Pedro Monreal, El Estado como tal.
El modelo agrícola de Cuba asigna al sector no estatal el papel central en la producción nacional de alimentos. En 2016, con el 80,9 % de la superficie cultivada, el sector no estatal aportó 95,4 % de los frijoles, 93,2 % de las frutas, 92,8 % de las viandas, 82,7 % de las hortalizas, y 78,1 % del arroz. (ONEI, Anuario Estadístico de Cuba 2016, tablas 9.1, 9.10, 9.11 y 9.12).
Los productores no estatales incluyen las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), campesinos propietarios y arrendatarios privados de tierras estatales.
Sin embargo, el modelo presenta dos grandes problemas: no es capaz de asegurar el crecimiento de la oferta que se necesita, ni genera los niveles de rendimiento que permitirían las deseables reducciones de costos que pudieran ser trasladadas al consumidor en forma de menores precios de la canasta de alimentos.
Desde la aprobación -en 2011- de los “lineamientos” que orientan la política económica del país, el sector no estatal ha logrado aumentar el volumen de la producción agrícola sin haber incrementado la superficie cultivada ni el número de trabajadores involucrados, pero el crecimiento solamente ha registrado una modesta tasa promedio anual de 2,79% y los incrementos de los rendimientos por hectárea han sido muy moderados, con pocas excepciones.
Fuente: Superficie cosechada y volumen de producción: ONEI, Anuario Estadístico de Cuba 2016, tablas 9.9 y 9.12; número de tenentes de tierra: ONEI, Anuario Estadístico de Cuba 2016, varios años, tabla 9.4. Los datos sobre tenentes de tierra comenzaron a ser publicados en 2012.
Si se toma el caso de las viandas (tubérculos, raíces y plátanos), los alimentos agrícolas que tiene mayor peso en el volumen de la producción agrícola no cañera, se observa que aun cuando se produjo un incremento de la superficie cultivada, los rendimientos del sector no estatal se han mantenido estancados.
Fuente: ONEI, Anuario Estadístico de Cuba 2016, tablas 9.9 y 9.15.
Los rendimientos por hectárea del sector no estatal no solamente han crecido poco, sino que son inferiores a los rendimientos del sector estatal en cuatro de las cinco principales categorías estadísticas de alimentos agrícolas: viandas, hortalizas, arroz, y frijoles. La única categoría importante en la que los rendimientos no estatales son superiores a los estatales es la de frutas no cítricas.
Naturalmente, el elevado peso de la producción no estatal implica que sean los rendimientos relativamente más bajos del sector no estatal los que marquen las tendencias predominantes en la dinámica de los rendimientos, indicadas por una línea discontinua de color naranja en los gráficos.
Fuente: Los datos de este y de los siguientes gráficos proceden del Anuario Estadístico de Cuba 2016, tablas 9.14 y 9.15.
El caso de la papa, incluida en la categoría de las viandas, revela que el rendimiento no estatal es ligeramente superior al estatal, pero se ha mantenido estancado con una línea de tendencia casi plana, parecida a la tendencia de la categoría más general de las viandas.
Los frijoles, la categoría estadística de alimento agrícola que en mayor porciento producía el sector no estatal en 2016, presenta igualmente una línea de tendencia plana.
Las hortalizas y el arroz muestran líneas de tendencia que no son tan planas, pero que indican crecimientos muy moderados del rendimiento, con un estancamiento en años recientes. En el caso de las hortalizas, la diferencia de rendimientos respecto al sector estatal es significativa y estable, en favor de este último.
En el caso del arroz se observa variabilidad en la primacía de los rendimientos, aunque en general no han sido notables las diferencias de rendimiento entre el sector estatal y el no estatal.
Los rendimientos de la producción de frutas no cítricas, un renglón ampliamente dominado por el sector no estatal es la categoría en la que el diferencial de rendimientos en su favor es considerable, aunque el rendimiento no ha crecido de manera apreciable.
Dos posibles factores que limitan la posibilidad de superar el estancamiento de los rendimientos actuales de sector no estatal son:
- Limitaciones legales para incrementar la superficie promedio de las explotaciones agrícolas privadas que permitiría alcanzar las escalas que harían rentables las inversiones necesarias para incrementar los rendimientos. En el caso de los usufructuarios de tierras estatales, la superficie promedio es de 7,94 hectáreas, es decir, algo más de media caballería. (Ver, Dianet Doimeadios Guerrero, “Cuba modifica política para la entrega de tierras en usufructo”, Cubadebate, 16 de agosto de 2017).
- Carencia de financiamiento para la inversión y el aseguramiento de los suministros que son necesarios para generalizar una producción agrícola intensiva, en los casos donde existiesen las escalas adecuadas.
Resumiendo, el actual modelo de producción de alimentos agrícolas pone en evidencia un importante problema estructural de la economía cubana: su incapacidad para avanzar hacia una agricultura moderna de altos rendimientos que permita reducir costos y traducirlos en beneficio ciudadano en forma de menores precios para la canasta de alimentos familiar.
Disímiles factores influyen en el alto costo relativo de la alimentación en el país, desde las distorsiones macroeconómicas que se derivan de múltiples tasas de cambio hasta el bloqueo económico de EE.UU, pasando por la avaricia de comerciantes privados y la indolencia e incapacidad de funcionarios estatales, pero el “techo” productivo que parecen tener los rendimientos es un factor estructural mucho más importante y de más compleja solución.
Mientras ello no se solucione, el gasto de alimentación representará una proporción muy elevada en la utilización del ingreso disponible de los cubanos, algo que no es compatible con la demanda interna diversificada que necesita el proceso de desarrollo. Si el ingreso se dedica mayoritariamente a comprar comida, no habría demanda para estimular otras producciones nacionales y sin esa diversificación difícilmente pueda accederse al desarrollo.
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