Los vínculos entre el sector estatal y privado esconden un problema de fondo, a saber, la profunda segmentación del sistema de precios que existe entre ambas formas productivas. Por sistema de precios se entiende no sólo el precio de los bienes y servicios finales, sino también del tipo de cambio, tipo de interés, salarios, y precios de los insumos.
Esa segmentación es, en buena medida, responsable de los múltiples problemas del sector estatal, ej., escasez de insumos productivos, baja rentabilidad, dificultades financieras y creciente demanda de subsidios del presupuesto del Estado.
Resolverlo es una cuestión de primer orden para la reactivación de corto plazo.
Sin embargo, el camino NO puede ser llevar el sistema de precios privados al estatal. Ése es un canal peligroso que conduce solo a mayor recesion/depresión, y, fractura del modelo productivo y exportador; y que alimenta (no reduce) la inflación.
El camino es la integración de ambos sistemas unificando precios y salarios a partir de reformar el entorno institucional (las reglas de juegos) del sector empresarial estatal.
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