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jueves, 21 de diciembre de 2017

Un sector que crece y sostiene el desarrollo

Foto: Yisel Martínez García
Hasta el pasado mes de noviembre, Cuba había recibido 4 257 754 visitantes internacionales, lo que refleja un crecimiento del 19,7 %, respecto a igual periodo en el 2016. Lo sorprendente, más allá de la cifra, es que los resultados se alcanzaron en un escenario para nada exento de contrariedades.
A las afectaciones que tras el paso del huracán Irma se registraron en instalaciones hoteleras y en otros servicios asociados al ramo, también se sumó que Canadá –el principal mercado de nuestro país en arribo de turistas– no llegó a cumplir los índices estimados de ingresos monetarios, sobre todo por problemas asociados al debilitamiento de la tasa de cambio de la moneda canadiense en el mercado internacional.   
No obstante, tal y como informó Manuel Marrero Cruz, ministro del Turismo (Mintur), en el debate parlamentario de la Comisión de Atención a los Servicios, que se haya alcanzado el número de 17 230 650 turistas días es también reflejo de estrategias que se implementaron este año, como la recuperación de la modalidad de circuitos y los grupos de eventos, las nuevas operaciones aéreas en la temporada alta y la incidencia de la actividad de cruceros. Esta última modalidad, por ejemplo, reportó más de 397 500 visitantes, agregó el titular.
Asimismo, expresó, la relación calidad-precio del servicio, un tema siempre punzante y que otros años mostraba indicadores por debajo de lo deseado, logró alcanzar en el 2017 el 90,9 % de aceptación, en tanto la mayoría de los turistas expresaron que recomendarían el destino a Cuba a amigos y familiares, así como su deseo de regresar en los próximos meses.
En cuanto a las inversiones, estas se cumplen por el momento al 78,1 %, ya que continúan existiendo dificultades en los procesos inversionistas, motivadas en lo fundamental por la mala preparación de las obras y el atraso en los suministros y equipos automotores, sostuvo el Ministro del Turismo.
Sobre este último elemento, Marrero Cruz precisó que el turismo no está recibiendo el equipamiento que se requiere para la renta de autos, situación que debería mejorar el año próximo cuando comiencen a entrar  los 9 000 previstos en el plan.  
También inciden de forma negativa en la satisfacción del visitante aspectos relacionados con la señalización vial, el cambio de moneda y la higiene en las ciudades. Según el Ministro, estos asuntos se revisan por una comisión gubernamental y ya existen algunas propuestas para incrementar el número de cajeros automáticos, además de trabajar la situación epidemiológica desde lo local, o sea, con las autoridades y entidades municipales de los territorios. 

LO RECUPERADO TRAS IRMA

Pocos días antes del paso del huracán Irma, el 88,5 % de los turistas que estaban en Cuba se encontraban alojados en instalaciones ubicadas en la costa norte del país, precisamente en aquellas zonas donde pasaría más cerca el ojo del meteoro.
Si bien los daños materiales –relacionados con la infraestructura hotelera– en las provincias de Sancti Spíritus, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Matanzas y La Habana no fueron tan graves, la situación resultó bien diferente en los polos turísticos de Cayo Coco, Cayo Guillermo y Cayo Santa María, donde fueron evacuados 10 625 turistas.
Las principales afectaciones, señaló Marrero Cruz, se concentraron en las áreas verdes, cubiertas ligeras, los falsos techos y elementos de cristalería y carpintería de aluminio.
¿Por qué nos recuperamos entonces tan rápido? Pues porque teníamos a mano toda la fuerza constructiva y los recursos materiales y financieros necesarios para enfrentar esta situación, explicó. Además, todas las instalaciones hoteleras estaban aseguradas y eso permitió enfrentar los pagos, y también influyó en buena lid la rapidez y eficiencia con que se estableció la energía eléctrica y el abasto de agua, añadió.
Como resultado de estas acciones, recordó, el 1ro. de noviembre se reiniciaron las operaciones y servicios en la cayería norte. «Podemos decir, incluso, que las playas del país están mejor que antes».
Pero a los impactos del huracán, se suma que los indicadores de entrada de turistas al país decrecieron en los meses de septiembre, noviembre y diciembre, pues se generalizó, erróneamente, «una percepción en los viajeros de que todo estaba mal y que era imposible para Cuba recuperarse antes de la temporada alta», expresó.
Pese a estas contrariedades, aseguró, no renunciamos a alcanzar este año la cifra de 4 700 000 visitantes, que representaría un 11,9 % por encima de lo planificado. 

HACER UN TURISMO SOSTENIBLE

En correspondencia con el plan de medidas que aprobó este año el Consejo de Ministros para el enfrentamiento al cambio climático, otras de las acciones del Ministerio –dijo Marrero Cruz– están encaminadas a la sostenibilidad del turismo y sus proyecciones de cara al 2050 y 2100.
En tal sentido, se han emitido medidas reguladoras como la ley de costas y la vinculación de los territorios a la Tarea Vida, para demoler aquellos establecimientos que están en la primera línea de playa y tienen un impacto ambiental sobre las dunas, agregó.
«La recuperación de las instalaciones patrimoniales es también un propósito en marcha, pues con ello se busca convertir aquellos inmuebles que están abandonados o en mal estado constructivo en pequeños hoteles, y rescatar así sus valores históricos y arquitectónicos».
Como parte de la misma estrategia ambiental, refirió, se continúan desarrollando servicios como el turismo de naturaleza, aventura y rural, al tiempo que existen otros proyectos para el aprovechamiento de los residuos alimenticios, e inversiones asociadas al ahorro energético, montaje de calentadores solares, lámparas led y colocación de plantas desalinizadoras de agua.
En relación con el tema, Marilyn Rodríguez, diputada por el municipio de Cárdenas, Matanzas, comentó que el huracán Irma dejó no solo una experiencia de prevención en las zonas locales del Poder Popular, sino que además hizo conciencia en la población sobre la importancia del Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático y la necesidad de llevar hacia otras zonas aquellas instalaciones y viviendas que están cerca de la costa. 

DEL CONTROL INTERNO Y SUS FISURAS

Acerca del compromiso y la responsabilidad que tienen los trabajadores del sector en pos de elevar la calidad del servicio y cortarle el paso a la ilegalidad y movimientos indebidos de inventarios y mermas, también llamó la atención Víctor Manuel Lemagne, diputado por el municipio de Trinidad, Sancti Spíritus, y secretario además del Comité Nacional del Sindicato de Hotelería y Turismo.
En respuesta a este problema, Manuel Marrero Cruz expresó que, en la actividad extrahotelera, especialmente en los servicios gastronómicos, los propios administradores y trabajadores introducen productos que no les llegan por las vías de abastecimiento establecidas, «o sea, vienen de la calle, lo que implica casi siempre que tienen un origen ilegal».
No obstante, explicó, las principales fisuras en el control interno y desvíos de recursos ocurren en los hoteles que ofrecen el paquete de «todo incluido». Los recursos que salen del hotel no aparecen como faltante ya que, supuestamente, fue consumido por el turista, cuando en realidad no sucede así.
En otras ocasiones, aun cuando llegan las facturas de las mercancías, no se recibe el producto en la instalación, ya que se desvía hacia compradores externos. Es un tema que hemos trabajado con el Ministerio del Interior y la Contraloría General de la República, pues el objetivo no es sancionar luego de que ocurre la indisciplina o el robo, sino evitar que suceda, precisó.
Diseño: Fabio Vázquez Pérez

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