todas las medidas tomadas es que habrá más inflación en 2024 y eso viene aparejado a un menor poder adquisitivo de los ingresos personales.

Foto: Jorge Luis Baños_IPS

Cuba atraviesa una de las crisis económicas más profundas desde los años 90, con enormes desequilibrios macroeconómicos, una población vulnerable que alcanza cifras nunca vistas, derivada de la fuerte inflación existente, con desigualdades sociales profundas y una emigración que supera el medio millón de personas en apenas dos años y medio.

¿Qué hacer para superar esa situación? El gobierno diseñó una serie de medidas económicas, las cuales fueron analizadas por los diputados cubanos y aprobadas finalmente en la Asamblea Nacional del Poder Popular el pasado 20 de diciembre, para su aplicación anunciada como gradual, en el transcuro de 2024.

Se explicó en esas sesiones que se estaba estudiando y se establecería un plan de estabilización macroeconómica como una condición para el crecimiento económico, y realmente es así, lo que no fueron precisos en qué consistiría ese plan, excepto que:

1.- Se recuperaría el Turismo.

2.- Se incrementarían las exportaciones de bienes y servicios, especialmente los profesionales de la salud.

3.- Se trabajaría para incrementar las producciones de níquel, tabaco, ron y otros rubros exportables.

Tales ideas no son del todo novedosas, ya que ya han sido expuestas en periodos anteriores y en concreto no se logró cumplir los planes previstos. Para ello se necesitaban, entre otros aspectos, inversiones, que hoy tienen una estructura deformada debido a que se continúa priorizando las construcciones inmobiliarias, especialmente hoteles, mientras muy pocas van a la industria y a la agricultura. 

Mercado cambiario

Para lograr una tasa de cambio fundamentada, necesariamente debe haber un mercado cambiario en el cual se pueda acceder libremente a esas divisas. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

Una utopía, y a la vez, una necesidad, es el planteo de redimensionar el mercado cambiario, “intervención del informal y el control del tipo de cambio en el país, lo cual incluye la determinación de la tasa de cambio y la formación de precios. La palabra “intervención”puede significar la adopción de medidas drásticas. Ojalá no sea así.

En las condiciones de crisis económica actual y los amplios desequilibrios estructurales existentes, es muy difícil el logro de esos objetivos, que más bien parecen una lista de deseos.

Se propone para este año 2024 determinar la tasa de cambio que debería tener el peso cubano. Y es una necesidad imperiosa, pero necesariamente para lograr una tasa de cambio fundamentada, debe haber un mercado cambiario en el cual se pueda acceder libremente a esas divisas. La paradoja es que el estado carece de las reservas monetarias necesarias para interactuar en ese mercado.

De otra parte, el sistema bancario cubano no resulta del todo confiable. Se acumulan deudas y se atrasan los pagos a proveedores, entre otros problemas. Entonces, ¿cómo se podría, en estas condiciones, incentivar la captación y recuperar los flujos de remesas y otros ingresos? Además, lo real es que parte importante de las remesas que llegan al país toman otros caminos y no pasan por las instituciones financieras, debido a la pérdida de confianza.

Las nuevas formas de propiedad, como las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), necesitan obtener materias primas para el funcionamiento de su negocio, las cuales, lamentablemente, en pesos cubanos y en el país no se consiguen. Estas empresas se ven obligadas a realizar enormes erogaciones monetarias en el exterior para garantizar sus insumos. Esas divisas se adquieren en el mercado informal que se acercaba 280 pesos por un dólar, al iniciar el año en curso.

Habría que esperar a ver como se utilizarán los nuevos medios de pago o tarjetas en divisas, como las nuevas tarjetas Clásica que serán en dólares, ya que se plantea que se les aplicarán incentivos para la compra de bienes y servicios, y que se podrán recargar desde el exterior o en efectivo, e implementar medidas para que las formas de gestión no estatal realicen sus importaciones con pagos desde Cuba y no desde el exterior.

La realidad hasta hoy ha demostrado que una empresa que deposita divisas en el banco, cuando las necesita para pagar a un proveedor extranjero, se le niega o se demora el pago a la empresa en el exterior.

Tampoco es sólida la idea de aplicar nuevos proyectos de negocios y mecanismos que permitan inyectar liquidez en las cuentas en divisa digital (MLC), fondos que respaldarán las operaciones comerciales y de aprovisionamiento.

Por ejemplo, cómo es posible que los nuevos servicentros que operarían en dólares o en medios de pago del extranjero, ahora no acepten los MLC que existen en las tarjetas de los usuarios, si ese MLC fue dólar, euro o divisa extranjera antes de depositarse en bancos. Entonces, ¿donde está ese dinero que debería respaldar las cuentas MLC existentes?

Fue muy certero el pronunciamiento de la Asamblea de“continuar el proceso de renegociación de la deuda externa con países estratégicos para el desarrollo económico y social de la nación”. Como es lógico, eso podría destrabar nuevas líneas de crédito necesarias para la importación de materias primas, pero no se ve con claridad el origen de las divisas para cumplir ese objetivo.

La idea de aumentar la participación de la inversión extranjera, priorizando la producción de alimentos es loable. Sin embargo, resulta necesario alertar que se trata de algo que viene diciéndose desde hace más de 10 años, sin los resultados que se necesitan.

En igual sentido, resalta lo expresado en relación con incentivar los contratos de producción cooperada con inversionistas extranjeros y actores económicos no estatales que aporten financiamiento en divisas y materias primas. Pero se trata solo de intenciones, pues la realidad demuestra que persisten las trabas internas que no favorecen esos negocios. Tampoco se puede desconocer la presión sobre los inversionistas extranjeros para que no inviertan en Cuba, resultado del bloqueo estadounidense vigente desde 1962 y recrudecido en la actualidad. 

Agricultura y sector empresarial

“Hay que sembrar más caña, entre las medidas hemos autorizado a Azcuba la venta en divisa de azúcar a empresas mixtas, para reinvertir esos ingresos en la industria”, anunció el primer ministro Manuel Marrero. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

La idea en relación con la agricultura es interesante, ya que se prevé perfeccionar y desarrollar el proceso de contratación con las formas productivas no estatales en el sector agrícola. “Hay que sembrar más caña, entre las medidas hemos autorizado a Azcuba la venta en divisa de azúcar a empresas mixtas, para reinvertir esos ingresos en la industria”, anunció el primer ministro Manuel Marrero en las sesiones parlamentarias dedicadas a la economía. La idea es promover negocios que contribuyan a recuperar la industria azucarera e incrementar los rendimientos agrícolas en los campos cañeros.

Tales enunciados reflejan que fue un error el haberle quitado prioridad a la agroindustria azucarera, que no se analizó suficientemente el cierre de una parte de los centrales existentes, pero también que no escucharon las advertencias de muchos economistas en cuanto a permitir su recuperación con recursos extranjeros. Además, la industria azucarera fue la que menos inversión recibió en los últimos cinco años.

El planteamiento de reducir en un 50%, para todos los actores económicos, el pago de aranceles por las importaciones de materias primas y bienes intermedios, con especial énfasis en la producción agropecuaria y de otros alimentos, e incrementar las tarifas arancelarias a la importación de algunos productos listos para la venta, como tabacos, cigarros, rones, cervezas y otros, de los que hay producciones en el país, son propuestas aceptables para eliminar barreras que aún existen, pero no necesariamente garantizan el éxito. Ojalá que lo fueran.

Es preocupante el planteamiento siguiente, ya que lo mismo se dijo cuando se crearon este tipo de tiendas y no se observaron los resultados: Se crearán las condiciones que permitan la sostenibilidad de la oferta en el sistema de tiendas en divisas con precios competitivos, y con esto el mejoramiento en las tiendas en moneda nacional”. 

Las autoridades cubanas comprendieron que necesariamente en esta etapa por la que atraviesa Cuba, es necesario dolarizar una parte de la economía. Sin embargo, los discursos de los dirigentes no resaltaban esa idea anteriormente, podría decirse un paso adelante y al poco tiempo un paso atrás.

“Para nada la visión del gobierno es la dolarización, porque disponemos de un programa de desdolarización, pero para llegar a esa meta debemos transitar por dolarizaciones parciales para restaurar y potenciar la compra de bienes y servicios”, afirmó Marrero.

Aunque es una realidad, el momento es inadecuado para la idea de actualizar los valores referenciales de las viviendas y aplicar los impuestos asociados a la compraventa entre personas naturales. La regulación del pago al momento de formalizar la transmisión, solo lleva a más pérdida del poder adquisitivo de los cubanos, ya que con el déficit actual de viviendas, si estas encarecen, habrá menos personas con posibilidad de adquirir su casa.

Nos referimos a quienes aspiran a seguir en el país. Se conoce que el mercado de compraventa de viviendas en la actualidad sufre cierto estancamiento, a pesar de que una parte del fondo habitacional está sin uso en estos momentos, derivado de la emigración en curso. 

Incongruencias

El plan gubernamental prevé la recuperación del turismo, las exportaciones de bienes y servicios, especialmente los profesionales de la salud, asi como incremento de producciones de níquel, tabaco, ron y otros rubros. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

En la sesión del parlamento en que se analizó todo lo referente a la economía se notaron ciertas incongruencias, ya que por un lado se expresaron pasos para centralizar más las decisiones económicas y a la vez se habló de apertura:

Al respecto, el primer ministro aseguró: “Hemos dado pasos para que el Gobierno abra la economía y que no se concentre ese proceso en pequeños negocios, sino en la empresa estatal socialista”.

Lo llamativo es que se sigue hablando de empresas estatales en vez de empresas estatales estratégicas. Ya el país ha recorrido un largo periodo de un camino socialista, y la historia refrenda que las empresas estatales, como han funcionado hasta el momento, tienen un lastre de ineficiencia y de baja productiva, con marcadas excepciones de algunas que han funcionado bajo otras reglas, como el ciclo cerrado. Es hora de convertir a la empresa estatal en empresas públicas, y con una verdadera autonomía.

Las empresas públicas y las empresas estatales son propiedad del Estado, pero difieren en su estructura y funcionamiento. En general, las empresas públicas se conforman por mandato legal y están obligadas a hacer pública su información financiera. En el caso específico de las empresas públicas, la mayoría de las leyes aplicadas a estas instituciones poseen como finalidad la distribución equitativa de los ingresos.

Una empresa pública es una organización gubernamental que forma parte o pertenece al Estado. Por otro lado, una “empresa estatal” es una empresa cuyo propietario es el Estado y por consiguiente es dirigida, administrada y controlada –ya sea de forma total o parcial– por las instituciones y organismos correspondientes emanados del gobierno de un país o de una entidad subnacional.

La preocupación que persiste en algunos académicos es saber cuáles causas se han esgrimido para seguir postergando la ley de empresas. ¿Quién frena la elaboración y terminación de la Ley de Empresas?

La tan necesaria ley de empresas en Cuba debía aprobarse en 2022. Se postergó para 2023 y ahora se pasa para 2024. Sin esa ley es muy difícil que las empresas cubanas salgan de la situación desfavorecida en que se encuentran. 

Nuevos actores


Consolidar la bancarización, perfeccionar el sistema bancario, es otra de las consideraciones incluidas en el plan de medidas. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

La incoherencia sigue desde el mismo momento en que se plantea: “Consideramos que la decisión de aprobar las mipymes fue correcta y responde a una política de los trabajadores por cuenta propia. El Estado no es para administrar chinchales”.

Pero seguidamente se aclaró que se adoptarían nuevas normas, aunque con ciertas indicaciones, “que no son para retroceder ni prohibir”.

Sí es muy atinada la idea de “Actualizar las actividades no autorizadas a realizar por los actores económicos no estatales. Ojalá aparezca la aprobación de los oficios prohibidos, pero demandados como ingenieros civiles, arquitectos, guía de turismo, entre otros. Sería además una contribución al tema del empleo.

De acuerdo a informes oficiales, 2023 cerró con una disminución del 4% de los ocupados y se implementarán medidas para detener esta tendenciaSe obviaron, sin embargo, aspectos esenciales como el de la emigración a otros destinos, por la situación política y económica cubana.

Entre muchos economistas persiste el criterio de que se debe crear una institución para atender a los nuevos actores económicos. Fue por ello importante el anuncio en el parlamento unicameral  de “crear el Instituto para la atención a los actores económicos no estatales”Ojalá tenga la autonomía que se necesita y que sea lidereado por un cuadro que provenga del sector privado, es decir, que conozca las interioridades del trabajo con otras reglas.

Es una realidad cuando el gobierno anuncia “Condicionar que, para el desarrollo de operaciones de comercio exterior, los actores económicos no estatales deben hacer constar y declarar fondos con liquidez real”.

Ya se cumplirá un año de la exhortación a la bancarizacion y no se han logrado los resultados esperados. Ojalá se acelere esta propuesta ya que se planteó que la bancarización tiene que ser una prioridad. Resolver los problemas con los mecanismos de pago electrónico en los primeros meses del año. Consolidar la bancarización, perfeccionar el sistema bancario, es otra de las consideraciones incluidas en el plan de medidas económicas. 

Impacto social

La situación económica cubana adversa proviene de la producción, sin embargo, las medidas gubernamentales se concentran especialmente en la esfera de la circulación. Foto: Jorge Luis Baños_IPS

Es importante conocer que el estado trabaja en la actualización del costo de la canasta familiar normada y de la canasta de bienes y servicios de referencia, con los precios de los alimentos de producción nacional y los de importación. Era algo que debió hacerse cada cierto periodo por la elevada inflación presente en la economía del país. Las dudas que persisten son cuales serían las referencias a la tasa de cambio que tomará el estado, es decir, si tomará la de 1 usd x 120 CUP CUP. O la vigente como promedio en el mercado informal que se ha acercado a 1 usd x 295 CUP.

No es muy comprendido el incremento en un 25% de la tarifa eléctrica del sector residencial, solo para los altos consumidores a partir de los 500 kWh como mecanismo de contención de la demanda. Estamos hablando para el 6% de los consumidores y el ahorro que se podría lograr en estos. Pero lo preocupante es que dentro de estos “altos consumidores” están incluidas las mipymes productivas, panaderías, dulcerías, de materiales de la construcción, entre otras.

El resultado de esa medida será un incremento de precios con la afectación del consumidor final. Un ejemplo ilustrativo: si una mipyme de panadería paga más por la electricidad, el incremento de su costo se lo agregará al pan que venderá. Y como el estado no tiene suficientes materias primas para elaborar panes y hacer la competencia, se seguirá utilizando el circuito privado y con más altos precios.

Resulta complicado manejar una economía con diferentes tipos de precios para el combustible. No solo que hay precios mayoristas y minoristas, sino que hay precios en dólares y en moneda nacional, pero el MLC no se considera dólar, según el esquema presentado. Además, se toma esa decisión en el momento de la mayor escasez de combustibles en los servicentros del país ¿No hubiera sido más apropiado estabilizar la entrega de combustibles a los servicentros y después proceder al incremento de precios?

Las cifras de importaciones y producción nacional ilustran ese desabastecimiento en los servicentros, tanto de diésel como gasolina, de acuerdo al consumo anual.

Evidentemente el incremento de las importaciones de gasolina a los precios del mercado respondió a la baja producción de ese producto en el país, según el gráfico siguiente, y donde no se han publicado las cifras de los últimos 2 años.

Los incrementos en los precios minoristas del gas licuado –el cilindro de 10 kg de 180 a 225 CUP, y de 810 a 1 014 CUP el de 45 kg–,  no parecen significativos, pero afectarían la vida de los asalariados y jubilados si no se hace un incremento de ingresos que compense esa subida de tarifas.

En este mismo sentido, la aplicación de nuevas tarifas incrementadas en los servicios de transportación de pasajeros deteriora aún más los ingresos de los trabajadores, sobre todos los que necesitan moverse de una provincia a otra, incluso porque tienen que ir en busca de determinados servicios médicos o educativos.

De otra parte, en la actual carencia de bienes alimenticios es muy importante “prorrogar las exenciones arancelarias a la importación de alimentos y aseo por personas naturales”como se afirma en el plan de medidas económicas.

Lo anunciado es un paquete de austeridad, de recorte de gastos y de incrementos de tarifas de servicios, ya que no son visibles los planes concretos de incrementos de la producción, es decir, de aumentos de ofertas”.

Omar Everleny Pérez Villanueva

Con un déficit fiscal del 18% para el 2024 es difícil que los recursos que se logren permitan avanzar hacia una estabilidad macroeconómica, aunque se incrementen vía precios o impuestos los ingresos al presupuesto. No se puede olvidar que Cuba tiene el mayor déficit fiscal de los últimos años, según el siguiente gráfico:


Lo anunciado es un paquete de austeridad, de recorte de gastos y de incrementos de tarifas de servicios, ya que no son visibles los planes concretos de incrementos de la producción, es decir, de aumentos de ofertas.

La situación económica cubana adversa es derivada, entre otros aspectos, de la disminución de las ofertas de bienes y servicios, es decir, de la producción. Sin embargo, las medidas económicas gubernamentales se concentran especialmente en la esfera de la circulación.

En la mayoría de los casos los cuadros institucionales del país tienen la tendencia a comparar los precios internos con los internacionales y eso no sería incorrecto, pero también tienen que compararse con los salarios internacionales y lo que se puede adquirir con ellos, especialmente correlacionar qué cantidad de la “canasta básica alimenticia” se puede adquirir con los salarios que se pagan en cada país.

Resulta complejo saber cuál es la equivalencia en dólares del salario de los cubanos.

En un ejercicio lineal estadístico, si se toma el salario promedio de 2022 en pesos cubanos de 4219 y se divide con respecto a la tasa oficial de 1 usd x 24 CUP, ese salario es 168,76 dólares, pero si lo hacemos por la tasa de cambio de Cadeca de 1 usd x 120 CUP, el salario sería unos 35 dólares, y por la tasa informal de 295 pesos por dólar sería de unos 14 dólares. Se estaría en el último lugar de América Latina, excepto Venezuela.



Se sabe que en el caso cubano el estado ofrecía a través de los Fondos Sociales de Consumo un complemento a esos bajos salarios. Pero la realidad actual demuestra que hay un deterioro en los productos o servicios que antes se entregaban de forma gratuita o subsidiada. Inclusive en la sagrada cartilla de racionamiento, hoy no se cumplen ni los plazos de entrega, ni la entrega de una serie de productos.

En general, las medidas económicas ya anunciadas y con fecha de implementación –algunas de ellas entre febrero y marzo de 2024– afectarán a los consumidores finales, es decir, a la población. Se incrementará la inflación entre 2 y 3 dígitos este año y, aunque el estado incremente sus ingresos al presupuesto, es casi imposible cambiar el desequilibrio fiscal existente.

Una conclusión de todas las medidas económicas tomadas es que habrá más inflación en 2024 y eso viene aparejado a un menor poder adquisitivo de los ingresos de los cubanos. Todo incremento de precios o tarifas de alcance transversal como combustibles, electricidad y otros se traslada a los costos de los productos o servicios y estos a la vez al precio final de los productos.

Ya ha sucedido con la elevación de las tarifas del transporte no regular en la Ciudad de la Habana. Multar a los choferes solo conllevaría a la retirada de sus servicios, y el estado no tiene medios de transporte para cubrir la necesidad de transportación de su población.

Hay que considerar que los ingresos del personal de la Salud y Educación fueron incrementados en el 2024, pero aun resultan insuficientes para el nivel de precios existentes, especialmente los alimentos. Sin embargo los más vulnerables de la sociedad, los jubilados y asistenciados, aun tienen pensiones aprobadas en 2021 en el comienzo de la tarea Ordenamiento.

Tener presente que el índice de precios al consumidor continúa creciendo cada mes, a veces con desaceleración, pero incremento al fin. Por ejemplo en diciembre de 2023 los precios se incrementaron 33%. (2024)


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