El funcionario del Departamento de Estado Christopher Landau ha pretendido engañar a los latinoamericanos al describir una versión mendaz sobre el bloqueo económico contra Cuba y proclamar que esta política no existe, como si fuera tan fácil aceptar esa tomadura de pelo.
Resulta difícil creer que él o sus asesores desconozcan, por ejemplo, que:
La Helms-Burton describe textualmente, entre los propósitos de dicha legislación: “fortalecer las sanciones internacionales contra el gobierno de Castro”.
La sección 102 del título I de la propia ley, en su párrafo (1), reitera el mandato de la Ley Torricelli según el cual “el Presidente debe exhortar a países extranjeros a restringir el comercio y las relaciones crediticias con Cuba…”; y todos sabemos los que significa para Estados Unidos “exhortar a países extranjeros”.
El párrafo (2) de la propia sección establece en su inciso b) que el “Secretario de Estado debe asegurar que el personal diplomático en el extranjero y, en sus contactos con funcionarios extranjeros, estén comunicando las razones del embargo de Estados Unidos contra Cuba, y estén instando a gobiernos extranjeros a cooperar de modo más efectivo con el embargo”.
La sección 104 del título I de la propia ley plantea en el inciso (b) la reducción de los pagos de los Estados Unidos a las Instituciones F s Financiaras Internacionales si alguna institución financiara internacional aprueba un préstamo u otro tipo de asistencia al gobierno cubano con la oposición de Estados Unidos, en cuyo caso el Secretario del Tesoro retendrá los pagos a tal institución en monto igual al monto de la deuda o asistencia.
Es difícil creer que Landau ignore que las normas y regulaciones de Estados Unidos, entre otras formas de sabotear las relaciones económico comerciales de Cuba en cualquier parte del mundo:
Prohíben que empresas de cualquier país del mundo, que son subsidiarias de compañías estadounidenses, mantengan cualquier tipo de relación comercial con empresas en Cuba, con independencia de la legislación ese país o de la relación que tiene dicho país con Cuba.
Prohíben que buques mercantes de cualquier país entren a puertos estadounidenses si en los 180 días previos han tocado algún puerto cubano.
Prohíben la exportación a Cuba, no solo de productos estadounidenses, sino de cualquier producto producido pro cualquier empresa de cualquier país del mundo, si ese producto tiene 10 por ciento o más de componente originado en Estados Unidos, y se entiende como componente, materias primas, partes y piezas, software y propiedad intelectual.
Prohíben la exportación a Estados Unidos de cualquier producto producido en cualquier país del mundo, por empresas que no tengan relación o afiliación alguna en Estados Unidos, si esos productos tienen el más mínimo de componente cubano.
Prohíben que bancos de cualquier país abran cuentas en dólares estadounidenses a personas jurídicas o naturales cubanas, o lleven a cabo transacciones financieras en dicha moneda con entidades o personas cubanas.
Penalizan a los empresarios de cualquier país que realicen inversiones o negocios con Cuba, a quienes se les deniega el otorgamiento de visado para entrar en Estados Unidos, lo cual se hace extensible a sus familiares. Esos empresarios podrían, incluso, ser objeto de acciones legales ante tribunales estadounidenses en el caso de que sus operaciones con Cuba se relacionen con propiedades vinculadas a reclamaciones de ciudadanos estadounidenses, o que, habiendo nacido en Cuba, adquirieron esa ciudadanía posteriormente.
Nadie puede aceptar la idea de que Landau y el Departamento donde trabaja desconozcan que su gobierno adoptó en 2019 medidas adicionales típicas de situación de guerra para privar a Cuba de suministros de combustible que no procede de terceros países, no de Estados Unidos, y que no tiene vínculo alguno con empresas estadounidenses.
Como no puede creerse que ignora que desde entonces se han adoptado diversas medidas represivas, tanto ejecutivos como en cortes para castigar a las empresas que, incluso de modo remoto, han tenido relación con el suministro de combustible a Cuba.
Se trata solo de ejemplos selectivos, pero si el funcionario indagara un poco, comprendería que no se puede engañar a mucha gente.


No hay comentarios:
Publicar un comentario