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jueves, 14 de diciembre de 2017

Cuba . Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe ▪ 2017


Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, durante la presentación del informe.
Foto: Carlos Vera/CEPAL

Después de una contracción de la economía cubana del 0,9% en 2016, la CEPAL proyecta una ligera recuperación del 0,5% en 2017. Este desempeño refleja el balance entre el comportamiento positivo del flujo de turistas hacia el país y el impulso fiscal, contrarrestado parcialmente por el endurecimiento del bloqueo estadounidense, la difícil situación económica por la que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela (uno de los principales socios comerciales de Cuba) y los efectos climatológicos extremos sobre la actividad agropecuaria. 

Ante la adversa situación económica, que significó menores ingresos, en 2016 el déficit fiscal del Estado fue equivalente al 6,8% del PIB, ligeramente por debajo del 7,1% del PIB previsto en la ley del presupuesto. Para 2017, el presupuesto contempla un déficit cercano a los 11.500 millones de pesos (un 12% del PIB presupuestado), cifra superior en más de 5.000 millones de pesos a la registrada en 2016. Destacan la reducción del impuesto por la utilización de la fuerza de trabajo al 5% del salario devengado, así como los incrementos del 29,2% en el gasto en actividades no presupuestadas y del 42,9% en gastos y transferencias de capital con respecto a lo ejecutado en 2016. La información disponible indica que, aunque no se anticipa un incremento del déficit respecto del presupuestado, algunas partidas del gasto se han reorientado para atender la reconstrucción de hogares e infraestructura clave a raíz de los daños provocados por el huracán Irma. 

Al cierre del primer semestre de 2017, los ingresos públicos se incrementaron ligeramente por encima de lo presupuestado, impulsados por el desempeño de la recaudación de impuestos sobre utilidades e ingresos personales. Por su parte, los gastos fueron menores que los presupuestados debido a crecimientos por debajo de los anticipados en rubros como mantenimiento constructivo e insumos intermedios. Como resultado, el déficit fiscal acumulado en el primer semestre rondó los 4.500 millones de pesos y ha sido financiado mediante la colocación de bonos soberanos en el sistema bancario nacional. Durante el mismo período se reporta el pago de deuda pública por 2.306 millones de dólares. 

En lo que respecta a la política monetaria, los instrumentos del banco central, en el contexto de una economía planificada centralmente, son el control del tipo de cambio, el manejo de las tasas de interés y el encaje legal, que se mantuvieron sin cambio durante el período de análisis. En 2016, el agregado monetario M2 creció un 13,1% en términos nominales, impulsado por la expansión del 15,9% del efectivo en circulación, que refleja parcialmente la evolución del capital de trabajo de los trabajadores del sector no estatal. 

En noviembre de 2017 entraron en vigor una serie de medidas del Gobierno de los Estados Unidos que imponen restricciones adicionales a la inversión, los intercambios comerciales y los viajes de sus ciudadanos a Cuba. A principios de noviembre, no obstante, se anunció la firma de un acuerdo para la exportación de carbón vegetal a los Estados Unidos, así como la apertura de una distribuidora de una empresa de equipo industrial estadounidense en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM). Por otra parte, a partir del 1 de noviembre entró en vigor el acuerdo de diálogo político y cooperación con la Unión Europea. 

En octubre de 2017 se firmó un convenio marco con China que incluye líneas de crédito concesionales para inversión en el sector de la energía. A principios de noviembre de 2017 se presentó la actualización de la cartera de oportunidades de inversión extranjera, en la que se incorporan 156 proyectos centrados en los sectores de turismo, agroindustrial, alimentario, energético y de construcción. A fines de noviembre comenzó el proceso político que culminará con el cambio de mando de la presidencia cubana en febrero de 2018.

A pesar de la caída de casi un 30% en las exportaciones de mercancías en 2016, afectadas por los menores volúmenes de producción y un escenario adverso de precios, el déficit de la balanza de mercancías se redujo casi 400 millones de dólares debido a la pronunciada disminución de las importaciones de bienes a causa de dificultades en el acceso a crédito comercial asociado a los saldos pendientes de pago en cartas de crédito. Durante el primer semestre de 2017 se observó una ligera recuperación de las exportaciones de bienes, impulsadas por la dinámica de precios internacionales. Dicho repunte podría verse comprometido por los daños vinculados al huracán Irma durante el segundo semestre de 2017. En lo que respecta a los servicios, continuó el dinamismo del flujo de turistas y a principios de noviembre de 2017 se superó la cifra récord de 4 millones observada en 2016, con lo que se estima que el año cierre con una cifra superior a los 4,7 millones de visitantes. Además, se observa una reconfiguración de la modalidad en la que se exportan servicios de salud, privilegiando el otorgamiento de dichos servicios a los visitantes que llegan a la isla a través del turismo de salud. 

De acuerdo con cifras del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, durante 2017 se han anunciado proyectos de inversión extranjera directa (IED) que suman 2.000 millones de dólares, concentrados en infraestructura turística y de energía. Entre ellos se destacan diversas inversiones rusas. 

Después de que, de acuerdo con cifras preliminares, la economía cubana sufriera una contracción en 2016 debido a caídas en los sectores de manufactura (-3%), construcción (-4,6%) y salud pública (-5,3%) —que no alcanzaron a ser compensadas por la expansión en transporte, almacenamiento y comunicaciones (5%) y hoteles y restaurantes (5,1%)—, en el primer semestre de 2017 se retomó la senda de crecimiento, con una expansión interanual del 1,1%. El repunte de la actividad económica habría sido impulsado por el continuado dinamismo del turismo, no obstante la recomendación de no viajar a la isla que el Gobierno de los Estados Unidos realizó a sus connacionales, por el positivo desempeño del transporte, por una aceleración de la actividad agropecuaria y por la recuperación del sector de la construcción. Durante el segundo semestre del año la actividad económica se vio afectada por el impacto del huracán Irma sobre el sector agropecuario. 

Los informes disponibles dan cuenta de que la inflación de precios al consumidor se mantuvo baja durante el primer semestre ante mejores condiciones de oferta. Sin embargo, dicha tendencia podría haberse revertido en el segundo semestre debido al impacto del huracán Irma sobre el abasto de alimentos. 

Si bien la tasa de desempleo se redujo de un 2,4% en 2015 a un 2,0% en 2016, esto coincide con la tendencia negativa observada en la tasa de participación desde 2011, en la que inciden tanto la dinámica demográfica de la población como los patrones de migración internacional. De acuerdo con cifras del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), al cierre del tercer trimestre de 2017, el crecimiento interanual de trabajadores por cuenta propia fue del 10,8%. El dinamismo del empleo en el sector no estatal podría verse afectado en el corto plazo por la decisión del Gobierno de suspender temporalmente la entrega de permisos para diversas actividades. En lo que respecta a salarios, de acuerdo con declaraciones oficiales, el salario medio nominal, que en 2016 creció un 7,7%, se habría reducido un 1,2% durante el primer semestre de 2017 producto de una rebaja del 0,6% en la productividad de los ocupados. 

Para 2018 la CEPAL proyecta una ligera aceleración de la tasa de crecimiento para alcanzar un 1% sobre la base de un continuado dinamismo de la actividad turística, una regularización en el abasto de productos energéticos, una modesta mejoría de los precios internacionales de los principales productos de exportación y un mayor gasto asociado al esfuerzo de reconstrucción de los daños ocasionados por el huracán Irma.

Economías de América Latina y el Caribe tendrán moderada recuperación en 2018 y crecerán 2,2%

La CEPAL entregó hoy nuevas proyecciones para los países de la región. Un contexto externo más favorable y mayor dinamismo del consumo e inversión doméstica favorecerían la expansión.

14 DE DICIEMBRE DE 2017|COMUNICADO DE PRENSA


Las economías de América Latina y el Caribe experimentarían una moderada recuperación en 2018 y crecerían 2,2% el próximo año, luego de anotar 1,3% promedio en 2017, señaló hoy la CEPAL al entregar su informe Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2017.

Las proyecciones de actividad para la región se dan en un contexto internacional más favorable que el de los últimos años. Según el informe, en 2018 se espera que la economía global se expanda a tasas cercanas a las de 2017 (en torno al 3%) y que exista un mayor dinamismo relativo de las economías emergentes frente a las desarrolladas. En el plano monetario se mantendrá una situación de amplia liquidez y bajas tasas de interés internacionales.

Adicionalmente, la demanda interna jugará un papel importante en la aceleración del crecimiento en 2018, aunque con diferencias entre componentes. El consumo privado sigue siendo un motor de la demanda interna pero en 2018 se destacará el mayor aporte de la inversión, producto de la recuperación de la formación bruta de capital fijo, señaló hoy la CEPAL.

La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, ofreció una conferencia de prensa en la sede central del organismo en Santiago, Chile, para dar a conocer el documento, en el cual el organismo regional de las Naciones Unidas analiza el desempeño de las economías y actualiza sus últimas proyecciones de crecimiento para los países (entregadas en octubre pasado) y entrega sus recomendaciones para fomentar en la región un desarrollo con mayor inclusión, igualdad y sostenibilidad ambiental.

“Si bien el espacio fiscal es reducido en la región, necesitamos impulsar políticas públicas activas para sostener el ciclo expansivo. Entre ellas están fortalecer la regulación, el desarrollo productivo, la recaudación y el comercio intrarregional”, señaló la máxima autoridad de la CEPAL. “Se debe priorizar un gasto con mayor impacto sobre el crecimiento y la desigualdad, y evitar fuertes ajustes en la inversión pública para proteger el crecimiento en el mediano plazo”, agregó Bárcena.

A pesar del contexto internacional más favorable persisten, según la CEPAL, algunos desafíos y riesgos latentes que pueden afectar la consolidación del crecimiento en el mediano plazo. En el ámbito financiero se presentan incertidumbres originadas por la normalización de las condiciones monetarias que han venido implementando o anunciando la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), el Banco Central Europeo y el Banco de Japón. A estas se agrega la tendencia hacia una mayor desregulación financiera (leyes de reforma de Wall Street y de protección al consumidor en Estados Unidos).

La eventual reforma tributaria en Estados Unidos podría traer aparejada una mayor volatilidad financiera producto del aumento de los flujos de capitales hacia ese país.También se presentan riesgos geopolíticos, en especial aquellos derivados del mayor proteccionismo observado en algunos países y que se reflejan en el creciente apoyo a partidos anti-globalización en algunas naciones de Europa y la votación a favor del Brexit en el Reino Unido el año pasado.

El resultado regional en 2018 se explicará en parte por el mayor dinamismo que presentará el crecimiento económico de Brasil (2%, comparado con el 0,9% de 2017). Además, varios países que venían creciendo a tasas moderadas tendrán una aceleración de la actividad económica (por ejemplo Chile, de 1,5% en 2017 a 2,8%; Colombia, de 1,8% a 2,6%; y Perú, de 2,5% a 3,5%). En América Latina, Panamá será la economía que anotará la mayor tasa de expansión el próximo año (5,5%), seguida de República Dominicana (5,1%), y Nicaragua (5,0%). Cuba, Ecuador y Venezuela marcarán cifras de 1%, 1,3% y -5,5%, respectivamente, mientras que el resto de las economías de América Latina crecerán entre 2% y 4%.

En el análisis por subregión, para el próximo año la CEPAL espera un mayor dinamismo en las economías de América del Sur, que crecería al 2% (comparado con el 0,8% registrado en 2017). Centroamérica, por su parte, tendría una tasa de crecimiento de 3,6%, por encima del 3,3% de 2017. En tanto, para el Caribe de habla inglesa u holandesa se estima un crecimiento promedio de 1,5% para 2018 (comparado con la casi nula expansión que registrará en 2017), a lo cual contribuiría el gasto en reconstrucción de los daños causados por los huracanes Irma y María en algunos de los países isleños.

En materia laboral, se espera que la tasa de desempleo comience disminuir a partir del 2018, en consonancia con la mejora del crecimiento económico. Entre 2016 y 2017 la desocupación urbana aumentó de 8,9% a 9,4% por un aumento de la tasa de participación y un estancamiento en la tasa de ocupación. Para 2018 el desempleo bajaría a 9,2% por el aumento de la ocupación producto de la mayor demanda agregada, indica el informe.

En su Balance Preliminar 2017, la CEPAL recomienda a los países ampliar el espacio fiscal de acuerdo con la realidad de cada uno y a partir de tareas diferenciadas. Por ejemplo, en países con baja recaudación se puede mantener el activismo tributario, mientras que en todos se debe intentar reducir la elusión y evasión fiscal –que llegó a 340.000 millones de dólares en 2015-, fortaleciendo la administración tributaria.

El organismo también indica que es necesario ampliar los mecanismos de cooperación internacional, evaluar los espacios para el uso de crédito público (de acuerdo con la relación deuda/PIB de cada país), fortalecer la provisión de bienes públicos con un alto rendimiento económico y social (como son la infraestructura, protección social, salud y educación) y aumentar el coeficiente de inversión mediante asociaciones público-privadas y el rediseño de incentivos fiscales para políticas industriales, además de mejorar los mecanismos de gestión de gasto público y de rendición de cuentas, y cautelar la inversión pública, entre otras medidas.

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