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sábado, 29 de junio de 2024

Del Consenso de Washington a la Declaración de Berlín

27 de junio de 2024 



Docenas de destacados economistas y profesionales se reunieron en Berlín a finales de mayo para una cumbre organizada por el Foro para una Nueva Economía. Sorprendentemente, la cumbre condujo a algo parecido a un nuevo entendimiento que puede reemplazar el reinado de décadas de ortodoxia neoliberal.

CAMBRIDGE/BERKELEY/BERLÍN – Los cambios de paradigma en el pensamiento económico dominante suelen acompañar a las crisis que exigen nuevas respuestas, como ocurrió después de la estanflación (bajo crecimiento y alta inflación) que azotó a las economías avanzadas en la década de 1970. Y puede estar sucediendo nuevamente, ahora que las democracias liberales enfrentaron una ola de desconfianza popular en su capacidad para servir a sus ciudadanos y abordar las múltiples crisis (que van desde el cambio climático hasta las desigualdades insoportables y los grandes conflictos globales) que amenazan nuestro futuro.

Las consecuencias se pueden ver ahora en Estados Unidos, donde el expresidente Donald Trump tiene buenas posibilidades de ganar las elecciones presidenciales de noviembre. De manera similar, un gobierno de extrema derecha podría tomar el poder en Francia después de las próximas elecciones anticipadas . Para impedir políticas populistas peligrosas que exploten la ira de los votantes y evitar daños importantes a la humanidad y al planeta, debemos abordar urgentemente las causas profundas del resentimiento de la gente.

Con este imperativo en mente, muchos economistas y profesionales destacados se reunieron en Berlín a fines de mayo en una cumbre organizada por el Foro Nueva Economía. La cumbre “ Recuperar al pueblo ” condujo a algo parecido a una nueva comprensión que puede reemplazar al “ Consenso de Washington ” liberal de mercado , que durante cuatro décadas enfatizó la primacía del libre comercio y los flujos de capital, la desregulación, la privatización y otros lemas pro mercado.

Desde entonces, la Declaración de Berlín publicada al final de la reunión ha sido firmada por docenas de destacados académicos, entre ellos el premio Nobel Angus Deaton , Mariana Mazzucato y Olivier Blanchard , así como por Thomas Piketty , Isabella Weber , Branko Milanovic y muchos otros.

El Consenso de Washington se ha tambaleado durante algún tiempo, cuestionado por abundantes investigaciones que documentan el aumento de la desigualdad de ingresos y riqueza y sus causas, así como por reevaluaciones del papel de la política industrial y las estrategias para combatir el cambio climático. Las crisis recientes, sin mencionar el peligro de perder la lucha por la propia democracia liberal, han catalizado un esfuerzo por traducir toda esta investigación en un nuevo marco común de políticas para recuperar a los ciudadanos.

La Declaración de Berlín pone de relieve la evidencia generalizada de que la desconfianza de las personas se debe en gran medida a la experiencia compartida de una pérdida real o percibida del control sobre la propia subsistencia y la trayectoria de los cambios sociales. Esta sensación de impotencia ha sido provocada por las conmociones derivadas de la globalización y los cambios tecnológicos, amplificadas por el cambio climático, la inteligencia artificial, la reciente crisis inflacionaria y la austeridad.

Este diagnóstico lleva lógicamente a una conclusión igualmente clara. Para recuperar la confianza de la gente se requieren políticas que restablezcan la confianza en su capacidad (y en la de sus gobiernos) para responder eficazmente a los problemas reales que enfrentan. Esto significa centrar las políticas en la creación de prosperidad compartida y buenos empleos, incluidas políticas que aborden de manera proactiva las inminentes perturbaciones regionales apoyando nuevas industrias y dirigiendo la innovación hacia la creación de riqueza para muchos.

Existe un apoyo igualmente fuerte para diseñar una forma más saludable de globalización, para coordinar las políticas climáticas y para permitir el control nacional sobre intereses estratégicos cruciales. Detrás de estas prioridades hay un amplio acuerdo en que se deben reducir las desigualdades de ingresos y riqueza.

Como parte de un nuevo consenso, las políticas climáticas deberán combinar un precio razonable del carbono con fuertes incentivos positivos y una inversión ambiciosa en infraestructura. Y existe una aceptación generalizada de la necesidad de que los países en desarrollo obtengan los recursos financieros y tecnológicos que necesitan para embarcarse en la transición climática. En resumen, existe un nuevo sentido común compartido de que es necesario establecer un nuevo equilibrio entre los mercados y la acción colectiva.

Hace cinco años probablemente no hubiera sido posible llegar a un acuerdo sobre todo esto. El gran número de signatarios y la diversidad de perspectivas que representan reflejan cuánto ha cambiado el debate con la acumulación de cada vez más evidencia empírica.

Los firmantes de la Declaración de Berlín no pretenden tener todas las respuestas; ni mucho menos. El propósito de la Declaración es, más bien, ofrecer una declaración de principios que obviamente difieren de la ortodoxia anterior y crear un mandato para refinar los conceptos políticos para la práctica. La forma de lograr una política industrial adecuada debe definirse en un contexto nacional, así como en un esfuerzo internacional de cooperación; lo mismo se puede decir de la mejor manera en que los gobiernos pueden incentivar un comportamiento respetuoso con el clima. También quedan preguntas abiertas sobre cómo replantear la globalización o reducir de manera más eficaz la desigualdad económica.

Sin embargo, alcanzar un consenso sobre los principios que deben guiar a los responsables de las políticas es sumamente importante. Reconocer que los mercados por sí solos no detendrán el cambio climático ni conducirán a una distribución menos desigual de la riqueza es sólo un paso hacia la elaboración de estrategias óptimas que puedan abordar eficazmente los desafíos reales que enfrentamos. Ya se han logrado muchos avances en este frente.

Ahora nos enfrentamos a una elección entre una reacción populista proteccionista, con todo el conflicto que ello implica, y un nuevo conjunto de políticas que respondan a las preocupaciones de la gente. Para adelantarnos a los populistas, necesitamos un nuevo consenso político que se centre en las causas de la desconfianza de los ciudadanos, más que en los síntomas.

Se necesita un esfuerzo concertado para volver a poner a los ciudadanos y a sus gobiernos en el asiento del conductor y promover el bienestar de la mayoría para restaurar la confianza en la capacidad de nuestras sociedades para superar las crisis y asegurar un futuro mejor. Para recuperar al pueblo se requiere nada más –y nada menos– que una agenda para el pueblo.

La Declaración de Berlín también fue firmada por Adam Tooze, Gabriel Zucman, Jens Südekum, Mark Blyth, Catherine Fieschi, Xavier Ragot, Daniela Schwarzer, Robert Johnson, Dalia Marin, Jean Pisani-Ferry, Barry Eichengreen, Laurence Tubiana, Pascal Lamy, Ann Pettifor, Maja Göpel, Stormy-Annika Mildner, Francesca Bria, Katharina Pistor y unos 50 investigadores y profesionales más.

Dani Rodrik, profesor de Economía Política Internacional en la Harvard Kennedy School, es presidente de la Asociación Económica Internacional y autor de Straight Talk on Trade: Ideas for a Sane World Economy (Princeton University Press, 2017).

LAURA TYSON, ex presidenta del Consejo de Asesores Económicos del Presidente durante la administración Clinton, es profesora de la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de California, Berkeley, y miembro de la Junta de Asesores del Grupo Angeleno.

THOMAS FRICKE es director del Foro para una Nueva Economía

Sembrar mucho, contratarlo todo y controlar bien

 Del esfuerzo desplegado han salido hasta la fecha 6 504 toneladas de arroz. La provincia, sin embargo, demanda más de 22 000; unas 18 000 para la canasta familiar normada

La contratación es fundamental para lograr los propósitos del programa. Foto: Mailenys Oliva Ferrales

La Sierpe, Sancti Spíritus.–Si en estos momentos los niveles de siembra de arroz, rendimientos, volúmenes productivos y satisfacción de necesidades distan mucho de ser los que potencialmente puede y necesita el país, no es solo por la aguda y real falta de insumos y de recursos en general, para un programa que acentúa su carácter estratégico y consiguiente prioridad a escala nacional.

Lo acaba de mostrar el intercambio que este jueves tuvo aquí el miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, con directivos y productores vinculados directamente a ese renglón económico.

Razonamientos por parte de quienes viven «del grano y para el grano» dejaron claro que no en todas partes se aprovecha bien el área destinada a ese cultivo, tanto dentro del entorno estatal como fuera de él.

Y este combate tenemos que echarlo entre todos –insistió Nelson González González, al frente del programa arrocero en Cuba–, sobre la base de lo que le corresponde hacer a las ocho empresas existentes en el archipiélago, a los 70 municipios que pueden fomentar el cultivo del cereal y a todas las estructuras con que cuenta el sistema de la Agricultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, sectores como los del azúcar y la construcción, así como todo el que social y familiarmente pueda aportar.

Actualizaciones de ese programa han demostrado la aspiración de sembrar no menos de 200 000 hectáreas, cuyos rendimientos, si se comportan según lo previsto, podrían aportar aproximadamente el 86 % del volumen que hace falta.

Se dice y se escribe fácil, pero eso lleva muchísima consagración, recursos (nadie lo niega), conocimiento, ciencia, inteligencia, rigor en todo el proceso y… control.

Casos como el de la UBPC Las Nuevas devienen ejemplo del modo en que debiera actuar todo el mundo: jefes y trabajadores montan un sistema de guardia, sobre todo nocturna, para proteger las plantaciones. Días, semanas, meses de vigilancia terminan moldeando un resultado que revierte totalmente la situación de la cooperativa, e incide «fantásticamente» en los ingresos de productores y su familia.

¿RENDIMIENTO?

La vieja frase «confía, pero controla», le viene como faja de seguridad a la cintura de cada grano de arroz. No por gusto Deivy Pérez Martín, primera secretaria del Partido en Sancti Spíritus, insiste en cuidarlo y protegerlo todo, desde el saco de urea o de arroz, hasta los almacenes y el destino final de la producción.

A continuación, comenta un fenómeno que hace daño, porque hay quienes informan rendimientos inferiores a las potencialidades y resultados reales, lo que, de hecho, abre el camino para que volúmenes significativos de «excedente», o logrados «por encima» remonten precios abusivos «a la izquierda del mercado», generando al propio tiempo disgusto, preocupación y hasta lógica irritación en la población.

Por ello, en más de una ocasión el Vicepresidente cubano remarcó el medular asunto del control y de la contratación objetiva, como soporte para que haya más hectáreas sembradas de arroz, más rendimiento, más producción, menos dinero gastado en el exterior, y una respuesta superior frente a la demanda de un producto insustituible en la mesa hogareña.

También recalcó que la empresa arrocera –rectora de la producción y de la función social que tienen las distintas formas productivas– tiene que dominar todo lo relacionado con ese renglón, hasta el último cordel que se siembre, por quien lo plante, no para quitarle a nadie su arroz, sino para ordenar de una vez el proceso y contribuir más al cumplimiento de los objetivos del país.

Sancti Spíritus afinca la bota en ese empeño. Del esfuerzo desplegado han salido hasta la fecha 6 504 toneladas de arroz. La provincia, sin embargo, demanda más de 22 000: unas 18 000 de ellas para la canasta familiar normada.

Hay que hilar fino y duro. La idea de lograr autoabastecerse y aportarle a la nación es tan viable como la decisión de que a La Sierpe no llegue ni una libra más de arroz desde fuera, porque ese municipio tiene suficiente tierra, agua, productores, equipos, tecnología y experiencia para –sin incumplir su compromiso con Cuba– garantizar por sí mismo lo que internamente necesita.

Cuba ante el debate Biden - Trump .

 


Por Manuel David Orrio del Rosario

La Habana, 24/07/01. -  Tuvo lugar el 27 de junio el primer debate por la elección presidencial del 2024 entre el actual ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, y su rival Donald Trump.

De seguir a las noticias, pero en la humorística perspectiva cubana, pareció una disputa entre los ancianos espectadores del legendario Muppet Show; uno en senilidad y el otro en contraataque  falsario.

Kiwi_Machinist. Instagram.

Ya en la mañana siguiente, dos criollísimas: 22 cercanos a este periodista siguieron el debate en vivo por las redes sociales: ¿cuántos más  en el pais? ¿Aún hay quien   se atreve a defender censuras no acordes con normas internacionales, cual si este archipiélago fuera el Jurassic Park del Caribe?

Por supuesto, el inevitable chiste va camino de lo viral: es esta caricatura, procedente de sabe Dios cuál medio extranjero porque la publicaron unos cuantos, mientras  carcajadas cubiches se adueñaban  del ciberespacio.


De acuerdo, a lo serio: según encuesta de CNN, " Los votantes registrados que vieron el debate del jueves entre el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump dicen que Trump tuvo un mejor desempeño, en proporción del 67% frente al 33%. Antes del debate, los mismos votantes decían que esperaban que Trump tuviera una mejor actuación que Biden, en porcentajes 55% a 45%".

No obstante, un dato para nada exento de importancia en la tradición electoral estadounidense: Biden - viejo zorro en política - se ha mantenido con ventaja diríase cómoda en las recaudaciones de campaña. Según la Voz de América, que cita a la Comisión Federal Electoral, "El comité Biden para Presidente, que ha estado recaudando fondos desde el 1 de enero de 2023 hasta el 30 de abril de 2024, ha recaudado un total de más de 180 millones de dólares. Donald J. Trump for President 2024, Inc., ha recaudado un total de alrededor de $120 millones desde el 1 de enero de 2023 hasta el 30 de abril de 2024"

 Si bien Trump, tras ser declarado culpable de 34 cargos por falsificación de registros comerciales - ¡vaya "credibilidad presidencial"! -, tuvo un repunte récord, aún no se acerca a Biden; todo un dato en nación donde las elecciones conllevan gastos  multimillonarios.



Estados Unidos. "Poderoso caballero es Don Dinero ". Statista.

Adjetivos más o menos, los medios criollos, comenzando por Granma , el órgano del Partido Comunista de Cuba, reportaron la esgrima verbal del jueves con objetividad elogiable - sin desdoro del partidismo - para un modelo de prensa que hasta el presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, Ricardo Ronquillo Bello, considera incapaz de responder a los actuales presupuestos de la comunicación; o sea, los del "mundo real" en  esta tierra de ardientes hembras.

Sin embargo - quizás aún prematuro - los medios "del patio" no han reflejado la creciente inquietud criolla ante la  ahora visible posibilidad de que Trump tenga una "segunda temporada", hasta vestido de uniforme naranja y entre rejas, porque nada desde la Ley en Estados Unidos se opone a esa posibilidad, excepto el voto. No aparece en la prensa criolla, pero sí en las redes sociales, hoy entre la segunda y tercera fuente de consumo informativo noticioso entre los 18 y 59 años de edad.

Consumo informativo noticioso. CIS- Jorge Legañoa Alonso.

Si Trump fue  "una desgracia" para Cuba en su primer mandato, en que arreció in extremis las "èticamente inaceptables" medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos hacia la mayor de las Antillas (bloqueo), en un segundo sería peor; parte por su hasta esperable instinto vengativo, pero también en mucho por el agotamiento del modelo político y económico criollo, signado por una crisis multifactorial que se evidencia en un crack  energético que mantiene  a "medio país" a oscuras, ante todo a causa de graves errores de politicas públicas, ¿de vieja data?

Tambièn  un estancamiento del Producto Interno Bruto  de ya un decenio, medido a precios constantes de 1997; una caída del Índice de Desarrollo Humano de un lugar mundial 55 en el 2007 hasta un 85 en el 2023 ;un cuadro de alianzas internacionales no reproductor de la condición de "Estado rentista" que caracterizó a Cuba por décadas y, ¡ojo!, ¿cómo está la participación del pueblo en la "res publica"?


Garrincha+Méndez. Mazzantini

No se haga como los tres monitos: modelo político agotado y es  una buena oportunidad para citar a Lenin: "Los hechos son tercos; si no pueden entrar por la puerta, saltan por la ventana"( Lenin, Qué hacer).

"El modelo" - no el proyecto socialista - está agotado porque por muchas vueltas que se dé, por muchos movimientos de " ninfas  de telúricas cinturas" que  estremezcan al "hervorio caribeño",  es una copia del  otrora soviètico, y a éste ya se sabe adónde "lo remitió" la Historia.Se "desmerengó", según Fidel Castro... "sin un poeta que le cante ni una flor sobre su tumba", profetizó Winnie Churchill, vaso de whisky a la mano.

¿Se confirmaron las severas advertencias de Rosa Luxemburgo en su "La Revolución Rusa"?

"La libertad solo para los partidarios del Gobierno, solo para los miembros de un partido -por muy numerosos que estos sean- no es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para quien piensa de manera diferente...Sin elecciones generales, sin una irrestricta libertad de prensa y de reunión, sin un debate libre, la vida muere en toda institución pública, se convierte en una apariencia de vida, y solo la burocracia permanece como elemento activo.."

¿Socialismos, capitalismos? Más de un prestigioso economista  o politólogo cubanos han dicho, y hasta demostrado desde el más riguroso marxismo, que el "modelo cubano" no es más que una variante de capitalismo de Estado, aunque poco tendría de "pecaminoso" para las circunstancias criollas  si  incluye contrapesos reales en manos de los trabajadores ¿Existen?

 ¿Cómo se está manifestando la hegemonía de la clase obrera que se supone caracterice a un proyecto socialista, como se proclama al cubano?

¿Qué parte -excluyendo manipulaciones mediáticas harto conocidas - corresponde a Cuba en su histórico diferendo con Estados Unidos?

 ¿Tiene influencia en ese conflicto el que la tierra de José Martí ha firmado pero no ratificado los pactos internacionales de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales?

Cierto: Estados Unidos tampoco los ha ratificado ¿ Pero va Cuba a seguir el "mal ejemplo" de su adversario?

Por cierto, y ya  que tanto se habla del protagonismo de los trabajadores: ¿qué decir acerca del Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre la libertad  sindical y la protección  del derecho de sindicación? Cuba es Estado parte desde 1948 y  aquel se mantiene en vigor en el país.

Curioso, más que curioso:  ya en 1927  "la OIT reconocía explícitamente la existencia del derecho a la huelga, vinculándolo directamente a la libertad sindical un reconocimiento que no había sido cuestionado por los empleadores durante más de 60 años".

Pues bien, desde el 2012 la organización está enfrentando a empleadores de nuevo cuño que pretenden restar legitimidad a ese derecho, o incluso eliminarlo, como para borrar de un plumazo siglos de luchas obreras, muertos incluidos.

 ¿No parece haber ciertas coincidencias? ¿Cómo Cuba está honrando sus compromisos internacionales en materia laboral, tanto en lo público como en las "formas de gestión no estatal", ese elegante eufemismo para nombrar a propiedad privada sobre medios de producción, lo cual equivale a capitalismo rampante?

Nada menos que en el diario Granma, la colega Claudia Thalía Suárez Fernández interrogó: "¿A cuántos trabajadores del sector no estatal en Cuba les habrán vulnerado sus derechos alguna vez? ¿Cuántos de ellos pensarían o piensan que no existe solución para los problemas con sus empleadores, solo porque èstos son dueños de los negocios?"

¿Biden "zorreando" o en finales?

Si, ya sé, a los "ancianos en pugna", aunque entre cubanos "todo se mezcla".

Ciertos datos indican que no todo está perdido para Biden y que aún puede reelegirse, si bien dentro de su propio partido está enfrentando disidencias mayores de las esperables.

Los hechos son tercos: apenas 24 horas después del debate, nada menos que The New York Times publicó un extenso editorial   en el que, con sumo respeto, pidió al presidente la renuncia a la justa. Su título lo dice todo: Biden debería poner fin a su candidatura por el bien de la democracia estadounidense.

"Donald Trump - apunta el editorial -ha demostrado ser un peligro significativo para esa democracia, una figura errática e interesada que es indigna de la confianza pública. Ha atentado de manera sistemática contra la integridad de las elecciones. Sus partidarios han descrito públicamente una agenda para 2025 que le daría poder para llevar a cabo sus promesas y amenazas más extremas. Si vuelve a ocupar el cargo, ha prometido ser un presidente diferente, sin las restricciones que imponen los controles de poderes del sistema político de Estados Unidos.

"Biden ha sido un presidente admirable. Bajo su liderazgo, la nación ha prosperado y ha empezado a abordar una serie de desafíos a largo plazo, y las heridas abiertas por Trump han empezado a sanar. Pero el mayor servicio público que Biden puede brindar ahora es anunciar que no seguirá en la contienda en busca de la reelección.

"El presidente está haciendo una apuesta temeraria, tal como está la situación ahora. Hay líderes demócratas mejor preparados para presentar alternativas claras, convincentes y enérgicas a un segundo mandato de Trump. No hay razón para que el partido arriesgue la estabilidad y la seguridad del país al obligar a los votantes a elegir entre las deficiencias de Trump y las de Biden. Es una apuesta demasiado grande simplemente esperar que los estadounidenses vayan a ignorar o descartar la edad y la fragilidad/condición endeble de Biden que ven con sus propios ojos".

Palabras mayores, palabras mayores, muy probablemente reflejo del sentir al interior del Partido Demócrata.

No obstante, de Biden lograr una reelección que sus propios partidarios están viendo como una amenaza, ¿cuál garantía existe para Cuba de un retorno al llamado deshielo Obama, lo cual tampoco significa el fin del bloqueo y ése es el "pollo del arroz con pollo", se dice en las tertulias criollas?

Bien poco ha hecho "Sleepy Joe" por acercarse a ese "deshielo ", más allá de una realidad que unos cuantos adalides de la propaganda criolla "olvidan": tras la aprobación de la llamada Ley Helms -Burton, eliminar el bloqueo es potestad legislativa, no ejecutiva.

Cuba, lamentablemente pero también como para estallar de ira  por más de cuatro razones , llega a esta elección presidencial estadounidense en un estado de vulnerabilidad, ya en sí mismo una amenaza a la seguridad nacional;  tanto por "los de enfrente" como por...a buen entendedor, pocas palabras.

Guste a quien guste, pese a quien pese, valen en el criollo escenario estas palabras de Pablo de la Torriente Brau, periodista y escritor cubano que  cayó en combate por la República Española: "mejor verdades como puños antes que mentiras enguantadas".

 Valen, ante todo, porque partidarios de toda la vida del proyecto socialista cubano estamos muy, pero muy enojados por "ésto, aquello y lo de más allá". Vista el sayo a quien le sirva...

Imagen de portada. CNN.