Estimados compañeros y amigos:
¿Tiene algún sentido que, sin que existan definiciones oficiales de cómo va a operar la economía cubana, introducir el debate de un nuevo Código del Trabajo?.
Sin conocer cómo va a funcionar la economía, en primer lugar las empresas estatales y el sistema financiero, ¿es serio debatir sobre cambios en las relaciones laborales?
¿Pueden separarse las relaciones laborales de las económicas?
¿Porque confundir más el debate nacional?
¿No es mejor y más inteligente esperar las definiciones en la economia y en las empresas estatales, antes de debatir las relaciones laborales?
Me atrevo a sugerir, al que corresponda, que haga un esfuerzo por no enredar más el debate nacional.
Con todo respeto,
Joaquin Benavides Rodríguez*
*Joaquín Benavides Rodríguez. Ocupó el cargo de Jefe del Departamento económico del Comité Central (1977- 1980). El de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte.
Tiene sentido lo que dice el compañero Benavides. Pero ya sabemos que quienes nos dirigen son de todo menos lógicos y racionales. Y no cesan de cometer un error tras otro. Así que, desde ese punto de vista, lo que plantea el compañero Benavides ya no tendría sentido.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Nuevo ejemplo de una casa de locos donde cada uno de ellos sostiene una bomba en la mano. La otra definición sería una seria la prevalencia de una seria vocación al suicidio, lo que lamentablemente los muertos los ponemos los "piso de tierra". El pueblo sigue al margen en su simple papel de víctima de decisiones tomadas por otros. Mucha carga de falsedades, tuve la oportunidad de pasar por la ciudad de Matanzas el martes 9 de septiembre sobre las diez de la mañana y puedo afirmar que la chimenea de la "Guiteras" no tenía ni una voluta de humo. Menos de 24 horas después tuvo el papel protagónico del desastre. Hoy, pasadas 72 horas, sigue la versión de "todo en calma" mientras los apagones nos siguen acogotando. Dudo que subsistan muchos ingenuos que sigan creyendo en versiones de éxitos bien alejadas de la realidad que se vive,
ResponderEliminarJoaquín Benavides es toda una autoridad competente para una opinión bien argumentada en dicha carta. Coincido 100 %
ResponderEliminarCuando no hay de que hablar, no hay con que dirigir, no se sabe que hacer, lo único que se puede hacer es una obra de teatro donde los buenos son los dirigentes comprensivos, los malos los que no regalan su dinero ( los países que no dan crédito) y los esclavos dilo tú.
ResponderEliminarEntonces jugar a dirigir es un buen entretenimiento, total nadie puede cambiarlos.