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jueves, 16 de junio de 2016

Industria espirituana del mármol goza de prestigio en el mercado (+Fotos)

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La Unidad Empresarial de Base Mármoles Centro, de Fomento, comenzó hace unos años de la nada y ya sus surtidos gozan de prestigio en el mercado


Los medios de protección resultan imprescindibles en esta industria. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)


Sin conocer los detalles, ni la más ferviente imaginación podría sospechar que de aquellos bloques gigantescos, de aquellas piedras toscas y opacas nacen hermosísimas y brillantes losas de mármol. Los hombres y las máquinas hacen el prodigio. La naturaleza regala así otra de sus joyas en un sitio inesperado y hasta hace unos años, insignificante: la colina de Cariblanca.
Nada que ver con el afamado material de Carrara, el cual dio vida a esculturas tan famosas del arte universal como el David de Miguel Ángel. Nada que ver con la abundancia de Novelda, ciudad española conocida como El País del Mármol. Pero la pequeña altura de Fomento ha despuntado en el país como un prometedor banco con reservas por lo menos para un siglo y el valor agregado de disponer —apenas a metros de distancia— de dos colores: rojo y crema. 

Ever Cabrera, director de Mármoles Centro. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

DE LAS ROCAS A LA INDUSTRIA

Todo comienza domesticando la roca madre, un material semicristalizado, cuya manipulación más que fuerza demanda paciencia y oficio. Una perforadora con tubos taladra primero, después se pasa el hilo diamantado para dividir los bloques y cuando cae el peñasco vuelve a cortarse en pedazos más pequeños.

La explotación en cantera comenzó a inicios del presente siglo, pero solo se extraía la materia prima para trasladarla a la industria, entonces fuera de la provincia. En el 2007 comenzó el montaje de las instalaciones en un antiguo espacio del central Ramón Ponciano, a la salida del pueblo. Al inicio solo contaban con dos cortabloques y una línea de brillado, en su mayoría recuperadas por los propios trabajadores, pues antes se habían utilizado en el Mariel.

La Unidad Empresarial de Base (UEB) Mármoles Centro ya incorporó al proceso productivo otro equipo que permite fabricar losas con un formato mayor; mantiene en fase de prueba dos pulidoras para garantizar la calidad de las encimeras y pronto deben instalar otro equipo para hacerles boceles (redondearlas). Además, se montó una fresa-puente para la terminación y fabricar pedestales, balaustradas y figuras ornamentales, entre otros surtidos. En general, toda la tecnología procede de Italia y China.

“Hoy tenemos 86 trabajadores dedicados a tres actividades fundamentales: extracción en la cantera, elaboración en la industria y una pequeña brigada de restauración y colocación que radica en Camagüey para atender instalaciones turísticas de la cayería norte, donde restauran pisos y paredes de mármol y granito, colocan encimeras y tabicas en los baños. Todo lo que procesamos es de aquí o de la cantera de Cienfuegos, donde el yacimiento ya dispone de menos potencial”, detalla Ever Cabrera, director de la UEB.



Mármoles del Centro elabora una gama de losas de diferentes formatos y medidas. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

¿Cómo ha podido despuntar en medio de este campo una industria de la cual aquí no había la más mínima tradición?

“Nos basamos en lo que existía en las otras Unidades y modificamos algunas cosas de acuerdo con nuestras condiciones. Para la preparación del personal mandamos a algunos a Granma y de allá también vinieron especialistas a capacitar aquí, igual que compañeros de la empresa nacional. Elaboramos losas de diferentes formatos y medidas, con tratamiento rústico o de brillado, todo en dependencia de la solicitud de los clientes”.

Entidades de todo el país —fundamentalmente del Turismo, Educación, Salud y la Oficina del Historiador de la Habana— demandan estos productos, que se distinguen por su dureza y donde el color rojo Escambray resulta muy codiciado gracias a su exclusiva tonalidad.

En el 2015 Mármoles Centro obtuvo resultados favorables, excepto en la producción de la cantera, pues nacionalmente se decidió dedicar la última mitad del año al desarrollo de la mina, es decir, a depurarla de aquello que no resulta útil.

“Nuestra principal debilidad es el yacimiento. A pesar de que trabajamos en diferentes turnos y horarios, el rendimiento allí aún anda un poco bajo, menos del 10 por ciento y debía ser el doble. Este problema depende de la naturaleza, estamos en un proceso de desarrollo de la cantera, cuando avancemos y nos adentremos en el macizo debemos mejorar ese indicador. En este momento desperdiciamos material porque las rocas se encuentran cuarteadas debido a las características de la zona”, argumenta Ever.


El agua, que resulta imprescindible para domar la roca, se recircula para evitar grandes consumos. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

¿Cómo explotan este recurso natural sin dañar al medioambiente?, inquiere Escambray al director.

“Nuestro sistema de gestión integrado de calidad se encuentra certificado por tres normas, incluida una de gestión ambiental, que aborda todo el cuidado de la naturaleza en la cantera, el tratamiento de los residuales en la industria y, en general, la protección del paisaje. El Citma tiene que avalar todo lo que hacemos aquí”.

ENTRE EL RUIDO Y EL SILENCIO

En las naves industriales de Mármoles Centro todo se vuelve ruido. El empleo de protectores auditivos se torna imprescindible desde el cortabloques, por donde comienza el proceso, hasta el propio almacén de productos terminados, al cual llega el rezongar tormentoso de las máquinas.

Con guantes, delantales, botas, fajas y los imprescindibles tapones en los oídos, los hombres desafían largas jornadas en la nave grande y abierta. Muy pocas mujeres se ven por acá, apenas en las oficinas, pues las rudas labores precisan bastante fuerza. Muchos jóvenes de Fomento aspiran a una plaza aquí, donde el sistema de pago por la Resolución No. 6 conlleva hoy un salario promedio de 1 500 pesos mensuales.

“Yo empecé por la cantera, allá estuve como nueve años, aquello es más complicado, con algunos riesgos. Aquí trabajo en el cortabloques, a la sombra, el ruido es demasiado, pero con las orejeras ya no me molesta, a veces en la calle estoy hablando alto por la costumbre. El trabajo es casi todo el tiempo de pie, no podemos descuidar el equipo. El pago sale bien y a mí me encanta esto”, asegura Lisán Cantero, uno de los operadores de la UEB.

Entre las aspiraciones de la entidad aparecen mejorar la línea de brillado, que por sus años de explotación ya precisa reparación; rejuvenecer el equipamiento de la cantera, para lo cual entraron abastecimientos recientemente; y en todo este quehacer resulta decisivo el taller de mantenimiento, que se encarga de roturas, montajes y diferentes ajustes.

A pesar de que Mármoles Centro aún incumple la extracción de mármol prevista, en el 2016 ya comenzaron a mejorar: tradicionalmente la industria consumía 220 metros cúbicos de materia prima mensual y en abril y mayo superaron con creces esa cifra; además de que lograron rebasar la producción mercantil y de losas previstas y duplicaron las utilidades planificadas, entre otros indicadores favorables.



Entidades de todo el país —fundamentalmente del Turismo, Educación, Salud y la Oficina del Historiador de la Habana— demandan estos productos. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

La calma y el silencio de este paraje campestre se fueron a bolina desde hace unos años. La aparente insignificancia de las rocas de Cariblanca salió del anonimato en pos de la fama. Los caminos mutaron el rumbo. La distinción se impone y cada día se confirma el prodigio de las piedras.

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