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viernes, 15 de marzo de 2024

Cuba impulsa circularidad en agroindustria azucarera

La agroindustria azucarera podría resurgir de sus cenizas a partir de soluciones innovadoras basadas en la economía circular.




Gráfico de producción de azúcar. Elaboración propia a partir de datos de la prensa.

La reciente aprobación en la Asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente de la resolución Circularidad de una agroindustria de la caña de azúcar resiliente y baja en carbono, propuesta por Cuba, podría abrir las puertas a enfoques innovadores para un sector del que dependen miles de personas en Cuba y el mundo.

Patrocinado por Brasil, el texto reconoce las potencialidades de la aplicación de la economía circular (EC) -un modelo de producción y consumo que implica compartir, arrendar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar los materiales y productos-, en esa agroindustria, particularmente ante los desafíos del cambio climático, pérdida de la biodiversidad, degradación de los suelos y la contaminación.

La circularidad, explican expertos, es una forma de no dejar que se deseche nada, que cada subproducto de una producción o un desecho se incorpore en procesos productivos, para buscar mayor oferta de bienes y servicios y diversificar las producciones, como vía para atender el cambio climático y la contaminación.

La agroindustria azucarera, vital para alrededor de 77 naciones, tiene también fortalezas como ser fuente de alimentos, materias primas, biomateriales y bioenergía.

Esta iniciativa, presentada por la delegación cubana a la cumbre de Nairobi, Kenya, se produce en momentos en que la otrora primera industria cubana no logra superar los bajos resultados, considerados los peores en los últimos 100 años, que trae dificultades para cubrir la demanda de azúcar de la canasta básica de la cartilla de abastecimiento.

Venida a menos a partir de los años 90, cuando comenzó el desmantelamiento de buena parte de las fábricas de azúcar,  la zafra 2023-2024 se ha desarrollado en escenario complejo, con bajos rendimientos agrícolas e industriales, derivados, entre otras causas, de las dificultades en el abastecimiento de recursos e insumos necesarios, por la escasa disponibilidad de divisas, fundamentalmente.

Propuesta cubana

Según se dio a conocer, esta  fue la primera ocasión que Cuba presenta un proyecto de resolución en la historia de la Asamblea de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, surgida en 2012 como resultado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, conocida como Río+20.

El texto, aprobado por aclamación en la reunión realizada entre el 26 de febrero y el 1 de marzo, invita a los Estados miembros con agroindustria de la caña de azúcar a integrar los enfoques de EC en sus estrategias nacionales, así como explorar y desarrollar iniciativas de asociación, en cooperación con el sector privado y otros actores, dirigidas a respaldar su implementación.

La resolución promueve el desarrollo y la transferencia de tecnología, buenas prácticas, creación de capacidades, investigación científica y la innovación.

Esta propuesta defiende también la visión de los países del Sur en relación con la economía circular, con una aproximación integral a la cadena de valor de la agroindustria azucarera, con énfasis en la variable social comunitaria y fuerte compromiso con la protección de la calidad ambiental.

De acuerdo con expertos, la aprobación de este tipo de resolución puede contribuir a movilizar fondos para reinventar este sector -altamente contaminante y que emite gases de efecto invernadero-, con impacto tanto en lo ambiental y lo económico, como en lo social, con el resurgir de la vida de sus entornos.

En el artículo Diversificación de la industria azucarera y bioeconomía circular: las rutas de la energía, Raúl Sabadí-Díaz, del Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (Icidca) pone como ejemplo de diversificación en la agroindustria cubana la producción de biogás a partir de las vinazas de la destilería anexa a la empresa azucarera Heriberto Duquesne, en Remedios, Villa Clara.

Otro ejemplo es un proyecto de innovación enfocado en producir biogás, a partir de la mezcla de diferentes sustratos originados por un central azucarero y su destilería.

La  diversificación responde “al concepto de bioeconomía circular, al hacerse un uso útil de todos los subproductos y residuos que se generan y retornan al proceso, a su vez, como insumos o utilidades de diversos tipos, como la electricidad y el agua, con reducción del impacto negativo sobre el medio ambiente”.

No obstante, para el investigador Manuel Díaz-de los Ríos, entre las barreras para la diversificación y la EC en Cuba, se encuentran las financieras y económicas, “aunque se entrelazan con barreras tecnológicas, debido a la obsolescencia de la industria”.

Medidas para el rescate

A no pocas personas les duele el estado de este sector que en sus mejores años se ubicó entre los más productivos del mundo.

En Cuba existe un programa para resucitar la agroindustria azucarera, con cerca de un centenar de medidas –hasta diciembre pasado, se habían cumplido 43-, con prioridad en el incremento de la siembra de caña para próximas zafras y aplicar un nuevo modelo económico financiero para la comercialización y aprobación de precios.

Ese modelo establece destinar el incremento de los ingresos por ventas de meladuras y alcoholes -mediante la aplicación de un impuesto especial-, al pago de deudas y compensar resultados de actividades irrentables.

La actualización de los precios de la caña comprende premisas como reconocer los incrementos de gastos en fertilizantes e insumos a los precios actuales, además de mejorar los importes de anticipos y salarios a pagar al productor.

Se estipula también mantener la argumentación del precio basado en un rendimiento agrícola promedio de 40 toneladas por hectárea, aun cuando el estimado para la zafra 2023-2024 es de 31,2 t/ ha; entre otros aspectos que permitan mejores pagos a los trabajadores de unidades productoras que eleven rendimientos o disminuyan los costos y gastos de la producción.

Sin embargo, según se informó en diciembre pasado en el parlamento, en la pasada zafra se sembraron en Cuba 63 400 hectáreas, 42 % del plan; y hasta diciembre, se habían plantado solo 40 689,  (32 %) , debido principalmente a  la falta de combustible.

(2024)

3 comentarios:

  1. La agroindustria azucarera podría resurgir de sus cenizas a partir de soluciones innovadoras basadas en la economía circular. Esto suena a espectacularidad. Cuando comprenderemos que el azúcar y los demás derivados de la Caña de Azúcar, no se gesta sus resultados en la industria, es en el campo, donde se gana la batalla y los rendimientos ahí están en números pésimos. Mucha ciencia y pocos resultados. La ciencia sin resultados es seudociencia .

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  2. Ahí esta el.detalle, El azúcar se fabrica en el campo, y se extrae en la fábrica. Si el campo falla, no hay azúcar.

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  3. Hay q acabar con los campesinos y arrendarle tierra acrobot cortadores de caña
    Hace rato q han desaparecido los canpesinos en el mundo desarrollado existen agronegicioa modernos cin tecnologia

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