Lo que sabemos acerca de la economía de Cuba

Drew Desilver • 30 de mayo, 2015

Dos tercios de los norteamericanos están a favor de terminar el embargo comercial de Estados Unidos contra Cuba que ya dura décadas, según resultados de un estudio del Pew Research Center (Centro Pew de Investigaciones) en enero, y se reporta que las dos naciones están progresando hacia el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. A medida que el gobierno comunista continúa reformando con lentitud la economía de Cuba, los negocios norteamericanos –desde aerolíneas hasta firmas de abogados– están explorando las oportunidades comerciales en la nación isleña. Pero incluso si el embargo fuera eliminado, no está claro cuál es el tipo de economía cubana que esos negocios encontrarían.

Encontrarle la vuelta hasta a la información más básica acerca de la economía de Cuba es difícil, por un número de razones. El gobierno aún domina la actividad económica en la Isla, tanto directamente como por medio de empresas estatales muy subsidiadas. Las estadísticas nacionales no siempre están completas o son confiables. Y el sistema de Cuba de dos monedas paralelas –una el peso, para las transacciones diarias entre los cubanos comunes y corrientes, y un “peso convertible” para la industria del turismo, el comercio exterior y el sector privado–, combinado con múltiples tasas de cambio, complica cualquier comparación internacional o las discusiones acerca del tamaño relativo de distintas partes de la economía.

Según una encuesta realizada en marzo y publicada en The Washington Post, 79% de los cubanos dijo estar insatisfecho con el sistema económico del país; 70% dijo que quería iniciar su propio negocio. Casi dos tercios de los cubanos (64%) dijeron que la normalización de las relaciones conEstados Unidos. cambiaría el sistema económico, aunque solo 37% piensa que el sistema político cambiaría.

Con tantos cambios en el aire, decidimos avanzar tanto como pudiéramos a través de las dificultades para conformar un manual con lo que sabemos y lo que no sabemos de la economía cubana.

1. A pesar del embargo, Estados Unidos realiza negocios con Cuba. Según el Buró del Censo, el año pasado Estados Unidos exportó casi $300 millones de dólares en productos a Cuba; casi todo (96,2%) fue en carne y aves, soya, maíz, pienso para animales y otros alimentos. Las exportaciones se permiten por medio de una ley del año 2000 que modificó, pero no revocó, el embargo de Estados Unidos; según esa ley, Cuba puede comprar  ciertos productos agrícolas, medicamentos y equipos médicos en Estados Unidos, pero debe pagar en efectivo.

2. El crecimiento ha disminuido tremendamente en años recientes. Según la agencia nacional de estadísticas de Cuba, el producto interno bruto del país en 2013 fue de 77,2 miles de millones de pesos –lo cual, en dependencia de la tasa de cambio que se use, puede significar lo mismo $77,2 miles de millones de dólares (a la tasa oficial de 1 peso convertible por $1 dólar) o $3.2 miles de millones (a la tasa interna de 24 pesos comunes por 1 peso convertible). Pero de todas maneras, el crecimiento ha disminuido dramáticamente en relación a mediados de la década de 2000: La CIA estimaba que el PIB de Cuba creció solo 1,3% el año pasado en términos reales, (ajustados a la inflación) –lo cual sitúa a Cuba en el lugar 177 de 222 países clasificados. Una razón importante: con los precios globales del petróleo muy por debajo de los más altos anteriores a la recesión, el petróleo a precios preferenciales que Venezuela envía a Cuba –parte del cual Cuba reexporta– es menos valioso.

3. A pesar de las reformas económicas, el estado aún domina. En un documento publicado el año pasado por la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana, el execonomista del Fondo Monetario Ernesto Hernández-Catá estimaba que el sector privado y cooperativo de Cuba generó 25,3% del PIB en 2012, en comparación con solo 5% en 1989. Pero el gobierno, tanto directamente como por medio de empresas propiedad del estado, era aún la fuente de más de tres cuartas partes de la actividad económica de Cuba. La inversión gubernamental representó solo 9,1% del PIB en 2012, en relación con 14,2% en 1989, lo cual Hernández-Catá dijo que “revela uno de los aspectos más preocupantes de la reciente historia económica de Cuba: la debilidad de la formación de capital”. (Las cifras oficiales del gobierno sitúan la inversión de capital fijo en toda la economía en 8,3% del PIB en 2013, lo que se considera bajo según normas internacionales.)

4. Más cubanos trabajan para sí. En 2013, según cifras del gobierno, más de 424 000 cubanos (8,6% de todos los trabajadores) fueron clasificados como trabajadores por cuenta propia; tan recientemente como en 2009, menos de 144 000 cubanos lo eran.

El sector de las “microempresas” puede que sea mayor debido a la contratación de trabajadores no inscritos, tanto a tiempo completo como parcial. Ted Henken y Archibald Ritter, investigadores del Baruch College y la Universidad Carleton, respectivamente, estiman que aproximadamente la mitad de las pequeñas empresas contratan al menos a un trabajador no inscrito.

5. Cuba importa principalmente bienes y exporta servicios. Es especialmente difícil obtener una buena lectura del comercio cubano, no solo porque las exportaciones e importaciones se valoran con el uso de diferentes tasas de cambio. Como explicó recientemente The Economist, las firmas propiedad del estado y las joint venturesextranjeras evalúan cada peso ordinario como un peso convertible –es decir, a $1 dólar: “La tasa masivamente sobrevalorada… crea enormes distorsiones en la economía, permitiendo a los importadores comprar por un peso bienes que valen un dólar”. Aunque la mayoría de las exportaciones de Cuba se hacen en la forma de servicios (tales como médicos y maestros que trabajan en el extranjero), casi todas sus importaciones son de productos (petróleo, alimentos, maquinaria y equipos, y productos químicos.)

(Tomado de Pew Research Center)

Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal.