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martes, 2 de abril de 2024

Se extiende uso de fuentes renovables de energía en oriente cubano

Más de 26 000 habitantes de la oriental provincia de Holguín cuentan con fuentes renovables de energía que les facilitan el acceso a agua potable





Para facilitar la producción sustentable de energía limpia en comunidades rurales, varios proyectos de cooperación internacional financian la instalación de paneles fotovoltaicos.

Foto: Jorge Luis Baños/IPS

La Habana, 2 abr.- Habitantes de las comunidades Santa María y Los Hoyos, en el municipio de Gibara, y Oscar Lucero, en la ciudad de Holguín, se benefician del uso extendido de fuentes renovables de energía para el abasto de agua en la oriental provincia homónima, anunció Juan Mario Echavarría, delegado en ese territorio del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.

Destacó el directivo que el cambio de matriz energética en el sector hidráulico favorece a más de 26 000 habitantes de áreas vulnerables y los paneles fotovoltaicos instalados hace un año en otras localidades holguineras representan el ahorro de unos 20 000 litros de combustible.

Por otra parte, se refirió a la creación de condiciones de infraestructura para garantizar el funcionamiento de los equipos, a la par de las acciones de capacitación a operadores y directivos en 11 de los 14 municipios de dicha provincia.

El uso de fuentes renovables de energía facilita el acceso al servicio de abasto de agua en áreas rurales y de difícil acceso en el tercer territorio más densamente poblado de Cuba, con más de 1 006 000 residentes (el 22 % con 60 años o más), según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información al cierre del primer trimestre del 2023.

Además, se incorporan nuevos clientes a los sistemas de acueducto y se prolonga la vida útil de las bombas. En Holguín funcionan actualmente alrededor de 1830 paneles solares en 25 instituciones de sectores como la educación.

La estrategia del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos se implementa en otras provincias como Pinar del Río (occidente), Cienfuegos (centro) y Las Tunas (oriente). Incluye entre sus objetivos el ahorro de los costos de mantenimiento, la estabilidad en el bombeo de agua y la reducción en el uso de los combustibles fósiles.

Cuba promueve y extiende el empleo de energías “limpias” desde hace décadas, al punto de convertirlo en política. En 2019, el gobierno emitió el Decreto-Ley No. 345 sobre el “desarrollo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía”.

Incluso trazó un programa con vistas a lograr en 2030 que el 37 % de la electricidad producida en la nación caribeña provenga de fuentes hidráulicas, fotovoltaicas, eólicas o de biomasa.

Contexto y perspectivas

Sobre la difícil situación energética de la nación caribeña, las estrategias y acciones actuales para afrontarla dialogó el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O, el pasado 14 de marzo, con un grupo de periodistas.

Al referirse al contexto signado por la falta de financiamiento, la pérdida de suministradores claves de combustibles y el deterioro creciente de la infraestructura de generación térmica, tras décadas de explotación, aseguró que se trabaja para alcanzar “la sostenibilidad y la soberanía energética con nuestro propio crudo, nuestro gas y las fuentes renovables de energía”.

En tal sentido, informó que durante marzo se sincronizaron con el sistema eléctrico nacional tres nuevos parques solares y que el arribo de equipamiento al país permitiría acelerar el avance en la generación fotovoltaica.

Comentó sobre la firma de dos contratos para alcanzar los 2000 megawatts de energía fotovoltaica. El objetivo destacó, es concluir el primer contrato de 1000 megawatts en mayo de 2025, y el segundo, en 2028. Cada acuerdo incluye 100 megawatts adicionales en capacidad de almacenamiento, puntualizó.

Asimismo precisó que como resultado se prevé la instalación de 46 parques solares (para un total de 92) en todas las provincias cubanas. De ese modo será posible elevar el aporte de las fuentes renovables a la matriz energética cubana, dejar de consumir 750 000 toneladas de combustible en la generación eléctrica y reducir las emisiones de dióxido de carbono.

En torno a las perspectivas del sector energético para este año, el ministro comentó la estrategia de continuar los mantenimientos “para garantizar la estabilidad de las plantas (termoeléctricas)”.

A la par, el suministro de combustible para el funcionamiento del sistema electroenergético nacional (2000 t diarias de diésel) se mantendrá “con dificultades para cubrir la demanda”, señaló. (2024)

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