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miércoles, 29 de junio de 2016

Libro "Cuba año 2025". Parte X

Juan M Ferran Oliva



Raül heredó una situación agravada por el añejamiento de los males. Consciente de la necesidad de cambios, inició cautelosos pasos en tal sentido.  La clave simbólica de las soluciones se depositó en el VI Congreso del Partido.  En la  propaganda y documentos alusivos al tema se insiste en el calificativo modelo económico, término que otrora no resultaba grato. Sólo era utilizado puertas adentro por especialistas. Finalmente se vulgarizó y adquirió calidad de eslogan. Hoy se abusa del término.

La gran incógnita es cómo y cuando se concretará un modelo redentor.

Entre las vías trazadas en los Lineamientos destacan cuatro variables estratégicas. Tres de ellas reivindican el sector no estatal de la economía; una se dirige a la recuperación del campesinado como clase productora. Otra se refiere a los trabajadores por cuenta propia y la tercera a las inversiones extranjeras. Una cuarta intención se refiere al mercado interno para insumos y productos. Satanizado en el pasado, fue sustituido por métodos de asignación con un rotundo  fracaso.

Recuperación del campesinado

En julio de 2008 se aprobó un decreto ley estipulando la entrega en usufructo de tierras ociosas a particulares[1]. En aquel momento  algo más de la mitad de las fincas  del país estaban ociosas y se importaban alimentos por valor de $1.000 millones anuales. Internamente, los precios  en los mercados libres agropecuarios eran muy elevados. En su discurso del 26 de Julio de 2008, Raúl había sentenciado: tenemos que revertir definitivamente la tendencia al decrecimiento del área de tierra cultivada, que entre 1998 y 2007, en solo nueve años, disminuyó en 33 por ciento. Mucho antes, en septiembre de 1993, como parte de las transformaciones de aquella época, las granjas estatales habían sido convertidas en cooperativas: las unidades básicas de producción agropecuaria (UBPA). La medida no fue suficiente para reactivar la agricultura. No basta con entregar tierras. Es necesario eliminar los eslabones estatales, brindar incentivos y crear un mercado donde puedan obtener sus insumos. Por otra parte, las verdaderas cooperativas  nacen desde abajo y no son creadas por decreto. Para apoyar el programa de usufructo, el gobierno también decidió  abaratar los precios de los insumos y productos del campo, así como la entrega de créditos a los campesinos.  Desde aquella fecha de 2008 y hasta mediados de 2011 se entregaron 1,3 millones de hectáreas de tierras ociosas a usufructuarios privados. Casi el 80% de ellas estaban ya en explotación[2].

Reanimación de  los pequeños PRODUCTORES


Con igual sentido,  otro cambio se refiere a los autónomos urbanos,  segmento  barrido de la esfera económica en 1968 mediante la Ofensiva Revolucionaria.  A mediados de de 2014 su cifra sobrepasa los 400.000; quizás se acerque a su nivel asintótico. Entre ellos no falta el capital de los cubanos de afuera, a veces a través de una persona de confianza, e incluso directamente. Se dedican principalmente a restaurantes (paladares) o alojamiento. No suele haber entre ellos capacidades inversionistas substanciales. Como punto referencial puede señalarse que en 1987 estaban registrados oficialmente sólo  28.839 trabajadores por cuenta propia. En esa época eran considerados los malos de la película.

Inversiones extranjeras


Una tercera medida trascendente son las inversiones extranjeras. El 29 de marzo de 2014 se aprobó una nueva Ley que las regula[3]. Hubo otras dos anteriores pero esta es más agresiva. Tiene como antecedente la coyuntura actual, pero también la evolución del sistema empresarial del país.

Con el Periodo Especial surgieron entidades diferentes a los habituales ministerios. Adoptaban la forma de sociedades anónimas pero todas sus acciones pertenecían al Estado. Se regían por relaciones de  costo beneficio y poseían una  flexibilidad operativa superior a la de las entidades puras estatales. Así nacieron las corporaciones CIMEX y Cubalse, las dos más importantes en su época, pero no únicas[4]. Con el tiempo se les retiraron facultades y actualmente se asemejan mucho a vulgares ministerios.  Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) asumieron también responsabilidades en la economía. Algunos de sus dirigentes fueron entrenados en técnicas de gestión capitalista más tarde trasladadas a otras esferas a través del movimiento del llamado Perfeccionamiento Empresarial. Se trata de un procedimiento que sigue las recomendaciones habituales de los manuales convencionales de organización de empresas.

El decreto ley 50 de 1982 reguló las formas de asociación extranjera permitidas en el país. En 1995 fue ampliado su alcance con la Ley 77. Al calor de la crisis y bajo este amparo legal surgieron empresas mixtas. En ellas participaba el capital extranjero, generalmente en proporciones inferiores al  50%.

A inicios del año 2005 terminó la relativa autonomía financiera de algunas corporaciones con la centralización del control de divisas. El Banco Central de Cuba comenzó a recibir aportes en esa moneda (ganancias, impuestos, etc.) a través de la  Cuenta Única de Ingresos en Divisas del Estado[5]. Los organismos recibían asignaciones del Ministerio de Finanzas y Precios y las cantidades efectivamente otorgadas dependían de criterios gubernamentales de distribución y, sobre todo, de la disponibilidad en el momento de la entrega.

En los últimos años del medio siglo analizado la difícil situación externa de las divisas obligó a limitar la venta de moneda convertible a los bancos comerciales locales. Con ello se aplazaron las transferencias al exterior para honrar deudas y se afectó el crédito del país. Se llevan a cabo reprogramaciones con los acreedores pero ello es un arma de doble filo: de una parte se prolonga legalmente la deuda, pero se pierde credibilidad. Esta situación afecta al consumo por dos vías. Las producciones nacionales no reciben todos los insumos que requieren y no abastecen adecuadamente al comercio minorista.

El acoso a la inversión extranjera dejó algunos sobrevivientes importantes. Las más notorias tienen que  ver con la minería del níquel y la prospección y refinación de petróleo, la generación eléctrica con residuales del petróleo, el tabaco y el turismo y en algunos casos, con los alimentos. Casi todos los asociados son transnacionales importantes.

La Ley aprobada en marzo de 2014 cambia el enfoque eminentemente recaudador de la anterior legislación. La legislación en fase de desaparición no brindaba tantas ventajas pero pudo haber logrado mejores resultados. Lo negativo fue el espíritu con que se aplicó.
La nueva Ley considera a las inversiones extranjeras como parte de una economía en desarrollo. Sus ventajas impositivas son tentadoras. Exime del pago de impuestos sobre la ganancia durante los primeros 8 años de operación. Se abren a casi todos los sectores económicos. Las disposiciones sobre la contratación de personal mejoran pero aún pueden ser objetadas. La Ley en sustitución  obligaba a las empresas inversionistas a solventar en divisas una cantidad equivalente al doble o más del fondo de salarios. Era como un impuesto. Procuraba los trabajadores y les pagaba en pesos cubanos. La nueva Ley de 2014  elimina esta fórmula lucrativa, pero subsiste la centralización del suministro de personal. No se permite la libre contratación.

Los plazos de negociación, aprobación puesta en marcha pueden dilatarse varios meses. Es una importante deficiencia. En otros países los plazos son inferiores y en algunos casos requieren sólo unas semanas. Algunos han logrado eficiencia en tal sentido.

No hay restricciones respecto a inversionistas extranjeros, ni siquiera a los cubanos que residen en el exterior. Tan sólo se exige que no pertenezcan o realicen actos contrarios a la política del Estado cubano. Internamente pueden ser inversionistas las  personas jurídicas cubanas.

La Ley parece enfocada hacia los grandes productores. Al parecer no toma en cuenta que alrededor de ellos suelen gravitar otras de poca envergadura que los complementan. Se trata de las pequeñas y medianas empresas (PyMes), entidades menores y espontáneas cuya sumatoria no es despreciable. Juegan un papel   insoslayable en el desarrollo. El espíritu con que se aplique la nueva Ley pudiera salvar esta situación.

El mayor inconveniente es exógeno. Radica en las disposiciones extraterritoriales vigentes en los Estados Unidos. El bloqueo –o embargo como le llaman sus autores – impide a ciudadanos norteamericanos hacer negocios con Cuba. Por su cercanía y potencialidad económica el poderoso vecino seria el socio comercial por excelencia. La restricción afecta también a los propios empresarios norteamericanos. Esta sería la buena noticia pues, como es sabido, Estados Unidos no tiene amigos pero tiene intereses. La medida injusta e inmoral aún persiste.

No se publica información sobre los costos y beneficios de la inversión extranjera que actualmente aún radica en el país. Algunos estiman en 500 millones de dólares los dividendos que marchan al exterior[6]. De ser cierta la apreciación, representaría algo menos del 1% del PIB actual. El beneficio registrado por el país es, seguramente, mucho mayor.

La Ley aprobada en marzo de 2014 obedece a necesidades objetivas.

La tasa de crecimiento del PIB cubano durante la última década fue de un 1,8% anual, casi la mitad del ritmo promedio en el conjunto de países de América Latina. El plan de 2014 prevé un 2,2% pero aun cumpliéndose sería muy inferior a lo necesario[7].  El crecimiento no implica desarrollo.  Es  condición necesaria, peo no suficiente. El primero expresa simplemente el incremento de la producción de bienes y servicios. El crecimiento actual del PIB cubano no permite el desarrollo. Los niveles de crecimiento son la base de las transformaciones[8].

La denominación país en vías de desarrollo es un eufemismo con el que se elude el empleo del  término subdesarrollo, de sabor  peyorativo. Son también calificativos edulcorados,  país del tercer mundo[9], periferia y otros abundantes en la literatura económica. El subdesarrollo obedece a  una deformación histórica nacida de la evolución del capitalismo mundial. Es un defecto que hay que corregir, lo cual no es fácil. Las inversiones son parte de la solución.
Hasta el momento anterior a la eclosión del Periodo Especial también se puso énfasis en la inversión. Se realizó con aportes estatales, ayuda externa y el ajuste interno del cinturón. Bajo estas condiciones no resultó.  El país continúa siendo subdesarrollado y gran parte de aquel esfuerzo se ha esfumado. Las circunstancias y mentalidad actuales son diferentes.
Cuba no puede hacer frente a sus necesidades de inversión por si sola. El ahorro interno no es suficiente y a ello obedece la actual Ley.

El desarrollo exige cifras de crecimiento económico superiores a un 5%. Se insiste en un 7%, quizás porque es el nivel registrado por China. Para ello, según experiencias internacionales, se requiere una tasa de acumulación de alrededor de  un 25%. Algunos piensan que incluso debe ser superior. El nuevo valor creado por el país sólo permite alrededor de un 13%. El consumo asimila la mayor parte del PIB  y no es recomendable menoscabarlo para no afectar la productividad del trabajo. Tampoco debe dañarse el balance externo que empeoraría la situación de la deuda foránea.

Esta es la causa esencial de la Ley, pero no la única.

El aporte extranjero puede significar tecnología y mercados. El desarrollo exitoso de una producción demanda 4 momentos. En principio se requiere la tecnología del producto consistente en su diseño. Le sigue una tecnología de producción que lo traslada del laboratorio a la producción masiva. Ello debe realizarse en condiciones de eficiencia y se impone entonces la tecnología de administración empresarial. Ahí no termina el proceso. El producto debe ser situado ante un consumidor potencial y para ello se requiere una tecnología de marketing. Muchos productos cubanos cuentan con la primera de estas tecnologías pero carecen de las demás. La asociación extranjera es una vía importante para resolver el conjunto.

En el debate de la ley los diputados se pronunciaron por no repetir errores y por recuperar prestigio. Según la nueva normativa, la inversión extranjera está orientada a la  ampliación de los actuales mercados, la incorporación de tecnologías avanzadas, la sustitución de importaciones, la creación de empleo, la asimilación de métodos gerenciales, la participación en encadenamientos productivos y el cambio de la matriz energética del país en base a fuentes renovables.

Otras medidas condicionadas por los Lineamientos


Además de estas medidas estratégicas, se han adoptado otras que no son despreciables. Una es la racionalización de numerosas plazas en el aparato estatal. En su origen la meta fue millonaria y ha quedado enmarcada en un cronograma ralentizado. Entre 2010 y 2013, en el sector de la salud solamente, se redujeron 109.000 trabajadores con un gasto de alrededor de 2.000 millones de pesos presupuestarios[10].

Se proyecta también descentralizar la gestión de las empresas estatales dentro del marco de la planificaron; serán autofinanciadas y las que fracasen se liquidarán o fusionarán. No se permitirá la concentración de la propiedad en la esfera privada. La inversión extranjera continuará circunscrita a las actividades de interés para el país. Muchos de los objetivos fijados son cualitativos: eliminación de la dualidad monetaria; recuperación de la capacidad exportadora en productos tradicionales; reducción de la dependencia de las importaciones y otras similares. Es lo que establecen los Lineamientos.

La praxis política cubana ha estado plagada de regulaciones. Muchas de ellas han perdido sentido, si es que lo tuvieron. En febrero de 2008, Raúl señalaba[11]:

..  En diciembre hablé del exceso de prohibiciones y regulaciones, y en las próximas semanas comenzaremos a eliminar las más sencillas. Muchas de ellas tuvieron como único objetivo evitar el surgimiento de nuevas desigualdades, en un momento de escasez generalizada, incluso a costa de dejar de percibir ciertos ingresos….

La supresión de disposiciones absurdas forma parte del paquete. Algunas comenzaron a efectuarse con anterioridad e incluso dentro del primer intento a inicios de los 90. Llegado el momento de liquidar sinrazones dejó de ser delito poseer divisas; se eliminaron las restricciones a las salidas migratorias, y cesó el prejuicio religioso y sexual. Posteriormente los cubanos residentes accedieron a facilidades turísticas y hoteleras con pago en divisas; también  a la telefonía celular. A mediados de 2014 aún el acceso particular a Internet sigue siendo exclusivo para extranjeros residentes.

Ya en el 2011 desaparecerían las prohibiciones relacionadas con la compra venta de autos y viviendas entre particulares. El mercado abrió  modestamente la oferta de artículos relacionados con los trabajos autónomos aprobados y la construcción por cuenta propia.  Pareciera que la vida económica se normalizaba, pero faltaba mucho. Fuera de la tutela estatal el ciudadano común no accede a muchas mercancías; en ocasiones por falta de oferta y en otras debido al desfase entre los precios externos y los internos. Tales bienes no se habían vendido normalmente a la población en el medio siglo anterior. Tanto en el mercado en pesos cubanos como en el de pesos convertibles persiste la crónica inconsistencia estructural de la oferta.

Un difícil problema a resolver es el de la doble moneda. Prevalecerá el CUP, que oportunamente habrá de tornarse convertible. La primera e imprescindible medida es el establecimiento de una tasa factible para las actividades estatales. Es absurda la actual equiparación entre esta moneda y el dólar. Otro es el caso del CUC, o sea, la moneda también cubana pero convertible utilizada por la población. Se tasa actualmente a 24 y 25 pesos CUP por un CUC. La eliminación de este último no puede obedecer a un simple decreto. Rigen las relaciones monetarias que no admiten imposiciones burocráticas. Incluso, según parece, se han realizado emisiones desproporcionadas de CUC, lo que afecta su valor de cambio. Es una práctica peligrosa.

Los mecanismos absolutos de mercado no son el instrumento idóneo para decidir la asignación de recursos. Es lo que proponen los neoliberales. La fórmula keynesiana tiene el pecado original de ser capitalista.  No parecen soluciones en las condiciones actuales de Cuba. La regresión al modelo soviético seria absurda pues es lo que se intenta superar.  La fracasada variante yugoslava tampoco  es paradigmática. Las experiencias china y vietnamita son alentadoras pero no pueden clonarse fielmente. Según Díaz Vázquez[12] hay serias diferencias estructurales, geográficas, climáticas, comerciales y culturales que lo dificultan o impiden[13]. Señala dicho autor  que lo aprovechable de ambas es que prueban que el modelo soviético no era reformable.

Las reformas introducidas en Cuba después de 1990 permitieron sobrevivir. El remake actual pretende reverdecer el intento. Las alternativas son escasas y obligadas. No obstante, en el fondo del túnel parpadea una luz. Dice un comentarista argentino al respecto[14]
…. el de la producción-productividad-igualdad es un tema que no sólo compete a Cuba, sino a todas las sociedades. La paradoja es que el país más urgido a resolver el problema, Cuba, resulta ser el que está en mejores condiciones de lograrlo. Y de paso, ayudar a los demás por esa senda. No sería extraño, en todo caso es de esperar, que el pueblo cubano y sus dirigentes afronten el desafío con el mismo valor, desenfado y creatividad con que asombraron y entusiasmaron al mundo entero hace 48 años.

¡Dios lo oiga!

País pequeño y de economía abierta, la isla  seguirá dependiendo del sector externo y de ser competitiva. El desarrollo tropieza con la falta de capital propio y el difícil acceso a créditos. La carencia de posibilidades de ahorro obliga a la asociación con capital extranjero. La actividad de los autónomos deberá desbordar lo personal y rudimentario y dar paso a PyMes de más envergadura. Una de las tareas más importantes será la ampliación y  transformación del mercado doméstico, sobre todo el detallista. Habrá de superar la crónica insuficiencia cuantitativa, cualitativa y estructural de la oferta para que los ingresos constituyan una motivación práctica.

Pero también será necesario abrir nuevas esferas mercantiles. Los productores privados y, porque no, los estatales, deberán tener la posibilidad de comprar sin depender de asignaciones administrativas de tufo burocrático. Ello es válido para sus insumos y también para los bienes de capital que requieran. 

Actualmente prolifera una concepción contraria a la gestión estatal. El mítico Rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba. Algunos piensan que todo lo que manosea el gobierno se convierte en chatarra. Es la reacción simplista ante los descalabros experimentados, aún latentes. Pero la economía estatal no puede ser tan mala como los  decepcionados piensan. Tampoco es la solución mágica del socialismo. Los fundamentalistas creen religiosamente en la metamorfosis positiva del actual modelo. Piensan en la validez de los remiendos, la eficacia del control y la buena fe de los dirigentes de entidades estatales omnímodas. Los enemigos aspiran a un  indeseable retorno al statu quo de 1956. Las mentes analíticas piensan que olvidar el pasado conlleva repetirlo, pero no vislumbran como será el modelo redentor. Todo dependerá de esa gran desconocida que es la voluntad efectiva de cambio. Lo más probable es que la combinación ideal incluya diversas modalidades de propiedad de los medios: estatal, privada y cooperativa.

Poniendo el cascabel al gato


El cambio del patrón económico es urgente y puede hacerse de dos formas. Una seria la vía cartesiana de partir de cero: Consumo, luego existo. El nuevo diseño tendría que ser elaborado por especialistas; no puede surgir en asambleas de barrio. Como única condición se establecería situar al ser humano como objetivo central. Ello le daría el espaldarazo de progresista y emancipador. Esta versión tecnocrática pudiera considerarse como ponencia y ser sometida a discusión popular. De este modo se llegaría a un modelo ideal avalado democráticamente. Entonces  habría que compararlo con el actual y establecer un cronograma de transformación que probablemente requeriría mucho tiempo.

La otra forma de transformar el modelo es la que se está siguiendo. Una propuesta inicial fue prolijamente elaborada por 11 grupos de trabajo diseñados por el Partido Comunista de Cuba. Unos 9 millones de cubanos las conocieron en asambleas en las que tuvieron oportunidad de opinar. Los 291 lineamientos originales aumentaron a  313, pero en general las modificaciones fueron formales[15]. En este caso se partió de un esquema apriorístico bajado desde arriba.  Ello constituye una reminiscencia estalinista, seguramente inconsciente.  Ojalá que  las transformaciones esperadas sean tales que superen las debilidades del modelo de partida. No se le ha fijado fecha. Se sigue este procedimiento y no cambiará. Sólo es de lamentar el retardo. Pudo haberse iniciado hace 20 años.

Las señales


Hasta el momento – mediados del 2014 – se han adoptado medidas que  desembarazan al gobierno de actividades menores que se convierten en autónomas o cooperativas. La única objeción es que estas formas parten del gobierno y no surgen como voluntad de la base. Complemento indispensable ha sido la normalización de relaciones comerciales y otras gestiones vinculadas a la comercialización de casas, vehículos particulares, salidas al extranjero, etc.

Todavía no se aprecian resultados notables en la economía ni en el consumo de la población. La prensa dedica espacios a noticias triunfalistas, pero fragmentarias y con un marcado carácter propagandístico. Una golondrina no hace verano.

En medio de la incertidumbre pueden tomarse algunos signos como pivotes para aventurar conjeturas.

En agosto de 2009, en discurso ante el Parlamento, Raúl expresó

A mí no me eligieron Presidente para restaurar el capitalismo en Cuba ni para entregar la Revolución. Fui elegido para defender, mantener y continuar perfeccionando el socialismo, no para destruirlo.

En diciembre de 2010, en la Asamblea Nacional, lanzó un ultimátum dramático[16]:
No volveremos a copiar de nadie. Bastantes problemas nos trajo hacerlo y además copiamos mal. No ignoramos las experiencias de otros, incluyendo las positivas de los capitalistas…. O rectificamos o nos hundimos….. no habrá marcha atrás en la apertura permitida al trabajo privado.

Sin embargo, en abril de 2011, la Resolución Aprobatoria de los Lineamientos establece como propósito[17]

…actualizar el modelo económico cubano con el objetivo de garantizar la continuidad e irreversibilidad del Socialismo, del desarrollo económico del país y la elevación del nivel de vida de la población, conjugados con la necesaria formación de valores éticos y políticos de nuestros ciudadanos..… el sistema económico que prevalecerá continuará basándose en la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción”.

Esta última retórica equivale a una etiqueta. Variaciones sobre un mismo tema, diría un músico.  Los lineamientos así precisados pueden conducir a un simple ejercicio de reformismo encaminado a zurcir el patrón soviético. Ojala no sea así y que se logre algo semejante a lo del método cartesiano antes señalado. Los condicionamientos son frenos que actúan como abrasivos a la capacidad de maniobra. Un lineamiento significa dirección, tendencia. Los 313 aprobados no implican un freno en sí. El peligro está en el espíritu que los anime, en navegar hacia un cambio para que no cambie nada.

Las etiquetas políticas son engañosas. No siempre coinciden con aquello que anuncian. Son  simples letreros.  Lo único que garantiza la justeza en una sociedad es la intención de los gobernantes. Como obstáculo interno se enfrentan los hábitos forjados durante medio siglo.  Conforman una inercia residual que probablemente desaparezca con el cambio generacional, que ya se viene produciendo, sobre todo entre la población. La confrontación con el vecino del Norte puede ceder: el embargo no les conviene. La asunción de un nuevo equipo de dirección en Cuba puede contribuir a cicatrizar las heridas del orgullo imperial.


Toques deterministas


Hay un determinismo geográfico, más bien geopolítico, que Cuba ha sido capaz de superar. Ello le costó la animadversión de Washington. Además de la honrilla lacerada, significó un mal ejemplo para el traspatio. Como quiera que sea, entre la isla rebelde y el prepotente imperio median, inexorablemente,  sólo 80 millas náuticas de distancia. Geográficamente están obligados a convivir como vecinos.

La superación de las actuales debilidades es espinosa. El General de Ejército tiene en su haber más de medio siglo de historia política consecuente. Su posición es difícil.  Ya anunció que el presente será su último mandato[18]. Tal afirmación es obviamente producto de la edad y de regulaciones al respecto. Independientemente de estos imperativos objetivos, la circunstancia se convierte en expresión del inminente cambio generacional.  Ello ocurrirá en pocos años y tendrá resonancias internas y externas. Dicho de otro modo, hay también un determinismo generacional también ineludible.

No hace mucho el ex presidente norteamericano James Carter realizó un viaje a Cuba. Su informe iría a parar a Washington, por supuesto. Algunos signos indican que el tema se mueve en aquellos lares; no en alta voz, pero si en susurros sugerentes.  Los anticastristas trasnochados han perdido fuerza. Continúan propugnando el bloqueo y su odio desmedido afecta a los negocios norteamericanos. El Establishment no tiene amigos pero tiene intereses y los lobbies económicos no quieren perder prendas. Aunque la ética no es su fuerte, quizás no pierden de vista el apabullante voto mundial contra el  embargo.

En sus 47 años en el poder Fidel Castro humilló a la prepotencia de Estados Unidos y mostró que se puede enfrentar al lobo. Ya retirado  se atenúa el resquemor y pueden soplar brisas de concordia. Pero aún Raúl constituye un signo de continuidad.  De todas formas ellos también necesitan una reconciliación que requerirá tiempo. El embargo, como lo llaman sus autores, ha sido desarrollado sobre una complicada madeja legal. No puede liquidarse de un plumazo presidencial, pero es posible, prácticamente, atenuar y casi eliminar las consecuencias.


Condiciones internas


En la isla, tras medio siglo, casi todos los revolucionarios fundadores han sido amortizados. Surgen nuevas generaciones que junto a sus ansias de cambio heredan débitos políticos. Existe un compromiso histórico pero en rigor éste se remonta a una época anterior a la adopción del modelo soviético y es recogido en La Historia me Absolverá. Tiene más de 50 años. Aquel proyecto prístino pretendía seguir el camino iniciado audazmente por Guiteras en 1933. De asumirse tal criterio no se produciría ruptura con lo esencial, sólo con lo accesorio adoptado en el camino. De ser así y  apelando a una socorrida expresión comunista, el modelo soviético no pasaría de ser un compañero de viaje.

La coyuntura internacional no ayuda. La economía está en crisis. Por doquier cabalgan jinetes apocalípticos y revolotean fantasmas ideológicos. En medio de la incertidumbre reinante el neoliberalismo hace aguas. Seguramente Keynes sonríe en el Olimpo de los pensadores. Stalin rumiará su fracaso con acento georgiano y olor a sulfuro. Lenin se dolerá de otra oportunidad perdida y recordará nostálgico su Nueva Política Económica (NEP). Puede que la proliferación de calamidades despierte esperanzas en Malthus. More seguirá soñando en Utopía -su ínsula imaginaria-  donde el oro se emplea para fabricar orinales.

En la otra isla, la mayor de las Antillas, cesaron los milagros a crédito. Agoniza el modelo soviético tropicalizado que aún patalea contumazmente mientras se le agota el oxigeno. Dejó como saldo positivo una afirmación de la identidad nacional, la independencia respecto al coloso del Norte  y una ética social. En el plano material, una posición destacada en la educación, la cultura y la salud, pero estos logros de repertorio peligran sacudidos por la tormenta. Como saldo negativo quedó la perpetuación del subdesarrollo económico y, sobre todo, una ineficiencia insostenible en la explotación de la economía. La brújula zigzaguea y la cautela pone freno a la prisa. En la Valhala criolla los héroes posiblemente se pregunten  si medio siglo de aprendizaje no resulta excesivo.

El desiderátum buscado es un modelo que se movería entre dos extremos: de una parte el inadmisible neoliberalismo: del otro, su antítesis, el modelo estatalizado. La solución apropiada parece hallarse en algún punto intermedio. Hasta ahora las medidas que se van adoptando, los autónomos y el cooperativismo incluidos, parecen contaminadas con el excesivo control gubernamental enraizado tras años de práctica infecunda. En realidad y a pesar de los cambios experimentados hasta el momento - mediados de 2014 - el consumidor cubano continúa afrontando muchas de las desventajas del capitalismo y muy pocas del socialismo. Los mercados minoristas continúan en crisis, incluso aquellos en moneda convertibla.
La nave es impulsada por los Lineamientos. Pero es necesario que los navegantes aseguren el gobernalle para llegar a puerto seguro. Nada de ello ocurrirá mañana mismo. Un periodo de 4 a 5 años parece un término prudente para alcanzar resultados; si se actúa correctamente, por supuesto. Ello dependerá de la voluntad y audacia de los gobernantes.

El pragmatismo de Raúl lo hace más confiable que el idealismo de Fidel. En años inmediatos terminará su mandato, que será el último según palabras propias. Seguramente dejará dirigentes de su mismo estilo.

Sería inviable clonar ad litteram el modelo chino, pero parece insoslayable adoptar la iconoclastia y el sentido realista que ha permitido al gigante asiático escapar de moldes inoperantes y liberarse de dogmas. Los resultados son elocuentes.

Oteando el porvenir.


En una ocasión Tales de Mileto fue objeto de reproches debido a su pobreza. Afirmaban sus zafios coetáneos que la filosofía no rendía provecho. Los conocimientos del sabio le permitieron prever una buena cosecha de aceitunas. No lo divulgó. Empleó su escaso caudal en el arriendo de todos los molinos locales cuyos precios eran irrisorios tras varios años de cosechas ruinosas. Quizás pidió crédito.  Llegada la temporada de varear las olivas se cumplió el pronóstico y la competencia por los molinos enriqueció al filósofo[19].

Utilizando expresiones actuales pudiera decirse que Tales jugó al alza, controló el mercado e impuso precios de monopolio. La anécdota   revela el manejo empírico de las leyes de la oferta y la demanda en la lejana época en que vivió el sabio de Mileto (642 a 546 ANE). Transcurrirían más de dos milenios antes de apareciera la Economía como disciplina de estudio. Esta historia, narrada por Aristóteles, sugiere que el pionero de los científicos, aportó además el primer pronóstico económico  de que se tenga noticias[20].

Las profecías religiosas son ejercicios de fe portadores de supuestos designios divinos. Algo similar ocurre con el augurio, el presagio, el presentimiento y otras expresiones que diseñan el futuro de manera intuitiva, como inspiración.

El pronóstico, categoría superior de la predicción, constituye una afirmación basada en razonamientos.  Incorpora elementos históricos, estadísticos y de otras disciplinas que permiten diseñar  un probable comportamiento futuro. No siempre se cumple y los meteorólogos bien lo saben; también los economistas. En las disciplinas sociales –la economía entre ellas-  suele manifestarse como tendencia y no de manera puntual como pudiera ocurrir en una ciencia exacta. Un pronóstico no deja de ser una aventura intelectual. Puede proyectarse a corto, mediano o largo plazo.

El modelo POLÍTICO


Un modelo económico se asienta en otro político. Es un tema incomodo que apenas se menciona. En China y Vietnam, pero también en Corea del Norte y Cuba se mantiene el esquema monopartidista. Hay una pirámide en cuyo vértice se funden el Partido, el Estado y el Gobierno. En otros países que se proclaman socialistas o que aspiran a serlo, existe el multipartidismo y los gobiernos han de ganarse el poder a fuerza de votos. Son actualidad en América Latina. Para quienes gobiernan, un régimen monopartidista tiene la ventaja del control absoluto; es un cómodo monopolio. Los gobernados no pueden elegir otra vía que no sea la proclamada por el Estado omnímodo. En las llamadas democracias multipartidistas, junto con el supuesto derecho de la elección, se confronta el peligro de la manipulación mediática politiquera. Son armas poderosas a las que se  deben los casos de sometimiento que perduran. Hay un renacer político latinoamericano y democrático. Al ejemplo de Fidel se debe en buena medida, la toma de  conciencia en tal sentido.

Economía  mixta


Las palabras forman una selva en la cual es difícil abrirse un sendero, pero fácil extraviarse. Es lo que afirma un viejo proverbio azteca. Marx se refirió a los modos de producción. Clasificó una comunidad primitiva, el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo; un modo final socialista, inexistente en su época, constituía una fase previa al comunismo.
Estos modos no se manifiestan en forma pura. En el capitalismo suele haber elementos de economía social, y en el socialismo sobreviven las economías individuales. Lo que pueden definir una u otra etiqueta es el predominio, pero las formalidades pueden resultar engañosas. Podrá calificarse de capitalista si el gobierno efectivo es ejercido por los grupos  financieros. Será socialista si es ejercido por representantes genuinos de los intereses mayoritarios de la población.

Soslayando esta proyección social  se aplican otros patrones convencionales  que generalizan la cuestión en términos  light y se despojan de olores políticos: economía de mercado, dirigida y mixta. Esta última es mestiza y como tal muestra matices diversos. Calificaría de capitalista si obedece al patrón antes señalado. Pudiera considerarse socialista  en caso contrario.

¿A cuales de estas tres categorías corresponderá el mencionado modelo redentor cubano?  Cualquiera que sea la respuesta es importante no perder de vista que no deben confundirse los conceptos modelo económico y sistema económico social. Brus alertó en tal sentido[21].

Como antecedente curioso valga recordar lo que ocurrió el 7 de diciembre de 1989. En esa fecha se llevó a cabo el sepelio masivo de los combatientes cubanos caídos en tierras africanas. Inopinadamente se produjo una situación chocante, quizás inadvertida debido a la solemnidad del momento. Antes de que se iniciare el acto central, la televisión cubana presentó una entrevista al presidente angoleño José Eduardo Dos Santos quien se hallaba en Cuba para participar en la ceremonia.  Fue realizada dos meses antes en Luanda. El gobernante hizo una  fluida exposición sobre la estrategia económica del nuevo Estado. Entre los temas abordados expresó que Angola adoptaría una economía mixta. Señaló, más o menos textualmente, que resultaba ridículo que un gobierno intentase dirigir pequeños negocios como cafeterías, barberías y otros por el estilo. La afirmación resultó un tanto insólita en la Cuba de aquel tiempo, aún devota del socialismo científico para el cual la economía mixta era un engendro revisionista. Cuando Dos Santos hizo estas declaraciones no pensaba visitar la isla pero evidenció que ya entonces brotaban variantes heterodoxas que pudieran corresponder a formas no fundamentalistas. Quizás resultaron inoportunas en aquella ocasión. No era ni el right moment ni el right place. Dos Santos, por supuesto, no pretendió dar lecciones ni tuvo ninguna responsabilidad en el desatino.

El callado incidente no se comentó en la prensa, por supuesto, pero seguramente originó situaciones embarazosas en los medios cubanos y angolanos.

Renacer de viejas formas


La adopción del modelo soviético en la década de los 60 implicó cambios estructurales pero también formales. Todo lo que oliera a capitalismo era satanizado. Los señores fueron sustituidos por los compañeros. El Partido impuso su ritual y se expandió el estudio de la filosofía marxista y su jerga característica. Se mencionaban respuestas a los contrarios ideológicos sin exponer textualmente sus argumentos. El desinterés era norma. La pobreza se convirtió en virtud. En las autobiografías solicitadas en determinados trámites políticos era realzado el origen humilde. La demanda se convirtió en suministro y los clientes en usuarios. Etc., etc.,

Ahora renacen viejos valores. Los trabajadores por cuenta propia, o autónomos como son llamados en otras latitudes, son denominados cuentapropistas. Es un cubanismo de sabor vergonzante, incluso ridículo. En el fondo son capitalistas de poca monta; pequeño burgueses que se convierten en burgueses cuando contratan trabajadores asalariados. Antes repudiados, ahora son la salvación de la economía. Sic transit gloria mundis.

Deudas condonadas


En ocasiones la prensa internacional se ha referido a la deuda externa cubana, considerada una de las más abultadas del mundo. Es una mácula crediticia.  En julio de 2014 la Duma rusa resolvió condonar el 90% de los compromisos financieros cubanos con Moscú ascendentes a $35.000 millones. Según Vladimir Putin es una decisión sin precedentes. Dicha suma procede principalmente de la época soviética. El 10% restante será invertido en proyectos conjuntos en la isla. Este adeudo constituía un obstáculo para la obtención de créditos blandos a corto y mediano plazo por parte de acreedores integrantes del Club de Paris[22].

Según BBC al condonar la deuda, Putin también está enviando un mensaje político sobre su alianza con La Habana….La visita de Putin a Cuba se inscribe en una política rusa más activa hacia América Latina, una política motivada por la búsqueda de nuevos balances en el equilibrio de poderes, ante los problemas que Rusia está experimentando en su vecindad. Fue lo que expuso a BBC un analista de la Universidad de Denver[23]. La propia fuente señala que la deuda con Japón rondaba los 1.400 millones de dólares. De acuerdo con lo negociado, el gobierno nipón acordó condonarle al gobierno cubano el 80% de la deuda…...Por otra parte, en la primera semana de noviembre se anunció que México condonaría al gobierno cubano el 70% de su deuda de 478 millones de dólares ascendente a 341 millones de dólares. Después de La Habana Putin viajó a Argentina y Brasil, donde participó en una importante cumbre del grupo BRICS[24].

Algunos piensan que la deuda de Cuba con Rusia habría esperado por las calendas griegas; de cualquier modo se había originado en la época soviética y formaba parte de los milagros a crédito ostentados por la isla. Al parecer la deuda nominal original era mayor y se redujo a la mencionada cantidad mediante malabarismos de actualización monetaria.
Este borrón y cuenta nueva aliviará la presión financiera que afectaba los pasivos cubanos. Simbólicamente puede tomarse como una aprobación del nuevo modelo económico que ha de gestarse.

La visita del mandatario ruso a Cuba el propio mes de julio de 2014 incluyo 28 acuerdos comerciales, algunos vinculados a la exploración petrolífera


Continuará



[1] Decreto-Ley 259, de julio de 2008. complementado por el Decreto 282/08, de septiembre, que lo reglamentaba.
[2] Prensa Libre.com de octubre 31 del 2011
[3] Ley de Inversión Extranjera. Aprobada el 29 de marzo de 2014 en el Palacio de Convenciones de La Habana, durante la Sesión Extraordinaria de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
[4] Cubalse fue refundida en CIMEX
[5] Resolución no.92/2005 del BCC
[6] Se trata de un estimado tentativo del Profesor Richard Feinberg, de la Universidad de California en San Diego, EEUU, y miembro del Woodrow Wilson Center for Scholars de Washington. Lo expresó en el Espacio de Debates de la Revista Temas celebrado el 29 de Marzo de 2012 en el Teatro del Ministerio de Comercio Exterior  y la Inversión Extranjera de Cuba..
[7] Datos aportados por Marino Murillo Jorge, Vicepresidente del Consejo de Ministros en la argumentación de la necesidad de la Ley de Inversión Extranjera. Sesión Extraordinaria de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
[8] Según L.J. Zimmerman, en Países Ricos, Países pobres. pp 33-44. Editora de Ciencias Políticas. Habana. 1970, se produce crecimiento económico cuando el nuevo valor creado crece al mismo ritmo que la población; hay progreso económico cuando dicho valor creado sube a una tasa mayor que la demográfica; finalmente, hay desarrollo económico cuando se producen cambios cualitativos de orden social.
[9] Tercer Mundo es una derivación de Tercer Estado, término acuñado por De Gaulle en alusión al Thiers État de la Revolución Francesa.
[10] Periódico Granma: Aprobó el Consejo de Ministros incremento salarial para el sector de la Salud. Por Leticia Martínez y Yaima Puig. Viernes 21 de 2014. Pág. 3
[11] Castro Ruz, Raúl. Discurso de 24 de febrero de 2008.[1]
[12] Díaz Vázquez, Julio A.   ¿Es Aplicable el Modelo Chino  o Vietnamita en Cuba? Obra citada.
[13] Cabria añadir que la multinacional China es el país más poblado del mundo y el cuarto en extensión territorial. En ella conviven varias etnias y culturas. Algunas, incluso, con una identidad nacional bien marcada. En Cuba, cuya población representa menos del 1% del gigante asiático, coinciden perfectamente la nación y el Estado.
[14] Gabetta, Carlos. Cuba después de la URSS. Publicado en Edición Cono Sur. Num. 94, abril 2007. Pág. 30-31. Reproducido en Le Monde Diplomatique. http//www,insumisos.com/diplo
[15] Datos ofrecidos en las informaciones sobre el VI Congreso del PCC
[16] Castro Raul. Discurso pronunciado en la clausura del Sexto Período Ordinario de Sesiones de la Séptima Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 18 de diciembre de 2010. En su calidad de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. (Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
[17] Versión tabloide del periódico Granma. Abril 19 de 2011. Pág. 5
[18] Castro, Raúl. Discurso en la Sesión de la Asamblea Nacional  de Cuba en la que fue ratificado como Presidente. Febrero 24 de 2013.
[19] Smilga, V. In the Search of Beauty, Mir Publishers. Moscow. 1970. Pág. 10
[20] Con anterioridad Tales de Mileto había previsto el eclipse de sol del 28 de mayo del 585 ANE- Es uno de los llamados  Siete Sabios de Grecia. Anteriormente   las explicaciones sobre el origen del universo eran mitológicas y con Tales nació el pensamiento científico..
[21] Bruss Wodzimierz. El Funcionamiento de la Economía Socialista. obra citada. Pág. 13-14
[22] El Club de París, es un foro informal de acreedores oficiales y países deudores. coordina formas de pago y renegociación de deudas externas de países e instituciones de préstamo. Hasta el presente ha logrado alrededor de 500 acuerdos con más de 90 paises deudores.
[23] BBC Mundo, julio 11 de 2014.
[24] El llamado Grupo de países emergentes integrado por Brasil, Rusia, India, China y Africa del Sur

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